Inmigración

Inmigrantes denuncian las expulsiones ilegales de España ante Estrasburgo

infografía de Isla de Tierra. / Wikipedia
infografía de Isla de Tierra. / Wikipedia

Dos ciudadanos cameruneses han presentado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, una demanda contra el Estado español por haber sido expulsados ilegalmente de Isla de Tierra en septiembre de 2012. En su demanda, solicitan que el Alto Tribunal condene a España por haber ejecutado una expulsión colectiva, expresamente prohibida por el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH), negándoles la posibilidad de solicitar asilo en nuestro país y acceder a la tutela judicial recogida en la normativa española e internacional.

También denuncian que su expulsión se produjo hacia un país, Marruecos, donde «se violan sistemáticamente los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas de origen subsahariano» egún un comunicado de de la sección española de Migreurop.

La Ley de Extranjería, al igual que el CEDH, contempla la obligatoriedad de las autoridades de informar a los inmigrantes interceptados de sus derechos, ofreciéndoles la posibilidad de acceder a un abogado, a un intérprete y a la tutela judicial efectiva. También es obligación de las autoridades proceder a la identificación de perfiles vulnerables que no pueden ser expulsados por cuestiones de índole humanitaria o por tratarse de potenciales personas refugiadas o víctimas de trata. En cambio, el Gobierno español decidió expulsarles de forma colectiva, sin estudiar de forma individualizada cada caso.

De esta forma se le negó a Enmanuelle, uno de los demandantes, la posibilidad de solicitar asilo en España, viéndose obligado a solicitar protección internacional en Marruecos, país que segun las organizaciones denunciantes «carece de un sistema eficaz de asilo y dónde existe un grave problema de discriminación hacia las personas refugiadas subsaharianas».

La expulsión colectiva también tuvo como consecuencia «la imposibilidad de recurrir la decisión ante los tribunales, al impedirse el acceso a los procedimientos establecidos por Ley, con las debidas garantías, ni ser informados de las vías para defender sus derechos». La obligatoriedad de acceso a un recurso efectivo está recogida en el CEDH, siendo, por tanto, condenable por el Alto Tribunal esta actuación del Gobierno español.

Violando también el principio internacional de no devolución a países dónde puedan sufrir torturas y tratos degradantes e inhumanos, los demandantes, junto con el resto del grupo, fueron expulsados a Marruecos, país denunciado por múltiples organismos internacionales y ONG por «violar sistemáticamente los derechos humanos de personas migrantes y refugiadas subsaharianas».

Denis, el otro demandante, ha lamentado que fue víctima de «una brutal paliza por parte de la gendarmería marroquí al negarse a subir a un autobús con destino al desierto argelino, donde sería abandonado a su suerte» cita el comunicado. La expulsión de personas subsaharianas al desierto, cerca de la ciudad fronteriza de Oujda, es una práctica habitual de las autoridades marroquíes que no puede desconocer el Estado español.

Los hechos, de significativo impacto mediático en España, acontecieron en 2012, cuando una primera embarcación arribó en la madrugada del 28 al 29 de agosto al islote de Isla de Tierra con 19 personas en su interior, incluyendo mujeres embarazadas y niños. Posteriormente, en la madrugada del 1 al 2 de septiembre, llegaría otra embarcación con 68 personas en su interior. La expulsión colectiva se produciría en la madrugada del martes 4 de septiembre, cuando la Guardia Civil entregó a las Fuerzas de Seguridad de Marruecos las 73 personas subsaharianas que se encontraban aún en Isla de Tierra. Con anterioridad habían sido trasladadas a Melilla las mujeres embarazadas, los niños y sus madres.

Tras varios meses de investigación, las organizaciones españolas de Migreurop (ACSUR, Andalucía Acoge, APDHA, CEAR, Elín, Mugak y SOS Racismo) en colaboración con la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), consiguieron localizar en Rabat a Enmanuelle y Denis, quiénes habían conseguido regresar a territorio marroquí tras su expulsión a Argelia. Una vez entrevistados e informados de sus derechos, decidieron interponer una demanda contra el Reino de España ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Ceuta

Es el frío, no las mafias

Operarios reparan la alambrada de Melilla el pasado miércoles 18 de septiembre. / M. Álvarez
Operarios reparan la alambrada de Melilla el pasado miércoles 18 de septiembre. / M. Álvarez

Esta semana hemos vuelto a ver cómo centenares de subsaharianos con la mente en Europa intentaban salir de Marruecos hacia las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Éstos han sido acusado de «violentos y agresivos», distintos calificativos que criminalizan directamente a los migrantes que huyen de situaciones de conflictos.

El último episodio se vivió ayer, cuando una decena de inmigrantes» lograba acceder a Melilla tras una nueva avalancha, la tercera en tres días, a primera hora de la mañana por unos 200 subsaharianos, que intentaron burlar la doble valla de seis metros de altura cada una que separa la ciudad española de Marruecos.

El Berkani, delegado del Gobierno, insiste en achacar la problemática de las migraciones a las «mafias». Supuestos entes organizados que ordenan a los migrantes salir en manadas hacia las alambradas o tirarse al mar.

Si la teoría del delegado es que las mafias animan a los migrantes saltar la valla en estas fechas, ¿Por qué no se preparan? Es más, si es cierto que son bandas organizadas las que traen a subsaharianos ¿Por qué no avisan a su vecino de Marruecos en estas fechas? Profundizando: ¿cuánto cobran las mafias por saltar a Melilla? Resulta inimaginable un mafioso invitando a saltar gratuitamente.

Los que no hablan en los medios, los asaltantes, dicen que la verdad es que en el Gurugu (Marruecos), monte vecino a a Melilla, hace frío. Allí hay cientos de subsaharianos pero dicen que se esconden de «las otras mafias y de los agentes marroquíes» y que están a la espera de encontrar un momento para su viaje a Europa mientras el frío azota.

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Inmigración

Naufraga una patera a las puertas de Melilla

Agentes custodian los cadáveres de los inmgirantes subsaharianos en Nador. / Ariffino.net
Agentes custodian los cadáveres de los inmgirantes subsaharianos en Nador. / Ariffino.net

Las autoridades marroquíes rescataron en la tarde del lunes los cadáveres de cinco subsaharianos en las costas de Nador, ciudad fronteriza con el enclave español en el norte de áfrica y destino de los inmigrantes.

Los agentes también lograron rescatar a siete inmigrantes vivos, cuatro mujeres y un hombre, que afirmaron que viajaban a Melilla y que iban unos cuarenta inmigrantes más, entre ellos un niño somalí que no fue localizado.

Las labores de búsquedas se prologaron varias horas y aún no se han encontrado los otros cuerpos, según informó el diario marroquí Ariffino que mostró las imágenes del rescate que confirmaron la información.

Esta no es la primera vez que ocurre esta situación, hace un mes otra patera con 47 inmigrantes naufragó en las costas de Alhucemas falleciendo diez inmigrantes, rescatando a 24 y trece desaparecidos que ha día de hoy no se han localizado.

El mediterráneo es uno de los principales mares de acceso a Europa para los inmigrantes africanos pero los riesgos son múltiples, durante el año 2012 perdieron la vida unas 225 personas al intentar llegar costa sur de la Unión Europea, según datos de la APDHA.

Cadaver de un inmigrante subsahariano. / Ariffino.net
Cadaver de un inmigrante subsahariano. / Ariffino.net
Inmigración

Devoluciones en caliente

Migrantes subsaharianos cerca de Tarifa en botes de juguete. / S.M
Migrantes subsaharianos cerca de Tarifa en botes de juguete. / S.M

Durante años el estado español y sus distintos ejecutivos han buscado las maneras de frenar lo que ellos llaman “presión migratoria” en la frontera sur mediante la expulsión de los inmigrantes que acceden a la ciudad de forma irregular.

Y aunque en algunas ocasiones los conflictos migratorios se han resuelto por parte del estado español violando la ley de extranjería, como denunciaron asociaciones pro derechos humanos durante el desalojo de Isla de Tierra en septiembre del año pasado, o las expulsiones in extremis denunciadas por los propios inmigrantes en el Monte Gurugú (Marruecos).

Parece que de nuevo sale a la palestra el acuerdo entre España y Marrueco relativo a la readmisión de extranjero entrados ilegalmente, promovido por ejecutivo de Felipe González en el 1992, y ratificado por el reino alauí en octubre de 2012, 20 años después y tras la crisis de Isla de Tierra.

En el artículo uno de dicho acuerdo se especifica que “las autoridades fronterizas del Estado requerido readmitirán en su territorio, a petición formal de las autoridades fronterizas del Estado requirente, a los nacionales de países terceros que hubieren entrado ilegalmente en el territorio de este último procedente del de Estado requerido”.

Es decir, con este acuerdo se podría devolver a Marruecos los inmigrantes que salten las vallas de Ceuta o Melilla, o entre a través de las pateras, siempre que el vecino lo acepte, incluso sin tener que llevar a cabo un trámite administrativo.

España podrá devolver a Marruecos los migrantes de países terceros que entren de forma irregular

Claramente esta medida fomentará las devoluciones en caliente, motivo por el que en muchas ocasiones se producen incidentes violentos entre los propios inmigrantes y la policía.

Hace unas semanas una patera llegó a la playa de Melilla con 15 inmigrantes a bordo con palos y cuchillos, hiriendo a seis agentes de la Guardia Civil al tratar de interceptarlos. Posible consecuencia del acto violento fue que un mes antes la Benemérita expulsó a un grupo de doce migrantes subsaharianos a un campamento militar marroquí en la frontera con Marruecos, tras interceptarlos en una patera cerca de la Bahía de Melilla.

El recién Tratado de Readmisión que se ha aplicado de forma provisional estos años plantea que estas acciones tenga un aval. Y aunque todavía no tienen un puesto fronterizo o aeropuerto acordado entre las partes para efectuar la entregas de inmigrantes, la tarea les corresponde a los ministro de interior de España y Marruecos.

La actual norma de extranjería obliga a interceptar a los ciudadanos extranjeros que entren de forma irregular al territorio español, y ser entregados a las jefaturas de la policía nacional. Los agentes son los correspondientes de organizar su deportación, siempre analizando los casos individualmente ya que se pueden dar procesos de solicitud de asilo.

Con el tratado biliteral se evitará estos trámites ya que Marruecos será el encargado de las deportaciones de estos inmigrantes, sin embargo no garantiza el regreso de los inmigrantes a sus destinos ya que en el artículo quinto del acuerdo el Estado requerido se asegurará de que los extranjeros readmitidos son enviados lo antes posible a su “Estado de origen o al Estado donde comenzaran su viaje”, es decir que Marruecos podrá dejar en la frontera con Argelia a los inmigrantes como llevan denunciando asociaciones como la APDHA.

Inmigración

Unos treinta heridos en el Gurugú tras el salto…

Especialistas de MSF atienden a varios subsaharianos. / MSF

MSF, tras recabar testimonios de migrantes en la zona, cifra en como mínimo una treintena los heridos en los intentos de saltar la valla de Melilla de principios de semana. Los migrantes acusan en sus testimonios a las fuerzas de seguridad marroquí de ser la responsable de sus heridas.

“Los heridos presentan traumatismos diversos en cráneo, tórax, brazos y piernas, fracturas de manos y dientes, así como contusiones y cortes en cabeza, cara y pies. De acuerdo con los pacientes, las heridas habrían sido provocadas por las fuerzas de seguridad marroquíes”, explica David Cantero, coordinador general de MSF en Marruecos. Los equipos de MSF siguen la evolución de los quince ingresados en el hospital público El Hassani de Nador y sufragan la medicación necesaria para su recuperación.

Según testimonios de los migrantes atendidos esta semana por los equipos móviles de MSF en la zona, los heridos serían como mínimo una treintena, agredidos por las fuerzas del orden marroquíes tras intentar saltar la valla fronteriza. Entre los heridos se encontrarían, además, menores. De acuerdo con estos testimonios, algunos de los que consiguen cruzar la frontera son devueltos por la Guardia Civil a manos de las fuerzas del orden marroquí.

Asimismo, los migrantes han informado a miembros de MSF que un grupo de los detenidos por las fuerzas del orden marroquí en los últimos días, -entre los cuales habría heridos-, habría sido recientemente deportado hacia la frontera con Argelia.

MSF, cuyos equipos móviles están en alerta desde el inicio del verano, reitera su preocupación por el incremento de la violencia ejercida contra los migrantes en los últimos meses, así como la necesidad de que un mayor número de ONG se implique en la zona y les asistan y protejan.

Inmigración

Unos 300 subsaharianos intentan saltar la valla de Melilla…

Unos 300 ciudadanos de origen subsahariano intentaron saltar ayer a plena luz del día, 15:00 hora local, la valla de Melilla en una segunda avalancha en dos días en la frontera que separa la ciudad autónoma y Marruecos. Según la Subdelegación del Gobierno 100 de estos migrantes lograron cruzar la alambrada ayer a la altura de Rio de Oro, y otros veinte el lunes.

Durante el salto masivo de ayer dos agentes de la guardia civil resultaron lesionados, uno de ellos, con un esguince en la rodilla y, el otro, con una contusión en la mano izquierda. Por otro lado, cuatro migrantes fueron asistidos por contusiones leves.

Además, el salto masivo provocó la ruptura en 40 metros de la parte superior de la valla,que mide seis metros de altura, y que según la jefa de prensa de subdelegación es “uno de los puntos con menos dificultades de la valla”, y es que en esta zona de la alambrada no cuenta con la doble valla que separa a la ciudad con Marruecos.

Subdelegación de Gobierno calificó este segundo asalto masivo como de “invasión en toda regla”, y aseguró que los migrantes se han enfrentado con actitud prepotente y agresiva a las fuerzas de seguridad.

Ante el alto número de subsaharianos los agentes activaron un dispositivo de seguridad que se percibió en las calles melillenses al multiplicarse su presencia, además el helicóptero de la Policía Nacional peinó durante toda la tarde los dos 12 kilómetros cuadrados del enclave español en el norte de África

Andalucía

¿Pateras?


Eran las cuatro y veintidós minutos cuando una fuente me llamaba a mi teléfono móvil para comunicarme que el mercante ‘La Isla del Volcán’, procedente de Ceuta, había rescatado a 44 inmigrantes subsaharianos que navegaban en alta mar con una pequeña zodiac.

Todo apuntaba a una normalidad periodística, preparé mi equipo y llame a los medios donde colaboro, varias horas más tarde llegué al puerto donde un amplio grupo de profesionales de los medios de comunicación estaban esperando la noticia. Sobre las 20:30 los efectivos de socorro de la Cruz Roja de Málaga llegaban con cinco ambulancias y los agentes de la policía con varias furgonetas preparadas para transportar a estos «ilegales».

El barco se retrasó casi una hora, pero finalmente llegó con el grupo de 44 subsaharianos, de entre ellos dos mujeres que la policía no dudo en llevárselas sin que los periodistas pudiesen tomar algunas imágenes. Tras varias discusiones con los agentes permitieron pasar a los periodistas que fotografiábamos el triste evento como si se tratase de una alfombra roja.

Las caras de estos hombres reflejaba la tristeza de un viaje duro y con un destino poco claro, habían invertido mucho dinero para poder llegar al gran occidente, donde ahora solo les acompañaba un papel con varios números de teléfonos y alguna foto de sus familiares.

Los agentes los transportaron hacia la comisaría, y yo solo podía pensar en las caritas de aquellos jóvenes del Centro de Internamiento de Extranjeros de Málaga cuando fui a visitar a mi amigo Bouziane.

El también vino en patera, esa barca que transportaba a estos 44 subsaharianos que los vecino franceses ni huelen y que los alemanes quieren que disminuyan, sin embargo estos estados no saben ni conocen, ni han visto el riesgo y la cara de estos seres humanos que juegan con su vida para poder dar vida a sus familiares, a nuestros vecinos solo les importa las estadísticas, la economía y una moneda que hace que personas tan desesperadas se tiren al mar en busca de algo que ni ellos mismo saben que es. Ahora solo les espera que un juez les envíe de nuevo a su país de origen.