Proyectan el documental “Archidona. La cárcel de los migrantes”

El 21 de noviembre de 2017 el Gobierno de España encerró de forma ilegal a más de 500 migrantes de origen argelino en el Centro Penitenciario de Archidona. Allí fueron retenidos durante semanas y posteriormente expulsados a sus países.

El equipo de EntreFronteras ha realizado un documental de 25 minutos que resume aquellas semanas que acabó con la muerte de un interno y la deportación de los migrantes. La obra se estrenará el próximo 19 de mayo en la Casa Invisible, en Málaga (España) a las 20h local y contará con la participación de los abogados de los migrantes y los directores de la película.

  • ARCHIDONA

En el interior de la cárcel los migrantes denuncian falta de recursos, agua, ropa o el maltrato continuo de los migrantes en la Cárcel de Archidona. El 29 de diciembre de 2017 aparece en la celda 041 el cuerpo sin vida de Mohamed Boudalbala, un joven de 37 años que según la policía se habría ahorcado pero que los internos y sus familiares dicen murió a causa de las palizas de los agentes españoles.

La justicia archivo la causa y tener en cuenta el testimonio de los testigos o los familiares, el gobierno por su parte aceleró las deportaciones. Archidona ha sido la mayor vulneración de los derechos de los migrantes que sobreviven al Mediterráneo por parte de las autoridades europeas, en este caso una política a manos del gobierno conservador de Mariano Rajoy.

66 millones de desplazados

Crece el número de desplazamientos forzados en el mundo.“Con casi 66 millones de desplazados en el mundo, estamos cerca de alcanzar un número récord”, declaró Filippo Grandi, el Alto Comisionado para los Refugiados,refiriéndose a un aumento del 70% desde 2009, quién además pidió este al Consejo de Seguridad más acción a favor de la paz y la seguridad.

“Será que ya no sabemos cómo negociar la paz?” preguntó a los miembros del Consejo, después de enlistar la crisis de Siria, un “conflicto catastrófico” que ya está en su séptimo año, y la de Burundi, Sudán del Sur, República Centroafricana, Afganistán, Somalia y Myanmar.

“El Consejo de Seguridad tiene como propósito resolver los conflictos y mantener la paz – yo veo el fracaso cada día en las vidas de docenas de millones de personas, desterradas y forzadas a abandonar sus hogares”, insistió.

El Alto Comisionado detalló varias propuestas de acción por parte del Consejo de Seguridad y aseguró que éste principalmente debe apoyar medidas de prevención para actuar sobre las causas profundas de desplazamiento y evitar que las crisis empeoren.

“Los actores humanitarios y las fuerzas de mantenimiento de la paz deben de hacer uso de sus fortalezas para proteger a los civiles, en el respeto de los principios humanitarios de neutralidad e imparcialidad”, agregó.

Asimismo, Grandi pidió “acciones determinadas” para enfrentar el tráfico de personas, y proceder con la identificación y el juicio de los perpetradores de esos “horribles crímenes”.

Además, recordó la necesidad de proteger a los desplazados, sea en los países afectados o en las comunidades de acogida.

Sin embargo, el Alto Comisionado aseguró que el retorno de los desplazados es imposible sin la restauración de la paz y la seguridad y que solo medio-millón de refugiados regresaron a sus hogares el año pasado.

Finalmente, Grandi lamentó que la solidaridad internacional esté debilitándose. “Mientras muchos países dejan sus fronteras abiertas para los refugiados y los albergan generosamente, algunos, frecuentemente ricos y poco impactados por los flujos de desplazados, limitan el acceso al asilo e impiden la entrada”, concluyó.

Zoido, el “cofradísimo” antimigrante

El ministro del interior de España, el “cofradisimo”, Juan Ignacio Zoido ha insinuado que las ONG que rescatan vidas en el Mediterráneo “favorecen la inmigración irregular”. Textualmente ha dicho «Hay que concienciar a las ONG de que se está para ayudar y no para favorecer o potenciar la inmigración irregular».

Las polémicas palabras del “cofradisimo” criminalizan a los que rescatan vidas frente a los que dejan que se mueran en el Mediterráneo. Tal es el caso que el 3 de julio fallecieron en las costas de España 49 migrantes, muchos de ellos mujeres y adolescentes, y hasta la fecha no ha habido una repulsa por parte de Zoido o de forma oficial por el Gobierno.

Sin embargo, la presión de grupos como Izquierda Unida lo van a llevar al Congreso para que dé explicaciones. La propia Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha calificado este naufragio como “la peor tragedia de la última década en el Mediterráneo español”. Además colectivos como CEAR señalan que “esta tragedia en el mar de Alborán debe ser la llamada de atención definitiva para un cambio de la política migratoria y de refugio, tanto en Europa como en España y un cambio inmediato encaminado a ofrecer vías seguras a las personas que buscan refugio”.

El dolor de las familias trasmitidas por las ONG no duele a un gobierno que criminaliza a los colectivos cuyo objetivo es salvar vidas, vidas abandonadas por gente como el “cofradisimo”. La Coordinadora de ONG para el Desarrollo de España también se ha pronunciado y ha acusado a Zoido de «atentar» contra «quienes protegen la vida» y contra las miles de personas que la pierden cada año en el Mediterráneo al decir que estas organizaciones no deben «potenciar la inmigración irregular».

Las vidas perdidas ya superan las 2200 en lo que va de 2017, más de 100 tan solo en las costas de España. Mientras ministros y medios “cofradisimos” nos siguen diciendo “hay que reforzar las fronteras”, “hay avalanchas”, ”nos invaden”, “no podemos acogerlos a todos”, “vienen terroristas en las pateras”… Estos mismos que rechazan a esta gente son los que no condenan sus muertes, son los mismos que “expolian el coltan, oro, uranio, petróleo…” “apoyan dictaduras” “bombardean regiones” “vende armas”. Y es que es muy bonito saquear las minas malienses de oro para la virgen del ministro, pero cierro la puerta al hombre cuyas manos cavaron la tierra. Eso es muy “cofradisimo”, porque si dijese cristiano el jefe de la Iglesia enviaba a paseo al ministro.

Sergio Rodrigo

La ruta en patera entre África y España se…

La ruta migratoria desde las costas de Marruecos y Argelia hacia el sur de España ha crecido en este primer semestre del año casi al doble de la registrada en el 2016. Más de cinco mil personas son las que han llegado a su destino, pero miles más no corren con la misma suerte.

Este 4 de julio, Salvamento Marítimo de España confirmó el naufragio de una balsa con 52 migrantes en el que habrían muerto 49 de ellos según el testimonio de los únicos 3 sobrevivientes.

Naufragio en el Mediterráneo

Una impactantes imágenes captaron el momento de desesperación de un grupo de 34 personas que iban a bordo de una lancha neumática para alcanzar la costa española desde Marruecos cuando se incendió el motor y el fuego empezó a extendió por el suelo de la embarcación. El avance de las llamas obligó a los migrantes o refugiados a lanzarse por la borda para salvar sus vidas.

Migrantes supervivientes del naufragio rescatados por la marina italiana. / M.I

Vida y muerte en el Mediterráneo

Parece la imagen de un rescate más, esa imagen de la muerte y la desolación de los que huyen a Europa. Una imagen indignante de la que los dirigentes europeos no ponen fin. La imagen rompe el alma.

Es el naufragio de una balsa en el Mediterráneo. El vídeo muestra el operativo en central que lleva a cabo  la Guardia Costiera Italiana el pasado 19 de mayo, el rescate grabado por los propios operarios se muestra el operativo en el que interceptaron a más de 1.500 personas. En los últimos segundos se ve la desesperación de un hombre aferrado a la vida sobre las hélices de un mercante. La imagen impacta, luego rompe a llorar tras pasar horas entre la vida y la muerte en el Mediterráneo.

Su llanto es la muestra del dolor de un trauma inmenso que generan los naufragios. Pero los que lo sufren generalmente son encerrados, expulsados o abandonados. Este es el verdadero drama de esos que sortean las fronteras europeas escapando de la muerte segura a la muerte probable. Impactante.

Le Pen y el auge del Frente Nacional

El Frente Nacional (FN) (en francés: Front national) es un partido político francés nacionalista de extrema derecha. Fue fundado en octubre de 1972 y presidido desde ese momento hasta enero de 2011 por Jean-Marie Le Pen, cuando fue sustituido por su hija Marine Le Pen.

Un partido nacionalista, racista, antimigrantes, proteccionistas y anti europeo, pero ahora ha sufrido un lavado de cara nunca visto, y se postula como la segunda opción en las elecciones francesas. Tal es el caso que la propia Le Pen abandonó su formación para dedicarse a la segunda vuelta del 7 de mayo.

Le Pen ha emprendido una nueva etapa en su afán por limpiar la imagen de su partido y ampliar su electorado como única estrategia para conquistar el poder en las elecciones presidenciales de 2017. Le Pen, de 46 años, plantea incluso cambiar el nombre del partido. La estrategia pasa por alejarse más de su padre, Jean-Marie Le Pen, presidente de honor y fundador en 1972 de la formación, quien ayer consideró “una traición” esa posible modificación de denominación.