Llegar a Europa, un camino lleno de peligros para…
Llegar a Europa por el Estrecho de Gibraltar se ha convertido en un viaje peligroso para miles de migrantes que abandonan sus países movidos por la pobreza y la desigualdad. teleSur
Llegar a Europa por el Estrecho de Gibraltar se ha convertido en un viaje peligroso para miles de migrantes que abandonan sus países movidos por la pobreza y la desigualdad. teleSur
La crisis en el Sahel sigue sin avances tras años de conflictos y hambruna que aumentan la inestabilidad de los ciudadanos que en muchos casos optan por dejar sus vidas y emprender el viaje a zonas más estables como Europa, y que en muchas ocasiones se estancan a las puertas del continente en las costas, sobre todo, de Libia y Marruecos.
La enviada especial de la ONU para el Sahel, Hiroute Guebre Sellassie, ha resaltado las amenazas y los retos que enfrentan numerosos países en esa región africana así como la frágil situación humanitaria, y pidió una acción rápida y coordinada para la estabilidad y el «desarrollo» de ese área.
Durante una sesión abierta del Consejo de Seguridad, la enviada explicó que al menos 20 millones de personas están en riesgo de inseguridad alimentaria y casi 5 millones de niños afrontan desnutrición aguda.
MUCHOS CIUDADANOS DE ESTE ÁREA OPTAN POR EMPRENDER EL VIAJE A EUROPA PARA HUIR DE LOS CONFLICTOS, PERO SE ESTANCA EN LAS COSTAS COMO LAS DE LIBIA O MARRUECOS
A eso se suma el elevado nivel de desempleo entre la juventud, lo que incrementa el atractivo de ideologías violentas.
“La realidad sobre el terreno es que el norte, el oeste y el centro de África forman una región política donde las respuestas multidimensionales a corto y medio plazo a diversas amenazas para la paz y la estabilidad deben implementarse de manera colectiva”, declaró Guebre Sellassie.
La enviada asumió esta responsabilidad a comienzos de mayo y manifestó que se ha quedado sorprendida por el deterioro de la situación política y de seguridad en la región, sobre todo en Libia y los desafíos persistentes en Mali.
También por las frecuentes acciones terroristas en la región, en particular los perpetrados por Boko Haram en Nigeria, que tiene graves efectos en la población civil y las economía locales.
Declaró además que, después de la aprobación por el Consejo de Seguridad de la Estrategia Integrada de la ONU para esa región el pasado año, se han puesto en marcha iniciativas en el área de la gobernanza, de la seguridad y de la resiliencia.
Agregó no obstante que la implementación de ese plan requiere una voluntad decidida de los gobiernos en la región y una transformación social, económica y política mas profunda.
Fatigados, tiritando y deshidratados. Así llegan la mayoría de personas que intenta migrar desde el continente africano a Europa, un riego que corren miles de personas cada año y que es el ejemplo de que las fronteras son franqueables por altas o peligrosas que sean.
Llega el verano y con ello se intensifican las llegadas de los migrantes a través de embarcaciones semirrígidas o en balsas de juguete al sur de Europa. El mar está calmado y el destino cerca. Este es uno de los argumentos para estos migrantes obligados en desesperación a jugarse la vida y la de sus compañeros en búsqueda de una vida mejor.
En Tarifa la distancia es casi mínima, ambos lados del estrecho están separados por 14 kilómetros, un tramo corto para personas que han recorrido miles de kilómetros. Las “toys” son económicas, pero peligrosas. En estas se suelen introducir unas diez personas que con pequeños remos cabalgan las olas del levante.
En Málaga no es muy habitual la llegada de inmigrantes, pero la instalación de una nueva valla en la zona marroquí para proteger de las migraciones a Melilla va a intensificar que los migrantes que esperan en Marruecos para llegar a Europa lo hagan a través del mar y salgan desde puntos cercanos a la zona oriental de Andalucía.
Posiblemente lo hagan en embarcaciones de plástico como los últimos casos, donde grupos de unas treinta personas se agolpan y quedan desaparecidos en medio del Mediterráneo durante horas a la espera de que el destino decida. Al llegar la mayoría están con pequeños síntomas de hipotermia, y es que el viaje es duro pero los dirigentes siguen pensando que las migraciones hay que combatirlas, y sobre todo a través de políticas de fronteras, cuando la realidad es que responde a un conflicto social, armado o político.
Y esos conflictos no interesan resolverlos. Europa sigue hablando de países desarrollados y subdesarrollados, un error ya que la realidad es que hay países expoliadores y no expoliadores. Y mientras Europa siga chupando del bote africano y erigiendo muros, miles de expoliados seguirán llegando ya que la riqueza no revierte sobre ellos y garantiza el estado consumistas de la Europa de la Unión.
Acaba de llegar, y ni se les ocurre regresar. Esa sonrisa no solo representa la infancia sino el reto de una familia que sacó a esta princesa junto a su madre de Costa de Marfil.
Hoy ha pisado Europa, ese continente que ella ni imagina, pero que su madre vio lejos durante años, y tras llegar en patera a Melilla ahora ya están a salvo.
En 2011 Abiyán vivió uno de los enfrentamiento armados más violentos tras unas elecciones complejas que enfrentaron a gubernamentales y oposición y que generaron el miedo y el terror entre sus calle. Un conflicto que tomó tintes bélicos con la intervención francesa.
De ese desastre no solo huyó esta princesa, también Letizia de siete años. Ella junto a su madre recorrió miles de kilómetros para llegar a Melilla, un viaje que me cuenta y que para ella fue «precioso». Aunque huérfana de padre Letizia llegó a la ciudad autónoma junto a su madre, allí llevan meses esperando un pase a la península.
En ese tiempo le ha dado tiempo para crecer, ver las migraciones desde dentro y aprender español. Aunque pasó miedo en la patera, ahora tiene las cosas claras. «Quiero trabajar un poquito, conseguir algo de dinero, y hacerle una casa bonita a mi mamá», un reto que le aguarda, pero que también sabe que para ello estudiará.
Feliz mientras desayunaba en la sede Cruz Roja en Málaga, esta pequeña apenas es consciente que estaba dentro de una lista de traslados. Un total de 63 inmigrantes de varias nacionalidades han llegado hoy al puerto de Málaga procedentes de Melilla con el objetivo de aliviar la situación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de esa ciudad autónoma, que continúa saturado.
Treinta de ellos han sido acogidos por la Cruz Roja, un grupo en el que había catorce niños, con edades hasta los 7 años, mientras que entre los adultos sólo dos varones y las catorce restantes son mujeres.
Las autoridades de España y Marruecos «deberían ratificar los procedimientos para proteger los derechos de migrantes y rechazar las expulsiones sumarias en la frontera», así lo ha señalado Human Rights Watch de cara a la próxima reunión bilateral entre los dos países para permitir las «devoluciones en caliente»
Se prevé que España utilizará la reunión sobre temas migratorios que mantendrá el 26 de marzo con Marruecos para impulsar la adopción de un mecanismo expreso que permita la expulsión inmediata y sumaria de migrantes en situación irregular desde los enclaves españoles de Ceuta y Melilla en la costa mediterránea de Marruecos.
“Devolver a la gente sin cumplir el debido proceso ni evaluar si necesitan protección, implica una violación del derecho español, europeo e internacional”, observó Judith Sunderland, investigadora sénior para Europa occidental de Human Rights Watch. “Especialmente cuando los migrantes obligados a regresar a Marruecos se enfrentan a la violencia y otros abusos a manos de las fuerzas de seguridad marroquíes”.
La reunión programada para el 26 de marzo en Tánger analizará, entre otras cosas, cómo poner en práctica el acuerdo bilateral de readmisión vigente entre España y Marruecos, en un momento en que las miradas están puestas en el trato que estos países dispensan a los migrantes. Las medidas españolas destinadas a reforzar las fronteras con Marruecos, incluida el uso de concertinas en el perímetro de los enclaves y el uso de armas antidisturbios, han acaparado la atención luego de que 15 migrantes se ahogaran mientras intentaban llegar a nado a Ceuta a comienzos de febrero. Y un informe divulgado por Human Rights Watch en febrero describió detalladamente el severo trato impartido por Marruecos a migrantes cerca de sus fronteras con los enclaves.
Human Rights Watch, otras organizaciones no gubernamentales y el instituto independiente de derechos humanos de España han documentado casos de expulsiones sumarias ilegítimas hacia Marruecos efectuadas desde los enclaves españoles. Los testimonios de migrantes indican que miembros de la Guardia Civil española que patrullan las fronteras de los enclaves entregan a algunos migrantes a las fuerzas de seguridad marroquíes directamente a través de los vallados y sin ningún tipo de debido proceso. Las leyes migratorias españolas prohíben este tipo de expulsión y garantizan a los migrantes en situación irregular el derecho a obtener asesoramiento jurídico y un intérprete durante los procedimientos de deportación.
Las autoridades españolas han negado reiteradamente que sus fuerzas de control de fronteras lleven a cabo expulsiones sumarias, pero declaraciones recientes de funcionarios en Madrid sugieren que actualmente se pretende legalizar esta práctica a través de un convenio expreso con Marruecos dentro del marco de su acuerdo bilateral de readmisión. El acuerdo, que si bien se suscribió en 1992 comenzó a aplicarse recién en 2012, prevé formalidades mínimas para facilitar el retorno de ciudadanos de terceros países. Atentar contra las garantías, de por sí endebles, de derechos humanos como contempla el acuerdo constituiría un paso en la dirección equivocada, observó Human Rights Watch.
El ministro de interior de España, Jorge Fernández Díaz, ha indicado que aspira a modificar la ley de inmigración española para permitir expulsiones sumarias desde los enclaves. Ha llegado incluso a sostener que no se debería considerar que los migrantes ingresaron a territorio español hasta tanto hayan cruzado la “línea policial”.
“El argumento de que una persona no se encuentra realmente en España hasta que traspasa el punto donde hay un policía resulta absolutamente desconcertante”, señaló Sunderland. “España no puede mover la frontera según le apetece, ni tampoco puede desconocer el derecho de la UE ni las normas internacionales de derechos humanos”.
El derecho internacional y el de la UE prohíben la denominada refoulment, es decir, enviar forzadamente de regreso a las personas a sitios donde estarían expuestas a un riesgo concreto de trato inhumano o degradante. La Carta de los Derechos Fundamentales de la UE reconoce el derecho al asilo, mientras que la directiva de la UE de retorno establece garantías procesales mínimas para el retorno de migrantes indocumentados y exige a España tomar en cuenta ciertas circunstancias individuales y sus obligaciones en lo que respecta la prohibición de refoulement.
Es habitual que grupos numerosos de migrantes intenten escalar el vallado de 6 metros de altura que separa a Ceuta y Melilla de Marruecos. El 18 de marzo de 2014, aproximadamente 500 migrantes lograron cruzar trepando el vallado en Melilla, y concretaron así el cruce más numeroso de los últimos años.
Según estadísticas oficiales, más de 4.300 personas ingresaron de manera irregular a los dos enclaves durante 2013, en comparación con las 2.804 que lo hicieron en 2012. En noviembre de 2013, España instaló nuevamente concertinas en el vallado perimetral de Melilla (que habían sido quitados en 2007), los cuales sí han estado erigidos por sobre el vallado de Ceuta desde 2005. España también trabaja actualmente en la instalación de mallas “antitrepa”, y ha anunciado asimismo que extendería los espigones que separan a Ceuta de Marruecos.
Agentes de la Capitanía de Puerto y de la Marina italiana han rescatado en el mar Mediterráneo en solo 24 horas a más de 1.000 inmigrantes que partieron del continente africano cuando intentaban alcanzar las costas del sur de Italia en precarias embarcaciones.
La Marina italiana ha informado de las operaciones de rescate que han llevado a cabo desde que comenzó 2014, con 823 inmigrantes socorridos ayer a 80 millas al sur de Lampedusa en cuatro barcazas, a los que hay que sumar los 233 indocumentados del primer día del año.
Entre los últimos migrantes socorridos se encuentran 23 mujeres y 46 menores de edad, provenientes en su mayoría de países africanos y asiáticos, como Egipto, Pakistán, Irak y Túnez.
El origen de estas personas y el punto de partida denotan que la situación humanitaria de los países de origen siguen afectando el flujo migratorio, y que la mala gestión del nuevo estado en Libia ha facilitado la contratación de viajes peligrosos hacia el sur de Italia.
El radicalismo ante los inmigrantes se incrementa en un discurso político peligroso que olvida nuestros errores históricos y afecta significativamente al electorado europeo
El dato se conoce justo el día en el que el eurodiputado alemán Elmar Brok, de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel, ha propuesto la repatriación de los inmigrantes del Este que acuden a Alemania huyendo de la pobreza y el registro de sus huellas dactilares para impedir que vuelvan a intentarlo.
El radicalismo ante estas personas se incrementa en un discurso político peligroso que olvida nuestros errores históricos y afecta significativamente al electorado europeo de cara a la campaña de los próximos meses.
No obstante, esta problemáticas que va en aumento no tiene previsto solucionarse, de momento, por las autoridades comunitarias que insisten en fortalecer sus fronteras sin reconocer el estatus de estos individuos que no viajan sino huyen del conflicto.
1000 en 24h no simboliza un record para las autoridades italianas, que efectivamente han evitado otra tragedia como la vivida a finales de 2014, el dato simboliza un crecimiento notable de las migraciones en el mediterráneo que comienza el año con más de 1000 personas arriesgándolo todo en la mar.
1000 en 24h tampoco simboliza un empeoramiento la situación en el continente africano, sino las carencias en políticas migratorias de una unión caracterizada en el mundo por su modelo de libre circulación.
Un modelo empecinado en mirar al centro y dar la espalda.
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha mostrado su decepción por el contenido y alcance del recientemente aprobado Decreto-ley andaluz 7/2013 de lucha contra la exclusión social, puesto que consideran que deja sin cobertura a muchas de las situaciones de exclusión más graves de nuestra región y su dotación presupuestaria es claramente insuficiente.
Del refuerzo del servicio de comedor escolar para garantizar 3 comidas diarias (art. 48 Decreto-ley 7/2013) quedan excluidos los hijos o hijas de las personas extranjeras en situación irregular.
En la actualidad, una mala praxis administrativa basada en una Orden de 31 de julio de 2012 de la Consejería de Educación deja sin acceso efectivo a los comedores escolares andaluces a hijos e hijas de las personas extranjeras sin documentación.
Al carecer de número de identificación de extranjero (NIE) se les impide acceder a las bonificaciones en los precios públicos de los comedores escolares previstas en el Decreto andaluz 137/2002, lo que en la práctica constituye una denegación de acceso a los mismos, ya que la muy precaria situación económica de la casi totalidad de este colectivo hace inviable que afronten el pago del coste integro del servicio sin bonificar.
Por lo tanto, dado que de la redacción del art. 48 del DL 7/2013 no se desprende ninguna modificación normativa encaminada a la resolución de esta situación, entendemos que de ese refuerzo del servicio de comedor pueden quedar excluidos los hijos o hijas de las personas extranjeras en situación irregular.
Además, a los hijos de las personas extranjeras en situación documental irregular también se les impide en la práctica el acceso a una plaza de Escuela Infantil de primer ciclo pública o concertada. Por razones análogas a las señaladas para el caso de los comedores escolares (no tener NIE) se les deniega, por cuestiones burocráticas, el acceso a las bonificaciones en los precios públicos del servicio, también recogidas en el Decreto 137/2002, lo que igualmente hace inviable que este colectivo pueda sufragar los cerca de 300 euros mensuales de coste de una plaza pública en una Escuela Infantil sin bonificar.