El Frente Nacional (FN) (en francés: Front national) es un partido político francés nacionalista de extrema derecha. Fue fundado en octubre de 1972 y presidido desde ese momento hasta enero de 2011 por Jean-Marie Le Pen, cuando fue sustituido por su hija Marine Le Pen.
Un partido nacionalista, racista, antimigrantes, proteccionistas y anti europeo, pero ahora ha sufrido un lavado de cara nunca visto, y se postula como la segunda opción en las elecciones francesas. Tal es el caso que la propia Le Pen abandonó su formación para dedicarse a la segunda vuelta del 7 de mayo.
Le Pen ha emprendido una nueva etapa en su afán por limpiar la imagen de su partido y ampliar su electorado como única estrategia para conquistar el poder en las elecciones presidenciales de 2017. Le Pen, de 46 años, plantea incluso cambiar el nombre del partido. La estrategia pasa por alejarse más de su padre, Jean-Marie Le Pen, presidente de honor y fundador en 1972 de la formación, quien ayer consideró “una traición” esa posible modificación de denominación.
La región española de Andalucía tendrá el próximo domingo elecciones autonómicas. Aunque las encuestas confirman el declive del bipartidismo, estos siguen alardeando de los buenos resultados económicos, pese a que la población no comparte las cifras oficiales.
El miedo, ese es sin duda el fenómeno más sentido entre los seis millones de andaluces llamados a las urnas el próximo domingo, y es que la comunidad más afectada por la crisis sigue secuestrada por el bipartidismo que emite mensajes de estabilidad ante el auge de las fuerzas progresistas a los que acusan de desmantelar el sistema europeo.
Los nueve millones de andaluces que conforman la comunidad autónoma más grande de Europa, y una de las más influyentes, viven estos días el bombardeo de amenazas generadas por los dos grandes partidos. Estos son algunos ejemplos de la campaña contra PODEMOS , Susana Díaz (PSOE-A) “Podemos está comprando el discurso a la derecha”, Rajoy (PP) «Las ventoleras ideológicas nos pueden llevar a la ruina más descarnada».
El PSOE es el único partido que ha gobernado Andalucía en los últimos 33 años, un discurso basado en el derecho de los trabajadores, las políticas sociales y la gestión del subsidio agrario, esos si con las espaldas llenas de acuerdos con grandes empresas internacionales y bancos a los que forró de subsidios con falsas promesas que han desembocado en los peores casos de corrupción de Europa sobre ayudas públicas.
Los datos desacreditan sus políticas. Andalucía vive una tasa de paro del 34%, y en el caso de los jóvenes roza el 70%. Es más, casi 40.000 jóvenes migraron desde la llegada de la crisis al resto del mundo, y el PSOE presume de que el empleo crece un 2,5%, dato real, pero que significa la precarización y la reducción de ciudadanos, ya que la pobreza sigue aumentando. El 35% de la población de Andalucía necesita ayudas para poder alimentarse según informes de organismo independientes como Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza.
El modelo que abogan en estas elecciones es el continuista, esos sí combatiendo la derecha de Rajoy, prima del socialismo europeo que aplica las recetas de austeridad que acordaron con Ángela Merkel. El PP por su parte, ganó las últimas elecciones andaluzas, pero nunca gobernó, y apuesta por el modelo de Mariano Rajoy en España para Andalucía, sin embargo el tejido productivo de Andalucía tiene un toque agrario que no procesa con la derecha.
El campo es hoy frente de discordia, aunque Andalucía es bastión del antiguo PSOE hoy lo sigue votando por tradición, pese a que sus políticas sean neoliberales, un arraigo que han intentado abrir ventas las fuerzas progresistas como Izquierda Unida o Podemos.
Estos dos partidos tienen la alternativa social a una comunidad en riesgo de exclusión, y tradición del voto progresista. Ambos representan la solidaridad de los pueblos de Andalucía, los trabajadores y sobre todo el campo de Andalucía. Sus fuerzas representan el mano a mano para combatir la crisis y son participes de los cambios sociales que se han vivido en las calles. Por ello, no es de extrañar que Podemos siga llenando plazas céntricas de Andalucía para ofrecer sus propuestas mientras el PP o el PSOE llenen los hoteles cargados de viejos militantes.
Las calles vuelven a tener el sitio que ganaron el 15 de mayo en Andalucía. Pero el bipartidismo en Andalucía no solo está en sus últimas y es que aunque su militancia es fuerte, el voto del indeciso, el migrante y hasta el hastiado será más que fundamental en unas encuestas disparatadas que siguen dando la victoria al PSOE en Andalucía, pero con un mínimo ingobernable.
La izquierda en Andalucía vuelve a ofrecer profesionales progresista al servicio de la política (profesores, abogados, sindicalistas, trabajadores…), frente a políticos con carreras alimentados de la oligarquía que olvidaron que el pueblo es soberano.
El hambre, la corrupción, el desempleo son consecuencias de las políticas aplicadas por PSOE y PP en Andalucía, una serie de recetas que los partidos emergentes plantean cambiar tras los resultados del 22 de marzo, unos comicios que serán el primer examen político de Europa tras la victoria de Syriza en Grecia.
El espíritu democrático mostrado por el pueblo de Libia en las elecciones del pasado 7 de julio ha impresionado a todos los observadores internacionales que velaron por el buen uso de los comicios, según afirmó el enviado especial de la ONU para Libia, Ian Martin.
Ante el Consejo de Seguridad, Ian Martin señaló que los votantes han resistido con éxito y determinación los actos de violencia que amenazaron la celebración de los comicios.
“Hombres y mujeres libios, jóvenes y viejos, acudieron en masa a las urnas y mostraron sus dedos manchados de tinta con el orgullo y la emoción de un pueblo que ha sido denegado por mucho tiempo de las libertades democráticas. Muchos de ellos son miembros de familias que han sufrido la muerte de sus seres queridos en pos de este derecho del que finalmente ejercen”, dijo Martin.
Por otro lado, subrayó que Libia afronta todavía muchos desafíos además de los retos relativos a la seguridad y justicia.
Entre ellos, mencionó el desarrollo de instituciones de un estado moderno, la diversificación de la economía nacional, la lucha contra la corrupción y la creación de empleo, en especial entre la población más joven.
Por su parte, la Unión Africana elogió las exitosas elecciones que tuvieron lugar el 7 de julio, en un comunicado de prensa emitido por la Comisión de la Unión en Addis Abebas y firmado por el jefe de la comisión de la UA, el Sr. John Ping, quién felicitó al pueblo libio en la realización de elecciones exitosas.
En este comunicado de prensa, el Sr. Ping, expresó su admiración por las honestas las elecciones, así como la agudeza de pueblo libio a la autodeterminación que estuvo ausente durante el régimen de Gadafi. La Comisión de la UA también elogió alto porcentaje de los votantes en las elecciones que se extendió del 65% de los libios que se habían registrado como votantes, casi dos millones de libios participaron.
La Comisión Electoral Nacional de Libia indicó este domingo que los comicios se celebrarán el próximo 7 de julio, con la inestabilidad de varias zonas del país a cusa de las secuelas de una guerra que ha azotado el país con ayuda internacional (OTAN).
El enviado especial de la ONU para Libia, Ian Martin, recibió con beneplácito el anuncio de la fecha para las elecciones parlamentarias en ese país.
Martin señaló que se trata de un paso importante en el camino hacia la recuperación y la democracia de Libia.
También encomió a la Comisión por su trabajo en la organización y preparación del proceso electoral.
Subrayó que la ONU está comprometida con apoyar al pueblo libio para que las elecciones reflejen de manera clara la voluntad de los votantes.
El Parlamento argelino no varía su composición tras los comicios de ayer y el partido gobernante, del que es miembro el presidente de la república Abdelaziz Bouteflika, Frente de Liberación Nacional (FLN) ha revalidado la victoria en los comicios legislativos argelinos en los que los islamistas se han quedado lejos de repetir los triunfos conseguidos en Túnez, Egipto y Marruecos.
Además el censo ascendió a 21.664.348 ciudadanos con derechos a voto, de los que ejercieron el sufragio 9.178.056, lo que supone una participación del 42,36%.
Frente de Liberación Nacional (FLN), 220 escaños.
Asamblea Nacional Democrática (RND), 68 escaños.
La Argelia Verde (alianza islamista compuesta por el Movimiento Social por la Paz, Al Islah y Al Nahda), 48 escaños.
Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), 21 escaños. Partido de los Trabajadores (PT), 20 escaños. Los candidatos independientes, 19 escaños. Frente Nacional Argelino (FNA), 9 escaños. Al Adala wa al Tanmia (La Justicia y el Progreso), 7 escaños. Movimiento Popular Argelino (MPA), 6 escaños. Nuevo Amanecer, 5 escaños. Al Tagir (El Cambio), 4 escaños.
Hoy el régimen militar argelino presidido por Abdelaziz Buteflika, de 75 años, celebra unas elecciones legislativas marcadas por el ocaso del general, el ascenso islamista generalizado en la región y los tímidos intentos de apertura de un sistema oxidado.
Buteflika trabaja por combatir elacreciente puesta en cuestión de una arquitectura estatal consagrada tras la guerra de independencia y halla sustento en unos recursos energéticos privilegiados así como la baja participación prevista. El viejo general, enfermo desde 2005 y en el poder desde 1999, volverá a presentarse a los comicios presidenciales de 2014 -el poder decisorio fundamental lo detenta el jefe del Estado-, aunque la batalla por sucederle ya se ha abierto.
El país magrebí vivió una oleada de protestas el 28 de diciembre de 2010 cuando varios argelinos se inmolaron siguiendo el ejemplo del tunecino Mohamed Bouazizi. La consecuencia fue la derogación del estado de emergencia promulgado desde hace 19 años en el país.