Inmigración

Unos 150 subsaharianos intenta saltar la valla de Melilla

Uno de los migrantes que salto la valla en el CEIP Pedro de Etopiñan. / Vecinos
Uno de los migrantes que salto la valla en el CEIP Pedro de Etopiñan. / Vecinos

Un grupo de 150 subsaharianos ha protagonizado esta madrugada, sobre las 06:00 horas, un salto masivo a la valla fronteriza de Melilla por la zona de Yasinen, próxima al Aeropuerto, pero tan solo unos 50 lograron entrar a la ciudad.

Unos diez migrantes requirieron de asistencia sanitaria por traumatismos de carácter leve, tras ser capturados, y dos guardias civiles sufrieron contusiones de distinta consideración uno de ellos al ser golpeados con un objeto de hierro por uno de los subsaharianos según la Delegación del Gobierno de Melilla.

Por otra parte, del grupo que rebasó la frontera, unos 30 aproximadamente se dirigieron al Aeropuerto causando daños en la valla de seguridad que circunda las instalaciones aeroportuarias, el resto se desperdigó por la ciudad. Los vecinos contaron que los migrantes entraron en diferentes colegios e institutos como el IES Enrique Nieto o el CEIP Pedro de Eopiñan, este último el profesorado les entregó agua y manzanas y continuaron su huida.

Tan solo unos 50 migrantes lograron entrar a la ciudad

Según los vecinos los migrantes corrían por la ciudad de Melilla semidesnudos, descalzos y con fuertes heridas en las manos a causa de la alambrada de espinos que hay sobre los seis metro de altura de la valla.

Otros vecinos contaron que los migrantes incluso entraron en urbanizaciones para no ser capturados por los agentes de la guardia civil. Un grupo de unos cinco entró en la urbanización del recién nombrado Consejero adjunto de la Presidencia, Javier González, quién indicó a los migrantes la forma de salir guiándolos hacia la Avenida Alfonso XII, cerca de la Guardia Civil, según informó un vecino y que no fue contrastado por la Delegación del Gobierno.

Este es el segundo salto masivo a la frontera entre España y Marruecos de centenares de migrantes que intentan llegar a Europa a través del enclave español en el norte de África.

Exteriores

España destina seis militares más en Malí

Soldados franceses rastrean una zona a las afueras de la ciudad de Gao. / Defense
Soldados franceses rastrean una zona a las afueras de la ciudad de Gao. / Defense

Estos seis oficiales llegaron al país africano el pasado viernes y en .los próximos días se incorporarán a sus destinos: cinco al Cuartel General de la Misión EUTM, en Bamako, y el otro al Centro de Adiestramiento de Koulikoro, donde se espera que a finales de mes comience la formación de las Fuerzas Armadas de Malí.

Con ellos son ya ocho los militares españoles desplegados en Malí, ya que un teniente coronel y un comandante se encuentran en la zona desde principios de febrero, como elemento avanzado de reconocimiento y enlace.

El Consejo de la Unión Europea decidió el pasado 17 de enero el establecimiento de una Misión de Adiestramiento en Mali (EUTM Mali) por un periodo de 15 meses. Esta misión tiene como pilares principales el asesoramiento a la cadena de mando maliense, que se desarrollará fundamentalmente en Bamako, y el adiestramiento de las Fuerzas Armadas de Mali en el Centro de Adiestramiento de Koulikoro a unos 60 km de Bamako.

Un total de 15 países de la UE y Noruega colaborarán en esta iniciativa aportando personal tanto en el Cuartel General de Bamako como en el Centro de Adiestramiento, ya sea proporcionando asesores, adiestradores o las capacidades logísticas y de seguridad necesarias para poder llevar a cabo la misión. El objetivo es proporcionar adiestramiento básico a cuatro Batallones de Infantería y especifico a, entre otras, unidades de operaciones especiales, medios ligeros acorazados, apoyo de fuego, ingenieros, inteligencia y logística.

Malí

ACNUR pide que se hagan esfuerzos de reconciliación en…

. Con la reanudación de los servicios de autobuses en el país, algunas personas han comenzado a regresar a sus hogares desde ciudades como Bamako. / ACNUR
. Con la reanudación de los servicios de autobuses en el país, algunas personas han comenzado a regresar a sus hogares desde ciudades como Bamako. / ACNUR

La Agencia de la ONU para los Refugiados declaró el viernes que casi dos meses después del comienzo de la intervención militar francesa en Malí, ACNUR sigue registrando grandes cifras de desplazados internos, mientras que en los países colindantes, el número de refugiados sigue siendo elevado y, en algunos casos, está aumentando.

«A pesar de las mejoras en cuanto a la situación de seguridad en algunas áreas, el miedo a regresar sigue siendo generalizado», dijo Adrian Edwards, portavoz de ACNUR.

De las aproximadamente 430.000 personas desplazadas desde principios de 2012 en Malí, según las cifras disponibles unas 260.665 personas siguen desplazadas dentro del país. La población de refugiados malienses en países vecinos se eleva a unas 170.000 personas, de las cuales más de 70.000 se encuentran en Mauritania, unas 47.200 en Burkina Faso, 50.000 en Níger y unas 1.500 en Argelia.

Según Adrian Edwards, el número de retornos espontáneos de desplazados internos sigue siendo bajo, a pesar de que los servicios de autobús entre la capital de Malí, Bamako, y la ciudad norteña de Gao se reanudaron la semana pasada. Asimismo, los barcos también están efectuando la ruta entre las ciudades de Mopti y Tombuctú.

Para los desplazados internos y los refugiados la inseguridad se mantiene como la principal preocupación. «La persistencia de los combates, atentados suicidas, ataques en represalia contra ciertas comunidades, la presencia de minas antipersona y de artefactos sin explotar en las regiones de Mopti, Gao y Tombuctú, son las razones que mencionan para no regresar de momento», añadió Adrian Edwards.

La falta de servicios básicos en el norte del país también es un factor. Con pocos colegios en funcionamiento y una ausencia de autoridades gubernamentales todavía en muchos pueblos y ciudades, muchas familias desplazadas prefieren esperar.

Para aquellos que están fuera de Malí, se añade la complicación de la composición étnica, ya que la mayoría de los refugiados son tuareg o árabes. El miedo a las represalias es generalizado, así como el miedo a la delincuencia o a que los yihadistas puedan estar presentes entre la comunidad.

Un reflejo de la situación es que, mientras el número de nuevos refugiados se ha reducido sustancialmente en comparación con las estadísticas de hace unas semanas, Malí sigue experimentando una salida continuada de refugiados, aunque en cifras más modestas. Durante el mes de febrero, el promedio de llegadas de malienses a Mauritania, principalmente procedentes de las regiones de Léré, Goundam, Gnoufonke y Tombuctú, era de más de 1.500 personas por semana. El número de refugiados en Burkina Faso y Níger se mantiene estable.

Para evitar que la crisis de desplazamiento en Malí se prolongue, ACNUR considera que es urgente trabajar por la reconciliación, así como realizar esfuerzos para combatir la impunidad, promover la convivencia pacífica entre las comunidades y ayudar a la estabilización y restauración de la seguridad a largo plazo. Actualmente ACNUR está planificando apoyar la reconciliación en las zonas de desplazamiento y retorno, así como en los campos de refugiados.

«Norte y el Sur tienen que poder confiar los unos en los otros, necesitamos una reconciliación» dijo Fama, una refugiada tuareg en Bamako, donde dice que siente que la observan con recelo. «Sólo queremos vivir en paz y tener un mejor acceso al desarrollo», añadió la mujer de 56 años.

Mientras tanto, algunos de los que han retornado a sus casas desde áreas urbanas como Bamako, o que están pensando en ello, dicen que vivir en las ciudades es demasiado costoso. «La vida es demasiado cara en Bamako, no podemos permitirnos quedarnos más tiempo aquí», explicaba Fatoumata, de 18 años, mientras esperaba para subirse al autobús que la llevará de vuelta a Gao.

«Aquí vivimos en condiciones muy precarias, con limitado acceso a la electricidad o al agua corriente. No podemos encontrar empleo», añadió la joven, que huyó a Bamako con su marido el pasado mes de abril y dio a luz a final de año.