Andalucía

Migrantes silenciados por el FRONTEX

Un migrante entra a la entrevista policial del FRONTEX. / Miguel Pachón

A las tres de la tarde del 9 de mayo nos alertaban que dos barcazas de plástico con más de 80 migrantes, entre ellos menores y mujeres, estaban a la deriva tras salir de Marruecos en la ruta migratoria más peligrosa del mundo, el Mediterráneo.

Tras la alerta, Salvamento Marítimo salió de inmediato a su búsqueda, y tras 4 horas de intensos movimientos y aplicando las mejores medios humanos y técnicos eran localizados lo migrantes. El equipo de Salvamento rescata cada año a miles de vidas, sus trabajadores pasan días en la mar para que no se produzcan tragedias ante el cierre de fronteras por parte de la Unión Europea a los ciudadanos del continente africano, motivo que provoca gran parte del flujo clandestino.

A las 22:15 la Guardamar Polimnia llegaba al puerto de Motril (Granada) con los supervivientes de la ruta, que según la APDHA ha aumentado las muertes un 50% frente a costas andaluzas durante el 2015. Descalzos, empapados y exhaustos, así llegaron los migrantes que se abrazaban a las calidad mantas rojas ya en suelo europeo.

Al tocar tierra son los voluntarios de Cruz Roja sus primeros protectores. Su asistencia es básica, incluso para detectar casos de trata o asilo. Pero todo este espectro humanitario está custodiado, vigilado y controlado por la Guardia Civil y la Policía Nacional de España, los agentes escoltan durante todo momento a los migrantes, muchos ni se comunican pese al trauma del mar.

En la larga fila atendida por la Cruz Roja aguardan decenas de migrantes temblorosos, el frío y el miedo se apodera de ellos. Entre las mantas rojas y las pieles negras brilla la sonrisa de Abou, un joven de Guinea Conakry que emprendió hace más de un año su viaje a Europa. La instabilidad política, la falta de oportunidades ante el expolio, o el ébola, son algunos de los motivos que obliga a decenas de migrantes a cruzar hacia Europa.

“El viaje fue duro, estamos muy fatigados” relata a nuestros micrófonos, en ese instante el jefe de la policía nos lo dice claro “no podéis hacer eso”. Eso era una entrevista, una declaración de los migrantes, tratábamos de dar voz a esas personas, no queríamos relatar como el 100% de los medios de España que habían llegado 80 migrantes, queríamos saber su nacionalidad, su historia, su estado, acababan de sortear la frontera más sellada del mundo.

El agente es claro, nos explica que no podemos hablar con ellos “estas personas están detenidas y tienen que ser entrevistado en primer lugar por el FRONTEX”. La acción aparentemente humanitaria se vuelve real, los 80 migrantes eran detenidos y si volvíamos a hablar con ellos los siguientes éramos nosotros. Un agente nos invita incluso a no conversar con ellos, nos remitieron a informarnos a través de las fuentes oficiales que no contaron el 100% de la realidad del suceso. 

A diferencia de otras naciones, incluso europeas, los rescatados pasan por asistencia médica, estudios personales, y centros de refugiados. En España tras una hora, y sin periodistas, los migrantes dormían en un centro de internamiento encubierto para luego ser trasladados a los CIE de Algeciras o Tarifa. 

Seguramente no volveremos a saber de ellos, ni nosotros ni los agentes, unos podrán continuar su ruta al norte de Europa, otros serán expulsados, pero mientras las autoridades del FRONTEX sigan impidiendo que los periodistas puedan hacer su trabajo la realidad es que serán números frente a lo que de verdad son, seres humanos con nombre y apellidos.

 

Andalucía

Las muertes de mgirantes en la costa andaluza aumenta…

12311099_1165373890142729_6906987750658808395_n

Durante el año 2015, llegaron a nuestras costas, según fuentes a las que ha tenido acceso APDHA, al menos 16.111 personas, un 34% más que el año anterior, y se certifica además la reactivación de la ruta de Canarias, que triplica sus llegadas, lo que viene a confirmar, según la organización, que “los muros no pueden contener la falta de futuro y de esperanza”. Todo ello, a pesar de que el Gobierno español invirtió 22.000 euros diarios entre 2005 y 2013 para la instalación y mantenimiento de las vallas en la frontera de Ceuta y Melilla, a tenor del reciente informe de Amnistía Internacional Miedo y Vallas: los planteamientos de Europa para contener a los refugiados.

Por otro lado, del total de personas llegadas a España, el 23% eran menores, (magrebíes no acompañados y subsaharianos de corta edad que venían con sus familias), y el 9% eran mujeres, en su mayoría procedentes del África Subsahariana.

El informe además, destaca el aumento en cerca de un 50% en el número de personas que perdieron la vida intentando llegar a España el año pasado. A las al menos 195 personas fallecidas en su intento de alcanzar España, se suman a las 3.770 que murieron en el mediterráneo central y el Egeo, durante este mismo año. Una “sangrante realidad, consecuencia de las políticas de la una Unión Europea que ha asumido el modelo deEspaña como pionera en la falta de respeto a los derechos humanos en las fronteras”, aseguran.

Así lo manifiesta, opinan, “la exportación del mecanismo de devoluciones en caliente patentado en España y al que el Gobierno ha querido dar respaldo legal durante 2015, quitándose la careta del respeto formal a los derechos humanos”. Las llamadas devoluciones en caliente se han visto integradas de lleno en el acuerdo UE-Turquía para la devolución “en masa” de miles de refugiados llegados a las costas de Grecia, asegura la APDHA que, puntualiza, “además de exhibir un despreciable mercadeo de seres humanos, ha dinamitado el derecho de asilo (Convención de Ginebra), el derecho de no devolución (Convenio de Prevención de la Tortura de la ONU) y la prohibición de devoluciones colectivas (Convenio Europeo de los Derechos Humanos).

Esta “subcontratación del asilo” ha dejado a miles de personas que huyen de la guerra en manos de un país que no respeta los derechos humanos, que mantiene un conflicto abierto con el pueblo kurdo, que está sufriendo ataques constantes del ISIS y que ha iniciado expulsiones colectivas a Siria, hecho denunciado por diversos organismos internacionales.

El acuerdo turco-europeo, explican, tiene sus antecedentes más inmediatos en España, en 1992, con el acuerdo de readmisión de extranjeros por parte de Marruecos, y en 2006, cuando durante la crisis de los cayucos, España puso en marcha el Plan África, firmando acuerdos de cooperación con Nigeria, Guinea Bissau, Senegal y Mauritania, condicionados al control sus fronteras.

Andalucía

El mar arrastra a los migrantes de Bolingo

Un grupo de mgirantes subsaharianos llega al puerto de Motril. Miguel Ángel Pachón
Un grupo de mgirantes subsaharianos llega al puerto de Motril. Miguel Ángel Pachón

La noche vuelve a arrastras las vidas que sortean el Mediterráneo. Temblando del frío y los nervios tocan tierra en el viejo continente, son 27, entre ellos hay 7 mujeres, y acaban atracar en Motril (Granada), pero desde el pasado 7 de abril más de 280 personas han llegado en balsas de plástico navegando a menos de 4 pies, seis de ellos se quedaron en el camino.

Guinea Conacry, República Centro Africana, Costa de Marfil o Camerún, son algunas de las nacionalidades que estos últimos días han llegado a las costas de Andalucía a través del Mediterráneo, muchos llevan años esperando en Marruecos saltar a Europa, la política de visados está cerrada para ellos, no hay pasaje seguro el mar es su única opción.

Subir en las balsas no es tarea fácil, deben recopilar el dinero y muchos esperan desde hace años, pero el fin de semana del 7 al 8 de abril cambió todo. Decenas de agentes marroquíes entraron en el asentamiento de migrante de Bolingo (Nador), según relatan los propios migrantes devastaron con todo, quemaron sus pertenencias, sus chabolas de plástico y los obligaron a huir, algunos fueron detenidos. Las redadas se han intensificado en la zona, unos fueron deportados al desierto otros escaparon y subieron a las balsas, más de 280 llegaron.

Madou, nombre de batalla, es de Guinea, y ha estado viviendo en Bolingo varios meses, relata que “todo está destruido, acabaron con todo”, cuenta este migrantes subsahariano mientras se cubre con una manta de Cruz Roja. “Nos pegaban, había cientos de policías, y tuvimos que escapar”, ahora ha tocado tierra, seis de sus camaradas no lograron escapar, el mar se los tragó.

Pese al mal tiempo las balsas no dejan de llegar, unas 11 fueron rescatas desde el inicio de las redadas, el equipo de Salvamento en el Mar de Alborán logró encontrarlas gracias al apoyo del avión Sasemar 101, para Miguel Parcha, capital de la Guardamar Polimnia, lo peor es “que los están dejando salir con el mal tiempo”. 

“Están saliendo con mal tiempo, y entonces las condiciones son malas es más complicado localizarles” resalta el capitán quién apostilla que al rescatarlos los encuentra calados de agua a causa del fuerte oleaje y algunas lluvias, eso puede repetir una nueva tragedia.

Mientras en el puerto de Motril, los héroes anónimos de las migraciones siguen esperando un aviso, una llamada de auxilio ante los cientos de migrantes que huyen de la represión en Marruecos, financiada por los países de la Unión Europe, principalmente España.

Andalucía

Vidas en el estrecho

migrantes son detenidos por la policia española en Málaga
Las llegadas no cesan, pese al frio y el mal tiempo. Los riesgos aumentan, pero este miércoles 27 de enero de 2016 99 migrantes han sido rescatados en aguas del Mediterráneo de tres balsas de plásticos cuando trataban de llegar a las costas de Andalucía.

La mayoría de ellos han llegado al puerto andaluz de Málaga, donde han desembarcado a 55 personas de una balsa de plástico en la que viajaban 7 mujeres y 5 menores, entre ellos tres bebes que partieron en la madrugada del 27 de enero de la costa de Marruecos.

Y digo rescatados, porque las vidas la han vuelto a salvar los profesionales de Salvamento Marítimo, pero luego en tierra mandan las fronteras. Pese a las condiciones del viaje las autoridades policiales españolas podrecieron a detener a los varones y algunas mujeres, que fueron acusados por España de entrada ilegal al país Europeo. La mayor parte del grupo de migrantes estaba en aparente buen estado y el resto de mujeres, niños y heridos pasaron a manos de la organización humanitaria Cruz Roja que los trasladó al hospital con leves síntomas de hipotermia y tos tras pasar numerosas horas en altamar.

Los hombres fueron entrando uno a uno en las furgonetas de la Policía Nacional, y con apenas un simple diagnóstico pasaron a los calabozos de la Comisaría, allí esperaran la orden de un juez que los termine internado y su futuro sabrá si deportarlo. Los periodistas no sabremos si hay casos de asilo, extraño que las organizaciones humanitarias puedan conocerlas, porque tras varios segundos pisando suelo español su destino eran los furgones policiales.

El resto de migrantes han llegado en otras balsas que fueron rescatas en España con 25 y 19 personas en las localidades de Motril y Ceuta. En Italia otro grupo de unos 130 migrantes fueron rescatados el 27 de enero por las autoridades italianas.

Según Naciones Unidas, más de 40.000 personas han llegado en lo que va del año 2016 a las costas del sur de Europa, principalmente en Grecia donde los países Europeos estudian expulsarla de la zona Schengen tras acusarla de no “proteger las fronteras de la Unión Europea” ç

Andalucía

La tragedia sacude el Mediterráneo

Un refugiado lucha por sobrevivir tras naufragar junto a 55 personas en el Mediterráneo. / Sergio Rodrigo
Un refugiado lucha por sobrevivir tras naufragar junto a 55 personas en el Mediterráneo. / Sergio Rodrigo

Mamadou lucha por sobrevivir bajo las mantas de Cruz Roja, tras casi tres días aferrándose al poco aire de una balsa de plástico en el mediterráneo ha logrado tocar tierra, pero solo lo consiguieron 15 de los 55 con los que viajaba desde Marruecos.

«Los niños han muerto» relataba a este corresponsal otro de los supervivientes, traumatizado ante el episodio, la balsa en la que viajaron perdió el fondo, precipitando a la mayoría de estos migrantes al mar. Pocos lograron agarrarse, pero la mayoría quedaron en la mar. La Armada de Colombia localizó a cuatro cadáveres, pero el operativo ya ha terminado, dejando en el mar los resto de la peor tragedia del mediterráneo andaluz en el último año.

Sus pies están agrieteados de pasar horas en el mar, pero esto es España y a los migrantes tras ser atendidos pasan a los calabozos. No habian pasado dos horas cuando los agentes de la policía nacional trasladaron a 8 de los supervivientes a una comisaria, sin asistencia médica ni psicológica. Todo un despropósito humanitario ante la denuncia de colectivos como Caminando Frotneras o Málaga Acoge.

Entre los supervivientes, que fueron atendidos por la Cruz Roja a su llegada al puerto de Málaga, se encontraban 13 varones –un menor- y dos mujeres que habían perdido a sus bebés y otros parientes en el trágico suceso, familias que optaron por el mar ante el cierre de visados de Europa al continente africano.

ACNUR lamenta estas nuevas muertes en el Mediterráneo y expresa su preocupación por el posible incremento de las muertes ante el aumento de las llegadas y las condiciones cada vez más peligrosas.

La Agencia de la ONU para los Refugiados insta a que las operaciones de búsqueda y rescate se refuercen para reducir los riesgos y reitera la necesidad imperiosa de poner en marcha alternativas legales de acceso seguro al territorio que se podrían concretar en programas de la reunificación familiar más amplios y más flexibles, visados humanitarios, visados para estudiantes y programas más robustos de reasentamiento.

Paralemente al menos 15 personas han muerto, varias de ellas menores, y otras 38 han desaparecido en cinco incidentes con embarcaciones de traficantes que transportaban a cientos de refugiados e inmigrantes a través del canal entre Turquía y Grecia, en medio de fuertes vientos.

“Durante las últimas semanas hemos estado advirtiendo de que la ya complicada situación podría empeorar si los refugiados e inmigrantes continúan, en su desesperación, recurriendo a traficantes que los embarcan a pesar del empeoramiento de las condiciones climatológicas”, declaró Alessandra Morelli, Coordinadora Jefe de ACNUR para las Operaciones de Emergencia en Grecia. “Nuestros temores se han hecho realidad. Vemos casi a diario como mueren en su intento de alcanzar Europa niños, padres, ancianos y jóvenes”.

Teniendo en cuenta las malas condiciones climatológicas, hay una necesidad imperiosa de reforzar las capacidades de búsqueda y rescate en la zona, donde embarcaciones de Grecia, Turquía y otros países europeos ya han rescatado a decenas de miles de personas en lo que va de año.

Desde el 1 de enero, unas 580.000 personas han llegado a las islas griegas desde Turquía, la mayoría de ellos en pequeños botes hinchables. En las últimas semanas, los refugiados han informado de que los traficantes están ofreciendo “descuentos” de hasta el 50 por ciento por hacer el viaje en estos botes con malas condiciones climatológicas. Como consecuencia, se ha registrado un significativo aumento de operaciones de rescate, así como de víctimas.

A medida que el tiempo va empeorando, los refugiados recién llegados informan de que los traficantes en Turquía buscan barcos más grandes que puedan transportar a cientos de personas y por los que puedan cobrar entre 1.800 y 2.500 euros por pasajero.

Andalucía

Los niños del Mediterráneo

El Mar Mediterráneo es una de las rutas preferidas por niños migrantes no acompañados, que arriesgan su vida en busca de mejores oportunidades de vida y con la esperanza de apoyar a sus familias.

En lo que va de año más de 1.650 personas han perdido su vida en las aguas del Mediterráneo al naufragar los barcos en los que intentaban llegar a las costas de Europa.

Los niños migrantes, y en particular los menores no acompañados, son los más vulnerables entre los que intentan llegar a Europa por vía marítima. El viaje a menudo incluye cruzar desiertos y zonas en conflicto, antes de emprender la peligrosa travesía por mar, y en el camino se enfrentan a muchos riesgos como la deshidratación y la malnutrición, los secuestros, detenciones y extorsiones, tortura, esclavitud infantil, tráfico de personas, abuso sexual, según Save the Children.

Andalucía

Los labios de Zaineb

Zaineb en un momento de la entrevista. / L.M
Ya camina por tierra firme, pero todavía sueña con los 14 kilómetros que le separaban de Europa. Partió sola hace años de Camerún para encontrar el dorado pero tras atravesar el estrecho junto a otros diez africanos en una pequeña balsa de plástico ahora cree que no merece la pena arriesgar tanto para un continente que no ofrece las oportunidades que pensaba y que le ha costado la vida a miles de personas en el mar.

“No fue fácil, nosotros sabíamos que arriesgábamos nuestras vidas por atravesar el mar mediterráneo, porque antes que nosotros fueron muchos los que murieron en este mar y perdieron sus vidas, antes que nosotros muchos niños murieron en el agua” relata Zaineb, ahora vive en un centro de Migrantes de Cruz Roja y como muchos jóvenes llegó a Marruecos para atravesar el estrecho.

Como ella son muchos los que se juegan la vida intentado atravesar el estrecho en los últimos años, sus labios relatan la historia de ella pero sabe que pronto serán sus hermanas las que quieran llegar a Europa. “Yo ya estoy en Europa y no puedo aconsejar a mis hermanas que arriesguen sus vidas en el mediterráneo”. Esta joven migrante como otros mucho creyó que encontraría respuestas a su vida pero ahora tras varios meses de su llegada pide a sus familiares que no arriesguen: “aquí no está el dorado”.

“Sé que no es fácil en nuestros países africanos pero no es la mejor opción (cruzar el mar), porque al final no encuentras una vida mejor”. Y es que el boca a boca en los países africanos, las redes sociales y hasta los medios de comunicación locales presentan a Europa como una realidad que aboca a muchos ciudadanos africanos a buscar respuestas a la situación de expolio continuado de sus naciones.

La realidad es que en Europa la crisis económica y social ha llevado a los gobiernos neolibreales a aplicar políticas contrarias a los derechos de los propios migrantes, como es el caso de la operación “Tritón” en el Mediterráneo que cuenta con apenas el 30% de los recursos de la operación “Mare Nostrum”.

Pero sin duda la guinda del pastel está en España, la aprobación de las devoluciones en caliente facilitan según los expertos la búsqueda de nuevas técnicas para cumplir sus objetivos, “no se pueden poner barreras al campo” señala Isaías Barrenada de la Red Euromediterránea de DDHH quién resalta que “no pueden despojarse de derechos fundamentales a las personas que se ven forzadas a migrar”.

Las políticas fronterizas favorecen a la ruta más peligrosa del mundo y es que en los primeros tres meses de este año han muerto 480 personas intentando alcanzar a la costa italiana, según la Organización Internacional de Migraciones (OIM), mientras que en el mismo periodo del año pasado murieron 50. Más de 10.000 consiguieron llegar, según datos del Ministerio de Interior.

En todo el año 2014 se estima que fallecieron ahogadas unas 3.500 personas, mientras 170.000 consiguieron llegar a Italia. Y es que las políticas de la UE engordan el cementerio líquido más grande del mundo.