Salvamento Marítimo se ha convertido un año más en el salvavidas del estrecho entre África y Europa, una llave puente para las migraciones frenadas en Ceuta y Melilla, y que buscan altarnativas como el mar para llegar a Europa.
En 2014 según el Gobierno las actuaciones relacionadas con la inmigración, Salvamento Marítimo ha atendido desde los CCS ubicados en Andalucía a 4.965 personas de 400 pateras, en 2015 más de 1000 personas han sido rescatados en balsas de plástico.
Mientras Europa acuerda una nueva política migratoria, centros de salvamento del sur de España coordinan tareas de rescate de migrantes que atraviesan el mar Mediterráneo desde el norte de África. Una vez interceptados, son llevados al puerto de Tarifa, Cádiz, donde son atendidos por la Cruz Roja y recluidos en Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) a la espera de una resolución sobre su expulsión.
El relator de la ONU sobre los derechos de los migrantes ha afirmado que el cierre de fronteras no funciona para evitar que los migrantes lleguen a suelo europeo, y que sólo fortalece a los traficantes de personas en el Mediterráneo.
François Crépeau subrayó en un informe presentado al Consejo de Derechos Humanos que los miembros de la Unión Europea deben reconocer que la migración irregular es resultado de las políticas que la prohíben, que incentivan la apertura de un nuevo mercado lucrativo que no podría existir sin esa limitación.
El experto sugirió a Europa destruir el modelo de negocio de los traficantes de personas que surgió cuando se erigieron esas barreras y prohibiciones a la movilidad y que prospera para evadir las políticas migratorias restrictivas.
Por otro lado, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha pedido a los Estados e instituciones de la Unión Europea que apoyen a las autoridades de Grecia, país que en lo que va del año ha recibido a 55.000 refugiados.
Según ACNUR, las condiciones de esas personas, que llegan huyendo de los conflictos armados en sus países, son cada día peores pese a los esfuerzos de los gobiernos locales de las islas griegas más afectadas, las del norte del Egeo y las Dodecaneso.
El portavoz en Ginebra del organismo, William Spindler, dijo que todos los días llegan cientos de refugiados llegan a los dos archipiélagos y que se espera que el número de llegadas se incremente significativamente en los próximos meses.
Spindler destacó la disposición de ACNUR de continuar trabajando con las autoridades griegas y la sociedad civil para atender los desafíos que supone tal cantidad de refugiados.
“Pero necesitamos urgentemente mayor apoyo de los Estados de la Unión Europea para poder evitar una crisis humanitaria”, apuntó. Más del 90% de los refugiados que llegan a Grecia proviene de países en conflicto, principalmente Siria, Afganistán, Iraq y Somalia.
Las condiciones de acogida para los refugiados que llegan a las islas griegas del Egeo Septentrional y el archipiélago del Dodecaneso están empeorando a pesar de los considerables esfuerzos que las autoridades locales y la sociedad civil están llevando a cabo. Cientos de refugiados siguen llegando cada día en embarcaciones neumáticas y pateras, lo que está generando una enorme presión para las comunidades de las islas que los acogen.
Desde principios de año, más de 55.000 refugiados han alcanzado Grecia por vía marítima desde Turquía. Las islas que reciben más refugiados son Lesbos (con unas 21.600 llegadas), Quíos (9.400), Cos (8.900), Leros (3.900) y Samos (3.500), aunque también están llegando a otras zonas de Grecia. Más del 90 por ciento de estas personas proceden de países que están sufriendo guerras y conflictos, principalmente de Siria (más del 60 por ciento de las llegadas en 2015), Afganistán, Irak y Somalia.
Se espera que la cifra de llegadas aumente aún más en el verano, ya que las condiciones meteorológicas favorables hacen que las travesías por mar desde Turquía continental sean menos peligrosas.
La policía, la guardia costera y las autoridades locales (regionales y municipales) han destinado más personal y recursos para afrontar esta crisis, pero siguen siendo insuficientes para cubrir las necesidades. Ciudadanos, voluntarios locales y ONGs han estado distribuyendo alimentos, agua, zapatos y ropa para los refugiados. Al ACNUR le preocupa principalmente que los refugiados con necesidades específicas, como los menores no acompañados, los ancianos, las embarazadas, las personas con discapacidad y las víctimas de tortura no estén recibiendo la atención adecuada.
Toca tierra, y lo hace tras horas en el estrecho de Gibraltar flotando sobre una balsa de juguete. Era su última opción. Salvamento los avistó tras la llamada de una cooperante, venía con nueve compañeros más. Todos fueron detenidos, inclusive Zamut.
Tras tocar tierra Cruz Roja le ofrece apoyo sanitario, y en su sede de Tarifa relata a este corresponsal un viaje que partió de los disturbios. Zamut viene de Guinea Bissau, una antigua colonia portuguesa fronteriza con Senegal. Allí cuando apenas era un menor vivió los disturbios de Bissau.
Era un 2 de marzo cuando el presidente de Guinea Bissau, Joao Bernardo Nino Vieira, fue asesinado por efectivos militares en su residencia de la capital del país. Un magnicidio cargado de venganza en represalia por la muerte un día antes del máximo responsable del Ejército, el general Batista Tagmé Na Wai, que sufrió un atentado al que responsabilizaron a Nino.
Zamut relata que tras el atentado, el caos se apoderó de la capital, una violencia que casi le cuesta la vida. “A mí y unos amigos nos capturaron, estuvimos retenidos” relata mientras muestra la fotografía de Nino Vieira en la morgue. “Algunos de mis amigos les cortaron la cabeza, yo logré escapar”, apunta este refugiado quién añade que su única opción fue salir Europa.
Cruzó hacia Senegal, Mauritania, Sahara Occidental hasta llegar al norte de Marruecos, un viaje de casi cinco años que le dieron la madurez. Pero al llegar a tierra los mecanismos fallaron.
Cruz Roja Internacional en Tarifa ofrece asistencia sanitaria, vestimenta y primeros auxilios, su personal no tiene tiempo ni para detectar posibles casos de protección internacional, en la puerta los esperan la Guardia Civil que tras hacerle rellenar una documentación los introduce en un autobús para ponerlos a disposición del Cuerpo Nacional de Policía. Un proceso de apenas una hora.
Este joven guineano es un perfil claro de un posible caso de solicitud de protección intencional, pero nadie lo detectó. Los mecanismos fallaron, lo hacen constantemente. Ni la ACNUR ni abogados pasan por la sede de Cruz Roja en Tarifa a detectar posible refugiados, a España tampoco le interesa.
Es cierto que los expertos en materia de asilo resaltan que los refugiados llegados por el estrecho no suelen solicitar asilo en España, es un proceso lento, sin garantías y en la mayoría de los casos suelen ser rechazados. Sus destinos generalmente son otros países de la Unión Europea. Zamut por su pasado colonia su objetivo es Portugal, allí espera rehacer su vida tras la violencia, pero su futuro es incierto.
«LA FALTA DE COORDINACIÓN EN LA ATENCIÓN A LAS LLEGADA DE PATERAS EN EL ESTRECHO OBVIA LAS SOLICITUDES DE ASILO DE MUCHOS MIGRANTES»
Reitero. Los mecanismos fallaron, y Zamurt fue puesto a disposición judicial, más tarde enviado a un CIE, y la suerte de un juez dependerá si es deportado, o tan solo presentará una orden de expulsión voluntaria. La verdad es que su perfil es de refugiado. Aún no ha dado señal de vida.
E insisto en los mecanismos. El ejemplo de coordinación de llegada de migrantes y detectar posibles casos de refugiados en Europa es Italia. Mientras España sus intervenciones son 100% policiales y se basan en la detención y no priman los derechos fundamentales. En Italia trabajan decenas de organismos, no solo en la atención sanitaria sino también en la localización de posibles casos de asilo, en la atención especializada de menores, y en la garantía de los derechos humanos.
Son refugiados no migrantes económicos en su mayoría, este es un dato que obvian en España. Cada uno trae una vida, una historia, que por cierto nadie escucha y que con la nueva “Ley Mordaza” hasta impiden a estos corresponsales acercarse a esas historias para denunciar vidas que son detenidas o expulsadas cuando corren el peligro de muerte. Los mecanismos fallan
El Mar Mediterráneo es una de las rutas preferidas por niños migrantes no acompañados, que arriesgan su vida en busca de mejores oportunidades de vida y con la esperanza de apoyar a sus familias.
En lo que va de año más de 1.650 personas han perdido su vida en las aguas del Mediterráneo al naufragar los barcos en los que intentaban llegar a las costas de Europa.
Los niños migrantes, y en particular los menores no acompañados, son los más vulnerables entre los que intentan llegar a Europa por vía marítima. El viaje a menudo incluye cruzar desiertos y zonas en conflicto, antes de emprender la peligrosa travesía por mar, y en el camino se enfrentan a muchos riesgos como la deshidratación y la malnutrición, los secuestros, detenciones y extorsiones, tortura, esclavitud infantil, tráfico de personas, abuso sexual, según Save the Children.
Entre las medidas aprobadas por la Unión Europea para frenar los flujos migratorios por el Mar Mediterráneo está la imposición de una cuota cerrada de refugiados. Organizaciones defensoras de Derechos Humanos aseguran que esta medida no cesará el flujo y obligará a muchos inmigrantes a pasar a la clandestinidad por miedo a las deportaciones.
Ante la tragedia humanitaria que se vive en el Mediterráneo y que en los últimos quince años ha costado la vida a más de 22.500 personas migrantes y refugiadas, los Estados europeos no están ofreciendo una respuesta adecuada ni suficiente, subestimando la magnitud de este drama humanitario.
Lamentablemente, esta tragedia está siendo abordada desde un enfoque puramente securitario sin prestar atención a las obligaciones y compromisos internacionales en materia de Derechos Humanos y de Derecho de Asilo y sin abordar de frente las causas que provocan los desplazamientos forzados.
Desde CEAR reconocen como un avance la propuesta de reasentamiento de 20.000 personas refugiadas en un plazo de 2 años incluida en nueva Agenda Europea de Migración presentada por la Comisión Europea, pero recuerda que se trata de una propuesta de mínimos completamente insuficiente ante las 52 millones de personas que hoy son desplazadas en el mundo, el mayor número desde la Segunda Guerra Mundial
En lo que se refiere al mecanismo de distribución a solicitantes de asilo CEAR considera que mientras no exista un Sistema Europeo Común de Asilo real y efectivo que haga desaparecer las grandes divergencias existentes entre los estados de la UE, cualquier sistema de cuotas estará abocado al fracaso.
La respuesta de los Estados miembros en esta crisis está siendo errónea y decepcionante. Numerosos estados se han mostrado ya contrarios a la propuesta de la Comisión Europea sobre reasentamiento de personas refugiadas y el establecimiento de cuotas. No obstante la preparación de una operación militar dirigida a mermar las capacidades de las redes de tráfico de migrantes ha sido acordada con rapidez y unanimidad y ningún estado se ha opuesto a la medida.
Ante la negativa mostrada por las autoridades españolas con respecto a acoger un mayor número de personas refugiadas y solicitantes de asilo en respuesta a la propuesta de la Comisión, es necesario recordar que España actualmente tan solo acoge el 0,9% del total de solicitantes de asilo que llegan a la Unión Europea. Mientras que Alemania recibió más de 200.000 solicitudes en 2014, en España menos de 6.000 personas solicitaron protección internacional el año pasado.
#MEDITERRÁNEO Europa ya ha tomado una decisión para abordar la crisis migratoria más grande tras la segunda guerra…
Un día después de que la Unión Europea aprobara la misión naval para combatir las supuestas mafias de las migraciones en el Mediterráneo, los flujos siguen sin parar.
En las últimas horas unas cien personas han sido rescatadas de 9 balsas de plásticos en el estrecho de Gibraltar por la gendarmería de Marruecos y Salvamento Marítimo. España ha trasladado a puerto a 29 de ellos, procedentes de países como Gambia, Guinea Bissau o Camerún, todos ellos detenidos por la Policía Nacional de España.
La continua llegada de pateras a las costas españolas, en los últimos días han sido rescatadas unas 200 personas migrantes frente a las costas andaluzas, refleja el fracaso de las actuales políticas de fronteras llevadas a cabo desde la Unión Europeas según asociaciones en defensa de los derechos humanos. Tras años de inversión desproporcionada en medidas de control, la situación en el perímetro de Europa sigue siendo la misma o incluso peor.
Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y Andalucía Acoge, han reivindicado una vez más la necesidad de incidir en las causas de la migración y no sólo en sus efectos. Para estas organizaciones la gestión de los flujos migratorios debe ser abordada en su conjunto, prestando especial atención a las causas y garantizando el derecho a migrar (o no migrar) de las personas, así como el respeto a sus derechos fundamentales.
#MIGRACIONES Un día después de la aprobación de la Unión Europa de una operación naval contra las migraciones en el…
Europa ya ha tomado una decisión para abordar la crisis migratoria más grande tras la segunda guerra mundial, los ministros de Exteriores y de Defensa de la UE aprobaron este lunes una operación destinada a identificar, requisar e inutilizar las embarcaciones que usan los traficantes para trasladar a migrantes de las costas libias a las europeas. Para ello necesitan el aval de la ONU, y una vez después los 28 han resaltado que tomarán “todas las medidas necesarias” contra esos buques. El texto final omite la referencia explícita a la destrucción de barcos pero los mandatarios comunitarios confían en lanzar la misión a finales de junio. La operación, de nombre EUNAVFOR MED (en referencia a su carácter europeo, naval y mediterráneo), se desarrollará en tres fases. La primera consiste en recabar información para poder parar los barcos antes de que zarpen, para ellos la UE pretende colaborar también con estados fronterizos a Libia como Túnez y Egipto. La segunda fase contempla la captura, abordaje y desvío en alta mar de las embarcaciones que se sospeche estén destinadas a traficar migrantes y se incluirán aguas territoriales libias. Tanto este último aspecto como la tercera fase, consistente en “tomar todas las medidas necesarias contra los barcos y activos relacionados”, necesitan el aval del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, su principal órgano de decisión.
Por su parte, las organizaciones insisten en que es “imprescindible que se produzca un acercamiento para conseguir que la gestión de los flujos migratorios se realice desde una óptica global de cooperación entre el norte y el sur, de garantía del cumplimiento de los derechos humanos y de la vida humana, y no desde una visión cortoplacista que ponga parches para solventar las crisis, sin hacer frente a las causas profundas que hacen que estas personas se lancen al mar poniendo en riesgo sus vidas”, ha resaltado Mikel Araguás, Secretario General de Andalucía Acoge.
Italia busca una acción militar, actualmente sin el aval de las Naciones Unidas, que pretenden bombardear las barcazas de los migrantes para que estos no puedan acceder, algo que facilitaría la huida de estos refugiados por vías más peligrosas como las balsas de plásticos.
“Es una acto de guerra que hacen contra un país que están en una inestabilidad política y creo es una respuesta muy peligrosa e insensata, y no me resulta útil para combatir la trata de seres humanos ni para rescatar a las personas” destaca la alcaldesa de Lampedusa. En su pueblo los migrantes cada vez lo pronuncian más, “ballistic boat”, embarcaciones de plástico que usan los migrantes ante la falta de pesqueros como el que naufragó la madrugada del 19 de abril.
En una de esas iba Mohamed, un refugiado somalí que ha huido de su país tras la guerra entre Al Shabab y el Gobierno, una guerra civil que ha provocado una de las peores crisis humanitarias en el Cuerno de África. Recorrió África hasta Sudán, allí logró entrar en Libia a través de una red que lo mantuvo en Bengasi desde donde partió una madrugada de abril de 2015.
“El mar es una ruta muy difícil, el trayecto no es bueno porque una vez estas en el tienes dos opciones, vivir o morir”. Mohamed logró sobrevivir tras el rescate de la Guardia Costiera de Italia quién lo llevó hasta Lampedusa, ahora espera solventar su situación, no obstante la última reunión de la Unión Europea barajaba la idea de expulsar a más de 100.000 migrantes llegado por el canal de Sicilia.
Las reuniones de la Unión Europea se saldaron sin acuerdos entre las partes, tan solo la opción de seguir reforzando sus fronteras en el sur de Europa, pese a los reclamos de organizaciones como el OIM que destacan que el 65% de las muertes de migrantes durante el 2014 se produjeron en el mare nostrum.