Refugiados

Desnutrición de los refugiados rohingya

La prevalencia de la desnutrición aguda grave, que puede ser mortal, entre los niños rohingya refugiados se sitúa en el 7,5%, el doble que en mayo de 2017. Así lo revelan los datos preliminares de un análisis de la situación nutricional realizado la semana pasada en el campo de refugiados de Kutupalong, en Cox’s Bazar (Bangladesh).

“Los niños rohingya del campo, que ya han sobrevivido a cosas terribles en Rakhine (Myanmar) y al peligroso viaje hasta aquí, están atrapados en una catástrofe”, asegura el representante de UNICEF en Bangladesh, Edouard Beigbeder. “Los que tienen desnutrición grave están ahora en riesgo de morir a causa de algo totalmente prevenible y tratable”.

Las tasas de desnutrición en el norte de Rakhine ya estaban por encima de los umbrales de emergencia. La situación de estos niños se ha deteriorado aún más debido al largo viaje para cruzar la frontera y a las condiciones de los campos. Unas 26.000 personas viven ahora en el campo de Kutupalong, donde hay una grave escasez de agua y comida, condiciones insalubres y altas tasas de diarrea e infecciones respiratorias. Además se han registrado casos de sarampión.

La evaluación de la situación nutricional en Kutupalong se llevó a cabo entre el 22 y el 28 de octubre en 405 hogares, que incluían familias que llegaron tanto antes como después de la intensificación de la violencia en Rakhine el 25 de agosto.

Está previsto realizar otras dos evaluaciones en otros asentamientos en noviembre, una de ellas en un asentamiento provisional. Con los resultados de los tres estudios se actualizará el número de niños que se espera que sufran desnutrición aguda grave durante los próximos meses, para poder planificar la respuesta de emergencia.

UNICEF y sus aliados están tratando a más de 2.000 niños con desnutrición aguda en 15 centros de tratamiento; además se están instalando otros seis. UNICEF está también trabajando con aliados en materia de salud para identificar y tratar la diarrea y la neumonía, y este mes dirigirá una campaña masiva de vacunación y otra de evaluación nutricional.

“La comunidad humanitaria necesita poder hacer mucho más para tratar y proteger a estos niños, extremadamente vulnerables”, explica Beigbeder. “Para ello necesitamos que se preste más atención a esta crisis, y que haya más recursos para la respuesta. Estos niños necesitan ayuda ahora”.

Malí

El conflicto de Malí interrumpe el acceso a la…

Una niña limpia una pizarra de su escuela, en Bamako, la capital de Malí./ UNICEF
Una niña limpia una pizarra de su escuela, en Bamako, la capital de Malí./ UNICEF

La crisis en Malí ha interrumpido el acceso a la educación de unos 700.000 niños, y todavía hay 200.000 que no pueden ir a la escuela tanto en el norte como en el sur del país, según UNICEF y las autoridades educativas de Malí.

Desde enero de 2012, 115 escuelas del norte han cerrado, han sido destruidas o saqueadas e incluso algunas han sido contaminadas con municiones sin estallar. Muchos maestros no han podido regresar al norte, y las ya masificadas escuelas del sur no pueden hacer frente a la llegada masiva de estudiantes desplazados desde el norte.

«En Malí, el conflicto armado ha afectado a la educación de cientos de miles de niños, violando su derecho a la educación», ha dicho el Ministro de Educación, Moussa Bocar Diarra. «Para dar nuevas esperanzas a las personas afectadas por la crisis, se deben construir o rehabilitar cientos de escuelas, que tienen que ser equipadas con comedores escolares».

«Miles de profesores necesitarán formación. Necesitan materiales y libros de texto, como los relacionados con la cultura de paz y la tolerancia. Con un fuerte apoyo nacional e internacional podremos hacer frente a estos desafíos», agregó.

En el norte, sólo una de cada tres escuelas está abierta. En Kidal, todas las escuelas están cerradas, mientras que en Tombuctú el 5% ha vuelto a abrir. En Gao, sólo el 28% de los maestros han vuelto al trabajo.

Desde diciembre de 2012, UNICEF ha formado a 1.190 maestros de Malí para que puedan proporcionar apoyo psicosocial y advertir a los niños sobre el peligro de las minas. Más de 16.000 niños afectados por el conflicto han recibido materiales educativos en todo el país.

«Cuando un maestro tiene miedo de enseñar y cuando un estudiante tiene miedo de ir a la escuela, la educación en su conjunto está en riesgo», ha dicho Françoise Ackermans, Representante de UNICEF en Malí.

Magreb

#SahelNOW

Apenas han informado en los medios de difusión de masas sobre la situación humanitaria en la región africana del Sahel, que comprende a estados tan pobres como Burkina Faso, Níger o Mali. En este último la situación se está complicando por día ya que el norte del país, muy afectado por el narcotráfico y el terrorismo salafista, se está llevando una batalla armada entre autóctonos Tuareg y las fuerzas de seguridad del estado de Mali.

Esto ha ocasionado que en las últimas semanas unas 44.000 personas huyeran por las fronteras hacia Mauritania, Níger y Burkina Faso, según las estimaciones de los respectivos gobiernos… Continúa leyendo el reportaje en Claridad Digital

Libia

Más de 1,2 millones de niños regresarán a las…

Las clases en Libia fueron interrumpidas por la intervención de la OTAN. / UN Photo-John Isaac

Más de 1,2 millones de niños volverán a la escuela en los próximos días en Libia, diez meses después de que las clases fueran interrumpidas por los enfrentamientos entre los opositores y las fuerzas del gobierno de Muammar Al-Qadhafi, dictador durante las últimas décadas en el país de la región del Magreb.

El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) ha apoyado este retorno de los menores a las aulas trabajando en la rehabilitación de las instalaciones escolares que fueron dañadas por el conflicto o que sirvieron como centros militares o humanitarios.
Entre otras labores, el personal de UNICEF ayudó a limpiar los escombros y a retirar minas y otros artefactos explosivos de las escuelas, además de participar en la impresión y distribución de los libros de texto, explicó Marixie Mercado, portavoz de ese organismo de la ONU.

“UNICEF está apoyando también en la localización de niños desplazados o vulnerables para garantizar que se inscriban a clases y está dando asistencia sicosocial a los menores con problemas graves de angustia”, dijo Mercado.

Indicó que muchos niños sufren traumas profundos debidos a la violencia o pérdida de seres queridos y destacó la importancia de que regresen a la escuela para que vuelvan a tener una vida normal.