Ceuta

HRW pide rectificar sobre el debate de las «devoluciones…

La instalación de malla antitrepa se está haciendo a marchas forzadas en la valla de Melilla. / José Palazón
La instalación de malla antitrepa se está haciendo a marchas forzadas en la valla de Melilla. / José Palazón

Las autoridades de España y Marruecos «deberían ratificar los procedimientos para proteger los derechos de migrantes y rechazar las expulsiones sumarias en la frontera», así lo ha señalado Human Rights Watch de cara a la próxima reunión bilateral entre los dos países para permitir las «devoluciones en caliente»

Se prevé que España utilizará la reunión sobre temas migratorios que mantendrá el 26 de marzo con Marruecos para impulsar la adopción de un mecanismo expreso que permita la expulsión inmediata y sumaria de migrantes en situación irregular desde los enclaves españoles de Ceuta y Melilla en la costa mediterránea de Marruecos.

“Devolver a la gente sin cumplir el debido proceso ni evaluar si necesitan protección, implica una violación del derecho español, europeo e internacional”, observó Judith Sunderland, investigadora sénior para Europa occidental de Human Rights Watch. “Especialmente cuando los migrantes obligados a regresar a Marruecos se enfrentan a la violencia y otros abusos a manos de las fuerzas de seguridad marroquíes”.

La reunión programada para el 26 de marzo en Tánger analizará, entre otras cosas, cómo poner en práctica el acuerdo bilateral de readmisión vigente entre España y Marruecos, en un momento en que las miradas están puestas en el trato que estos países dispensan a los migrantes. Las medidas españolas destinadas a reforzar las fronteras con Marruecos, incluida el uso de concertinas en el perímetro de los enclaves y el uso de armas antidisturbios, han acaparado la atención luego de que 15 migrantes se ahogaran mientras intentaban llegar a nado a Ceuta a comienzos de febrero. Y un informe divulgado por Human Rights Watch en febrero describió detalladamente el severo trato impartido por Marruecos a migrantes cerca de sus fronteras con los enclaves.

Human Rights Watch, otras organizaciones no gubernamentales y el instituto independiente de derechos humanos de España han documentado casos de expulsiones sumarias ilegítimas hacia Marruecos efectuadas desde los enclaves españoles. Los testimonios de migrantes indican que miembros de la Guardia Civil española que patrullan las fronteras de los enclaves entregan a algunos migrantes a las fuerzas de seguridad marroquíes directamente a través de los vallados y sin ningún tipo de debido proceso. Las leyes migratorias españolas prohíben este tipo de expulsión y garantizan a los migrantes en situación irregular el derecho a obtener asesoramiento jurídico y un intérprete durante los procedimientos de deportación.

Las autoridades españolas han negado reiteradamente que sus fuerzas de control de fronteras lleven a cabo expulsiones sumarias, pero declaraciones recientes de funcionarios en Madrid sugieren que actualmente se pretende legalizar esta práctica a través de un convenio expreso con Marruecos dentro del marco de su acuerdo bilateral de readmisión. El acuerdo, que si bien se suscribió en 1992 comenzó a aplicarse recién en 2012, prevé formalidades mínimas para facilitar el retorno de ciudadanos de terceros países. Atentar contra las garantías, de por sí endebles, de derechos humanos como contempla el acuerdo constituiría un paso en la dirección equivocada, observó Human Rights Watch.
El ministro de interior de España, Jorge Fernández Díaz, ha indicado que aspira a modificar la ley de inmigración española para permitir expulsiones sumarias desde los enclaves. Ha llegado incluso a sostener que no se debería considerar que los migrantes ingresaron a territorio español hasta tanto hayan cruzado la “línea policial”.

“El argumento de que una persona no se encuentra realmente en España hasta que traspasa el punto donde hay un policía resulta absolutamente desconcertante”, señaló Sunderland. “España no puede mover la frontera según le apetece, ni tampoco puede desconocer el derecho de la UE ni las normas internacionales de derechos humanos”.

El derecho internacional y el de la UE prohíben la denominada refoulment, es decir, enviar forzadamente de regreso a las personas a sitios donde estarían expuestas a un riesgo concreto de trato inhumano o degradante. La Carta de los Derechos Fundamentales de la UE reconoce el derecho al asilo, mientras que la directiva de la UE de retorno establece garantías procesales mínimas para el retorno de migrantes indocumentados y exige a España tomar en cuenta ciertas circunstancias individuales y sus obligaciones en lo que respecta la prohibición de refoulement.

Es habitual que grupos numerosos de migrantes intenten escalar el vallado de 6 metros de altura que separa a Ceuta y Melilla de Marruecos. El 18 de marzo de 2014, aproximadamente 500 migrantes lograron cruzar trepando el vallado en Melilla, y concretaron así el cruce más numeroso de los últimos años.

Según estadísticas oficiales, más de 4.300 personas ingresaron de manera irregular a los dos enclaves durante 2013, en comparación con las 2.804 que lo hicieron en 2012. En noviembre de 2013, España instaló nuevamente concertinas en el vallado perimetral de Melilla (que habían sido quitados en 2007), los cuales sí han estado erigidos por sobre el vallado de Ceuta desde 2005. España también trabaja actualmente en la instalación de mallas “antitrepa”, y ha anunciado asimismo que extendería los espigones que separan a Ceuta de Marruecos.

Andalucía

España y Marruecos inauguran las comisarías conjuntas de Tánger…

Los ministros del Interior de España y Marruecos inauguran las comisarías conjuntas de Tánger y Algeciras. / Interior

El ministro del Interior de España, Jorge Fernández Díaz, y el ministro del Interior de Marruecos, Mohand Laenser, inauguraron en Tánger  y en Algeciras  los Centros de Coordinación Policial (CCP), tal y como habían anunciado en Rabat el pasado 28 de febrero, hace hoy precisamente tres meses, los dos ministros del Interior en una reunión en la que los dos coincidieron en la importancia de la realización de este  proyecto de crear Centros de Cooperación Policial a la mayor brevedad con el fin de fortalecer y ampliar las acciones de cooperación transfronteriza entre sus respectivos servicios.

Se trata de la primera vez que se ponen en marcha unas comisarías conjuntas con un país que no pertenece a la Unión Europea. En ellas, trabajarán conjuntamente agentes del Cuerpo Nacional de Policía, de la Guardia Civil, de la Gendarmería marroquí y la Policía de Marruecos y su funcionamiento será similar al de las comisarías conjuntas que ya operan con Francia y con Portugal.

Jorge Fernández Díaz y Mohand Laenser se han felicitado en el transcurso de este nuevo encuentro por la calidad y los convincentes resultados emanados del alto nivel de cooperación entre los servicios de los Ministerios del Interior de los dos países, y han mostrado su determinación a continuar trabajando en esta dirección, destacando los magníficos lazos de confianza y la buena sintonía que unen a ambas instituciones.

Magreb

La moda española se fabrica en Tánger bajo condiciones…

Portada de la investigación./ SETEM

La Campaña Ropa Limpia, coordinada a nivel estatal por SETEM, ha presentado la investigación “La moda española en Tánger: trabajo y superviviencia de las obreras de la confección”, que analiza las condiciones de vida y trabajo precarias que sufren las trabajadoras en talleres textiles de Tánger que son proveedores de grandes marcas internacionales. La investigación se ha realizado a partir de las vivencias de 118 obreras, con la colaboración de la Asociación Attawassol.

El informe descubre las duras condiciones de las obreras de confección marroquíes: exceso de horas de trabajo, bajos salarios, abusos verbales y físicos, arbitrariedad en la contratación y el despido, medidas disciplinarias desproporcionadas y obstáculos a la acción sindical. Las horas extras son obligatorias y no se suelen remunerar. Prolongan la jornada hasta las 12 horas diarias, seis días a la semana por salarios que no superan los 200 euros mensuales, y que, en ocasiones, estan por debajo de los 100 eur/mes. Las trabajadoras más jóvenes, a menudo menores de 16 años, son consideradas aprendizas y se les hace trabajar sin contrato las mismas horas que el resto, pero cobrando 0,36 €/hora, tres veces menos que sus compañeras.

En Marruecos hay una fuerte presencia de talleres proveedores de Inditex (Zara, Bershka, Pull&Bear, Stradivarius, Oysho, Massimo Dutti). La mayoría de las obreras entrevistadas que trabajan confeccionando la ropa de estas marcas manifiestan que no se respeta el límite de horas, llegando hasta 65 horas semanales y, aunque en general el salario llega al Salario Mínimo Interprofesional Garantizado (SMIG) de Marruecos, apenas 178,72 euros mensuales, siguen viviendo en situación de pobreza.

Muchos de los talleres proveedores de Inditex trabajan también para Mango. Las obreras de las fábricas proveedoras de Mango también revelan que en sus centros de trabajo no se respeta el límite de horas y realizan hasta 65 horas semanales. La memoria anual de Mango de 2010 ya advertía de que sus auditorías habían detectado situaciones no aceptables en algunos proveedores de Tánger y que se había establecido un plazo de seis meses para la corrección de estas problemáticas.

También se han recogido testimonios de trabajadoras de talleres proveedores de Mayoral, El Corte Inglés y Dolce&Gabanna con condiciones laborales parecidas.

La deslocalización de la confección en países como Marruecos ha permitido ampliar los beneficios de las grandes marcas textiles. Según el autor del informe, Albert Sales, “estas empresas tienen en su mano la capacidad, tanto de generar situaciones de explotación laboral, como de evitarlas”. Muchas han asumido códigos de conducta y compromisos, pero a pesar de las medidas de Responsabilidad Social Empresarial, muchas trabajadoras marroquíes siguen viviendo situaciones de pobreza a la vez que cumplen con una jornada laboral extremadamente larga.

Los códigos de conducta laborales adoptados por las empresas de moda recogen la obligatoriedad de pasar auditorías en los talleres. Pero las metodologías de auditoría son muy diversas y en muchas ocasiones no se llegan a identificar los problemas laborales reales. Esto pasa porque cuando hay auditoría, las fábricas realizan cambios temporales como dar de alta a trabajadoras en la Seguridad Social, incrementar la salubridad en el espacio de trabajo, cumplir los horarios laborales, despedir a las trabajadoras sin contrato y ocultar a las trabajadoras menores.

Una trabajadora de una fábrica proveedora de una gran empresa textil aseguraba que “cuando aparecen auditores por sorpresa, los supervisores esconden a las trabajadoras menores en la azotea o en cajas de ropa vacías”.