Andalucía

La doble moral de la UE con el Sahara

Alimentos donados por la UE que han recogido las asociaciones solidarias de Andalucía para los refugiados saharauis. / S.R.
Alimentos donados por la UE que han recogido las asociaciones solidarias de Andalucía para los refugiados saharauis. / S.R.

Estrasburgo ratificó el día de los Derechos Humanos el ansiado acuerdo de pesca entre la UE y el reino alauí, un acuerdo que faena a los pescadores, que no enriquece a nadie y que afianza el lazo político.

Un acuerdo que para el socialista europeo Hannes Swoboda no tenía “ninguna contradicción entre los acuerdos pesqueros y los intereses de los saharauis”, además dejó entre bambalinas la necesidad de que el acuerdo pesquero repercuta sus beneficios entre la población del Sahara Occidental, acción que según el socialista debe de jugar España y que todavía no se ha determinado.

Ese mensaje caló entre sus eurodiputados que finalmente votaron a favor del acuerdo que permite la pesca en aguas en proceso de descolonización y que perjudica a su legítimo dueño, los refugiados saharauis. Los saharauis aún no han tenido la oportunidad de decidir sobre los asuntos que le atañen, sobre todo por la nefasta acción exterior que ha llevado a cabo estos últimos años los diplomáticos del Frente Polisario atrapados en las telarañas de Naciones Unidas.

Pero esa doble moral de la UE se ha reflejado estos días en Andalucía, donde decenas de solidarios con el pueblo del Sahara Occidental recolectan alimentos para la Caravana Andaluza por la Paz, con destino a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), y compuesta por todo tipo de vehículos cargados fundamentalmente con alimentos no perecederos, material escolar y sanitario.

Entre sus alimentos muchas veces se encuentran productos curiosos, en muchos casos hasta azucarillos fabricados en Marruecos, o las latas de pescados del Sahara que comercializan los supermercados Mercadona.

En esta ocasión ha llamado la atención algunas partidas de alimentos del programa de la Unión Europea para las personas más necesitadas, y es que muchos kilos de alimentos donados en distintos lugares de Andalucía llegarán a esos refugiados gracias a la solidariad del pueblo andaluz.

Pero la doble moral que juega la UE que ha luchado firmemente para que sus ciudadanos puedan comer pescados de los caladeros saharauis mientras estos siguen apresados en el desierto del Sahara a la espera de una salida política al conflicto y alimentándose de arroz con aceite una noche sí y otra también debe conocerse, sobre todo de cara a la próxima reunión del Consejo de Seguridad que volverá a ratificar la acción de la MINURSO en el territorio en disputa.

Magreb

Envían 13 toneladas de ayuda humanitaria a los refugiados…

Refugiados malienses en el campo Mbera en Mauritania. / ACNUR-Y.Djigo

La compañía internacional de entrega de de paquetes y mensajería, UPS, envió este fin de semana por avión unas 13 toneladas de artículos de ayuda humanitaria de ACNUR a Mauritania para ser distribuidas a 10,000 malienses en el campo de refugiados de Mbera.

Un avión de carga Boeing 767 de UPS aterrizó en Nouakchott, la capital de Mauritania, el pasado domingo, trayendo consigo artículos de ayuda humanitaria para ACNUR, así como suministros de socorro básicos para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). El avión había partido horas antes de la ciudad de Copenhague en Dinamarca.

El cargamento humanitario de ACNUR incluía rollos de lonas de plástico, bidones, mosquiteras y esteras para dormir. Este material será entregado a los refugiados en el campo de Mbera, el cual se encuentra a unos 60 kilómetros de la frontera entre Mauritania y Malí, y que actualmente acoge a más de 64.000 refugiados.

“La ayuda traída por UPS es muy apreciada,” declaró el lunes Yacoub El Hillo, director de la oficina de ACNUR para Oriente Medio y Norte de África.

UPS está cubriendo todos los costes del transporte como parte de su compromiso para ayudar a las víctimas de la crisis de desplazamiento de Malí. La compañía, con sede en Estados Unidos, es socio corporativo de ACNUR desde el año 2010, llevando colchonetas para refugiados en Túnez y ayudando a la Agencia de la ONU para los Refugiados a transportar una exposición itinerante de fotos a diferentes ciudades alrededor del mundo.

Más de 300.000 personas han huido de sus hogares en Malí desde que estallaron los combates en enero entre el movimiento rebelde tuareg y las fuerzas del gobierno maliense. Las familias han encontrado refugio en áreas más seguras de Malí o en los países vecinos de Burkina Faso, Mauritania y Níger. Muchos se enfrentan a terribles condiciones debido a la escasez de alimentos y de agua que actualmente afecta a la región árida del Sahel.