Magreb

Armas saudíes, ¿el pan de nuestro hijos?

Más de 6.000 puestos de trabajos, directos o indirectos, dan las ventas de 5 corbetas a Arabia Saudí en España. En concreto en la Bahía de Cádiz, una región empobrecida y desempleada. Aquí sus trabajadores tienen claro una cosa “las corbetas dan de comer a miles de familias”, pero olvidan algo, la venta de armas a los saudíes matan de hambre a 13 millones de personas.

Muchos nos acusaran de demagogias, de antipatrióticos e incluso de ilusos (“seguro que otro las fabrica” dicen algunos alcaldes). Pero algo tenemos claro, las armas no pueden ser el pan de nuestras hijas e hijos, quién mata y viola los derechos humanos no puede ser amigo de un estado democrático por mucho que el ciudadano Borbón pretenda imponerlo. No, las armas no dan de comer, las armas matan. El empobrecimiento y el desempleo en la bahía es un problema de los dirigentes y sus administraciones que deben hacer frente a esta problemática. No, los sindicatos no pueden salir a las calles pidiendo construir corbetas para matar a civiles, deben defender los derechos humanos y de los trabajadores, también en Yemen. “Yo solo hago barcos” decía uno hace unas semanas. Pero no, no son solo barcos, son barcos de matar

Las cinco corbetas que Navantia va a vender a Arabia Saudí no son, como el avión de transporte 400M, artefactos de doble uso, civil y militar, sino herramientas de guerra. La flota saudí es un pilar fundamental en la actualidad para mantener el criminal bloqueo a la población civil yemení que la priva de medicinas y artículos de primera necesidad. El gobierno español tuvo un ataque de honestidad y paralizó inicialmente la venta de bombas (más de 9 millones de €) a Arabia Saudí. Pero ha cedido al chantaje. En el conflicto de intereses entre el derecho al trabajo y los derechos fundamentales a la vida y a la libertad, no debiera haber dudas.

Sorprende además escuchar algunos dirigentes de la Junta de Andalucía, y su caverna periodística respaldar las tesis “España no puede permitirse dejar de vender armas a los saudíes”, o los comentarios de la presidenta andaluza Susana Díaz que aseguraba que la ONU «no ha determinado que no se puedan vender portaaviones, corbetas o armas a Arabia Saudí y el Gobierno de España está defendiendo lo mismo”

Pero el 23 de octubre la ONU advirtió que la mitad de la población de Yemen podría verse afectada por una hambruna y subrayó que la situación que se vive en el país es «mucho más grave» de lo que se había alertado el pasado mes de septiembre. El representante de la ONU señaló que el informe que se presentó el mes pasado, en el que se advertía que un total de 11 millones de personas están en situación de inseguridad alimentaria severa, era “erróneo». «Nuestra evaluación revisada (…) ha precisado que el número total de gente que se enfrenta a condiciones de pre-hambruna, lo que significa que dependen completamente de ayuda humanitaria, podría llegar pronto a los 14 millones de personas, la mitad de la población del país», el jefe humanitario de Naciones Unidas, Mark Lowcock.

El problema más graves son las elecciones andaluzas del próximo 2 de diciembre. Eso es lo que en realidad les importan. No los 6.000 puestos en la Bahía, ni mucho menos los 13 millones de yemeníes. El PSOE va a sufrir su primer examen político y eso le aterra a Díaz quién ve en ella la oportunidad de reforzarse ante unas encuestas que le dejan un panorama difícil. El caso del asesinato del periodista Khashoggi en la embajada de Arabia Saudí en Estambul pone de manifiesto, otra vez, la naturaleza criminal del Estado wahabita al que algunos estados han respondido, pero en plena campaña andaluza el Gobierno y sus socios del “establishment» no pueden permitirlo, y seguirán diciendo que las corbetas son el pan de la bahía, mintiendo, porque las armas solo sirven para una cosa, para matar.

Artículo de Opinión: Sergio Rodrigo 
Andalucía

«Mi hijo no es un criminal»

Tras una reluciente vitrina, Zinain Mohamed vuelve a ver a su hijo después de sobrevivir a la ruta del Mediterráneo. Están en la sala de visitas del centro Penitenciario de Archidona (Málaga), donde otros familiares también conversan con sus allegados a través de los teléfonos. Lo hacen después de días anclados frente a las puertas de la cárcel donde fueron encerrados más de 500 migrantes recién llegados a las costas españolas. Y ante la incertidumbre de si llegaron a tierra o se perdieron en la mar.

«Mi hijo no es un criminal», asegura una y otra vez Zinain, desesperado al ver como su hijo «puede ser deportado tras ser encarcelado de forma ilegal en la prisión de Archidona». Zinain Mahmud es un joven argelino que la madrugada del 17 al 18 de noviembre tomó una patera junto a otros compatriotas desde la ciudad argelina de Mostaganem, la ciudad más cercana geográficamente a Europa, a unos 150 km de la costa española. Fue interceptado por las autoridades españolas y puesto a disposición policial. Tras varios días logró llamar a su padre que vive en París para advertirle de la situación.

«Se encuentra en una situación muy, muy delicada. Él está enfermo y yo lo que pido es que sea liberado y todos los que están aquí en el interior», señala el padre del joven, que fue trasladado desde Cartagena hasta esta cárcel donde «enfermó», según su padre, ante «la falta de medicamentos y la ausencia de duchas de agua caliente».

Zinain ha recorrido más de 1.000 kilómetros para llegar a Archidona. Fue su propio hijo quien le comunicó que había llegado a Europa y que estaba en una cárcel sin haber hablado con un abogado ni pasado por un juzgado. A través de la prensa, se enteró de existía esta cárcel y se trasladó hasta Malaga para verificar si su hijo podría estar en el interior. «En este centro no se respetan los derechos humanos. Ellos no son criminales. No son criminales», afirma el padre.

Artículos Lucía Muñoz y Sergio Rodrigo desde Archidona para ElDiario.es

Andalucía

¿Se puede prohibir el velo islámico en el Trabajo?

El Tribunal de Luxemburgo respaldó la posibilidad de que las empresas prohíban el uso del velo islámico durante el horario laboral. Sin embargo, las mujeres musulmanas consideran que esta decisión es discriminatoria y explican la relación cultural que mantienen con el hiyab, aseguran que prefieren mantener su derecho a usarlo por encima de los empleos.

Esta determinación de los tribunales europeos, aseguran colectivos sociales, es discriminatoria y una clara violación a los Derechos Humanos

Andalucía

Los Derechos humanos violados

¿CUÁLES HAN SIDO LAS PRINCIPALES VIOLACIONES DE LOS DDHH EN ESPAÑA DURANTE 2016? La Asociación Pro Derechos Humanos Andalucía (APDHA) ha elaborado un informe para analiza los 10 principales derechos humanos en la frontera sur, que pasan desde la situación en las cárceles hasta las fronteras o los CIE.

Andalucía

Karma: “Huí antes de ser vendido como esclavo”

Karma a su llegada al puerto de Motril en Granada. / Miguel Pachón
Karma a su llegada al puerto de Motril en Granada. / Miguel Pachón

La marea trae a cientos de personas cada semana desde las costas de Marruecos al sur de España. Son los exiliados del continente africano que suben a las balsas tratando de huir de un continente desangrado y expoliado.

La tarde del 2 de octubre familiares alertaban que en mitad del Mediterráneo 53 vidas se hacinaban a una balsa donde hombres y mujeres rezan para que la marea les lleve a Europa. Entre sus pieles negras está Karma. Como el resto de sus compañeros de viaje, nació en el seno de una familia negra, africana, pero es diferente a los demás: blanco.

Su condición de albino lo obligó a huir de Islas Comoras, el país africano que más golpes de Estado ha tenido desde 1975, más de una veintena. En África cada año cientos de albinos son secuestrados, asesinados o mutilados para usar sus extremidades en prácticas de brujerías, otros directamente son abandonados por sus familiares pensando que son castigos de Dios.  Karma, nombre de batalla de S.K., lleva huyendo desde niño de las estigmatizaciones de los albinos en África.

“Huí antes de ser vendido como esclavo”, relata el solicitante de asilo que salió hace dos años de Islas Comoras, a más de 7.000 kilómetros del puerto de Motril, donde está contando su historia. Llegó a  Nairobi para emprender una ruta hacia el desierto del Sahara, allí las rutas migratorias lo llevarían a Argelia pasando por numerosas fronteras, pero nunca desapercibido. Su rostro atemora a muchos de sus camaradas que le acompañan en la travesía hasta Bouyafar (Marruecos), donde se subió a una balsa para cruzar el mar, pero otros se prestan a ofrecerle ayuda tanto durante, como con un pie ya en tierra firme.

Los operarios de Cruz Roja atienden a los migrantes llegados al puerto. / Miguel Pachón
Los operarios de Cruz Roja atienden a los migrantes llegados al puerto. / Miguel Pachón

Karma nunca pidió asilo en otros países donde había pasado. Su objetivo era llegar hasta Europa. Aquí quería buscar protección, y tras recorrer miles de kilómetros su primera palabra en Europa fue “Asilo”.

Fue el barco naranja quién los localizó en la mar. El equipo de la Guardamar Polimnia le dio su primer trago de agua y una manta tras sortear la temida ruta del Mediterráneo. Ahora su caso va a ser estudiado por España junto al apoyo de Cruz Roja y la ACNUR. Sin embargo en esta nación europea tan solo 3 de cada 10 solicitudes recibidas el año pasado fueron aceptadas, y los colectivos denuncian que la protección apenas cubre seis meses.

“Cómo podría explicarte, pero hay mucha gente en Marruecos que quiere cruzar desde allí” nos cuenta Moni tras llegar al puerto de Motril, viajaba con Karma en la misma balsa y destaca su viaje con las siguientes palabras: “Gracias a Dios tenemos buena salud, y le damos las gracias a Dios por salvarnos la vida. La verdad es que los refugiados de África no tienen otra opción, las fronteras están cerradas y las solicitudes de asilo no se tramitan en las embajadas en África, por lo que la alternativa para miles de personas es un mar donde el flujo entre Marruecos y España ha crecido más del 30% en los primeros nueve meses del año 2016, respecto al anterior.

Andalucía

Detenido el patrón de una patera al llevar a…

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Agentes de la Policía Nacional han detenido en Málaga, a un hombre -de nacionalidad marroquí y 50 años de edad- como presunto autor de un delito de “favorecimiento de la inmigración ilegal” después de que fuera identificado en una patera rescatada en alta mar con 26 personas a bordo. El arrestado fue identificado como la persona responsable de dirigir la embarcación desde su salida de Marruecos hasta España. Según las pesquisas, cada ocupante había pagado unos mil euros por el viaje.

Las investigaciones, iniciadas meses atrás, concluyeron el pasado día uno a raíz del rescate de una patera que intentaba entrar de forma irregular en España con 26 ciudadanos marroquíes. El bote había salido de la costa noroeste de Marruecos, próxima a la localidad de Nador, con la finalidad de alcanzar las costas españolas.

Tras numerosas pesquisas, los investigadores constataron que entre las personas rescatadas se encontraba un hombre que se había ocupado de los sistemas de navegación y orientación de la patera desde que salió de Marruecos hasta el momento en que fue interceptada. Así mismo, los agentes averiguaron que el investigado pertenecía a una red criminal integrada por ciudadanos marroquíes que captaron a compatriotas suyos interesados en ir a Europa. Los interesados, tras pagar en torno a los 1.000 euros a la red, fueron embarcados en un bote neumático que no reunía las condiciones mínimas de seguridad y que puso en peligro sus vidas.

El detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial que ordenó su ingreso en prisión.

Andalucía

España interna en el CIE a un solicitante de…

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El juez de instrucción número 8 de la Audiencia Provincial de Málaga ha encarcelado en el Centro de Internamiento de Extranjero de Tarifa a un joven de 33 años originario de Costa de Marfil que solicitó asilo en la Comisaría Provincial de Málaga tras llegar en patera, según ha podido conocer EntreFronteras.com

El joven de Costa de Marfil arribó a las costas de España en una balsa de plástico con 53 personas que fue trasladada al puerto de Málaga el pasado día 19, donde se produjo la detención. Según fuentes judiciales, la policía sostiene que el joven “fue detenido en frontera” y por eso tanto la policía como el juez, que aceptó la tesis de la policía, decidieron internar al joven 24 horas después de su solicitud ya que “no estaba en trámite el asilo, sino solicitado”.

Tanto ACNUR como el Defensor del Pueblo ofrecieron recomendaciones al Cuerpo Nacional de Policía, que no han sido desvelados. Según el convenio de Ginebra y la ley de extranjería española, a toda persona en proceso de asilo debe negarse todo tipo de proceso de extradición.

Arantxa Triguero, una de las abogadas de oficio a disposición de las personas detenidas, denuncia que esta privación de libertad vulnera derechos fundamentales y contraviene acuerdos internacionales en materia de derecho internacional humanitario. Una opinión que comparte ACNUR que apunta que esta actuación no iría en línea con lo establecido en el artículo 18. 1 de la Ley 12/2009, referido a la suspensión de cualquier proceso de devolución, expulsión o extradición que pudiera afectar al solicitante, ni tampoco con el espíritu del artículo 33.1 de la Convención de Ginebra de 1951. Hay que recalcar que la ciudad de Málaga cuenta con los recursos suficientes como para mantener al solicitante de asilo hasta que se solucione su solicitud, por eso no deja de sorprendernos la decisión tomada por las autoridades.

Tras trasladar esta preocupación a las autoridades policiales, H. N. pasó a disposición judicial, donde el juez de guardia, en la mañana del sábado 21 mayo ratificó la orden de internamiento a pesar de las recomendaciones. El juez, atendiendo a la interpretación de la policía de que se trata de un asilo en frontera, a pesar de haber sido realizado en suelo español, ratifica el internamiento mientras se soluciona la admisión a trámite del asilo. Una decisión que genera una contradicción clara.

Ahora este joven marfileño está encerrado en las viejas dependencias del CIE de Isla Paloma. El joven decidió atravesar el Mediterráneo tras pasar seis meses en Marruecos viviendo en los bosques próximos a Nador. En la madrugada del 19 se hacinó en una pequeña balsa de plástico junto a otros 52 migrantes procedentes de distintas nacionalidades de África Subsahariana.

El carguero alemán Anika Oltmann los localizó a 56 millas al sur de la provincia de Málaga. Posteriormente, fue la embarcación de Salvamento Marítimo quien precedió a su rescate y traslado al puerto andaluz de Málaga.

Los migrantes tras una leve asistencia del personal voluntario de Cruz Roja fueron trasladados a dependencias policiales donde pasaron las primeras horas hasta que se asignaron varios abogados de oficio, entre ellos había mujeres y algunos posibles menores, a quien las pruebas biométricas dieron negativo.

Fuentes judiciales señalaron que los migrantes estaban muy traumatizados y asustados a su llegada a los calabozos, entre ellos las mujeres que pese al convenio humanitario han sido trasladadas al CIE de Tarifa.

Entre los 53 migrantes detenidos estaba este joven solicitante de asilo procedente de Costa de Marfil que insistió a los abogados la posibilidad de la protección internacional en España, ante la amenaza de los agentes de una inminente expulsión.

Ahora pese a la insistencia de colectivos de dar protección habitacional a este solicitante de asilo, se encuentra encerrado en las minúsculas viejas celdas del antiguo cuartel militar.