El Ministerio del Interior ha decidido condecorar a los ocho guardias civiles que la semana pasada fueron absueltos definitivamente de la acusación de haber maltratado a un migrante en la valla de Melilla, según ha anunciado el titular del Departamento en funciones, Jorge Fernández Díaz.

El ministro ha hecho el anuncio durante un discurso con motivo del 172 aniversario de la Guardia Civil en Valdemoro (Madrid), afirmando que han sido condecorados «por su servicio en el perímetro fronterizo de Melilla, una distinción que se suma al natural alivio tras conocerse el archivo definitivo de la causa penal abierta contra ellos, archivo que confirma que su actuación, ante un drama como la inmigración siempre fue, y siempre es, totalmente correcta y conforme a legalidad».

Los honores del gobierno del PP se producen varios después de que Cuatro asociaciones de derechos humanos, españolas (Andalucía Acoge, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), Prodein y SOS Racismo) mostraran su rechazo a la decisión de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Málaga, con sede en Melilla, de archivar definitivamente la causa por la que habían sido imputados ocho guardias civiles por su actuación en la valla fronteriza de Melilla por los golpes que recibió un inmigrante cuando descendía de la mencionada valla y por la devolución en caliente, estando inconsciente, y sin asistencia sanitaria a Marruecos, las organizaciones denuncian la falta de pruebas y garantías legales ofrecías por la justicia españolas que se constataron en un vídeo de PRODEIN.

El polémico juicio según los colectivos no contó con los pates médicos de los afectados, y se desestimó la intervención de los testigos en el proceso judicial, además el entramado ha generado mayor polémica ya que la Audiencia encomendó a la Guardia Civil, imputada, que realizase la investigación por torturas.

Este es el segundo caso en el que las autoridades judiciales españolas archivan causas sobre la represión policial en Ceuta y Melilla, este último el vídeo muestra la brutalidad policial y las expulsiones de personas inconscientes por la frontera con Marruecos. El otro caso, la polémica muerte a manos de la Guardia Civil de 15 migrantes también quedó en nada.