El mar arrastra a los migrantes de Bolingo
La noche vuelve a arrastras las vidas que sortean el Mediterráneo. Temblando del frío y los nervios tocan tierra en el viejo continente, son 27, entre ellos hay 7 mujeres, y acaban atracar en Motril (Granada), pero desde el pasado 7 de abril más de 280 personas han llegado en balsas de plástico navegando a menos de 4 pies, seis de ellos se quedaron en el camino.
Guinea Conacry, República Centro Africana, Costa de Marfil o Camerún, son algunas de las nacionalidades que estos últimos días han llegado a las costas de Andalucía a través del Mediterráneo, muchos llevan años esperando en Marruecos saltar a Europa, la política de visados está cerrada para ellos, no hay pasaje seguro el mar es su única opción.
Subir en las balsas no es tarea fácil, deben recopilar el dinero y muchos esperan desde hace años, pero el fin de semana del 7 al 8 de abril cambió todo. Decenas de agentes marroquíes entraron en el asentamiento de migrante de Bolingo (Nador), según relatan los propios migrantes devastaron con todo, quemaron sus pertenencias, sus chabolas de plástico y los obligaron a huir, algunos fueron detenidos. Las redadas se han intensificado en la zona, unos fueron deportados al desierto otros escaparon y subieron a las balsas, más de 280 llegaron.
#MIGRACIONES "salimos de Bolingo (Marruecos), la policía lo quemó todo, llegaron cientos" relatan supervivientes pic.twitter.com/EndE5nvXDy
— Sergio Rodrigo (@SRodrigoruiz) 20 de abril de 2016
Madou, nombre de batalla, es de Guinea, y ha estado viviendo en Bolingo varios meses, relata que “todo está destruido, acabaron con todo”, cuenta este migrantes subsahariano mientras se cubre con una manta de Cruz Roja. “Nos pegaban, había cientos de policías, y tuvimos que escapar”, ahora ha tocado tierra, seis de sus camaradas no lograron escapar, el mar se los tragó.
Pese al mal tiempo las balsas no dejan de llegar, unas 11 fueron rescatas desde el inicio de las redadas, el equipo de Salvamento en el Mar de Alborán logró encontrarlas gracias al apoyo del avión Sasemar 101, para Miguel Parcha, capital de la Guardamar Polimnia, lo peor es “que los están dejando salir con el mal tiempo”.
“Están saliendo con mal tiempo, y entonces las condiciones son malas es más complicado localizarles” resalta el capitán quién apostilla que al rescatarlos los encuentra calados de agua a causa del fuerte oleaje y algunas lluvias, eso puede repetir una nueva tragedia.
Mientras en el puerto de Motril, los héroes anónimos de las migraciones siguen esperando un aviso, una llamada de auxilio ante los cientos de migrantes que huyen de la represión en Marruecos, financiada por los países de la Unión Europe, principalmente España.