Blog

Andalucía

Los niños de Ucrania llamados a la Guerra

El joven ucraniano portando un arma tras su formación imitar. / M.G
El joven ucraniano portando un arma tras su formación imitar. / M.G

“No tiene a nadie está solo, solo nos tiene a nosotros”, así denuncia la madre de Chatov. Un joven ucraniano de 17 años huérfano y que un día fue incluido en el plan de acogida de niños ucranianos de una organización andaluza.

Desde pequeño son su única familia, comparten el verano y las navidades que le permiten salir de la desprotección de los menores en Ucrania. La guerra lo ha agravado, y los enfrentamientos con las zonas rusófonas han aumentado la inestabilidad y el clima de belicista en este país europeo.

Es por ello por lo que las familias de acogida de niños ucranianos en Andalucía han denunciado que menores de entre 16 y 17 años están siendo formados militarmente por Kiev en sus centros escolares. “Me han llevado a la policía” relata el joven Chatov, “nos están enseñando a usar las pistolas, por si tenemos que ir a la guerra”, este es el mensaje que envió a su familia adjunto una fotografía en la que se muestra al menor tras la instrucción militar portando un arma de alto calibre.

Su madre de acogida, le preguntó asustada de donde era esa foto ante lo que ve cada día en los medios. La madre le pregunta que para qué le han llevado a formarse si es un niño, y el responde que “tiene que estar preparado por si llega la guerra”.

La familia lamenta la desprotección y denuncia que los menores no pueden estar siendo entrenados militarmente. Y es que este documento al que ha tenido acceso este corresponsal contrasta que el jóven ucraniano aún no ha cumplido la mayoría de edad, por lo que se confirma el entrenamiento de menores.

Pasaporte del menor donde se puede comprobar que es menor de edad./ M.G
Pasaporte del menor donde se puede comprobar que es menor de edad./ M.G

Este no es el único caso. Nos acercamos a la organización y otras familias nos relatan los mismo hechos, jóvenes menores de entre 16 y 17  años están siendo entrenados militarmente para atender a su país ante la guerra en el este. Instrucción en muchos casos poco adecuada, ya que según denuncian las familias en varios meses entrenan a menores que luego actúan en el frente.

La formación, adoctrinamiento o inculcamiento es algo frecuente según las familias, así lo señala Ana, otra madre de acogida que lamenta que “allí mismo en los colegios los inculcan a lo que se está viendo, a luchar”, resalta además que tienen “un poquito de miedo porque, quieras o no, son nuestros niños”.

Pero la solidaridad de las familias, y de la propia Asociación de niños de Ucrania y Andalucía, continuará ayudando a estos menores, pese a que su orfanato quedó derruidos por los bombardeos, y a que han crecido los huérfanos su presidenta destaca que esos niños que están siendo “entrenados para la guerra con 17 años”, lo acogerán en familias españolas “este verano para ver si podemos desintoxicarlos de ese malestar”.

Y es que los menores son siempre los más perjudicados en las guerras, en este caso también. No solo los más pequeños sino aquellos que están en el límite ya que por uno u otros bandos se ven afectados por las ideologías que llevan a los humanos a enfrentarse no solo por el factor económico o territorial sino por el odio que se inculcan y que se esconde entre fronteras.

Gibraltar

Gibraltar, tax free

La colonia inglesa de Gibraltar se ha convertido en base de miles de empresas internacionales. Su régimen fiscal y la privacidad de sus bancos han atraído a los grandes capitales. Pese a que ellos no se consideran un paraíso fiscal, sus condiciones empobrecen el mercado de la región. teleSUR

Andalucía

Olvidadas bajo el plástico

Una migrante magrebí en un asentamiento de Almeria. /S.R

Miles de migrantes, sobre todo magrebíes, viven en Andalucía bajo las chabolas de plástico que construyeron hace años para poder estar más cerca de los invernaderos.

Olvidados bajo los plásticos, el frío de la noche y la basura. Apenas tienen para comer y sobreviven con lo poco que llega de ayuda de las ONG, que no son suficientes. La crisis ha aumentado la pobreza en Andalucía y la ayuda ha disminuido.

Los migrantes aguantan las condiciones humanas en estos campamentos de plástico, un cuarto mundo en el primero. Estos no solo soportan las nefastas condiciones de vida e higiénicas, a todo esto se le suma la explotación laboral.

Según el sindicato obrero del campo (SOC) en Almería, el convenio no suele respetarse a los migrantes que conformes van al trabajo sin saber sus derechos.

Los que vinieron a buscar el sueño europeo en Andalucía se convirtió en pesadilla. Es el ejemplo de Fatma, una mujer magrebí que llegó hace nueve años a España, de esos cuatro lleva resistiendo entre plástico.

Enferma y sin recursos su reclamo es volver a Marruecos. Sin embargo, la carencia de recursos le impide llegar a su país original. Hoy comerá pimiento y cebollas, lo consiguió en los invernaderos, los desechos.

Como ella son muchos los que se esconden entre invernaderos, son los olvidados. A veces los desahuciados por los ayuntamientos, con los desprotegidos, son la realidad de la desprotección de la vida, es la evidencia de las clases, pero sobre todo es la vergüenza de un mundo donde se pagan millones de euros por aeropuertos, rotondas e incluso parques de atracciones.

Inmigración

Lampedusa, continua la llegada

El fin de semana pasado, alrededor de 2 mil 700 migrantes atravesaron a Lampedusa, en Italia, a través de embarcaciones, debido al asedio que sufren miles de personas en países de la región subsahariana por parte del Estado Islámico. Hasta el momento se reportan 300 desaparecidos y los albergues saturados, tanto de Italia como de la ONU, a los que llegan los migrantes reclamando asilo por conflictos bélicos.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) urgió a la Unión Europea a establecer una operación de búsqueda y rescate en el Mediterráneo con una magnitud y alcance similar a la cancelada estrategia Mare Nostrum, que salvó cientos de vidas durante el año que funcionó.

Tras la muerte esta semana de al menos 300 migrantes que intentaban llegar a Europa desde Libia, António Guterres aseveró que no puede haber duda de que la operación Tritón, vigente actualmente, es un reemplazo inadecuado del plan italiano Mare Nostrum, lanzado en octubre de 2013.

Guterres enfatizó que el objetivo debe ser salvar vidas y advirtió que si no se implementa un operativo efectivo será inevitable que mucha más gente muera en el intento de cruzar hacia Europa.

El Alto Comisionado ha instado en repetidas ocasiones a los gobiernos europeos a tomar en cuenta las necesidades de la gente que huye de conflictos y otros lastres al diseñar sus políticas para así reducir la pérdida de vidas.

 

Además, ha llamado a abordar las causas de raíz de las migraciones y a brindar alternativas legales y seguras para evitar más travesías arriesgadas en embarcaciones precarias.

Según datos de la ONU, como resultado de los conflictos en distintos países árabes y africanos, en 2014 cruzaron el Mediterráneo unas 218.000 personas y 3.500 de ellas murieron.

Inmigración

Marruecos desmantela el Gurugú

Marruecos ha arrasado los campamentos de migrantes del Monte Gurugú y se lleva a cientos de ellos con destino desconocido.

Después del anuncio del Gobierno de Marruecos de regularizar a miles de migrantes del África Subsahariana con el fin de evitar su paso a Europa los agentes de los cuerpos de seguridad marroquíes fueron ordenados a desmantelar, destruir y quemar todos los campamentos donde viven de forma clandestina cientos de migrantes entre ellos muchos bebes que esperan dar el salto.

En las imágenes recogidas por la organización PRODEIN, se muestra el estado de una los campamentos más numerosos, el Monte Gurugú a varios metros de la valla de Melilla. En las imágenes se muestra como han arrasado con todo.

Organizaciones locales han señalado que cientos de migrantes están siendo conducidos en autobuses a unos supuestos campos de migrantes, aún sin identificar, pero posiblemente en la ciudad de Errachidia en pleno desierto y cercano a la frontera de Argelia.

Ceuta

La APDHA saluda la imputación de 16 agentes por…

Inmigrantes en la frontera del Tarajal de Ceuta. / Twitter
Inmigrantes en la frontera del Tarajal de Ceuta. / Twitter

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) saluda la imputación de los guardias civiles por su presunta implicación en los hechos sucedidos hace un año en la playa de El Tarajal (Ceuta) como «un paso en la buena dirección para restablecer la dignidad de las víctimas y sus familias».

Tras un año de parálisis en la instrucción del procedimiento penal abierto en los juzgados Ceuta por las 15 muertes acaecidas hace un año en la frontera ceutí de El Tarajal, la imputación de 16 agentes de la Guardia Civil implicados de los hechos. Desde el inicio este proceso ha estado presidido por la falta de voluntad política por parte del Gobierno español para facilitar el esclarecimiento de lo ocurrido y la depuración de responsabilidades, no habiendo destacado tampoco hasta ahora el impulso judicial del proceso.

Sin embargo, esta novedad procesal ha abierto la esperanza respecto a que el terrible manto de la impunidad no acabe enterrando esta tragedia intolerable, y con ello también la esperanza de que todavía se puede tener una mínima confianza en el Estado de Derecho como herramienta para restablecer la memoria de las víctimas y paliar en la medida de lo posible la irreparable pérdida de sus familias.

Memoria, asunción de responsabilidades y reparación para las víctimas de El Tarajal es lo que pedían el pasado sábado por las calles de Ceuta alrededor de 700 personas y colectivos sociales, entre ellos la APDHA. Al día siguiente el delegado del Gobierno en Ceuta, González Pérez calificaba de “miserables” a quiénes participábamos en ese acto y nos amenazaba con acciones judiciales. La asociación le ha pedido a González que esos “miserables” eran ciudadanos/as ejerciendo ciudadanía, en este caso en nombre de las 15 personas fallecidas en El Tarajal, a las que hace 1 año se les privó para siempre del sueño de ejercerla en libertad y seguridad.

Y el paso dado por la magistrada encargada del caso imputando a esos miembros de las fuerzas de la seguridad del Estado parece desmentir que esos cientos de ciudadanos/as que pedían Justicia hace apenas uno días en Ceuta fueran una turba de radicales indocumentados, tal como quería presentarlos el delegado.

Por supuesto que la imputación tan sólo representa un paso de los muchos que se tienen que dar en el camino para alcanzar en este caso una solución a la altura del daño infringido tanto a las víctimas y a sus familias como a la credibilidad de nuestro Estado de Derecho, seriamente cuestionado por la gestión gubernamental del mismo.

Andalucía

Crónica de un desahucio anunciado

En España los desahucios son una práctica diaria, y en Andalucía igual. Esto es para todos los ciudadanos, da igual su procedencia, género o edad, sin embargo a veces la presión ciudadana logra paralizarlos. Kenneth es un migrante nigeriano, vive desde hace más de 10 años en España, donde compró una casa para su mujer y sus tres hijos. El paro lo dejó sin ingresos y no podía afrontar la deuda, pese a su propuesta de una alternativa social el banco no supo negociar. La orden de desahucio llegó hace unos días, pero Kenneth no pensaba abandonar su casa. “Yo no tengo miedo a la policía, esta casa la compre con mi familia, estos es mío. Yo quiero trabajar y pagar a el banco, yo quiero pagar cien euros, yo no tengo trabajo, no miento” señala este migrante. Desde la noche un grupo de activistas de Stop Desahucios se acorrala en su casa, si llega la policía pretenden evitar que se ejecute el desahucio para que Kenneth no se quede en la calle junto a su familia y peirda la casa que ha estado pagando durante más de ocho años.


La noche ha sido larga, desde la madrugada Kenneth habla con su madre en Nigeria y su mujer y sus hijos a los que envió junto a unos familiares a Sevilla. No quieren que presencien el desalojo. Los tranquiliza constantemente. Sin embargo poco a poco van llegando más solidarios con este migrante. Los ciudadanos se convocan a través de las redes sociales y ciudadanas y desde la madrugada van formando un piquete a las puertas del bloque de este antiguo trabajador de la construcción. “No vamos a permitir que pasen a la casa” señalan alguno de estos.

A Kenneth lo arropan también algunos vecinos y compatriotas. El respaldo lo tranquiliza. Pero la llegada de su abogado y una llama de teléfono cambian el rumbo. “El desahucio ha sido paralizado”, el banco acepta la oferta de Kenneth y podrá seguir viviendo en su casa, al menos durante dos años con posibilidad de tres, bajo un contrato de alquiler social con el que pagará 100 euros mensuales.

No es muy común que logren paralizar desahucios en España, según el abogado José Cosín se ha paralizado por “la presión de los ciudadanos no ha sido la bondad de ningún banquero los que han salvado a Kenneth, han sido los ciudadanos”. Aunque todo parecía que iba a ser “Crónica de un desahucio anunciado” finalmente la negociación con el banco, y la presión casi diaria de los activistas a las puertas del Santander han dando un respiro a este migrante que ya descansa en casa junto a su familia. En Nigeria su madre también descansa.