El régimen marroquí no le ha sentado muy bien la noticia publicada estos días en el que se confirma la intención de EEUU de aprobar el mandato de la Misión de Naciones Unidas en el Sahara con competencias que velen por el respeto de los Derechos Humanos.

La primera medida llevada a cabo por Marruecos ha sido suspender las maniobras conjuntas entre militares que se iniciaron a principios del mes de abril en la ciudad marroquí de Agadir, donde se descargó material bélico para realizar entrenamientos dentro de la conocida como Operación African Lion 13, así lo ha confirmado fuentes citadas por el periódico marroquí Lakome.

El diario ha asegurado que el ejercito marroquí ha enviado instrucciones para suspender el lanzamiento de la operación militar en2013. Washington aún está esperando la notificación oficial de las autoridades marroquíes, pero según el diario ha comenzado a organizar la logística para la repatriación de los equipos y los 1.400 soldados que estaban instalados en Marruecos.

La medida se aplica como presión ante la propuesta en la ONU de ampliar las competencias de la MINURSO en materia de DDHH

Esta es la primera crisis diplomática entre ambos estados, grandes aliados desde la independencia de Marruecos. Las relaciones entre ambos estados siempre han sido excelentes incluso EEUU constantemente ha mostrado un apego a las tesis marroquíes sobre la ex colonia española.

Sin embargo, la propuesta de velar por los DDHH tanto en el Sahara Occidental como en Tinduf ha provocado un estado de conmoción en el reino alauí. Y es que unas las grandes promotoras de esta media en los últimos años ha sido la Fundación Robert F. Kennedy, presidida por Kerry Kennedy la hija del senador Robert F. Kennedy, dirigente del partido demócrata (el mismo que el de la administración Obama).

Esta fundación pidió acelerar el establecimiento de “un mecanismo internacional permanente de derechos humanos del pueblo saharaui”, en un informe publicado sobre graves violaciones de los derechos humanos cometidas por el Estado marroquí contra los saharauis tras su visita en agosto del 2012 a El Aaiún.