Ceuta

La ONU refuerza temporalmente su presencia en Ceuta y…

Uno de los chicos que ha atravesado hoy la valla de Melilla. / José Palazón
Uno de los chicos que ha atravesado hoy la valla de Melilla. / José Palazón

La Delegación en España de ACNUR refuerza su presencia en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla mediante un equipo de tres personas que trabajaran inicialmente hasta finales de año en el ámbito de la protección internacional.

El equipo estará en contacto directo con personas y colectivos que se encuentran bajo el mandato de ACNUR y uno de sus objetivos principales será apoyar las labores de las autoridades españolas en el ámbito de la identificación, derivación y protección de las personas que necesiten la protección del asilo, tras haber accedido al territorio español a través de estas fronteras externas de la Unión Europea.

El incremento de la presencia en Ceuta y Melilla de personas procedentes de países en conflicto, como Siria, Mali, República Centroafricana, Sudán, Sudán del Sur o Somalia, entre otros, que podrían estar en necesidad de protección internacional, ha motivado la decisión de ACNUR de intensificar su trabajo en estas ciudades.

A lo largo de los años, la Delegación de ACNUR en España ha venido desempeñando esta labor realizando, entre otras, misiones regulares a los principales puntos de entrada en España de flujos mixtos -inmigrantes económicos y refugiados-, de conformidad con su mandato internacional y el rol que la legislación española otorga al ACNUR en el procedimiento de asilo. El envío de un equipo especializado a estas ciudades españolas pretende dar continuidad a este trabajo en Ceuta y Melilla donde, desde hace más de un año, llegan cada vez más personas en necesidad de protección internacional.

Inmigración

Manar pisa tierra en Europa tras huir del conflicto…

Foto difundida a los medios de comunicación de la refugiada antes de salir de Melilla. / F.B
Foto difundida a los medios de comunicación de la refugiada antes de salir de Melilla. / F.B

Manar Almustafa ha recorrido todo el norte de África tras huir de su casa cuando fue bombardeada por el régimen sirio, y hoy ha pisado tierra europea donde pretende recuperarse junto a su padre de las quemaduras sufridas en la guerra y las heridas psicológicas tras perder a una hija.

Manar huyó de la guerra por diferentes países, como Líbano, Egipto o Argelia y, al llegar a Melilla, se topó con la burocracia que le impidió viajar a la península para poder ser atendida de sus graves heridas.

Como otros exiliados del conflicto que vive Siria -hay más de dos millones en los países limítrofes-, ella decidió emprender un viaje que le llevase a Europa si tener que tomar un barco como los que arriban a las costas italianas.

Manar y parte de su familia invirtió su dinero en comprar varios pasaportes marroquíes que le permitieron el acceso a la ciudad autónoma de Melilla, donde ha vivido desde hace dos meses en un piso de alquiler tras escapar de su país con quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo.

Uno de sus hermanos, Mohamed Almustafa, ha señalado a los periodistas en el puerto de Málaga que se encuentran satisfechos y que lo primero que van hacer al llegar a Barcelona, donde vive su padre, es ir al médico especialista.

Almustafa ha agradecido la labor del Gobierno de España, de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), así como a las personas que le han ayudado en la ciudad autónoma.

«El viaje -ocho horas en barco- lo ha pasado bien, pero el problema son los dolores» ha destacado el hermano de la inmigrante siria quién ha manifestado que ha tenido que tomar pastillas contra el sufrimiento.

El padre de Manar no ha viajado hasta Málaga para recoger a los trece familiares que han llegado desde Melilla, y que se desplazaran hasta Barcelona por diversos medios para encontrarse con él en la ciudad condal.

El hermano de Manar ha lamentado la situación de su país, donde «todo el mundo tiene problemas con la guerra y la gente buscan países tranquilos».

La mujer del hermano de Manar también estaba en el bombardeo, y según Mohamed también va a ser atendida en Barcelona de las secuelas de la guerra.

El caso de Manar ha vuelto a sacar a la palestra las dificultades de los solicitantes de asilo en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que se manifestaron en octubre pidiendo su traslado a la península denunciando su mala situación en los centros de inmigrantes donde suelen residir.

Puedes continuar leyendo mi reportaje para la Agencia EFE en el diario La Vanguardia