Libia

Libia no es país para periodistas

Redacción de periodistas en Libia durante la revolución. / A.J
Redacción de periodistas en Libia durante la revolución. / A.J

Hoy, tres de mayo, se celebra el día internacional de la libertad prensa, un reto fundamental para los estados del Magreb que tras las reformas de la Primavera Árabe encabezaron su transformación sobre la libertad de prensa y expresión.

Túnez es el país más abierto en esos aspectos, no obstante sufrieron contratiempos, pero el país cuenta en la actualidad con una sede de la asociación internacional Reporteros Sin Fronteras.

Por su parte, Libia es el peor país para ejercer el periodismo en el Magreb. Los abusos que sufren los medios de comunicación así como el deterioro de las condiciones de seguridad de los periodistas han aumentado tras la caída del régimen.

El pasado 28 de abril, el corresponsal de la cadena Al- Arabiya, Mahmoud Al-Farjani, fue secuestrado por milicias armadas en el local de su canal de televisión justo enfrente del Ministerio de Asuntos Exteriores. Mahmoud estaba cubriendo una manifestación en donde se reclamaba la adopción de la controvertida ley que afectaba a los que participaron en el régimen de Gadafi.Estuvo retenido unas siete horas en las que fue torturado y amenazado de muerte. Mahmoud Al-Farjani, había sido amenazado en diversas ocasiones anteriormente.

Paralelamente a estos hechos, un periodista iraquí y un técnico de la agencia de prensa turca IHA fueron retenidos por otro grupo armado que fueron puestos en libertad tras varias horas de maltrato. Ese mismo día, la sede de la TV nacional Al-Wataniya fue ocupada también por milicias armadas durante varias horas.

Y es que el papel de los medios de comunicación en una sociedad que pretende ser democrática, transparente y pluralista es fundamental. El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, ha insistido en que “la libertad de opinión y de expresión son condiciones indispensables para el desarrollo completo del individuo.

Libia

Amnistía denuncia la restricción de libertad de expresión en…

Escudo del CNT libio

Las autoridades libias no deben suprimir la libertad de expresión con la excusa de proteger la «Revolución del 17 de Febrero», ha manifestado Amnistía Internacional, tras la aprobación de una ley que sanciona el «enaltecimiento» del líder depuesto Muamar al Gadafi.

Hace unos días, el gobierno del Consejo Nacional de Transición (CNT) aprobó la «Ley 37, de 2012, sobre la sanción del enaltecimiento del dictador». La Ley prescribe penas de prisión por difundir falsos rumores, propaganda o información con objeto de dañar la defensa nacional o «aterrorizar a la población» o «menoscabar la moral de la ciudadanía» en tiempo de guerra. Asimismo, prevé cadena perpetua si tales actos «perjudican al país».

La Ley dispone que Libia se encuentra en circunstancias similares a un «estado de guerra». Enaltecer a «Gadafi, su régimen, sus ideas o a sus hijos» se considera un acto de «propaganda sensacionalista», según la nueva ley.

La Ley contiene también imprecisas disposiciones que sancionan con penas de prisión a todo el que dañe «la Revolución del 17 de Febrero». La misma sanción se impone a quienes «ofendan» al islam o al Estado y sus instituciones y a quienes, «ofendan públicamente al pueblo libio”. No se especifica en la Ley la duración de las condenas de prisión, pero el Código Penal libio indica que podrían ser de entre 3 y 15 años.

“Esta nueva ley recuerda de manera inquietante a la draconiana legislación utilizada para reprimir la disidencia durante los cuatro decenios de gobierno brutal de Gadafi. Los libios se echaron a la calle en febrero del año pasado y pagaron un alto precio para librarse de estas represivas prácticas, no para verlas restablecidas”, ha señalado Philip Luther, director del programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

Un miembro del CNT ha dicho a Amnistía Internacional que la nueva ley tiene por objeto impedir que se hiera la sensibilidad de las víctimas de los crímenes de Gadafi y promover la reconciliación nacional. Otro ha indicado que es necesaria porque algunos profesores continúan enalteciendo el régimen de Gadafi en los colegios, lo que representa una amenaza para la «Revolución del 17 de Febrero».