Magreb

El Magreb, una de las regiones más corruptas del…

Patrullera de la gendarmería marroquí vigila las costas mediterráneas. / FB

La región del norte de África, el Magreb, sigue siendo una de las zonas más corruptas del mundo según el último informe de Transpercy International. En el informe se muestra como los países del Magreb obtienen posiciones poco honorables, y en comparación con el año 2010, antes de la primavera árabe, los países han empeorado, sobre todo Libia y Túnez.

De 183 países que participan en el informe Libia y Mauritania son los peores de todos, el antiguo área de Gadafi obtiene el puesto 160 y no ha conseguido remontar a pesar de que el mundo piensa ahora que Libia es libre, y en referencia los datos de 2010 el país se situaba en el puesto 146. Por parte de Mauritania, el país del millón y medio de poetas, obtuvo el puesto número 123 del ranking mejorando significativamente, ya que en el año 2010 era el número 143.

De los grandes países del Magreb la peor posición es para la República Popular de Argelia, que obtuvo el puesto 105, muy bajo teniendo en cuenta la cantidad de fondos que las UE ha invertido en el país para mejorar el desarrollo y la democracia. Y es que es bastante evidente que uno de los países más ricos de África siga sobreviviendo a costa de los fondos de la diáspora en Francia, por lo que los fondos públicos deben caer en bolsillos poderos. Argelia ha mantenido su posición a pesar de las medidas aperturistas llevadas a cabo desde 2010 hasta ahora.

Marruecos y Túnez son los mejores situados aunque se alejan bastante de los principales país, puesto 88 y 75 respectivamente. Sin embargo, estos dos países que han llevado reformas fuertemente democráticas, en comparación con sus políticas anteriores, han favorecido al aument de la corrupción. Tal es el caso que Marruecos tenía el puesto 85 en 2010, y la revolucionaria Túnez descendió del puesto 59, con Ben Alí, al 75.

En conclusión, el informe de corrupción sigue demostrando que los países nórdicos son los menos corruptos y que el mediterráneo sigue creciendo, sobre todo en la cuenca sur donde las reformas no han mejorado la situación.