Al menos 180 personas podrían haber muerto ahogadas en…
Al menos 180 personas podrían haber fallecido ahogadas en un naufragio frente a la costa libia el pasado 13 de enero, según testimonios compartidos por supervivientes con uno de nuestros equipos en Sicilia, en el sur de Italia.
El pasado lunes 16 de enero, uno de nuestros equipos de psicólogos y mediadores culturales asistió a cuatro supervivientes recién llegados a Trapani a bordo del buque noruego Siem Pilot junto a otras 34 personas y cuatro cadáveres.
Los supervivientes, una mujer y tres hombres de nacionalidad eritrea y etíope, explicaron a nuestros compañeros que 180 personas podrían haber desaparecido en el naufragio.
De ser así, las cifras serían muchos más altas de las notificadas en un principio.
Según su relato, 195 personas viajaban en una embarcación de dos pisos cuando los dos motores del barco fallaron y la nave comenzó a hundirse lentamente.
«Permanecimos en el agua unas 11 horas antes de que llegaran los equipos de rescate», afirmó uno de los supervivientes a nuestro equipo.
«Cuando llegamos al puerto de Trapani, las personas a las que atendimos sufrían una profunda conmoción debido a la horrible experiencia que habían padecido. Un hombre perdió a su esposa durante el naufragio y no pudo encontrar su cuerpo», explica Andrea Ciocca, nuestra coordinadora del equipo de primeros auxilios psicológicos en Trapani.
Desesperación y vidas rotas
«Las cientos de historias que hemos escuchado durante estos últimos meses tratan, todas ellas, acerca de la desesperación, de vidas y de vínculos familiares rotos. Nunca nos acostumbraremos a este enorme sufrimiento«, añade Ciocca.
A pesar de las bajas temperaturas invernales y del mar agitado, quienes se ven obligados a huir en busca de protección no tienen otra opción. Y es que la falta de alternativas seguraspara llegar a Europa hace que tengan que emprender una peligrosa travesía marítima.
Desde comienzos de 2017, 219 personas ya han perdido la vida en esta ruta. Se unen así a las más de 5.000 fallecidas en el Mediterráneo en 2016, el año más mortífero desde que se tienen registros.