africa

Fanta, la última víctima de la Frontera Sur

Fanta murió ayer varias horas antes de que el barco naranja de Salvamento localizase su balsa en Alborán. Murió hacinada junto a los decenas de compañeros de viaje que iban a bordo de su balsa con la que cruzó desde Marruecos hacia España. No logró sobrevivir a la tenebrosa ruta del Mediterráneo que sigue sumando nombres a una lista vergonzosa que no despierta la solidaridad de los dirigentes de Europa sino que aviva el discurso del odio contra los que huyen del expolio continuado en África

La mujer falleció este 30 de noviembre de 2018 en una balsa de plástico con la que cruzaban el Mediterráneo más de 60 personas, además el supuesto patrón de la embarcación fue detenido por la Guardia Civil española. En las ultimas 24 más de mil cien personas fueron recuperadas de un total de 25 balsas de plástico con la que los migrantes cruzaron desde Marruecos hacia las costas de Andalucía. La víctimas de las fronteras de Europa sigue aumentando en aguas españolas que suma ya más de 620 vidas fallecidas o desaparecidas durante 2018.

Andalucía

Archidona, la cárcel de los migrantes

Se cumple un año de aquel 20 de noviembre de 2017, cuando los periodistas recibíamos el primer comunicado del Ministerio del Interior aclarando que los cientos de migrantes argelinos llegados aquel fin de semana al Levante español desde Mostaganem (Argelia) iban a ser trasladados al “centro de Archidona”, sin más detalles.

Ese día empezaron a llegar los primeros internos a Archidona, todos argelinos, con un auto individual dictado por siete jueces murcianos que señalaban que el destino de los migrantes era el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Archidona. Los magistrados desmentían así la versión oficial del entonces ministro Juan Ignacio Zoido, dado que no se trataba de un centro de acogida, sino un CIE que, además, según dicho auto dependía del CIE de Málaga, cerrado en 2012.

Un minuto después de aquella información oficial, los periodistas entendimos que estábamos ante una mentira. El destino de aquellos migrantes era el Centro Penitenciario Málaga II, en el municipio andaluz de Archidona. Aquel 20 de noviembre el Estado español encerró en una cárcel sin inaugurar a 572 migrantes, violando así la Ley de extranjería, que señala que la privación de libertad de migrantes por falta administrativa no puede tener lugar en centros con “carácter penitenciario”.

En los días posteriores, numerosos colectivos denunciaron la falta de agua potable, ausencia de mudas e incluso la presencia de menores entre los recluidos, entre otros abusos. Poco a poco fueron llegando familiares desde Francia, pero muchos no pudieron acceder al recinto. Otros directamente denunciaron que sus allegados eran menores de edad y que el documento que acreditaba su minoría podía ser usado para garantizar una deportación a Argelia pero no para asegurar su protección en España, donde supuestamente la ley impide encerrarlos junto a adultos. Recuerdo aún las palabras de Margarite, una de las primeras personas que accedieron al lugar en régimen de visita: “si no murieron en el mar, van a morir en la prisión”.

Y así fue. El 29 de noviembre apareció en una celda del módulo 3 el cuerpo sin vida de Mohamed Bouderbala. Apenas 18 horas antes, Bouderbala había participado en las protestas que se produjeron en ese módulo para evitar la deportación inminente a Argelia de otros migrantes. El hermano del fallecido se presentó en Archidona 24 horas después, pero no pudo ver el cadáver hasta el 4 de enero. Por razones que todavía no han sido esclarecidas, coincide que justo aquel mismo día el juzgado archivó la causa abierta tras su muerte, a raíz de denuncias presentadas por acusación popular y particular.

La policía reprime una protesta de los migrantes internos en la cárcel-CIE de Archidona. Foto: EntreFronteras.

Un año después vuelve a reabrirse esa causa, pero algo edulcorada. Amanda Romero, abogada de la acusación particular, explica que la Audiencia de Málaga ha reabierto el caso y será a principios de febrero cuando comiencen las declaraciones. Sin embargo, la letrada señala que la Audiencia “da por sentada la versión que la policía ofrece en el atestado y por lo tanto considera innecesaria ninguna diligencia de investigación, como la aportación de cámaras de seguridad o la testificación por parte de internos del centro de internamiento, dando por bueno el atestado de la policía”.

Depurar el caso de Bouderbala resolvería además otras denuncias por violaciones de derechos, desde el auto de internamiento dictado contra esos migrantes, hasta su reclusión en régimen de aislamiento. Se trata de varias piezas de un mismo puzzle sin resolver que podría alcanzar a las esferas más altas que dieron órdenes para el internamiento de 572 migrantes, desde jueces hasta ministros del gobierno del Partido Popular.

Ha pasado un año desde aquel 20 de noviembre, uno de los episodios más oscuros y sangrantes en el dramático historial de derechos de las personas en tránsito. Yo viví y seguí como periodista, en primera persona, cada minuto de aquel atropello. Solo puedo destacar el increíble trabajo colectivo de la Plataforma por el Cierre de Archidona, yel esfuerzo sobrehumano de ONGs  y juristas que apoyaron a familiares y a afectados para luchar contra aquella violación que acabó con la vida de Bouderbala en “Archidona, la cárcel de los migrantes”. Ese es el título del único documental de aquellos 51 días interminables de encarcelamiento.

Grecia

Moria, 9.000 personas

Una delegación internacional de activistas de Grecia, Italia, España y Croacia hemos visitado la isla de Lesbos durante los días 23-29 de mayo en el marco de TROS – “The Route of Solidarity”, un proyecto europeo que vincula diferentes iniciativas ciudadanas de inclusión a personas migrantes y refugiadas. En la isla observamos la situación de las miles de personas refugiadas y migrantes atrapadas como consecuencia del tratado de la UE con Turquía (#Tratado de la VergÜEnza). En la actualidad, alrededor de 9.000 personas se encuentran atrapadas, la mayoría de ellas malviviendo en el Hotspot de “Moria”. En un kilómetro cuadrado se encuentran hacinadas aproximadamente unas 7.000 personas con acceso limitado a suministros vitales como agua y comida, así como con condiciones higiénicas muy precarias y un acceso a atención sanitaria limitado.

Una gran parte de las personas residentes de Moria viven en tiendas de campañas fabricadas con carpas y están obligadas a hacer colas durante horas para acceder a un reparto de agua o comida que a veces no llega para todas. El escaso espacio disponible y las duras condiciones de vida causan estrés, tensión y problemas de convivencia. El invierno de 2017 en Moria ha llegado a matar personas de frío, y la experiencia de permanecer en el Hotspot durante años han causado problemas psiquiátricos graves en algunos residentes, teniendo el hotspot una tasa de suicidios preocupantemente alta.

Las personas refugiadas permanecen en esta situación a la espera continua de una resolución administrativa para poder salir de la isla. Muchas de ellas siendo familias, esperando reunirse con sus familiares en otros países miembros de la Unión Europea.

Dentro del campamento de Moria – vallado con concertinas- se encuentra un centro de detención. En esta “cárcel dentro de la cárcel”, como lo expresa un residente del campo, se priva de libertad a solicitantes de asilo y familias con el fin de deportarlos a Turquía.

Especial preocupación ha causado la situación de los miles de niñas y niños que se encuentran en Moria y en los campamentos de toda la isla, dado que casi la mitad de la población de demandantes de protección internacional en la isla son menores. A éstos se les niega la protección, la educación y la integración a la que cada menor tiene derecho, según establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por la UE y todos sus Estados miembros.

La situación permanente de emergencia humanitaria en la isla afecta a la población local. La población de Lesbos asiste a una situación de emergencia que se ha tornado en permanente, sin respuestas útiles ni por parte de las autoridades griegas ni las europeas.

La Unión Europea, mientras tanto, en vez de unir fuerzas en la acogida de personas refugiadas y respetar los objetivos establecidos en el reasentamiento en otros países miembros, mantiene el #Tratado de la VergÜEnza con Turquía. Éste implica que todas las personas que han llegado a las islas griegas después de marzo 2016 deben ser devueltas a Turquía. La consecuencia directa de este tratado es que el número de personas atrapadas en la isla en una situación desesperante sigue aumentando.

La situación en Lesbos supone una vulneración masiva y flagrante de los derechos humanos en territorio de la Unión Europea. Las políticas ejecutivas que permiten esta situación atentan contra los principios de la carta europea de los DDHH e incumplen la directiva 2013/33/UE del Parlamento Europeo y el Consejo del 26/6/2013 por la que se aprueban normas para la acogida de solicitantes de protección internacional.

Palestina

Ahed Tamimi, icono de la resistencia palestina

Ahed Tamimi, ícono de la resistencia en Palestina, no es más que una niña. Con 16 años, golpeó a un soldado israelí que previamente había disparado a su primo. No se lo pensó dos veces. Su enfrentamiento, grabado y subido a las redes, se hizo viral.

 

Israel enfureció y fue condenada a 8 meses de prisión. Desde entonces, la niña de cabello rubio y rizado que destapó las vergüenzas del apartheid israelí, se ha convertido en toda una heroína de la resistencia en Palestina, reconocida dentro y fuera de su tierra. Como ella más de 700 niños palestinos son detenidos, torturados y retenidos en las prisiones de la ocupación. Las palabras de Ahed en su juicio militar aún retumban en las conciencias de medio mundo: No hay justicia bajo la ocupación.

Mediterráneo

Existir es Resistir

Atrapados entre muros, resistiendo a los colonos, permaneciendo en sus tierras, detenidos por protestar, encarcelados bajo ley militar, en Palestina existes o resistes. Desde la limpieza étnica de 1948 (Nakba) hasta el día de hoy, la población palestina sigue resistiendo los envites del sionismo con una heroicidad estoica.

Existir es Resistir es nuestro último documental web dirigido por el periodista andaluz Javier Díaz Muriana  y aborda la realidad de un pueblo a través de algunos de sus protagonistas. Historias de resistencia a uno y otro lado, con el foco puesto en la lucha conjunta de israelíes y palestinos contra un sistema de colonización que pretende normalizar la distopía que supone el apartheid israelí en el mundo.

¿Cúando y dónde es el estreno?

🎥 Estreno de ‘Existir Es Resistir’
📆Jueves 21 de junio a las 20h
📍Salón de Actos del Rectorado de la UMA. Málaga
🗣️Con la participación de Manal Tamimi, Hisham Sharabati, Sami Sockol, Nisreen Azzeh y Ahmad Jaradat
🎟️ Adquiere tus invitaciones gratuitas en https://www.ticketea.com/entradas-cine-proyeccion-document…/

Andalucía

Proyectan el documental “Archidona. La cárcel de los migrantes”

El 21 de noviembre de 2017 el Gobierno de España encerró de forma ilegal a más de 500 migrantes de origen argelino en el Centro Penitenciario de Archidona. Allí fueron retenidos durante semanas y posteriormente expulsados a sus países.

El equipo de EntreFronteras ha realizado un documental de 25 minutos que resume aquellas semanas que acabó con la muerte de un interno y la deportación de los migrantes. La obra se estrenará el próximo 19 de mayo en la Casa Invisible, en Málaga (España) a las 20h local y contará con la participación de los abogados de los migrantes y los directores de la película.

  • ARCHIDONA

En el interior de la cárcel los migrantes denuncian falta de recursos, agua, ropa o el maltrato continuo de los migrantes en la Cárcel de Archidona. El 29 de diciembre de 2017 aparece en la celda 041 el cuerpo sin vida de Mohamed Boudalbala, un joven de 37 años que según la policía se habría ahorcado pero que los internos y sus familiares dicen murió a causa de las palizas de los agentes españoles.

La justicia archivo la causa y tener en cuenta el testimonio de los testigos o los familiares, el gobierno por su parte aceleró las deportaciones. Archidona ha sido la mayor vulneración de los derechos de los migrantes que sobreviven al Mediterráneo por parte de las autoridades europeas, en este caso una política a manos del gobierno conservador de Mariano Rajoy.