Mediterráneo y sus 10.000 vidas

Mediterráneo y sus 10.000 vidas

La Guardia Costera italiana ha rescatado en menos de una semana a casi 10.000 mujeres, hombres y menores que huyeron de la orilla meridional del Mediterráneo. La cifra da la medida del aumento abrupto de las llegadas que se registra desde el comienzo de la primavera, y más de 400 personas han fallecido en su intento de llegar a Europa.

Cada historia de estas 10.000 vidas cobra sentio en el puerto. Esta madrugada, alrededor de la 1, un buque de la marina italiana atracaba en Lampedusa con 70 personas –principalmente refugiadas- rescatadas de una barca desinflada que había zarpado desde Libia. Entre las personas rescatadas y en estado de shock se encontraba un bebé de apenas seis meses con quemaduras graves en la mitad de su rostro. Los supervivientes contaron al personal de ACNUR que se produjo la explosión de una cocina de gas en el lugar donde los traficantes los retenían en Libia y que fueron embarcados sin haber recibido tratamiento para las heridas. Pasaron dos días a la deriva hasta que fueron rescatados.

El grupo estaba formado por 47 hombres, 21 mujeres y dos niños, principalmente de origen eritreo y somalí – dos países que generan refugiados.

Este último terrible incidente con traficantes de personas muestra la urgente necesidad de poner en marcha alternativas legales seguras para que los refugiados no se vean forzados a poner en riesgo sus vidas como en este caso.

Hasta la fecha, en 2015 alrededor de 35.000 refugiados e inmigrantes han cruzado el mar Mediterráneo (incluyendo los 23.500 que llegaron a Italia y más de 12.000 a Grecia). Al mismo tiempo, se tiene constancia de la muerte o desaparición de unas 950 personas en el mar.

ACNUR ha estado abogando por una respuesta integral y urgente por parte de la Unión Europea y de los Estados miembros para hacer frente a los desafíos planteados por los miles de refugiados y migrantes que arriesgan sus vidas tratando de llegar a Europa. 

ACNUR ha compartido propuestas específicas, entre las que se incluyen el establecimiento de una operación europea sólida de búsqueda y rescate, un posible plan de la UE para compensar a las compañías navieras que participan en el rescate de personas en el mar, el aumento de alternativas legales creíbles a los peligrosos viajes tales como el reasentamiento, visados humanitarias y otras soluciones innovadoras, así como el establecimiento de un programa piloto para la reubicación de los refugiados sirios que llegan a Italia y Grecia.

Sergio Rodrigo

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