Unos 2.100 menores saharauis, bielorrusos y de otros países…
La Consejería de Salud y Bienestar Social ha tramitado este año la estancia de 2.183 menores extranjeros con familias andaluzas durante los meses de verano para disfrutar de las vacaciones estivales en la comunidad, en el marco del programa de estancias temporales para niños procedentes de países con dificultades.
El grupo más numeroso es el de menores saharauis, 1.415 niños procedentes de los campos de refugiados de Tindouf (Argelia), cuya estancia está organizada por la Federación Andaluza de Asociaciones Solidarias con el Sahara (Fandas) a través del programa ‘Vacaciones en Paz’.
Además, se van a desplazar a Andalucía durante este verano 612 menores procedentes de Bielorrusia, en su mayoría originarios de las zonas afectadas por las radiaciones del accidente nuclear de Chernobil; 130 menores de Ucrania, 15 de Rusia, dos de Bosnia-Herzegovina, uno de Argelia, uno de Benin, uno de Honduras, uno de Marruecos, uno de Mauritania, uno de Senegal y otro de Togo.
La directora general de Personas Mayores, Infancia y Familias de la Consejería de Salud y Bienestar Social, María José Rico, ha recibido en el aeropuerto de Málaga a los 278 menores saharauis que pasarán las vacaciones de verano en la provincia de Cádiz.
Igualmente, han llegado a Andalucía por razones sanitarias otros seis menores: uno de Argelia y otro de Senegal para recibir tratamiento médico en la provincia de Jaén; uno de Benin, uno de Honduras y otro de Marruecos que van a ser tratados en la provincia de Sevilla, y uno de Togo que será atendido en Málaga.
Por provincias, a Almería llegan 82 menores extranjeros, 322 a Cádiz, 231 a Córdoba, 143 a Granada, 201 a Huelva, 162 a Jaén, 174 a Málaga y 868 a Sevilla.
Los menores que disfrutan de este programa de estancias temporales, con edades entre 8 y 18 años, participan en actividades programadas por las entidades que gestionan su desplazamiento para favorecer la convivencia con niños andaluces y concienciar a la población autóctona de la situación que viven en sus países de origen.
Para llevar a cabo este programa de ayuda humanitaria, la Junta establece una serie de requisitos que deben cumplir las entidades que organizan los desplazamientos, entre ellos el compromiso expreso de la familia acogedora de no promover la adopción del menor, la prestación de una atención adecuada y el desarrollo de actividades formativas, sanitarias y de entretenimiento.