Expolio, el agua robada
Europa vive la peor crisis de desertificación de las últimas décadas. La falta de recursos hídricos por el modelo agrícola capitalista ha dejado a cientos de pueblo sin consumo de agua vida en regiones como Almería (España). El desarrollo agrícola de Almería ha ocasionado que este sector consuma en torno al 90 % de los recursos disponibles de agua.
Recursos que son en su mayor parte subterráneos, es decir acuíferos. La demanda de agua ha supuesto la sobreexplotación de éstos, hasta el punto de que en todas las zonas de agricultura intensiva hay restricciones legales para la ampliación de cultivos o el incremento de las extracciones de agua, prohibiciones que no se han respetado. La situación actual se puede definir, en Almería, como de sobreexplotación, pues se está extrayendo más agua de los acuíferos de la que entra, por lo que, a medio largo plazo, los acuíferos se acabarán agotando o salinizando, al encontrarse en su mayoría en zonas costeras.
Las empresas agrícolas que extraen el agua están ligadas a grandes transnacionales que están provocando no solo la desertificación de la región, sino el exilio de los pueblo ya que los vecinos no tienen agua como forma de vida (agricultura propia, potable, aseo,…). Grupos de activistas han denunciado un expolio constante de este recurso convertido en Derecho Humano y que los gobiernos de España han exportado en un modelo de negocio neoliberal que deja a los pueblos sin este derecho.