30 minutos con Bouziane
Sobre las 17:30 de la tarde malagueña he aparecido por la Plaza de Capuchino donde me he citado con Mamen una amiga intima de Bouziane y la fuente que me ayudaría a entrar a la celda del detenido argelino.
Caminamos y pedimos permiso al centro que nos acomoda en una sala de espera, donde tras 10 minutos nos avisa una agente que nos conduce a las celdas de inmigrantes ilegales.
Un agente solicita mi DNI, y tras comprobar mi identidad me obliga a dejar mis pertenencias bajo su custodia (Boli, libreta, móvil y llaves). Tras este segundo control otro agente me lleva a una sala en la que me informa de que iniciará un cacheo rutinario, parece algo normal, me pide que me descalze y busca sobre mis zapatos cualquier objeto metálico, más tarde me autoriza pasar a la sala de visitas.
Paso varias rejas y llego a la sala, donde varias sillas y una mesa están situadas de forma desordenadas, una cámara controla toda la conversación. La sala es vieja y poco cómoda.
Tras varios minutos suena en megafonía el número de Bouziane, espero otros minutos, pero finalmente un agente acompaña a un hombre bajito, delgado, con un tono de piel blanco y unos ojos que reflejan tristeza. Mamen, mi fuente, se funde en un abrazo que se extiende… Finalmente le saludo, como si lo conociera de toda la vida, y me percato de que esta preocupado, que algo ocurre y que mi presencia no era tan aceptada por el como pensaba yo.
Bouziane comenta que ha leído su nombre en varios diario argelinos, y con la cabeza baja y con una voz suave dice «ahora si que si, ahora si». Lamentándose esta convencido del peligro que lleva volver a su país, pero Mamen le hace entender la situación y mi presencia cada vez es más cómoda.
Su apariencia es débil, el Ramadan y la situación de desamparo le esta consumiendo, lleva desde el 22 de julio detenido, pero no duda en tocar mi mano para mostrar su valentía. Tras hablar de su familia y los numerosos mimos de Mamen, hablamos del FIS, el Frente Islámico de Salvación y la vinculación de su familia a este grupo que recibió la amnistía por parte del gobierno argelino.
Sin embargo, en el año 1992 se fundo la GIA, Grupo Islámico Armado, considerado un grupo terroristas de corriente Salafista en Argelia, sus cuatro hermanos pertenecían a estas facciones así me lo asegura, pero no le resulta cómodo hablar de ello.
Al preguntarle si pertenecía a este grupo el me lo niega rápidamente, pero me afirma que estuvo preso por su vinculación y que la DRS, policía militar argelina, le hizo firmar un documento para infiltrarse dentro de estos grupos a los que tan fácil acceso tenía. Sin embargo, Bouziane decidió firmar el documento y huir antes de convertirse en ‘chivato’, tomo la patera y se plantó en España.
Aquí lleva más de 2 años y pretendía casarse con Candela, otras de las victimas de esta historia que ha conmovido a movimientos como el 15M.
Tras charlar de Argelia le pregunto sobre los medios de comunicación españoles y sobre la cobertura de su caso, este sonríe porque no puede imaginarse la red tan amplia de solidaridad que se ha creado, y sonríe aún más cuando se entera que el jueves miles de ‘indignados’ se manifestarán en toda España para conseguir su asilo político.
Esta nervioso, su rostro me trasmite incertidumbre pero su voz me traslada la calma, aún así saca fuerza y escribe una carta para poder conseguir salvarse de un final triste.
Finalmente, me abraza y me pide que agradezca a los que le apoyan, me abrazo y me despido de Bouziane. Mamen sigue sus paso hasta que se le pierde la vista entre rejas. Recuperamos nuestro documentos y pertenencias, salimos a la calle y los ‘indignados’ siguen acampados, y un cartel corona la plaza citando #SinMiedo. Estos han recibido tres cargas policiales desde el domingo pasado, más de una decena han sido herido y cuatro han sido detenidos.