Libia

La Corte Penal continúa investigando los crímenes de la…

La corte. / UN-Photo
La corte. / UN-Photo

La fiscal de la Corte Penal Internacional, subrayó este miércoles la importancia del mandato de ese tribunal para acabar con la impunidad en Libia dada la extensión de los crímenes cometidos en ese país y de los desafíos que afronta el nuevo gobierno.

En su informe al Consejo de Seguridad, Fatou Bensouda pidió la continuidad de la asistencia de ese órgano de la ONU ya que a pesar de los avances registrados en Libia hacia la democracia, el imperio de la ley y el respeto a los derechos humanos desde el fin del régimen de Muammar Gadafi, aún persisten muchos retos.

Apuntó que su oficina está al tanto de las denuncias de delitos graves cometidos por oficiales del régimen de Gadafi, muchos de los cuales se encuentran ahora fuera del país.

“En este momento hemos iniciado el proceso de documentación de las acusaciones más graves y de las actividades actuales de esos funcionarios responsables”, especificó la fiscal.

Por otra parte, Bensouda expresó preocupación por las denuncias de crímenes cometidos por fuerzas rebeldes, incluida la actual persecución de grupos étnicos percibidos como afiliados al gobierno de Gadafi.

Malí

La inseguridad ciudadana impide el regreso a sus hogares…

Desplazados de Malí en el puerto de Mopti. / ACNUR

La antigua ciudad de Mopti, con sus mezquitas de adobe, se encuentra en una curva donde las aguas del río más largo del oeste de África, el Níger, se juntan con las de su afluente más pequeño, el Bani.

Esta confluencia ha hecho de Mopti el puerto fluvial más importante de Malí y una puerta de entrada al norte del país, una región donde las tropas malienses, apoyadas por las fuerzas francesas y del oeste africano, están luchando contra los rebeldes vinculados a Al-Qaeda.

Youba Traore, de 33 años, es un profesor de primaria que huyó de su casa en la ciudad norteña de Tombuctú el pasado mes de abril, cuando grupos rebeldes expulsaron a las fuerzas del gobierno y ocuparon la ciudad. Él es tan sólo uno de las más de 140.000 personas desplazadas dentro de Malí.

Tras la reciente reconquista de Tombuctú por parte de las fuerzas francesas y malienses, Traore dejó atrás a su familia la semana pasada en la capital, Bamako, y viajó a Mopti, donde compró un billete de segunda clase en un barco que le llevaría en un viaje de dos días de vuelta a su hogar.

“Primero quiero ver cómo están las cosas en Tombuctú”, dijo al ACNUR. “Si todo está bien, volveré a buscarles”.

Con las carreteras y los aeropuertos todavía cerrados al tráfico civil debido al conflicto, el río es en este momento la única manera de alcanzar el norte del país.

Aisha Ayida también estuvo planeando coger este lento barco a Tombuctú con sus dos hijos de cuatro años y 18 meses. Desarraigados por el conflicto, durante los últimos ocho meses han tenido que vivir con una familia de acogida en Bamako. “He oído que ahora es seguro volver”, dijo. “Y se estaba poniendo complicado el poder quedarnos con la familia de acogida”, añadió.

En un asentamiento a las afueras de Mopti que da cobijo a 70 familias desplazadas, los residentes son más cautelosos a la hora de volver a sus hogares en el norte de Malí. “Estamos todos esperando a que la situación se calme y vuelva la seguridad”, explica Boubakar Traore, de 56 años, un mecánico del pueblo de Hombori que además es el presidente de la asociación local de personas desplazadas internas (IDPs por sus siglas en inglés).

Su prudencia está justificada. Durante el fin de semana, un grupo rebelde vinculado a Al-Qaeda atacó Gao, la ciudad más grande del norte, que había sido tomada de nuevo por las tropas francesas y malienses hacía dos semanas. Las tropas malienses, respaldadas por vehículos armados franceses y helicópteros de ataque, tomaron de nuevo el control de la ciudad el pasado lunes tras unos fuertes ataques que duraron varias horas y que dejaron varias víctimas, entre ellas civiles.

La continua inseguridad es el principal obstáculo para llevar a cabo un retorno sostenible de los desplazados, a pesar de no ser el único.

“La situación en el norte es crítica”, dijo Traore, el mecánico. “Lo que nos espera allá es peor que la situación aquí. La comida escasea, hemos perdido a nuestros animales y nuestras casas no se han mantenido todos estos meses. Necesitaremos ayuda cuando volvamos”.

La oficina de ACNUR en Mopti se reabrió a principios de este mes tras haber cerrado por razones de seguridad a raíz del avance de los rebeldes. La Agencia de la ONU para los Refugiados y sus socios han estado distribuyendo artículos de ayuda humanitaria como lonas de plástico y bidones a los 234 hogares de desplazados internos más necesitados en Mopti. Las distribuciones a principios de noviembre y diciembre beneficiaron a miles de familias.

Malí

MSF pide entrar en una de la zona más…

Soldados malienses sellan la entrada a la región de Konna. / Defense
Soldados malienses sellan la entrada a la región de Konna. / Defense

Médicos Sin Fronteras (MSF) llama a las partes en conflicto a autorizar el acceso de equipos humanitarios a la zona de Konna, que permanece sellada por el ejército maliense.

Desde el día 14, MSF ha estado en contacto con las autoridades civiles y militares de Francia y Malí para conseguir enviar equipos médicos a Konna, en el centro del país africano. Hasta el momento, todos los accesos por carretera a esta zona están bloqueados por las tropas malienses.

“Pese a nuestras continuas peticiones, las autoridades continúan negándose a permitirnos entrar en la zona de Konna”, lamenta Malik Allaouna, coordinador de las operaciones de MSF en Malí, quien subraya: “Es importante que la ayuda humanitaria imparcial y neutral sea tolerada en las áreas afectadas por los combates. Llamamos a las partes en conflicto a que respeten tanto a las poblaciones civiles como el trabajo de las organizaciones humanitarias”.

MSF quiere enviar equipos médicos a esta zona para evaluar las necesidades de los malienses y ofrecer asistencia humanitaria.

“Llevamos varios meses trabajando en las áreas controladas por el Ejército y por grupos armados en el norte del país”, recuerda Allaouna. “Pero desde que las fuerzas malienses y francesas iniciaron su ofensiva, no hemos podido cruzar las líneas del frente de batalla pese a nuestra neutralidad. Regiones enteras se están quedando ahora sin ayuda exterior”, lamenta el coordinador.

Pese a todo, las actividades de MSF siguen en las regiones de Mopti, Tombuctú y Gao. En Douentza, donde un equipo de MSF ha estado bloqueado durante varios días, los pacientes han empezado de nuevo acudir al centro de salud en el que trabaja la organización humanitaria.

Magreb

Los países del Magreb no se implicarán en la…


Los países de la región del norte de África del Magreb (Argelia, Marruecos, Mauritania, Libia y Túnez) no se implicarán de manera directa en la guerra contra los terroristas islámicos de Al Qaeda en el norte de Malí.

Pero de los países del Magreb tan solo Argelia y Mauritania hacen frontera con el país africano, y ambos han descartado participar militarmente en la operación Serval. De momento han cerrado sus fronteras y aumentado los dispositivos de seguridad en unas de las fronteras internacionales más vulnerables ya que se enfrentan a la inmensidad del desierto del Sahara.

Argelia, principal combatiente contra los grupos salafistas y luego anexionados en AQMI, decidió buscar una salida política contra el conflicto. Sin embargo, el ataque terroristas contra la central de gas de BP en In Amenas ha implicado al ejército popular de Argelia, que atacó a los terroristas causando una matanza de más de 30 personas, siete de ellos rehenes occidentales.

Marruecos, propulsor junto a Francia de la resolución 2085 del Consejo de Seguridad, no se ha declinado en enviar militares a Malí. Y a pesar de gobernar el país por un islamista, estos han apoyado públicamente la intervención de Francia en Malí.

Túnez por su parte también descartó intervenir, pero su presidente, Marzouki, ha lanzado un mensaje de unión entre los países de la región para que esta crisis del terrorismo no afecto a los países del Magreb, y sobre todo a su imagen, ya que repercute de manera directa en la economía de los países.

Por otro lado, los representantes del Frente Polisario, instalado en Tinduf, también se han solidarizado con el vecino maliense, pero tan solo se encargarán de sobreproteger los campamentos de refugiados ante la masiva oleada de visitantes occidentales, sobre todo españoles, en los próximos meses.

Malí

La comunidad internacional apoya la guerra en Malí que…

Un grupo de soldados franceses entrenando en el desierto de Djibuti. / Defense

El Secretario General acogió con beneplácito la respuesta que han dado los países socios de Mali a la petición de asistencia del gobierno maliense para afrontar a los grupos armados y terroristas que avanzaban hacia el sur del país, sobre todo la intervención de Francia. Además organizaciones de derechos humanos como la FIDH y su organización miembro en Mali, AMDH aceptan la intervención pero se unen al llamamiento de Amnistía Internacional de garantizar la protección de los civiles en zonas de conflicto.

En un comunicado, Ban Ki-moon confió en que estas acciones ayuden a contrarrestar la ofensiva más reciente de los grupos irregulares mientras se implementa a cabalidad la resolución 2085 del Consejo de Seguridad que pide la restauración completa del orden constitucional y la integridad territorial de Mali.

Ban consideró que los últimos eventos subrayan la urgencia de que se cumplan todos los aspectos de dicha resolución, incluidos el apoyo a los esfuerzos de mediación de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), la elaboración de un mapa de ruta consensuado y el suministro de asistencia a las fuerzas de defensa maliense y a la Misión Internacional de Apoyo a Mali con Liderazgo Africano (AFISMA).

El Presidente de la Republica Francesa, Francoise Hollande, ha prometido que enviará a más efectivos a Malí, en concreto 1.700, llegando así a los 2.500 efectivos que tienen como objetivo apoyar al ejercito maliense en la lucha contra las imposiciones fundamentalistas de unas minorías armadas del norte pertenecientes a la rama magrebí de Al Qaeda.

Soldados franceses a su llegada a Malí. / Defense
Hollande, socialista, está perdiendo popularidad entre los franceses desde el envío de tropas a Malí, sin embargo su popularidad está creciendo en el país africano, por ello el presidente de la Republica se ha propuesto no acaparar la iniciativa de la guerra y buscar apoyos en otros países del golfo, como los Emiratos donde ya han tendido la mano al francés.

Hasta el momento los periodistas no pueden acudir al frente, y fuentes de ciudades ya bombardeadas por Francia no responden, aso sí muchos de ellos ya han tomado camino hacia Bamako, capital de Malí, donde actualmente viven unos 46.000 desplazados internos desde el inicio del conflicto y donde según la Comisión de Movimientos de Población en Malí, y basándose en fuentes de información de distinta fiabilidad, 648 personas llegaron desde el norte entre el 10 y el 13 de enero, unas 360 llegaron a Ségou y 226 a Mopti desde la región de Tombuctú.

Por otro lado, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas unas 1.200 personas han huido del país desde la llegada de los franceses ha países vecinos como Mauritania, Burkina Faso o Níger, que han cerrado las fronteras pero permiten el paso de refugiados.

El vecino Argelia, cuyo presidente se reunió junto a su homólogo maliense, también ha cerrado fronteras reforzando fuertemente su presencia militar en el sur del país donde no permitirá el acceso de ciudadanos malienses, ni la salida a ese país, ya que se prevé que muchos grupos terroristas provengan del sur de Argelia o de la propia Libia para defender a los integristas. No obstante, el Secretario General de la Media Luna Roja Argelina, M. Lahcène Bouchakour, dijo que la situación en el extremo sur de Argelia era «estable», pero que habían aumentado los dispositivos para prever una crisis humanitaria.

Malí

MSF exige que se vele por la seguridad de…

Refugiados malienses en un campamento en Mauritania. / MSF

Médicos Sin Fronteras (MSF) exige a las partes en conflicto que velen por la seguridad de los civiles en Malí después de que este fin de semana se registraran bombardeos en Gao, Douentza y Lere.

Varios puntos de la región norteña de Gao fueron bombardeados el domingo por la mañana, en concreto las localidades de Ansongo y Gao. En esta provincia, MSF trabaja en el hospital de referencia de Ansongo, donde atiende urgencias y ofrece atención primaria, apoya dos centros de salud (uno de ellos en las afueras de Gao) y tiene una clínica móvil.

Más al sur, en Douentza, los ataques aéreos se reanudaron también el domingo. Un equipo médico de MSF está actualmente trabajando en el hospital de esta ciudad, ubicada en la región de Mopti, enclave del ejército francés en su ofensiva hacia el norte.

“Debido a los bombardeos y los combates, nadie sale a las calles en Douentza y los pacientes no están llegando al hospital”, cuenta Rosa Crestani, coordinadora de emergencias de MSF, quien añade: “Estamos preocupados por la gente que vive cerca de las zonas de combates y llamamos a todas las partes en conflicto a que velen por la seguridad de los civiles y dejen las estructuras médicas intactas”. Entre la noche del 10 y el 11 de enero, MSF ya recibió “varias llamadas alertando de numerosas víctimas y heridos en Konna, entre ellas civiles”, añade Mego Terzian, responsable de la respuesta de emergencias en Malí.

MSF ha enviado dos camiones con material médico y medicamentos para fortalecer los centros de salud de la región de Mopti. Muchos de los habitantes han huido de los combates y algunas zonas se han convertido en ciudades fantasmas.

Tras los bombardeos en Lere (norte de Malí), varios centenares de personas han cruzado la frontera de Mauritania. Los equipos de MSF ya han activado su respuesta de emergencia. “Ya son 200 refugiados los que han llegado por carretera al campo de Fassala, en Mauritania”, resume Karl Nawezi, jefe de los programas humanitarios de MSF en este país, quien explica que muchos otros están intentando huir a pie.

Además de en las mencionadas zonas afectadas por la violencia, MSF tiene equipos trabajando en el hospital de referencia de la región de Tombuctú, adonde han llegado unos doce heridos a causa de los combates, que tienen lugar a unas siete horas por carretera. Otros equipos de la organización humanitaria trabajan en nueve centros de Tombuctú.

Exteriores

Francia inicia la intervención internacional en Malí

Helicópteros frances en Malí. / Defense

Francia ha iniciado por su cuenta la intervención internacional en Malí, apoyando a los países del África Occidental y a la desestructurada Malí, según el Presidente Hollande en respuesta de la petición de ayuda de estos.

La intervención francesa comenzó en la tarde del 11 de enero por un ataque de helicópteros de banda para detener el avance de una columna de elementos yihadistas en el camino a Konna, cerca de la ciudad de Mopti. Esta primera acción dirigida por los helicópteros franceses Gazelle ha permitido la destrucción de cuatro vehículos enemigos y dio lugar a la retirada de la columna, además causa la falta de un militar galo, que murió en el ataque.

Al mismo tiempo, en el país vecino Chad, donde Francia tiene una fuerte presencia militar, han dado órdenes de desplazar a un subgrupo de cerca de 200 soldados pertenecientes al grupo de las tierras Gavilán a Bamako, donde fueron trasladados en un Hércules, siendo estos el primer bastión de soldados francés que llega a la capital de Malí para asegurar la estabilidad del país.

La operación militar de Francia, denominada Operación Serval, no tiene una fecha establecida ya que según Hollande “se tomará el tiempo necesario”. “Los terroristas deben saber que Francia siempre estará ahí cuando no son sus intereses fundamentales, sino los derechos de la población, o el de Mali, que quiere vivir en libertad y democracia” concluyó el Presidente francés en una comunicado de prensa, donde aseguró que informará regularmente a la población del movimiento en Malí.

España por su parte, que había sido informada previamente de la operación, expresó su solidaridad y respaldo a las acciones llevadas a cabo por Francia en las últimas horas. “Son acordes con la intensidad del desafío de los grupos armados del Norte de Mali, tal y como se recoge en la Declaración del Consejo de Seguridad de ayer, y se enmarcan escrupulosamente en el respeto de las resoluciones del Consejo de Seguridad” añade el comunicado de Exteriores.

No obstante, el gobierno e Rajoy no ha dado indicio de participar en la intervención y simplemente ha reiterado su objetivo de respaldar a la Misión de formación militar de la UE para Mali (EUTM Mali).