Andalucía

1000 vidas y un estrecho

Una voluntaria de Cruz Roja identifica a varios balseros. / S. Rodrigo
Una voluntaria de Cruz Roja identifica a varios balseros. / S. Rodrigo

Desde altas horas de la madrugada y tras correrse la voz de que la puerta estaba abierta cientos de migrantes que viven en el norte de Marruecos, en los bosques o en barrios, decidieron dar el salto migratorio a Europa, tras meses o años esperando.

En balsas de juguetes la mayoría remó durante más de 10 horas junto a sus compañeros de viaje, un pasaje de ida peligroso. Exhaustos del trayecto lograron tocar tierra en Europa. Un viaje donde ni el género ni la edad importaban, un riesgo que estaba presente, pero que el coraje y la valentía arrebataron.

Pequeñas vidas que velaban sobre el viento y el mar de un estrecho único que separa a dos continentes, los más desiguales del mundo, pero cuya historia está ligada por el aire que son el respiro de dos pueblos que rozan sus manos en Gibraltar.

«Vengo para ayudar a mi familia», «Tan solo vengo a buscar trabajo», «En África no es puede estar, es la miseria absoluta», «Vengo a buscar oportunidades que no encontré en África», «gracias a dios salimos de Marruecos», estos son algunos de los comentarios de estos inmigrantes que ya sueñan en Europa, esa que no los quiere, esa que los agrede en sus fronteras, esa que los «victimiza» de portadores del Ébola, pero que a la hora de obtener materias primas, coltán o diamantes, son los primeros en comprar a bajo precio a sus Gobiernos bajos los auspicios de la «democrática» Unión Europea.

Un proclamado drama que no cesa en la construcción de fronteras, no cesa apoyando la coopreción, una solución que radica en la libre determinación económica y social de los pueblo de África que se ven obligados a cruzar, un riesgo que que sacude a mil vidas y un estrecho.

Tras la llegada de casi un millar de migrantes a las costas de Andalucía y los sucesos violentos en la alambrada fronteriza de la ciudad autónoma de Melilla, la red en defensa de los migrantes que llegan a Europa Migreurop ha señalado que el gobierno marroquí, en vez de colaborar con los tribunales para el esclarecimiento de los hechos, hizo una demostración de lo que es capaz si no se le garantiza impunidad para la actuación de sus fuerzas policiales en las tareas de represión de quienes intentan acceder a la UE. Hizo saber a cientos de personas subsaharianas que tenían luz verde para, durante 48 horas, lanzarse al mar y llegar a las costas españolas. Las más de mil personas que lo lograron fueron la respuesta al auto judicial emitido por el juzgado de Melilla.

A continuación, y ante la total pasividad, cuando menos, de la policía marroquí, se han sucedido este fin de semana ataques con machetes, apaleamientos y vejaciones sexuales contra migrantes subsaharianos que han acabado con varios de ellos en el hospital. Entre las agredidas se encuentra Helena Maleno, de Ca-minando Fronteras, conocida defensora de las personas migrantes cuya única defensa, cuando se puso en peligro su vida, no vino por la acción de la policía, que estaba presente y no intervino, sino gracias a la protección de las personas subsaharianas que estaban, también, siendo agredidas.

Por su parte, el Gobierno de España ha señalado desde su delegación en Melilla que las imágenes donde se ven a agentes agrediendo, expulsando y maltratando a migrantes son “parciales” que buscan la controversia y que “no pueden anular las muchas y claras instantáneas en las que se pone de manifiesto la humanidad y cuidado con la que los agentes del mismo cuerpo cumplen con la obligación legal de defender la frontera sur de Europa”.

Andalucía

Migrantes magrebíes cruzan el Estrecho

Desde el 15 de junio unas 900.000 personas según el Gobierno de España, sobre todo migrantes africanos de toda Europa han cruzado el estrecho entre el sur de España y el norte de África para pasar las vacaciones de verano y la festividad del ramadán junto a sus familias, una operación que colapsa el tráfico de toda Europa a las puertas de África.

Inmigración

Moudou , un refugiado convertido en inmigrante

Moudou en la asamblea de Cruz Roja de Tarifa. / S.R
Moudou en la asamblea de Cruz Roja de Tarifa. / S.R

Este joven acaba de llegar a Tarifa. Se llama Moudou y es de Bamako (Malí), apenas supera los 25 años y ha cruzado el Estrecho de Gibraltar en una balsa de plástico. Su caso es uno más dentro de las miles de historias que pasan por el mediterráneo, que a veces se hacen realidad y otras calvario.

Durante el conflicto armado que vivió Malí y la inestabilidad política que conllevó , este joven malienses y su familia decidieron huir del país rumbo a Mauritania, justo antes de que comenzará la intervención de Francia. Así lo relata con voz grave y emocionada ante la incertidumbre de una sala repleta de agentes de la Guardia Civil que cuestionan su entrada a España.

En Mauritania fue acogido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ACNUR), en el campo de Mbera donde unos 70.000 refugiados malienses quedaron a la espera de un futuro incierto y ante las puertas de un país africano inmerso en una guerra internacional.

Allí pasó varios meses a la espera de una mejoría que nunca llegaba. Motivo que le impulsó ha hacer el viaje que otros compatriotas han logrado.

Moudou decidió entonces sortear las vallas de las inmigración y llegó al Sahara Occidental con otro grupo de compañeros donde poco a poco y con el esfuerzo económico de su familia refugiada llegó al norte de Marruecos. Allí ha pasado meses intentándolo todo para conseguir su objetivo. Finalmente el destino lo embarcó en una balsa de plástico a las dos de la madrugada.

“Llegar a Europa, todos piensan en Europa” relata Mouduo a este periodista mientras se calza unos zapatos donados por Cruz Roja. Los suyos los perdió en el mar mientras remaba junto al resto de sus compañeros. Llegó a tarifa con diez colegas del viaje migratorio a Europa.

Cuando me dio su mano todavía notaba el frio, los callos y las arrugas consecuencia del remo y el agua del mar. “Estoy muy fatigado, me duele el pecho de remar” comenta mientras envía un mensaje de móvil a través de su teléfono seguramente a amigos o familiares que sabían de su peligros viaje.

Moudou se levanta y es trasladado a un furgón de la Guardia Civil que lo trasladará a la Policía Nacional, que serán los encargados de trasladarlos a un Centro de Internamiento de Extranjeros, seguramente en Piñera (Algeciras) o Isla Paloma (Tarifa).

Tendrá un 90% de posibilidades de quedarse en Europa y de cumplir su sueño de continuar su viaje hacia el norte, pero su estatus quedará en España como un inmigrante ilegal mientras su vida reflejan el perfil de un refugiado que huyó de una guerra buscando protección.

Andalucía

Los conflictos bélicos y la hambruna empujan a los…

Fotografía usada en la publicación del reportaje. / ElDiario.es
Fotografía usada en la publicación del reportaje. / ElDiario.es

Las costas andaluzas viven esta semana un flujo continuo de inmigrantes motivado por factores como los conflictos bélicos, la hambruna o la persecución policial en el norte de Marruecos y, en algunos casos, el sueño de ser futbolistas, y en otros, la necesidad de escapar de una muerte segura.

Los más de trescientos inmigrantes subsaharianos que han llegado estos últimos días a Tarifa (Cádiz) tienen ahora que definir su futuro tras ser interceptados, y la mayoría buscan mejorar sus vidas en países europeos, mientras que otros buscan protección internacional empujados por la hambruna en el Sahel o los conflictos armados.

El camerunés Brice Bobby, que llegó en balsa a Tarifa, ha asegurado a Efe que quiere llegar a Alemania, donde vive su hermano, porque «allí no hay crisis», y su compatriota Petgou, que ha viajado en la balsa junto a su mujer embarazada de siete meses, ha afirmado que su objetivo es huir de «la crisis permanente de África».

Los subsaharianos más jóvenes tienen otros sueños, como jugar al fútbol en el Barcelona o el Real Madrid, y es que muchos de estos inmigrantes son deportistas profesionales en sus países, como es el caso del camerunés Jaime, de 18 años, que ha señalado a Efe que ha venido a España para jugar al fútbol.

Otros, como Daniels Bisong, ya interno del CIE de Tarifa, está huyendo del conflicto armado en Congo, en el que murieron los ocho miembros de su familia.

Cuando llegó a Marruecos intentó ir a Melilla saltando la alambrada, pero dice que fue expulsado, tomó la patera «tras intentarlo todo por llegar a Europa» y pasó «mucho miedo».

Puedes continuar leyendo mi reportaje para la Agencia EFE en ElDiario.es 
Andalucía

La crisis de la inmigración de marroquíes a Andalucía


La población marroquí ha crecido en todas las provincias andaluzas en estos años, salvo Córdoba, que disminuyó ligeramente entre 2011 y 2012. Sin embargo, la entrada de inmigrantes ha venido disminuyendo como consecuencia de la crisis económica y la sucesiva reducción de oportunidades laborales.

En cuanto a altas residenciales, el año 2008 fue el que más entradas de migrantes marroquíes tuvo, pero los años posteriores el número de altas no hizo otra cosa que descender. En el año 2011 las altas residenciales en Andalucía se redujeron hasta casi la mitad que en el 2008. El descenso se ha notado mucho en ciudades como Almería o Granada, donde la crisis ha azotado fuertemente a sectores como la construcción y la agricultura, retomada en muchos casos por la alta tasa de paro juvenil que ha vuelto al campo.

Pero esta reducción, significativa, de los vecinos del norte de África a sus orígenes no ha producido un retorno masivo según un estudio del proyecto MENARA, sino que la crisis ha proporcionado una reducción del efecto llamada que se había dado durante los años posteriores a la crisis.

Los lazos históricos y culturales entre el norte de Marruecos y Andalucía siguen siendo estrechos, y este ha sido uno de los motivos por lo que los ciudadanos marroquíes prefieren inmigrar aquí en vez de otros lugares europeos.

También, la cercanía geográfica permite a estos mantenerse en contacto con sus familias, además los marroquíes consideran que su afinidad social y cultural con la comunidad andaluza les facilita su integración.

En referencia a la lengua, el castellano es un idioma prácticamente dominada por los marroquíes del norte de Marruecos, que sintonizan nuestras cadenas de televisión o radio, e incluso los abuelos de las nuevas generaciones siguen hablándolo, ya que dejaron de ser protectorado hace menos de 60 años.

Otra razón recurrente en cuanto al porqué de las migraciones hacia Andalucía es la fascinación por occidente y por la situación que disfrutaron los primeros inmigrantes que vinieron a nuestro país. Este encanto está relacionado con la calidad de vida, la libertad y los derechos sociales que como individuos les eran vetados en su país de origen.

Sin embargo, el retorno de muchos jóvenes marroquíes a sus ciudades de origen ha beneficiado en los últimos años el desarrollo del norte del país que sufre en los últimos años una época de cambios, ya que se está explotando el turismo y la burbuja inmobiliaria.

Además, los jóvenes formados en universidades andaluzas llevan un mensaje reformistas que está beneficiando al pensamiento crítico de la población del norte que en estos últimos años también ha desarrollado movimientos sociales, culturales y políticos.

Pero está claro que la crisis económica en España ha acabado de un “plumazo” con la imagen idealista de la vida consumista y próspera en Andalucía. La imagen idílica de un vida de bienestar a 14 kilómetros ha mermado en una población que crece a ritmos más fuertes.

La figura del retornado, los mensajes de los medios de comunicación marroquíes así como el boca a boca en el Estrecho ha reducido notablemente en estos cinco años los flujos migratorios entre dos pueblos destinados a entenderse, y dos regiones que se necesitan a ambas partes de la orilla.

Inmigración

Denuncian la criminalización de las migraciones

Varios migrantes en una patera en el Atlántico. / S.M
Varios migrantes en una patera en el Atlántico. / S.M

En las últimas semanas han tenido lugar varios acontecimientos relacionados con intentos de llegada de migrantes a España, ya sea por mar, por medio de pateras, o por tierra, a través de la valla de Melilla.

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía denuncia que llame más la atención que tenga más relevancia social y mediática la supuesta reacción violenta que presuntamente tuvieron los ocupantes de una patera que fue interceptada por la Guardia Civil el 22 de abril, que los once muertos por el naufragio que se produjo cerca de la costa de Alhucemas, algunos días antes, el 16 de abril.

Afirmar que muchos inmigrantes vienen con una actitud cada vez más agresiva, como han llegado a aseverar algunas autoridades melillenses en los medios de comunicación la semana pasada, no solamente alimenta discursos alejados de la realidad y con un claro objetivo de criminalización, sino que omite además descaradamente la situación insostenible de acoso y violencia que viven diariamente cientos de personas en las zonas fronterizas que separan Marruecos de España, en donde la miseria, la falta de servicios básicos, la indefensión frente a las mafias y los malos tratos policiales son moneda corriente.

APDHA ha querido expresar su preocupación ante la criminalización de la población migrante que llega a nuestras costas. “Nos preocupa al igual, enormemente, la invisibilización y normalización de las muertes durante el trayecto migratorio (en el desierto, el mar o las zonas fronterizas) y las pésimas condiciones de vida a las que estas personas se ven abocadas” cita el comunicado.

La organización andaluza han instado al Gobierno y a la Unión Europea a cambiar las leyes que regulan las migraciones y que han transformado a Europa en una fortaleza de dificilísimo acceso, ya que son éstas las que, en última instancia, están provocando el sufrimiento y la muerte de miles de personas que sólo pretenden alcanzar una vida mejor.

Andalucía

España y Marruecos destacan el papel de las comisarías…

Las dos delegaciones han valorado de forma muy positiva el desarrollo de la OPE 2012. / Interior

El subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera, y el gobernador y director de Migración y Vigilancia de Frontera del Reino de Marruecos, Khalid Zeroauli, han presidido, en la sede del Ministerio del Interior, la Reunión de la Comisión Mixta Hispano-Marroquí para evaluar la Operación Paso del Estrecho (OPE) 2012.

Luis Aguilera ha estado acompañado por el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalyk El Barkani Abdelkader; la subdelegada del Gobierno en Alicante, Lucía Andrés-Vázquez; y el director general de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, Juan Díaz Cruz, junto a representantes de los ministerios, instituciones y organismos que han participado este año en la Operación Paso del Estrecho.

La Delegación de Marruecos ha estado presidida por el gobernador y director de Migración y Vigilancia de Frontera del Reino de Marruecos, Khalid Zeroauli, acompañado por otros altos cargos de la Administración marroquí y de la Fundación Mohammed V para la Solidaridad.

Durante el encuentro, ambas delegaciones han destacado la normalidad en el desarrollo de la Operación, así como el correcto funcionamiento que ha tenido el dispositivo diseñado, enmarcado en un Plan Especial de Protección Civil que dirige el subsecretario del Ministerio del Interior y coordina el director general de Protección Civil y Emergencias. En este Plan, se establecen las líneas de actuación para lograr que centenares de miles de ciudadanos magrebíes circulen por nuestro territorio nacional hacia su país de destino en las mejores condiciones posibles.

Desde el 15 de junio al 15 de septiembre han embarcado 2.003.195 pasajeros y 508.891 vehículos, lo que supone un 1,3% menos de pasajeros y un 3,4% vehículos menos respecto a 2011.

En la Fase de Salida, se registró un descenso del 5,3% en el número de pasajeros y de un 4,4% en el de vehículos, mientras que en la Fase de Retorno hubo un descenso del 2,2% en vehículos, pero un incremento del 3,1% de pasajeros. Estos datos hacen concluir que en esta Fase ha aumentado el número de personas por vehículo respecto a ediciones anteriores. Además, cabe destacar que el tránsito de autobuses por Algeciras se ha incrementado un 16% respecto a 2011.