Inmigración

La inmigración tras las vallas

Agentes protegen la Alambrada rota de la frontera de Melilla y Marruecos. / J.P
Agentes protegen la Alambrada rota de la frontera de Melilla y Marruecos. / J.P

En campamentos, sentados en las rocas e incluso sobre los pinos que coronan los montes limítrofes a Ceuta y Melilla aguardan historias que dependen de un salto. Pero su historia termina justamente donde empiezan nuestros derechos, en las fronteras.

La valla entre España y Marruecos se ha convertido en foco de la atención internacional con la pérdida de 15 vidas. Ese foco de atención ha podido ser el garante del salto de Melilla, de los pocos que casi la totalidad de los que lo intentaron lo consiguieron, y según fuentes del terreno no se produjeron graves heridos ni deportaciones en caliente. Incluso, Cruz Roja volvió a realizar labores humanitarias en el perímetro fronterizo.

Los intentos de llegada a España ha sido acompañados de una campaña de desprestigio contra los perjudicados de las migraciones, que son los propios migrantes, y no contra los que lo combaten con palos. Estos empujados a dejar sus vidas y familiares optan por llegar a Europa huyendo de la guerra, la hambruna y la corrupción que azota a muchos países africanos, ahora son acusados de violentos, agresivos e incluso de imponer sus normas con el fin de llegar.

Marruecos es el país intermedio entre dos mundos, allí aguardan, según fuentes de Naciones Unidas unos 10.000 subsaharianos. Un dato alarmante que no se asemeja con la realidad de Marruecos, aunque sí es cierto que una amplia mayoría de los subsaharianos tengan intenciones de dar el salto, según colectivos de migrantes. Muchos han obtenido trabajos, han encontrado parejas e incluso tienen residencia en Marruecos, por lo que dar por entendido que todos los inmigrantes subsaharianos que hay en el país quieren llegar a España es un grave error.

Ceuta y Melilla ofrecen la oportunidad de llegar a Europa sin tener que aventurarse en el Mediterráneo ni pagar un céntimo. Seis metros, tres vallas y kilómetros de concertina separan su desesperación. Sin embargo, su solución sigue sin plantearse, y la opción de enriquecer a los países intermediarios para que actúen de sicarios no hacen menos culpables a los políticos de la UE El drama no es la inmigración, es sólo la consecuencia del drama humano de un continente saqueado.

Texto publicado en los periódicos del Grupo Joly

Ceuta

Amnistía pide explicaciones a España por las muertes en…

Entierro del último migrante parecido en las costas de Ceuta. / M.G
Entierro del último migrante parecido en las costas de Ceuta. / M.G

Tras la confirmación del ministro del Interior español de que la policía disparó balas de goma para intentar impedir la entrada de un grupo de inmigrantes en Ceuta, actuación que puede haber contribuido a que al menos 15 de ellos muriesen, Amnistía Internacional solicita una investigación independiente, efectiva y exhaustiva.

Los inmigrantes ahogados formaban parte de un grupo de unas 250 personas del África subsahariana que habían intentado alcanzar suelo español el 6 de febrero cruzando a Ceuta por mar desde el vecino Marruecos.

El jueves por la tarde, en una declaración al Congreso español, el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz confirmó que, el 6 de febrero, miembros de la Guardia Civil española utilizaron material antidisturbios, incluidas balas de goma, para detener a los inmigrantes que se dirigían a nado a Ceuta. Al menos 11 migrantes se ahogaron y un grupo de 23 personas que alcanzaron la playa fueron obligadas a cruzar la frontera y volver a Marruecos sin los correspondientes procedimientos formales.

En su comparecencia, el ministro afirmó que el material antidisturbios se había utilizado de modo que se asegurase que no alcanzaba a las personas que estaban en el mar.

“Independientemente de si los inmigrantes fueron alcanzados, corresponderá a una investigación independiente determinar si la Guardia Civil y las autoridades fronterizas actuaron adecuadamente. Los resultados de esta investigación deben hacerse públicos, y toda persona responsable de cometer violaciones de derechos humanos debe ser procesada”, ha declarado Jezerca Tigani.

El ministro de Interior español ha admitido que la Guardia Civil entregó a 23 personas, aprehendidas en las playas de Ceuta, a las autoridades marroquíes. Afirmó que esta actuación era legal, alegando que los inmigrantes no habían llegado a territorio español.

“Al margen de dónde se encontrasen, es evidente que las 23 personas estaban bajo jurisdicción española tras ser aprehendidas por los agentes de la Guardia Civil española. La actuación de los agentes españoles puede describirse como una operación de devolución forzosa informal, una práctica que consiste en obligar sumariamente a un grupo de inmigrantes a cruzar la frontera de vuelta. Las expulsiones sumarias de inmigrantes o las devoluciones forzosas informales sin darles la posibilidad de impugnar su expulsión constituyen una violación directa de las obligaciones contraídas en el ámbito internacional, de la Unión Europea y de España, y lo mismo ocurre con el rechazo de solicitantes de asilo en la frontera”, ha manifestado Jezerca Tigani.

Amnistía Internacional y ONG locales han documentado diversos incidentes previos en los que parece que las autoridades españolas han deportado sumariamente a personas inmigrantes, solicitantes de asilo y refugiadas desde Ceuta y Melilla, que en ambos casos comparten frontera terrestre con Marruecos. La organización no tiene constancia de que se hayan iniciado investigaciones sobre estos hechos.

Ceuta

¿Violencia en Ceuta?

Foto de un migrante afectado por el intento de entrada en Ceuta cedida por una ONG. / C.F
Foto de un migrante afectado por el intento de entrada en Ceuta cedida por una ONG. / C.F

«Violentos», este es el termino con el que las autoridades españolas han etiquetado estos días a los centenares de personas provenientes del África subsaharaiana que intentaron llegar a Ceuta y que les costó la vida a más de 15 de ellos.

Violentos es el vídeo donde las autoridades españolas se escudan en no mostrar los ataques con material antidisturbio que aplicaron para frenar el «éxodo» de una seres humanos que huyen generalmente de los conflictos bélicos y la hambruna.

En esta imagen cedido por una ONG muestra lo evidente, que los violentos eran los otros, que los dispararon y gasearon a los migrantes en el mar eran ellos, los curritos de las autoridades españolas.

Este varón muestra la herida de una pelota de goma sobre su frente que le ha afectado a su ojo derecho, y que casi lo ahoga ya que iba nadando hacia Ceuta cuando los agentes los increparon.

El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández, dijo ayer los agentes de la Guardia Civil son el primer frente de contención de la inmigración irregular hacia España y hacia Europa, y les dijo que «sois los primeros que os enfrentáis al drama humano que supone la inmigración. Estoy convencido de que cuando veis a los inmigrantes acercarse a la valla, sois los primeros que os compadecéis de ellos, pero también sabéis que sois los garantes de la protección de las fronteras españolas y lo hacéis con absoluta profesionalidad».

Este mensaje no solo confirma lo evidente, que lo agentes cumplen ordenes, sino que son las autoridades, los que duermen en Madrid los que mandan ejecutar estas acciones que van a quedar impunes pero que desde luego va a servir de precedente.

La inmigración no es un drama, tampoco algo a lo que combatir con armas y muros, es un flujo temporal cuyo problema no está en las fronteras.

Ceuta

Instan a la Comisión Europea condenar a España por…

Inmigrantes en la frontera del Tarajal de Ceuta. / Twitter
Inmigrantes en la frontera del Tarajal de Ceuta. / Twitter

La muerte de al menos 13 personas en su intento de entrar a la Ciudad Autónoma de Ceuta, ha vuelto a poner en duda la eficacia de los muros de la UE. Los inmigrantes subsaharianos trataban de cruzar la frontera española a nado y fueron recibidos con gases lacrimógenos y pelotas de goma por parte de las fuerzas de seguridad del Estado español.

Motivo por el que Izquierda Unida ha presentado en el Parlamento Europeo una pregunta dirigida a la Comisión instando a que intervenga y exija a España que respete el derecho a la vida y la salud de los migrantes que se arropan en sus fronteras, así como que legisle a nivel europeo para obligar que los Estados miembros se vean obligados a proteger la vida de las personas migrantes.

«No podemos tolerar más muertes. En esta ocasión, las Fuerzas de Seguridad del Estado se han visto salpicadas por unas órdenes que han provocado la muerte de al menos 13 personas. Los inmigrantes no son criminales y no es admisible escuchar como el Delegado del Gobierno criminaliza a unos seres humanos que huyen del hambre y la miseria», sostuvo el eurodiputado de IU.

Izquierda Unida en España ha exigido la dimisión del Ministro del Interior al que considera culpable de las citadas muertes. A nivel de la Unión Europea IU va a emplear todos los instrumentos en su mano para que las instituciones europeas no puedan seguir desentendiéndose de la actitud criminal de algunos Estados miembros que no protegen la vida de los migrantes.

Willy Meyer ha insistido: «Llevamos trabajando mucho para que desde Bruselas se le exija a los Estados miembros de la Unión Europea que protejan la vida de los inmigrantes irregulares, estén o no sometidos a un procedimiento de retorno». «Estas muertes no son accidentales sino que son el producto de los muros de esta Europa fortaleza en la que desean convertir a nuestro continente».

«No podemos olvidar cómo nuestros jóvenes están abandonando España para labrarse un futuro en otros países. Estas 13 víctimas han cometido el mismo delito que estos miles de jóvenes españoles: abandonar su país hacia otro para buscarse el pan. Un pueblo debe tratar a los otros tal y cómo espera que los suyos sean tratados y ante esta masacre no podemos guardar silencio», concluyó el eurodiputado.

Por su parte, la asociación Migreurop ha exigido la creación de una comisión parlamentaria que investigue las prácticas policiales en el control de los pasos fronterizos de Melilla y de Ceuta.

Ceuta

Es el frío, no las mafias

Operarios reparan la alambrada de Melilla el pasado miércoles 18 de septiembre. / M. Álvarez
Operarios reparan la alambrada de Melilla el pasado miércoles 18 de septiembre. / M. Álvarez

Esta semana hemos vuelto a ver cómo centenares de subsaharianos con la mente en Europa intentaban salir de Marruecos hacia las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Éstos han sido acusado de «violentos y agresivos», distintos calificativos que criminalizan directamente a los migrantes que huyen de situaciones de conflictos.

El último episodio se vivió ayer, cuando una decena de inmigrantes» lograba acceder a Melilla tras una nueva avalancha, la tercera en tres días, a primera hora de la mañana por unos 200 subsaharianos, que intentaron burlar la doble valla de seis metros de altura cada una que separa la ciudad española de Marruecos.

El Berkani, delegado del Gobierno, insiste en achacar la problemática de las migraciones a las «mafias». Supuestos entes organizados que ordenan a los migrantes salir en manadas hacia las alambradas o tirarse al mar.

Si la teoría del delegado es que las mafias animan a los migrantes saltar la valla en estas fechas, ¿Por qué no se preparan? Es más, si es cierto que son bandas organizadas las que traen a subsaharianos ¿Por qué no avisan a su vecino de Marruecos en estas fechas? Profundizando: ¿cuánto cobran las mafias por saltar a Melilla? Resulta inimaginable un mafioso invitando a saltar gratuitamente.

Los que no hablan en los medios, los asaltantes, dicen que la verdad es que en el Gurugu (Marruecos), monte vecino a a Melilla, hace frío. Allí hay cientos de subsaharianos pero dicen que se esconden de «las otras mafias y de los agentes marroquíes» y que están a la espera de encontrar un momento para su viaje a Europa mientras el frío azota.

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Ceuta

El ancho Estrecho

Policías trasladan a un migrante argelino a Ceuta. / S.R

Apenas llevaba horas en mi nuevo viaje al norte de África y los asuntos migratorios volvían a mi agenda. Eran las 13:00 del día 22, subía al barco Alborán de la compañía Transmediterranea que me transportaría a Ceuta. Controles rutinarios y embarque con su correspondiente retraso mediterráneo, en el barco todos se acomodaban pero cada vez se intensificaban la presencia de agentes de la Policía Nacional vestidos de paisanos con chalecos identitarios.

En Proa había un vestíbulo cubierto con cortinas, mi sorpresa fue ver a muchos más policías. Estos escoltando a unos 20 “presos”, ya que iban esposados. Se trataban de ciudadanos de origen subsaharianos y magrebíes, sobre todo argelinos. Muchos me llamaban para hablar conmigo, lógicamente la policía lo evitaba. En el baño del barco un agente respondía a mi pregunta sobre su destino, “Estos van fuera” comentaba, y es que habían sido localizados en la península y eran trasladados a Ceuta en un autobús. Este tipo de actuaciones son carísimas y no suponen una reducción del flujo migratorio, en 2012 el estado español se gastó 25 millones para repatriaciones forzosas según datos de la APDHA.

Al ver la estampa pensé que volvería a vivir lo que ocurrió en octubre de 2012 en Melilla, sin embargo nada era igual. Muchas menos migraciones, y los alrededores de la ciudad de Ceuta no se veían ciudadanos esperando saltar la valla o arribar a la ciudad autónoma. En el Tarajal los ciudadanos pasaban sin problemas, salvo los burocráticos. Al salir se mostraba la cara más turística de Marruecos. Muy distinto a la caótica Beni Enzar en Nador.

Al día siguiente, en la ciudad de Cádiz se presentaba el informe que meses llevaba esperando, el nuevo informe sobre migraciones en la frontera sur, uno de los más relevantes. Allí se confirmaba lo evidente, en 2012 se habían duplicado los migrantes que han lograban entrar en Melilla (2105 este año frente a los 1039 el año pasado) al tiempo que disminuían las entradas a la ciudad de Ceuta (756 este año frente a los 1258 el año pasado).

El mediterráneo se cobró más de 200 vidas en 2012 con el simple reto de llegar a Europa

Estos cambios se debían a dos situaciones, por un lado Melilla está mucho más cerca de la frontera con Argelia (País más rico del Magreb), y es de allí de donde proceden en los últimos años los flujos migratorios, y no solo subsaharianos sino de Argelia, que ya representan el 20% de la inmigración ilegal hacia España. Por otro lado, la cercanía de la ciudad de Oujda con Melilla también es un factor a tomar en cuenta, y es que Marruecos y Argelia verten a los migrantes en esta ciudad donde los abandona a su suerte y entran en tierra de nadie en un “marrón” que ni las autoridades argelinas y marroquíes responden.

En el caso de Ceuta, el blindaje del paso del Tarajal por parte de Marruecos, que el año pasado contempló a centenares de inmigrantes subsaharianos entrar a nado en Ceuta, es uno de los motivos. Sin embargo, la recuperación económica del norte de Marruecos y la afluencia de turistas han hecho de esta zona de unas las más ricas del país, y es que la cultura Andalusí atrae a centeneras de personas, incluso estas ciudades sufren fuertes migraciones de ciudadanos del sur de Marruecos que buscan oportunidades en el norte.

Lo cierto es que los esfuerzos que gastan las autoridades de la UE para frenar las migraciones son altísimos y no suponen una reducción notoria ya que las personas migran desde siempre, y es una técnica natural de mundo contemporáneo, por lo que combatir suponen peores riesgos, tal es el caso que el mediterráneo se cobró más de 200 vidas en 2012 con el simple reto de llegar a Europa, muertes con sello de la Premio Nobel de la Paz.