Europa

Mediterráneo, cementerio líquido

Médicos italianos asistiendo a un migrante rescatado en el Mediterráneo. ACNUR/F. Malavolta
Médicos italianos asistiendo a un migrante rescatado en el Mediterráneo. ACNUR/F. Malavolta

La ruta hacia Europa a través del Mediterráneo sigue siendo la más mortal para los migrantes que intentan desesperadamente poner sus vidas a salvo tras huir de los conflictos armados, el expolio o la pobreza. Más de 2000 personas han muerto ya en lo que va de año en el Mediterráneo, haciendo de este mar el cementerio líquido más grande del mundo.

Esa cifra supera ampliamente a la registrada en el pasado año en los primeros siete meses y podrían rebasarse los 3.279 fallecimientos que se contabilizaron en todo 2014, según datos que difundió hoy la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La gran mayoría de migrantes que perdieron la vida el año pasado trataban de llegar a Italia desde Libia. Esa travesía es más peligrosa que cualquier otra según la OIM y señaló que sólo unas 60 personas han muerto en su intento de llegar a Grecia desde el Norte de África.

La tragedia más reciente ocurrió la pasada semana en el Canal de Sicilia, donde perdieron la vida 19 migrantes entre un grupo de casi medio millar de personas que fueron rescatadas en el mar.

La OIM reconoció, no obstante, los esfuerzos que se están haciendo en el Mediterráneo por salvar más vidas y subrayó que alrededor de 188.000 migrantes han sido rescatados en esas aguas este año.

A la vez, expresó su preocupación en un comunicado por la situación en que se hallan numerosos migrantes también en Calais, que es la ciudad francesa más cercana a Inglaterra, y en los alrededores del Eurotúnel.

Se calcula que entre 3.000 y 5.000 migrantes están acampados en Calais, muchos de los cuales son originarios de Eritrea, Etiopía, Sudán, Afganistán y Siria. Y también hay numerosas personas del África subsahariana, todos ellos en una situación muy precaria.

La OIM considera que este es un asunto que atañe a toda la Unión Europea, y que se necesita una respuesta integral al flujo de migrantes y refugiados a Europa en condiciones muy arriesgadas. De momento la Unión sigue de vacaciones con una mirada impasible a los sucesos migratorios.

Magreb

Refugiados, 60 millones forzados a huir

Centenares de personas atraviesan el mediterráneo, la ruta más peligrosa del mundo. / ACNUR
Centenares de personas atraviesan el mediterráneo, la ruta más peligrosa del mundo. / ACNUR

El nuevo informe anual de ACNUR “Tendencias Globales” muestra un fuerte aumento en el número de personas que se han visto forzadas a huir de sus hogares. En concreto, a finales de 2014, un total de 59,5 millones de personas se han convertido en desplazadas forzosas, en comparación con 51,2 millones del año anterior. Tan durante el pasado año, unos 13,9 millones de personas se convirtieron en nuevos desplazados – cuatro veces más que en 2010. En todo el mundo hubo 19,5 millones de refugiados, 38,2 millones de desplazados internos y 1,8 millones de personas a la espera de la resolución de sus solicitudes de asilo.

En 2014, cada día una media de 42.500 personas se convirtieron en refugiadas, solicitantes de asilo o desplazadas internas, lo que supone que la cifra se ha cuadruplicado en sólo cuatro años. A nivel global, una de cada 122 personas es ahora refugiada, desplazada interna o solicitante de asilo. Si todas estas personas formaran un solo país, éste sería el 24º Estado con más población del mundo.

Somos testigos de un cambio de paradigma, de una marcha descontrolada hacia una era en la cual tanto la escala de desplazamiento forzado como la respuesta que se necesita han alcanzado unos niveles que eclipsan claramente todo lo que hemos visto antes”, declaró el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, António Guterres. “Es terrible que, por un lado, cada vez haya más impunidad para aquellos que provocan los conflictos y que, por otro, la comunidad internacional parezca totalmente incapaz de trabajar de manera conjunta para poner fin a las guerras y para construir y preservar la paz”.

El informe de ACNUR indica que, en todas las regiones, el número de refugiados y desplazados internos está aumentando. En los últimos cinco años, han estallado o se han reactivado al menos 15 conflictos: ocho en África (Costa de Marfil, República Centroafricana, Libia, Malí, noreste de Nigeria, Sudán del Sur y, este año, Burundi); tres en Oriente Medio (Siria, Irak y Yemen); uno en Europa (Ucrania) y tres en Asia (Kirguistán, así como varias regiones de Myanmar y Pakistán). Pocas de estas crisis se han resuelto y la mayoría de ellas continúan produciendo nuevos desplazamientos. En 2014, sólo 126.800 refugiados pudieron regresar a sus países de origen, la cifra más baja registrada en los últimos 31 años.

Debido a la grave escasez de fondos y a las grandes lagunas en el régimen global de protección de las víctimas de guerra, las personas que necesitan ayuda y refugio están siendo abandonadas”, declaró António Guterres. “En esta era de desplazamiento masivo sin precedentes, necesitamos una respuesta humanitaria sin precedentes también y un compromiso global renovado hacia la tolerancia y la protección de las personas que huyen de los conflictos y la persecución”.

Siria es el país que a nivel mundial ha generado el mayor número tanto de desplazados internos (7,6 millones), como de refugiados (3,88 millones al final de 2014). Afganistán (2,59 millones) y Somalia (1,1 millones) son los siguientes países que generan más refugiados.

Andalucía

Salvavidas del Estrecho

Salvamento Marítimo se ha convertido un año más en el salvavidas del estrecho entre África y Europa, una llave puente para las migraciones frenadas en Ceuta y Melilla, y que buscan altarnativas como el mar para llegar a Europa.

En 2014 según el Gobierno las actuaciones relacionadas con la inmigración, Salvamento Marítimo ha atendido desde los CCS ubicados en Andalucía a 4.965 personas de 400 pateras, en 2015 más de 1000 personas han sido rescatados en balsas de plástico.

Mientras Europa acuerda una nueva política migratoria, centros de salvamento del sur de España coordinan tareas de rescate de migrantes que atraviesan el mar Mediterráneo desde el norte de África. Una vez interceptados, son llevados al puerto de Tarifa, Cádiz, donde son atendidos por la Cruz Roja y recluidos en Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) a la espera de una resolución sobre su expulsión.

Exteriores

Europa cierra las fronteras al Mediterráneo

El relator de la ONU sobre los derechos de los migrantes ha afirmado que el cierre de fronteras no funciona para evitar que los migrantes lleguen a suelo europeo, y que sólo fortalece a los traficantes de personas en el Mediterráneo.

François Crépeau subrayó en un informe presentado al Consejo de Derechos Humanos que los miembros de la Unión Europea deben reconocer que la migración irregular es resultado de las políticas que la prohíben, que incentivan la apertura de un nuevo mercado lucrativo que no podría existir sin esa limitación.

El experto sugirió a Europa destruir el modelo de negocio de los traficantes de personas que surgió cuando se erigieron esas barreras y prohibiciones a la movilidad y que prospera para evadir las políticas migratorias restrictivas.

Por otro lado, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha pedido a los Estados e instituciones de la Unión Europea que apoyen a las autoridades de Grecia, país que en lo que va del año ha recibido a 55.000 refugiados.

Según ACNUR, las condiciones de esas personas, que llegan huyendo de los conflictos armados en sus países, son cada día peores pese a los esfuerzos de los gobiernos locales de las islas griegas más afectadas, las del norte del Egeo y las Dodecaneso.

El portavoz en Ginebra del organismo, William Spindler, dijo que todos los días llegan cientos de refugiados llegan a los dos archipiélagos y que se espera que el número de llegadas se incremente significativamente en los próximos meses.

Spindler destacó la disposición de ACNUR de continuar trabajando con las autoridades griegas y la sociedad civil para atender los desafíos que supone tal cantidad de refugiados.

“Pero necesitamos urgentemente mayor apoyo de los Estados de la Unión Europea para poder evitar una crisis humanitaria”, apuntó. Más del 90% de los refugiados que llegan a Grecia proviene de países en conflicto, principalmente Siria, Afganistán, Iraq y Somalia.

Personal del ACNUR registra a refugiados en Grecia. Foto de archivo: ACNUR/S. Baltagiannis
Personal del ACNUR registra a refugiados en Grecia. Foto de archivo: ACNUR/S. Baltagiannis

Las condiciones de acogida para los refugiados que llegan a las islas griegas del Egeo Septentrional y el archipiélago del Dodecaneso están empeorando a pesar de los considerables esfuerzos que las autoridades locales y la sociedad civil están llevando a cabo. Cientos de refugiados siguen llegando cada día en embarcaciones neumáticas y pateras, lo que está generando una enorme presión para las comunidades de las islas que los acogen.

Desde principios de año, más de 55.000 refugiados han alcanzado Grecia por vía marítima desde Turquía. Las islas que reciben más refugiados son Lesbos (con unas 21.600 llegadas), Quíos (9.400), Cos (8.900), Leros (3.900) y Samos (3.500), aunque también están llegando a otras zonas de Grecia. Más del 90 por ciento de estas personas proceden de países que están sufriendo guerras y conflictos, principalmente de Siria (más del 60 por ciento de las llegadas en 2015), Afganistán, Irak y Somalia.

Se espera que la cifra de llegadas aumente aún más en el verano, ya que las condiciones meteorológicas favorables hacen que las travesías por mar desde Turquía continental sean menos peligrosas.

La policía, la guardia costera y las autoridades locales (regionales y municipales) han destinado más personal y recursos para afrontar esta crisis, pero siguen siendo insuficientes para cubrir las necesidades. Ciudadanos, voluntarios locales y ONGs han estado distribuyendo alimentos, agua, zapatos y ropa para los refugiados. Al ACNUR le preocupa principalmente que los refugiados con necesidades específicas, como los menores no acompañados, los ancianos, las embarazadas, las personas con discapacidad y las víctimas de tortura no estén recibiendo la atención adecuada.

Base aérea de Morón. / Defensa Andalucía

EEUU situa en Andalucía su estrategia militar en África

En abril de 2013 EEUU accedió a estacionar temporalmente en España una fuerza de seguridad y reacción rápida de crisis de los EEUU mientras se negociaba su despliegue definitivo en una localización en el continente africano. Sin embargo, finalmente se situarán en la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla)´.

La medida se tomó tras el ataque que sufrió la embajada de los EEUU en Libia que en la que el embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens, y otros tres empleados de la misión diplomática de EE UU murieron tras sufrir un ataque.

Ahora EEUU pretende hacer de Morón su punto base permanente para las acciones de rápida intervención en África y el Mediterráneo. El Gobierno autorizó el acuerdo de modificación del convenio entre España y EEUU por el que se transforma Morón en base permanente de despliegue de las fuerzas estadounidenses para operaciones en África, que permite una presencia de hasta 2.200 militares y 500 civiles en estas instalaciones.

El gobierno ha resaltado que la medida creará numerosos puestos de trabajo, sin embargo, los sindicatos creen que tras tres ERE en la base los puestos serán temporales y de baja calidad, por ello no ha mostrado la satisfacción que abandera el Gobierno.

Movimientos solidarios, en defensa de los DDHH y antimperialistas protestaron el pasado domingo en la 30 marcha contra las bases de Rota y Morón, y es que muchos critica que la base pueda ser un peligro para las localidades colindantes.

Andalucía

Zamut, un refugiado obviado por el sistema

Zamut saluda poco antes de ser conducido a la comisaría de policía de Algeciras. S.R
Zamut saluda poco antes de ser conducido a la comisaría de policía de Algeciras. S.R

Toca tierra, y lo hace tras horas en el estrecho de Gibraltar flotando sobre una balsa de juguete. Era su última opción. Salvamento los avistó tras la llamada de una cooperante, venía con nueve compañeros más. Todos fueron detenidos, inclusive Zamut.

Tras tocar tierra Cruz Roja le ofrece apoyo sanitario, y en su sede de Tarifa relata a este corresponsal un viaje que partió de los disturbios. Zamut viene de Guinea Bissau, una antigua colonia portuguesa fronteriza con Senegal. Allí cuando apenas era un menor vivió los disturbios de Bissau.

Era un 2 de marzo cuando el presidente de Guinea Bissau, Joao Bernardo Nino Vieira, fue asesinado por efectivos militares en su residencia de la capital del país. Un magnicidio cargado de venganza en represalia por la muerte un día antes del máximo responsable del Ejército, el general Batista Tagmé Na Wai, que sufrió un atentado al que responsabilizaron a Nino.

Zamut relata que tras el atentado, el caos se apoderó de la capital, una violencia que casi le cuesta la vida. “A mí y unos amigos nos capturaron, estuvimos retenidos” relata mientras muestra la fotografía de Nino Vieira en la morgue. “Algunos de mis amigos les cortaron la cabeza, yo logré escapar”, apunta este refugiado quién añade que su única opción fue salir Europa.

Cruzó hacia Senegal, Mauritania, Sahara Occidental hasta llegar al norte de Marruecos, un viaje de casi cinco años que le dieron la madurez. Pero al llegar a tierra los mecanismos fallaron.

Llegada de la partera al puerto de Tarifa donde fue rescatada Zamut. / M.G
Llegada de la partera al puerto de Tarifa donde fue rescatada Zamut. / M.G

Cruz Roja Internacional en Tarifa ofrece asistencia sanitaria, vestimenta y primeros auxilios, su personal no tiene tiempo ni para detectar posibles casos de protección internacional, en la puerta los esperan la Guardia Civil que tras hacerle rellenar una documentación los introduce en un autobús para ponerlos a disposición del Cuerpo Nacional de Policía. Un proceso de apenas una hora.

Este joven guineano es un perfil claro de un posible caso de solicitud de protección intencional, pero nadie lo detectó. Los mecanismos fallaron, lo hacen constantemente. Ni la ACNUR ni abogados pasan por la sede de Cruz Roja en Tarifa a detectar posible refugiados, a España tampoco le interesa.

Es cierto que los expertos en materia de asilo resaltan que los refugiados llegados por el estrecho no suelen solicitar asilo en España, es un proceso lento, sin garantías y en la mayoría de los casos suelen ser rechazados. Sus destinos generalmente son otros países de la Unión Europea. Zamut por su pasado colonia su objetivo es Portugal, allí espera rehacer su vida tras la violencia, pero su futuro es incierto.

«LA FALTA DE COORDINACIÓN EN LA ATENCIÓN A LAS LLEGADA DE PATERAS EN EL ESTRECHO OBVIA LAS SOLICITUDES DE ASILO DE MUCHOS MIGRANTES»

Reitero. Los mecanismos fallaron, y Zamurt fue puesto a disposición judicial, más tarde enviado a un CIE, y la suerte de un juez dependerá si es deportado, o tan solo presentará una orden de expulsión voluntaria. La verdad es que su perfil es de refugiado. Aún no ha dado señal de vida.

E insisto en los mecanismos. El ejemplo de coordinación de llegada de migrantes y detectar posibles casos de refugiados en Europa es Italia. Mientras España sus intervenciones son 100% policiales y se basan en la detención y no priman los derechos fundamentales. En Italia trabajan decenas de organismos, no solo en la atención sanitaria sino también en la localización de posibles casos de asilo, en la atención especializada de menores, y en la garantía de los derechos humanos.

Son refugiados no migrantes económicos en su mayoría, este es un dato que obvian en España. Cada uno trae una vida, una historia, que por cierto nadie escucha y que con la nueva “Ley Mordaza” hasta impiden a estos corresponsales acercarse a esas historias para denunciar vidas que son detenidas o expulsadas cuando corren el peligro de muerte. Los mecanismos fallan

Balsa de Plástico en la que cruzó Zamut el estrecho entre África y Europa. / M.G
Balsa de Plástico en la que cruzó Zamut el estrecho entre África y Europa. / M.G
Andalucía

Los niños del Mediterráneo

El Mar Mediterráneo es una de las rutas preferidas por niños migrantes no acompañados, que arriesgan su vida en busca de mejores oportunidades de vida y con la esperanza de apoyar a sus familias.

En lo que va de año más de 1.650 personas han perdido su vida en las aguas del Mediterráneo al naufragar los barcos en los que intentaban llegar a las costas de Europa.

Los niños migrantes, y en particular los menores no acompañados, son los más vulnerables entre los que intentan llegar a Europa por vía marítima. El viaje a menudo incluye cruzar desiertos y zonas en conflicto, antes de emprender la peligrosa travesía por mar, y en el camino se enfrentan a muchos riesgos como la deshidratación y la malnutrición, los secuestros, detenciones y extorsiones, tortura, esclavitud infantil, tráfico de personas, abuso sexual, según Save the Children.