Los hispano-judíos de Marruecos
La exposición ‘Los hispano-judíos de Marruecos’ recorrerá la historia, costumbres y tradiciones de los judíos sefardíes que vivieron en el norte de Marruecos. La muestra, organizada por el Centro Sefarad-Israel, junto con la Diputación y la Comunidad Israelita de Málaga, está formada por 19 paneles explicativos y divulgativos sobre el origen y la evolución de este colectivo y se expondrá hasta el 15 de junio en el Centro Cultural Provincial.
La llegada de estos hispano-judíos a Marruecos puede situarse en torno al año 1391, llegando a conformar una población de unas 14.734 personas en el año 1940. Estas comunidades desarrollaron en este país una cultura propia a partir de su herencia. Ejemplos de ello son la haketía, el folklore, el derecho de familia y las costumbres de los judíos de la España medieval.
La haketía es una lengua principalmente oral que se ha transmitido de padres a hijos y que históricamente sirvió como cauce de expresión de las comunidades sefardíes ubicadas en el norte de África. Surge de la mezcla del ladino –castellano antiguo-, junto con el castellano moderno y préstamos de palabras del árabe que se habla en las poblaciones de Marruecos donde habitaron.
En los siglos XVI y XVII los hispano-judíos residieron principalmente en zonas rurales y en ciudades bajo control musulmán como Tetuán, Xauen y Alcazarquivir. Desde finales del XVII se instalaron también en ciudades como Tánger, Larache y Arcila que los musulmanes recuperaron de España y Portugal. Será a partir del año 1956 cuando se inicie una intensa migración hacia otros países quedando hoy apenas dos centenares de hispano-judíos en el norte de Marruecos. La mayoría de este colectivo se desplazó a tres ciudades españolas: Madrid, Barcelona y Málaga. En la actualidad, la comunidad judía malagueña está integrada por un millar de personas, aproximadamente.