El hombre que cambió el acuerdo de Pesca
No está demostrada su máxima influencia, sin embargo fue el último de los saharauis que pasó por el parlamento europeo, tras la visita de la activista Sulta Hayat y la condena tras la agresión al eurodiputado español Willy Meyer.
Su nombre es Ali Salem Tamek, vicepresidente de CODESA, y participó el pasado 8 de diciembre de 2011 en una importante conferencia en la sede del parlamento europeo en Bruselas, invitado por el propio parlamento y la la organización internacional WSRW que observa los recursos naturales del Sáhara Occidental.
Tamek es uno de los activistas saharauis más destacados dentro de la población civil saharaui en el territorio ocupado por Marruecos, y fue uno de los detenidos El 8 de octubre de 2009, día en el que el apodado ‘Grupo de los 7’ fue arrestado a pie de pista en el aeropuerto de Casablanca, donde habían aterrizado tras viajar a los campamentos de refugiados saharauis. Su visita a los campamentos saharauis fue motivo de acusación de alta traición a la patria, y su caso fue trasladado a la jurisdicción militar, que según denunciaron organizaciones como Human Rights Watch o Amnistía Internacional podría condenarles incluso a la pena de muerte.
Tras ser liberado su actividad se ha centrado sobre todo en Europa, donde pronuncio el pasado 8 diciembre «Sean parte de la solución, no parte del problema», en referencia al papel que debe jugar la UE en el cambio político y social en el conflicto del Sahara Occidental.
Sin embargo su frase más destacada y que pudo cambiar parte del rumbo de la prorroga del acuerdo pesquero fue: “la UE muestra interés por los recursos naturales de nuestro territorio ocupado. En eso, la Unión no está sola. Nuestros abundantes recursos naturales, tales como los fosfatos, el petróleo y la pesca han estado atrayendo el comercio internacional durante años. En 2002 la ONU declaró que las actividades económicas en el Sáhara Occidental son ilegales si no están de acuerdo con los deseos e intereses del pueblo saharaui. Es muy preocupante que las compañías multinacionales prefieran ignorar el derecho internacional, pero es aún peor que la Unión Europea – con su reputación como defensora del derecho internacional, los derechos humanos y la democracia – decida hacer lo mismo”.
No obstante, la negativa de Marruecos a recibir a una comisión independiente de la UE en el territorio saharaui, la negativa a conceder permisos a europarlamentarios de visitar la antigua colonia española, la agresión a Willy Meyer y sobre todo la ilegalidad del acuerdo en aguas no autónomas han sido uno de los grandes motivos del rechazo al acuerdo pesquero.