Migrantes supervivientes del naufragio rescatados por la marina italiana. / M.I

Vida y muerte en el Mediterráneo

Parece la imagen de un rescate más, esa imagen de la muerte y la desolación de los que huyen a Europa. Una imagen indignante de la que los dirigentes europeos no ponen fin. La imagen rompe el alma.

Es el naufragio de una balsa en el Mediterráneo. El vídeo muestra el operativo en central que lleva a cabo  la Guardia Costiera Italiana el pasado 19 de mayo, el rescate grabado por los propios operarios se muestra el operativo en el que interceptaron a más de 1.500 personas. En los últimos segundos se ve la desesperación de un hombre aferrado a la vida sobre las hélices de un mercante. La imagen impacta, luego rompe a llorar tras pasar horas entre la vida y la muerte en el Mediterráneo.

Su llanto es la muestra del dolor de un trauma inmenso que generan los naufragios. Pero los que lo sufren generalmente son encerrados, expulsados o abandonados. Este es el verdadero drama de esos que sortean las fronteras europeas escapando de la muerte segura a la muerte probable. Impactante.

Salvamento marítimo rescata a unos migrantes en una balsa en el estrecho. / S.M

Delfines escoltan una patera

Viajan en una balsa para cruzar de Marruecos a España. Son 32 migrantes de una patera que estaban a la deriva en mitad del Mar Mediterráneo, pero iban escoltados por los guardianes del mar. Los delfines.

Las imágenes fueron grabadas por los rescatadores de Salvamento Marítimo Español, y aunque es frecuente encontrar a los delfines en el mar no se suelen acercar a las balsas de los migrantes, pero si a las lanchas de Salvamento ya que provocan grandes olas donde estos mamíferos suelen jugar

Estrecho de Gibraltar, la muerte en la ruta migratoria

El Estrecho de Gibraltar sigue siendo una de las rutas más peligrosas del mundo pues en sus siete millas de dimensión han perdido la vida más de 250 personas en 2016 y más de 25 en lo que va de 2017.

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ha presentado su Balance Migratorio 2016, en el que denuncia que el número de personas que han muerto o desaparecido en la Frontera Sur intentando alcanzar España se ha duplicado en solo dos años. El pasado año, 295 personas perdieron la vida, “fruto de las políticas de cierre de fronteras”.

Es evidente, critican, que “pese a todas las medidas tomadas y las inversiones multimillonarias efectuadas, las políticas migratorias emprendidas por España y por la UE, son un claro fracaso. Estas medidas, no solo son claramente inhumanas sino que también son ineficaces, por lo que es necesario un giro de 180º hacia unas políticas más humanas y de respeto a los derechos humanos”.

El balance destaca el incremento progresivo de personas que han llegado a nuestro país en los últimos años. A pesar del relativo descenso en el número de llegadas a España por la Frontera Sur en relación a 2015 (debido básicamente a que se han recibido menos personas sirias, particularmente en Melilla) “si tomamos como referencia el año 2010, el número de personas que han llegado a España el año pasado está cerca de triplicarse”, asegura la APDHA. La tendencia queda claramente ejemplificada en este último mes de enero, en que el número de llegadas se multiplicó por tres respecto de enero del año pasado (1.289 en 2017, frente a 402 en 2016).

Las muertes de migrantes se duplican en las costas…

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ha presentado su Balance Migratorio 2016, en el que denuncia que el número de personas que han muerto o desaparecido en la Frontera Sur intentando alcanzar España se ha duplicado en solo dos años. El pasado año, 295 personas perdieron la vida, “fruto de las políticas de cierre de fronteras”.

Es evidente, critican, que “pese a todas las medidas tomadas y las inversiones multimillonarias efectuadas, las políticas migratorias emprendidas por España y por la UE, son un claro fracaso. Estas medidas, no solo son claramente inhumanas sino que también son ineficaces, por lo que es necesario un giro de 180º hacia unas políticas más humanas y de respeto a los derechos humanos”.

El balance destaca el incremento progresivo de personas que han llegado a nuestro país en los últimos años. A pesar del relativo descenso en el número de llegadas a España por la Frontera Sur en relación a 2015 (debido básicamente a que se han recibido menos personas sirias, particularmente en Melilla) “si tomamos como referencia el año 2010, el número de personas que han llegado a España el año pasado está cerca de triplicarse”, asegura la APDHA. La tendencia queda claramente ejemplificada en este último mes de enero, en que el número de llegadas se multiplicó por tres respecto de enero del año pasado (1.289 en 2017, frente a 402 en 2016).

“Nada comparable con las dimensiones de los flujos hacia Grecia e Italia”, señala la APDHA. Las migraciones por nuestra Frontera Sur suponen apenas un 7% de las llegadas a Europa por la ruta de los Balcanes, el Mediterráneo Central o el Este del Mediterráneo, a tenor de los datos publicados por la Organización Internacional de las Migraciones.

No obstante, el incremento experimentado en el flujo de llegadas a España también se confirma por la vía marítima, que ha crecido casi un 40% respecto a 2015. En el caso de Andalucía, se pasó de 3.736 llegadas en 2015, a 6.508 en 2016. En cuanto a zonas, el mayor número de llegadas se registra en Almería, seguido de Granada y Cádiz.

Aunque el número de personas llegadas a Almería es superior al de Cádiz, el número de embarcaciones es superior en Cádiz que en Almería, debido a que se utilizan embarcaciones más pequeñas con unas 10 personas de media. En Almería, sin embargo, la media de personas por embarcación es de 21 y esta cifra alcanza las 31 en Granada y las 41 en Málaga.

Sólo en la ruta de Canarias se ha producido un ligero descenso [de 875 a 710] debido en parte -según Frontex- a los acuerdos con Marruecos, Mauritania y Senegal, pero, también como resultado de la desaparición de más de 160 personas que partieron del Sahara y Mauritania.

En el balance presentado se señala que el 69% de las personas llegadas por la Fronteras Sur a España vienen de países subsaharianos. Guinea-Conakri, Costa de Marfil y Argelia son los principales países de procedencia de las personas llegadas a España. Sólo el 31% de los llegados son de origen magrebí, básicamente procedentes de Argelia.

La APDHA confirma que la inmensa mayoría de las personas que migran hacia España son varones. Tan solo un 10% de las llegadas corresponden a mujeres, mientras que un 8% son menores, norteafricanos y subsaharianos fundamentalmente. La entidad considera relevante que mientras que años atrás el mayor número de menores subsaharianos era de muy corta edad y venían acompañados, en los últimos años se ha observado un aumento del número de menores subsaharianos adolescentes que viajan solos.

De esta forma, se puede decir que el perfil de la persona que llega a España por la Frontera Sur es el de un chico joven, varón, procedente del África Negra.

El balance dedica una parte especial a la situación de Ceuta y Melilla. Durante el año 2016, lo más significativo ha sido el descenso de la llegada de personas procedentes de Siria, en 5.200 personas aproximadamente. Se mantiene la baja entrada en Melilla por el método del “salto a la valla”, que contrasta con Ceuta que, en diciembre, contabilizó 428 entradas en un solo día, adelantando lo que viene ocurriendo en estas primeras semanas de 2017.

A juicio de la APDHA, continua en todo caso la excepcionalidad jurídica en ambas ciudades con la práctica de las devoluciones en caliente, “alejadas de toda legalidad internacional, y el sufrimiento y violación de derechos humanos” de cuantos intentan llegar a Europa por esta vía, especialmente en Marruecos.

Como Samuel, el niño de 4 años cuyo cadáver apareció recientemente en Barbate, un total de 295 personas perdieron la vida intentando llegar a España. La mayoría eran subsaharianas y desaparecieron al salir del Sahara, Mauritania o en el Mediterráneo (en mar de Alborán). Para la APDHA, se trata de un drama creciente cuyo origen hay que situarlo en la miseria y las guerras de las que estas personas huyen. Pero, a juicio de la entidad, la causa inmediata es la política de la UE y España respecto a la inmigración y asilo, que construye alambradas y muros y se basa en el rechazo y en el racismo institucional.

La APDHA afirma que el gobierno “abdica de analizar seriamente los resultados de su nefasta política de control de flujos. Estima que su Balance Anual de la Lucha contra la Inmigración Irregular es “tardío y tendencioso” y que la política actual “no sólo causa mucho sufrimiento y provoca muchas muertes, sino que además es ineficaz desde el punto de vista del objetivo que pretende conseguir: la regulación legal y ordenada de los flujos migratorios”. Y sin embargo, entienden, un análisis serio es imprescindible para acometer el necesario giro radical en las actuales políticas migratorias.

La organización considera que evitar el drama de la inmigración clandestina -que se ha cobrado miles de vidas en el Mediterráneo- ofreciendo vías legales y seguras es una obligación moral, un deber humanitario y una exigencia democrática.

El cuerpo de un migranmte fallecido en las costas de Cadiz. Miguel Pachón

Hollande sobre Ceuta: “Gracias a Marruecos y Turquía somos…


El futuro de la Unión Europea, Brexit, Trump, y hasta PSG-Barcelona han sido los temas tratados en la reunión del Presidente de la República Francesa, Francois Hollande, y el presidente español, Marianao Rajoy. Una reunión bilateral con tintes europeos, ya que ambos se han mostrado muy preocupados por el bloque comunitario, aunque han querido mostrarse “unidos”.

Desde primeras horas fuentes de Moncloa nos confirmaban que las políticas migratorias y de fronteras estaban presentes en las reuniones, sin embargo descartaban que hubiesen hablado de asuntos como las relaciones con Marruecos o los saltos a la valla de Ceuta.

Pero los periodistas le han preguntado sobre los más de 800 que han alcanzado la ciudad autónoma saltando la valla, o muro, de Ceuta en los últimos días. Para Hollade, que ha criticado al presidente Donald Trump y su política migratoria en la frontera de Estados Unidos con México, se preguntó si la solución era: “¿Qué tenemos que hacer? ¿Que nuestros vecinos nos paguen un muro?”. Además, destacó el presidente galo que “Gracias a Marruecos y Turquía somos capaces de hacer frente a los flujos migratorios”.

Es curiosos que los mandatarios, al igual que Rajoy hace unas semanas, en los últimos meses critiquen el Muro de Trump pero olvidando que durante sus mandatos se reforzaron las cuchillas en Ceuta y Melilla, y se aumentaron los controles fronterizos en la frontera con Italia, y el Reino Unido. Curiosamente en el Canal de la Mancha Hollande ordenó construir un nuevo muro para disuadir la migración que atrapó en Calais durante décadas a miles de migrantes.

Pero el tema era Ceuta. El muro que Europa no quiere ver. Allí más de 800 migrantes han saltado la valla desde el pasado viernes. Curiosamente varios días después de que las autoridades de Marruecos advirtieran el pasado 6 de febrero, a través de un comunicado, que el cumplimiento de la sentencia de la Corte de Justicia de la UE del 21 de diciembre que excluye al Sahara Occidental dentro del acuerdo agrícola, tendría consecuencias en varios ámbitos, principalmente el migratorio.

Para Rajoy las relaciones entre ambos países son «magníficas» y están en «su mejor nivel desde nunca» y «los responsables de las fuerzas y cuerpos de seguridad han puesto de su mano todo aquello que han podido, pero hay batallas que no son fáciles de dar», ha precisado Rajoy quién ha agradecido públicamente el trabajo de Marruecos.

Estos mensajes dejan sobre la mesa la doble moral con la que los mandatarios europeos gestionan los procesos migratorios. Y es que es llamativo ver como Hollande o Rajoy critican las políticas de Trump cuando tanto se parece, sobre todo con acuerdos con Turquía, Marruecos o Libia donde se mercadea con las numerosas personas que se rifan en las vías clandestinas la vida y la muerte ante el cerrojazo de Europa a conceder visados. Y es que Europa se quiere parecer más al EEUU de Obama, es decir al de muros y deportaciones silenciosas, frente al xenófobo popular, por cierto tendencia que gira gran parte del bloque europeo.

Salvamento marítimo rescata a unos migrantes en una balsa en el estrecho. / S.M

Samuel, el Aylan de Barbate

Aylan murió en las costas Turcas e indignó al mundo. Desde entonces más de 500 han muerto tratando de llegar a Europa, entre ellos podrías estar Samuel. El viernes 27 apareció el cuerpo sin vida de un niño en la playa de Barbate pero aún no ha sido identificado, tiene seis años y subió con su madre a una balsa que naufragó en el Estrecho, huían del conflicto del Congo, ahora las ONG esperan lograr la identificación para hacer un entierro digno, su madre vedo aún sigue desaparecida en el estrecho.

Menores refugiados, frío y desaparición en Europa

La ola de frío que sufre Europa desde la semana pasada está afectando especialmente a los refugiados y migrantes, miles de ellos atrapados en refugios no acondicionados para afrontar estas inclemencias meteorológicas. Las bajas temperaturas han aumentado el riesgo de gripe e infecciones respiratorias graves, sobre todo entre los menores de cinco años, y han reducido la disponibilidad de agua segura para beber y lavarse. Estas condiciones pueden derivar en un aumento de las muertes de recién nacidos en hospitales, ya que los sistemas locales de salud sufren interrupciones debido al frío.

Además de hacer un seguimiento continuo de la situación, UNICEF está distribuyendo ropa de invierno para los niños afectados y está preparado para aumentar la respuesta humanitaria en coordinación con las autoridades locales y otras agencias. En Croacia, Serbia, Eslovenia o la antigua República Yugoslava de Macedonia los puntos de apoyo a las familias, los espacios amigos de la infancia y los de madres y bebés están acondicionados para el frío, y de las tiendas de campaña iniciales se ha pasado a infraestructuras permanentes o más resistentes.

Durante el mes de diciembre 259 niños recibieron en Serbia suministros básicos para protegerse del frío. En Bulgaria, cerca de 600 niños de 0 a 14 años recibieron a finales de diciembre botas, gorros, guantes, bufandas, chaquetas y ropa interior, y están previstas más distribuciones. En la antigua República Yugoslava de Macedonia UNICEF ha proporcionado mantas para bebés, ropa interior térmica y chaquetas.

Sin embargo se necesitan más esfuerzos para garantizar que los niños permanezcan en lugares seguros y calientes. Por ello UNICEF reitera que el cierre de las fronteras expone a los niños atrapados a más riesgos, y pide el traslado de los refugiados que permanecen en las islas griegas, donde la situación es especialmente preocupante porque los campos están masificados y no acondicionados para afrontar este clima adverso.

Además del frío, UNICEF muestra una especial preocupación por los niños refugiados y migrantes no acompañados o separados. Unos 25.800 niños no acompañados o separados llegaron a Italia por mar en 2016, es decir, más del doble de los 12.360 que llegaron el año anterior. Estos niños suponen el 91% de los 28.200 que llegaron a las costas de Italia en 2016 como refugiados o migrantes.

«Estas cifras indican la tendencia alarmante al aumento del número de niños altamente vulnerables que arriesgan sus vidas para llegar a Europa», dijo Lucio Melandri, jefe de Emergencias de UNICEF. «Los sistemas actuales no están protegiendo a estos niños, que se encuentran solos en un ambiente totalmente desconocido. Precisamente porque están en movimiento,  es necesaria una respuesta europea coordinada para mantenerlos a salvo».

La mayoría de estos niños no acompañados o separados que llegaron el año pasado provenían de sólo cuatro países: Eritrea, Egipto, Gambia y Nigeria. Si bien la mayoría tenía entre 15 y 17 años, también había niños más pequeños y niñas. Éstas en particular corren el riesgo de ser víctimas de explotación y abusos sexuales, incluida la explotación sexual comercial por bandas criminales. Varias chicas entrevistadas por el personal de UNICEF a principios de este año en Palermo contaron que habían sido forzadas a ejercer la prostitución en Libia como un medio para «pagar» el coste del viaje en barco por el Mediterráneo. Muchos de los chicos que llegan a Libia son obligados a trabajar.

La ruta del Mediterráneo Central desde el norte de África a Italia es única debido a la increíble proporción de niños no acompañados y separados que llegan entre los refugiados y migrantes. En comparación, sólo el 17% de los niños refugiados y migrantes que llegaron a Grecia por mar en 2016 no estaban acompañados por familiares adultos o tutores.

«La presencia de tantos niños no acompañados o separados a lo largo de la ruta del Mediterráneo Central no tiene precedentes», dijo Melandri. «Y es obvio que tenemos un problema serio y creciente en nuestras manos. Aparte de abordar los factores que están forzando a los niños a partir solos de sus hogares, es necesario desarrollar un sistema integral de protección y seguimiento para protegerlos».