Miles de refugiados que arriban a las islas griegas sufren las consecuencias de los recortes que se viven en dicho país. Migrantes que huyen de sus países, llegan a la nación helénica en busca de una vida más digna sin embargo, los centros de acogida están rebasados en su capacidad de recibimiento.
Esta es la historia de alguno de los migrantes y refugiados que han llegado a las islas griegas y que emprenden un nuevo viaje hacia el norte de Europa, os lo contamos en el cuarto reportaje de los cinco que hemos publicado del seriado para TeleSUR «Los Refugiados de la OTAN»
#GRECIA Alrededor de 600 refugiados, procedentes principalmente de Siria, Afganistán e Irak, llegan cada día a las islas…
Comparto el tercer de los cinco reportajes que hemos realizado para TeleSUR desde Lesbos, allí durante estos últimos meses más de 1000 refugiados llegaban cada día a las islas helenas mientras Europa buscaba una solución a la crisis financiera.
Más de mil refugiados llegan diariamente a la isla griega de Lesbos, creando la peor crisis de refugiados registrada hasta el momento. Huyen de los conflictos en Siria, Afganistán en Irak. Las autoridades demandan cooperación de la Unión Europea para afrontar esta crisis humanitaria.
En esta ocasión podrán ver parte de las declaraciones del Alcalde de Mitilini haciendo una reflexión sobre la soledad de la isla de Lesbos ante la mayor crisis de refugiados desde la segunda guerra mundial
Comparto el segundo de los cinco reportajes que hemos realizado para TeleSUR desde Lesbos, allí la mayoría de las 137 mil personas que cruzaron el Mar Mediterráneo durante los últimos seis meses.
Los refugiados huyeron de guerras en Siria, Irak y Afganistán. En la isla griega de Lesbos, más de 3 mil refugiados intentan subsistir ante la falta de comida. Al lugar, cada día llegan más de mil personas que buscan refugio, pero no hay alimentos para todos.
Comparto el primero de los cinco reportajes que hemos realizado para TeleSUR desde Lesbos, allí más de 3 mil personas provenientes de Afganistán, Siria o Irak sobreviven en un campo improvisado de refugiados en la isla griega de Lesbos, el cual cuenta con las mínimas condiciones sanitarias y con un futuro incierto. En este lugar residen familias enteras que tuvieron que huir de sus países ante los conflictos bélicos en los cuales ha intervenido la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La ruta hacia Europa a través del Mediterráneo sigue siendo la más mortal para los migrantes que intentan desesperadamente poner sus vidas a salvo tras huir de los conflictos armados, el expolio o la pobreza. Más de 2000 personas han muerto ya en lo que va de año en el Mediterráneo, haciendo de este mar el cementerio líquido más grande del mundo.
Esa cifra supera ampliamente a la registrada en el pasado año en los primeros siete meses y podrían rebasarse los 3.279 fallecimientos que se contabilizaron en todo 2014, según datos que difundió hoy la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La gran mayoría de migrantes que perdieron la vida el año pasado trataban de llegar a Italia desde Libia. Esa travesía es más peligrosa que cualquier otra según la OIM y señaló que sólo unas 60 personas han muerto en su intento de llegar a Grecia desde el Norte de África.
La tragedia más reciente ocurrió la pasada semana en el Canal de Sicilia, donde perdieron la vida 19 migrantes entre un grupo de casi medio millar de personas que fueron rescatadas en el mar.
La OIM reconoció, no obstante, los esfuerzos que se están haciendo en el Mediterráneo por salvar más vidas y subrayó que alrededor de 188.000 migrantes han sido rescatados en esas aguas este año.
A la vez, expresó su preocupación en un comunicado por la situación en que se hallan numerosos migrantes también en Calais, que es la ciudad francesa más cercana a Inglaterra, y en los alrededores del Eurotúnel.
Se calcula que entre 3.000 y 5.000 migrantes están acampados en Calais, muchos de los cuales son originarios de Eritrea, Etiopía, Sudán, Afganistán y Siria. Y también hay numerosas personas del África subsahariana, todos ellos en una situación muy precaria.
La OIM considera que este es un asunto que atañe a toda la Unión Europea, y que se necesita una respuesta integral al flujo de migrantes y refugiados a Europa en condiciones muy arriesgadas. De momento la Unión sigue de vacaciones con una mirada impasible a los sucesos migratorios.
Desde hace dos meses la Isla de Lesbos (Grecia) acoge la mayor llegada de refugiados del mediterráneo procedentes de los conflictos de Siria, Afgannistán e Irak. Mujeres, hombres y menores, familias, amigos o solitarios. Huyen del incremento de la violencia, del fracaso de la comunidad internacional secuestrada por las naciones occidentales. Son los refugiados de la OTAN.
La ONU estima que más de 300 personas llegan cada día a la isla griega huyendo de la violencia en sus países. La situación ha desbordado el sistema de acogida. Mientras en el centro de Detención, cerrado como tal por el Gobierno de Grecia, está a más del doble de su capacidad lo que ha obligado a más de 3000 refugiados vivir en un improvisado campo a las afueras de Mitilini, capital de la Isla.
Los refugiados viven sin la atención médica tras cruzar el mediterráneo, incluso al llegar caminan durante kilómetros para asentarse en el campo que no cuenta con baños, cocinas, mantas o tiendas. El Gobierno regional además ha prohibido a los vecinos o incluso a los taxis recoger a los migrantes que llegan, obligandolos a desplazarse con sus equipajes e hijos.
El campo no cuenta con seguridad de los agentes y las ONG no dan sus servicios en el campo. Tan solo algunas locales ofrecen mil raciones de comida cada varios días para más de 3.000.
Los refugiados esperan un documento que les permita desplazarse por el país europeo para volver a emprender su ruta a otros países de la Unión Europea, generalmente Alemania. Cuando lo obtienen viajan a Atenas, donde vuelven a emprender su huida.
Pero pese a la insistencia de la ONU de una política europea de acogida y refugio, las medidas son de fronteras. Hungria sigue erigiendo una valla para evitar la llegada de estos vía Macedonia, Francia ha incrementado los controles policiales en la región de Ventimiglia o Calais. Allí más de 3.000 migrantes esperan cruzar el Canal de la Mancha.
El nuevo informe anual de ACNUR “Tendencias Globales” muestra un fuerte aumento en el número de personas que se han visto forzadas a huir de sus hogares. En concreto, a finales de 2014, un total de 59,5 millones de personas se han convertido en desplazadas forzosas, en comparación con 51,2 millones del año anterior. Tan durante el pasado año, unos 13,9 millones de personas se convirtieron en nuevos desplazados – cuatro veces más que en 2010. En todo el mundo hubo 19,5 millones de refugiados, 38,2 millones de desplazados internos y 1,8 millones de personas a la espera de la resolución de sus solicitudes de asilo.
En 2014, cada día una media de 42.500 personas se convirtieron en refugiadas, solicitantes de asilo o desplazadas internas, lo que supone que la cifra se ha cuadruplicado en sólo cuatro años. A nivel global, una de cada 122 personas es ahora refugiada, desplazada interna o solicitante de asilo. Si todas estas personas formaran un solo país, éste sería el 24º Estado con más población del mundo.
“Somos testigos de un cambio de paradigma, de una marcha descontrolada hacia una era en la cual tanto la escala de desplazamiento forzado como la respuesta que se necesita han alcanzado unos niveles que eclipsan claramente todo lo que hemos visto antes”, declaró el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, António Guterres. “Es terrible que, por un lado, cada vez haya más impunidad para aquellos que provocan los conflictos y que, por otro, la comunidad internacional parezca totalmente incapaz de trabajar de manera conjunta para poner fin a las guerras y para construir y preservar la paz”.
El informe de ACNUR indica que, en todas las regiones, el número de refugiados y desplazados internos está aumentando. En los últimos cinco años, han estallado o se han reactivado al menos 15 conflictos: ocho en África (Costa de Marfil, República Centroafricana, Libia, Malí, noreste de Nigeria, Sudán del Sur y, este año, Burundi); tres en Oriente Medio (Siria, Irak y Yemen); uno en Europa (Ucrania) y tres en Asia (Kirguistán, así como varias regiones de Myanmar y Pakistán). Pocas de estas crisis se han resuelto y la mayoría de ellas continúan produciendo nuevos desplazamientos. En 2014, sólo 126.800 refugiados pudieron regresar a sus países de origen, la cifra más baja registrada en los últimos 31 años.
“Debido a la grave escasez de fondos y a las grandes lagunas en el régimen global de protección de las víctimas de guerra, las personas que necesitan ayuda y refugio están siendo abandonadas”, declaró António Guterres. “En esta era de desplazamiento masivo sin precedentes, necesitamos una respuesta humanitaria sin precedentes también y un compromiso global renovado hacia la tolerancia y la protección de las personas que huyen de los conflictos y la persecución”.
Siria es el país que a nivel mundial ha generado el mayor número tanto de desplazados internos (7,6 millones), como de refugiados (3,88 millones al final de 2014). Afganistán (2,59 millones) y Somalia (1,1 millones) son los siguientes países que generan más refugiados.