La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que unos 2.200 refugiados que se encuentran varados en Libia serán reubicados en Europa y Estados Unidos.
Durante los últimos 18 meses, esas personas han estado viviendo en un centro de tránsito ubicado en la frontera entre Túnez y Libia, donde acudieron para escapar del conflicto en Libia.
Según el portavoz de la OIM, Jumbe Omari Jumbe, 2.000 irán a Estados Unidos y 200 a Alemania. Unos 630 permanecerán en el centro hasta que se decida su país de destino
“La mayoría de los que irán para Alemania provienen de Sudán, Somalia, Eritrea y Etiopía y son hombres solteros”, detalló Jumbe.
España, por su parte, acogió el pasado 17 de julio un grupo de 80 refugiados de distintas nacionalidades que llegaban directamente de Túnez bajo una cuota de reasentamiento aprobada por el Consejo de Ministros en octubre de 2011.
La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) expresó su gran preocupación por la destrucción y profanación de bibliotecas y santuarios sufíes en las ciudades de Zliten, Misrata y Tripoli, en Libia.
Irina Bokova señaló que la destrucción de sitios sagrados y de relevancia cultural no debe ser tolerada, y exigió el cese inmediato de esos actos vandálicos.
También indicó que la UNESCO apoyará las medidas encaminadas a proteger o rehabilitar esos sitios.
“El futuro de Libia depende de la capacidad de sus ciudadanos de construir una democracia participativa que respete los derechos y el patrimonio de todos sus habitantes”, dijo Bokova.
En ese sentido, aplaudió la condena de la destrucción de sitios por parte del gobierno libanés.
Milicianos libios han secuestrado a seis trabajadores humanitarios pertenecientes a la Media Luna Roja en Bengasi, capital de la Libia rebelde y controlada por el CNT desde el inicio de las revueltas contra el régimen de Gadafi.
A la 1 de la madrugada del martes, un grupo de hombres armados no identificados, que no mostraron ninguna orden de detención, interceptaron y se llevaron a la delegación de la Media Luna Roja iraní en una carretera de la ciudad oriental libia de Bengasi. Sigue sin conocerse la suerte y el paradero exactos de los siete miembros de la organización humanitaria. El grupo permitió que el conductor libio de la delegación se marcharse indemne.
La Sociedad de la Media Luna Roja Libia había invitado a sus colegas iraníes a este viaje, que incluía una reunión con el ayuntamiento de Bengasi.
En el momento del secuestro, la delegación humanitaria regresaba al hotel Tebesti después de una reunión celebrada en la sede de la Media Luna Roja Libia en Bengasi a última hora de la noche del lunes.
“Los siete miembros de la Media Luna Roja iraní deben ser liberados. Mientras tanto, los milicianos armados que les retienen deben permitirles de inmediato que contacten con el mundo exterior y garantizar su seguridad”, declaró Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
Según el secretario general de la Media Luna Roja Libia, Abdulhamid Elmadani, han resultado infructuosos los intentos de contactar con todos los órganos de seguridad, militares y civiles de Bengasi para conocer el paradero exacto de la delegación iraní o identificar a sus captores.
La Media Luna Roja Libia ha pedido a los milicianos armados en cuyo poder está la delegación que les liberen teniendo en cuenta la solidaridad y el apoyo proporcionados por la Media Luna Roja iraní durante la “Revolución del 17 de Febrero” del año pasado que desembocó en el derrocamiento del gobierno del coronel Muamar Gadafi.
El pasado 17 de julio aterrizó en Barajas un grupo de 80 refugiados de distintas nacionalidades que llegaban directamente de Túnez bajo una cuota de reasentamiento aprobada por el Consejo de Ministros en octubre de 2011. Se trata de los primeros refugiados acogidos por España en el contexto de la ley de asilo modificada en octubre de 2009, que contempla el establecimiento de un programa para reasentamiento de refugiados, en colaboración con ACNUR.
Los casos individuales y familias de refugiados del grupo, compuestos por 22 hombres, 25 mujeres y 33 niños de Eritrea, Etiopía y Sudán, han permanecido cerca de un año en el campo tunecino de Shousa, a 8 kilómetros de la frontera entre Túnez y Libia, tras haber huido de la violencia desatada en Libia en febrero de 2011 entre las fuerzas leales a Gadafi y las tropas rebeldes. Por esta frontera y la del vecino Egipto, huyeron a lo largo de 2011 más de un millón de personas, entre libios, refugiados de distintas nacionalidades e inmigrantes económicos, la mayoría de los cuales pudieron retornar a sus lugares de origen con el apoyo de ACNUR y la OIM. Sin embargo, hubo un considerable número refugiados reconocidos bajo el amparo de ACNUR, entre los que se encontraban estas familias ahora acogidas por España, que no podían regresar a sus países de origen porque salieron de ellos años atrás huyendo también de la persecución y de la guerra.
La vida en el campo de tránsito de Shousha, que llegó a albergar a más de 20.000 personas, ha sido muy dura para estos refugiados ya que se trata de una zona árida y semidesértica, que en esta época del año llega a alcanzar los 50ºC y donde los refugiados dependen completamente de la ayuda humanitaria para sobrevivir.
ACNUR hizo en 2011 un llamamiento a los países industrializados para que ofrecieran plazas de reasentamiento con el doble propósito de apoyar a Túnez para compartir la responsabilidad de la acogida, un país que se mostró extremadamente generoso al dejar abiertas sus fronteras durante el conflicto en Libia, y buscar una solución duradera para estos refugiados y sus familias, incluyendo menores no acompañados. A día de hoy, quedan unos 2.500 refugiados en el campo de Shousha y cerca de 1.300 han salido reasentados hacia países como Noruega, Suecia, Finlandia, Alemania, Dinamarca, Reino Unido, Portugal, Estados Unidos o Canadá.
Con este cupo de 80 personas, España se suma al grupo de países de la Unión Europea que aceptan refugiados bajo programas de reasentamiento con carácter anual, mostrando su solidaridad y su compromiso con la política de la UE en materia de protección internacional.
“Celebramos el paso histórico que ha dado España aceptando este grupo de refugiados, a los que se le va a dar la oportunidad de rehacer sus vidas tras años de persecución y desplazamientos forzosos por distintos países”, dijo Maricela Daniel, la Representante de ACNUR en España.
La selección de refugiados se ha realizado mediante la presentación de expedientes de refugiados por parte de ACNUR a las autoridades competentes. El proceso de aceptación, coordinado por el Ministerio del Interior, ha incluido una visita a Shousha el pasado mes de junio encabezado por la Directora General de Política Interior, Dña. Cristina Díaz, para realizar entrevistas con los candidatos al reasentamiento por parte de funcionarios del Ministerio del Interior y del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Estas personas recibirán protección internacional en España y un apoyo inicial para su acogida e integración, que correrá a cargo del Ministerio de Empleo, a través de los CAR (Centro de Acogida a Refugiados) y de los recursos de las entidades españolas con larga experiencia en materia de asilo como Cruz Roja, CEAR o Accem.
El último grupo de numeroso de refugiados aceptados bajo un programa de reasentamiento en España fue el del colectivo bosnio entre 1993 y 1995, mediante el cual llegaron unos 700 refugiados bosnios musulmanes, que habían permanecido en campos de internamiento en la exYugoslavia, y sus familias.
El reasentamiento es un instrumento de protección internacional y una de las soluciones duraderas que promueve ACNUR para los refugiados, junto con la repatriación voluntaria y la integración local, cuando ninguna de estas opciones es viable y se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad. Actualmente el número de plazas que ACNUR estima necesarias para reasentamiento a nivel mundial es de unas 800.000 aunque las ofrecidas por los Estados tan sólo llegan a 80.000 anuales.
El espíritu democrático mostrado por el pueblo de Libia en las elecciones del pasado 7 de julio ha impresionado a todos los observadores internacionales que velaron por el buen uso de los comicios, según afirmó el enviado especial de la ONU para Libia, Ian Martin.
Ante el Consejo de Seguridad, Ian Martin señaló que los votantes han resistido con éxito y determinación los actos de violencia que amenazaron la celebración de los comicios.
“Hombres y mujeres libios, jóvenes y viejos, acudieron en masa a las urnas y mostraron sus dedos manchados de tinta con el orgullo y la emoción de un pueblo que ha sido denegado por mucho tiempo de las libertades democráticas. Muchos de ellos son miembros de familias que han sufrido la muerte de sus seres queridos en pos de este derecho del que finalmente ejercen”, dijo Martin.
Por otro lado, subrayó que Libia afronta todavía muchos desafíos además de los retos relativos a la seguridad y justicia.
Entre ellos, mencionó el desarrollo de instituciones de un estado moderno, la diversificación de la economía nacional, la lucha contra la corrupción y la creación de empleo, en especial entre la población más joven.
Por su parte, la Unión Africana elogió las exitosas elecciones que tuvieron lugar el 7 de julio, en un comunicado de prensa emitido por la Comisión de la Unión en Addis Abebas y firmado por el jefe de la comisión de la UA, el Sr. John Ping, quién felicitó al pueblo libio en la realización de elecciones exitosas.
En este comunicado de prensa, el Sr. Ping, expresó su admiración por las honestas las elecciones, así como la agudeza de pueblo libio a la autodeterminación que estuvo ausente durante el régimen de Gadafi. La Comisión de la UA también elogió alto porcentaje de los votantes en las elecciones que se extendió del 65% de los libios que se habían registrado como votantes, casi dos millones de libios participaron.
En la tarde del Martes 17 de Julio llegan a España 80 de los 100 refugiados africanos del conflicto en Libia seleccionados para su reasentamiento en nuestro país, según informaron fuentes de la Agencia de la ONU para los Refugiados.
La llegada de estos refugiados fue aprobada por el Consejo de Ministros del 7 de octubre de 2011, en el que el Ministerio de Trabajo e Inmigración se hizo cargo de la totalidad de los costes, excepto los 23.353,18 euros estimados correspondientes a los gastos para la misión de selección de los funcionarios que debe desplazar la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior.
Los asentados provienen del campamento de Shousha (Túnez), donde en la actualidad, un año después de las revueltas contra Gadafi, más de 3.000 personas siguen refugiadas, a la espera de ser reasentadas.
Entre su población se encuentran refugiados de Sudán, Somalia, Eritrea o Etiopía, ciudadanos que se encontraban en la Libia de Gadafi antes de estallar la revolución y que se vieron obligados a huir, ya que muchos de ellos estaban siendo acusado de pertenecer a facciones gadafistas.
Estos 80 reasentados que tendrá protección permanente en España, son consecuencia de las conclusiones del Consejo Europeo de los días 24 y 25 de marzo de 2011, donde subrayaron la gravedad de la situación humanitaria en Libia y en sus fronteras, así como el compromiso de la Unión Europea de proporcionar ayuda humanitaria a todos los afectados.
54 personas han muerto en el intento de cruzar por mar desde Libia a Italia. Según el único superviviente, un hombre eritreo, 55 personas embarcaron en Libia a finales de Junio y sólo él pudo sobrevivir tras 15 días de odisea a la deriva, mientras el resto del pasaje fallecía por deshidratación.
“Esto es una tragedia” dijo T. Alexander Aleinikoff, el Alto Comisionado Adjunto para los Refugiados. “54 personas han perdido la vida”.
Unos pescadores encontraron al superviviente a poca distancia de la costa tunecina ayer por la noche. Ellos alertaron a los guardacostas tunecinos, que rescataron al hombre. Fue llevado de inmediato al hospital de Zarzis, donde está en tratamiento por deshidratación y quemaduras.
El personal de ACNUR entrevistó al superviviente, que les contó que la barca salió de Trípoli, Libia, a finales de Junio, y un día después alcanzaron la costa italiana, pero los fuertes vientos empujaron la embarcación de vuelta mar adentro. En pocos días, la barca hinchable se pinchó y empezó a perder aire.
Sin agua en la barca, la gente empezó a morir a los pocos días por deshidratación. Muchos bebieron agua de mar, incluso el hombre que sobrevivió, que fue rescatado flotando sobre los restos de la barca deshinchada y un bidón. Según su testimonio, la mitad de los fallecidos eran de Eritrea, incluyendo tres familiares suyos.
“Hago un llamamiento a todas las embarcaciones en el mar para que refuercen las alertas ante inmigrantes y refugiados que necesiten ser rescatados en el Mediterráneo” dijo Aleinikoff. “El Mediterráneo es una de las vías marítimas más transitadas del mundo y es fundamental que defienda la honorable tradición por tantos años mantenida de rescate en el mar”.
En lo que va del año 2012, más de 1.300 personas han llegado a Italia procedentes de Libia por barco y 1.000 a Malta
ACNUR en Italia estima que, unas 170 personas han muerto o se encuentran desaparecidas desde enero de este año, mientras intentaban llegar desde Libia hasta Europa.