«El Punto en la i» es un programa de investigación dirigido por la periodista Marcela Heredia para el canal latinoamericano TeleSUR y en el cual se analizan diferentes asuntos internacionales partiendo de una hipótesis. En esta ocasión el programa fue dedicado a los cientos de miles de refugiados que han atravesado el mar Mediterráneo.
Se calcula que en el pasado mes de junio, alrededor de 15 mil migrantes llegaron a la isla griega de Lesbos en busca de refugio a causa de la violencia se se vive en países como Siria, Irak o Afganistán. Según la Organización de las Naciones Unidas, la violencia que se vive en dichas naciones ha provocado el aumento de refugiados.
Por su parte, residentes de la isla consideran que la Unión Europea ha dejado a Grecia sola ante el conflicto migratorio. Este es último de los cinco reportajes del seriado los «Refugiados de la OTAN» en TeleSUR
Comparto el segundo de los cinco reportajes que hemos realizado para TeleSUR desde Lesbos, allí la mayoría de las 137 mil personas que cruzaron el Mar Mediterráneo durante los últimos seis meses.
Los refugiados huyeron de guerras en Siria, Irak y Afganistán. En la isla griega de Lesbos, más de 3 mil refugiados intentan subsistir ante la falta de comida. Al lugar, cada día llegan más de mil personas que buscan refugio, pero no hay alimentos para todos.
Comparto el primero de los cinco reportajes que hemos realizado para TeleSUR desde Lesbos, allí más de 3 mil personas provenientes de Afganistán, Siria o Irak sobreviven en un campo improvisado de refugiados en la isla griega de Lesbos, el cual cuenta con las mínimas condiciones sanitarias y con un futuro incierto. En este lugar residen familias enteras que tuvieron que huir de sus países ante los conflictos bélicos en los cuales ha intervenido la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La ruta hacia Europa a través del Mediterráneo sigue siendo la más mortal para los migrantes que intentan desesperadamente poner sus vidas a salvo tras huir de los conflictos armados, el expolio o la pobreza. Más de 2000 personas han muerto ya en lo que va de año en el Mediterráneo, haciendo de este mar el cementerio líquido más grande del mundo.
Esa cifra supera ampliamente a la registrada en el pasado año en los primeros siete meses y podrían rebasarse los 3.279 fallecimientos que se contabilizaron en todo 2014, según datos que difundió hoy la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La gran mayoría de migrantes que perdieron la vida el año pasado trataban de llegar a Italia desde Libia. Esa travesía es más peligrosa que cualquier otra según la OIM y señaló que sólo unas 60 personas han muerto en su intento de llegar a Grecia desde el Norte de África.
La tragedia más reciente ocurrió la pasada semana en el Canal de Sicilia, donde perdieron la vida 19 migrantes entre un grupo de casi medio millar de personas que fueron rescatadas en el mar.
La OIM reconoció, no obstante, los esfuerzos que se están haciendo en el Mediterráneo por salvar más vidas y subrayó que alrededor de 188.000 migrantes han sido rescatados en esas aguas este año.
A la vez, expresó su preocupación en un comunicado por la situación en que se hallan numerosos migrantes también en Calais, que es la ciudad francesa más cercana a Inglaterra, y en los alrededores del Eurotúnel.
Se calcula que entre 3.000 y 5.000 migrantes están acampados en Calais, muchos de los cuales son originarios de Eritrea, Etiopía, Sudán, Afganistán y Siria. Y también hay numerosas personas del África subsahariana, todos ellos en una situación muy precaria.
La OIM considera que este es un asunto que atañe a toda la Unión Europea, y que se necesita una respuesta integral al flujo de migrantes y refugiados a Europa en condiciones muy arriesgadas. De momento la Unión sigue de vacaciones con una mirada impasible a los sucesos migratorios.
El relator de la ONU sobre los derechos de los migrantes ha afirmado que el cierre de fronteras no funciona para evitar que los migrantes lleguen a suelo europeo, y que sólo fortalece a los traficantes de personas en el Mediterráneo.
François Crépeau subrayó en un informe presentado al Consejo de Derechos Humanos que los miembros de la Unión Europea deben reconocer que la migración irregular es resultado de las políticas que la prohíben, que incentivan la apertura de un nuevo mercado lucrativo que no podría existir sin esa limitación.
El experto sugirió a Europa destruir el modelo de negocio de los traficantes de personas que surgió cuando se erigieron esas barreras y prohibiciones a la movilidad y que prospera para evadir las políticas migratorias restrictivas.
Por otro lado, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha pedido a los Estados e instituciones de la Unión Europea que apoyen a las autoridades de Grecia, país que en lo que va del año ha recibido a 55.000 refugiados.
Según ACNUR, las condiciones de esas personas, que llegan huyendo de los conflictos armados en sus países, son cada día peores pese a los esfuerzos de los gobiernos locales de las islas griegas más afectadas, las del norte del Egeo y las Dodecaneso.
El portavoz en Ginebra del organismo, William Spindler, dijo que todos los días llegan cientos de refugiados llegan a los dos archipiélagos y que se espera que el número de llegadas se incremente significativamente en los próximos meses.
Spindler destacó la disposición de ACNUR de continuar trabajando con las autoridades griegas y la sociedad civil para atender los desafíos que supone tal cantidad de refugiados.
“Pero necesitamos urgentemente mayor apoyo de los Estados de la Unión Europea para poder evitar una crisis humanitaria”, apuntó. Más del 90% de los refugiados que llegan a Grecia proviene de países en conflicto, principalmente Siria, Afganistán, Iraq y Somalia.
Las condiciones de acogida para los refugiados que llegan a las islas griegas del Egeo Septentrional y el archipiélago del Dodecaneso están empeorando a pesar de los considerables esfuerzos que las autoridades locales y la sociedad civil están llevando a cabo. Cientos de refugiados siguen llegando cada día en embarcaciones neumáticas y pateras, lo que está generando una enorme presión para las comunidades de las islas que los acogen.
Desde principios de año, más de 55.000 refugiados han alcanzado Grecia por vía marítima desde Turquía. Las islas que reciben más refugiados son Lesbos (con unas 21.600 llegadas), Quíos (9.400), Cos (8.900), Leros (3.900) y Samos (3.500), aunque también están llegando a otras zonas de Grecia. Más del 90 por ciento de estas personas proceden de países que están sufriendo guerras y conflictos, principalmente de Siria (más del 60 por ciento de las llegadas en 2015), Afganistán, Irak y Somalia.
Se espera que la cifra de llegadas aumente aún más en el verano, ya que las condiciones meteorológicas favorables hacen que las travesías por mar desde Turquía continental sean menos peligrosas.
La policía, la guardia costera y las autoridades locales (regionales y municipales) han destinado más personal y recursos para afrontar esta crisis, pero siguen siendo insuficientes para cubrir las necesidades. Ciudadanos, voluntarios locales y ONGs han estado distribuyendo alimentos, agua, zapatos y ropa para los refugiados. Al ACNUR le preocupa principalmente que los refugiados con necesidades específicas, como los menores no acompañados, los ancianos, las embarazadas, las personas con discapacidad y las víctimas de tortura no estén recibiendo la atención adecuada.
Un día después de que la Unión Europea aprobara la misión naval para combatir las supuestas mafias de las migraciones en el Mediterráneo, los flujos siguen sin parar.
En las últimas horas unas cien personas han sido rescatadas de 9 balsas de plásticos en el estrecho de Gibraltar por la gendarmería de Marruecos y Salvamento Marítimo. España ha trasladado a puerto a 29 de ellos, procedentes de países como Gambia, Guinea Bissau o Camerún, todos ellos detenidos por la Policía Nacional de España.
La continua llegada de pateras a las costas españolas, en los últimos días han sido rescatadas unas 200 personas migrantes frente a las costas andaluzas, refleja el fracaso de las actuales políticas de fronteras llevadas a cabo desde la Unión Europeas según asociaciones en defensa de los derechos humanos. Tras años de inversión desproporcionada en medidas de control, la situación en el perímetro de Europa sigue siendo la misma o incluso peor.
Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y Andalucía Acoge, han reivindicado una vez más la necesidad de incidir en las causas de la migración y no sólo en sus efectos. Para estas organizaciones la gestión de los flujos migratorios debe ser abordada en su conjunto, prestando especial atención a las causas y garantizando el derecho a migrar (o no migrar) de las personas, así como el respeto a sus derechos fundamentales.
#MIGRACIONES Un día después de la aprobación de la Unión Europa de una operación naval contra las migraciones en el…
Europa ya ha tomado una decisión para abordar la crisis migratoria más grande tras la segunda guerra mundial, los ministros de Exteriores y de Defensa de la UE aprobaron este lunes una operación destinada a identificar, requisar e inutilizar las embarcaciones que usan los traficantes para trasladar a migrantes de las costas libias a las europeas. Para ello necesitan el aval de la ONU, y una vez después los 28 han resaltado que tomarán “todas las medidas necesarias” contra esos buques. El texto final omite la referencia explícita a la destrucción de barcos pero los mandatarios comunitarios confían en lanzar la misión a finales de junio. La operación, de nombre EUNAVFOR MED (en referencia a su carácter europeo, naval y mediterráneo), se desarrollará en tres fases. La primera consiste en recabar información para poder parar los barcos antes de que zarpen, para ellos la UE pretende colaborar también con estados fronterizos a Libia como Túnez y Egipto. La segunda fase contempla la captura, abordaje y desvío en alta mar de las embarcaciones que se sospeche estén destinadas a traficar migrantes y se incluirán aguas territoriales libias. Tanto este último aspecto como la tercera fase, consistente en “tomar todas las medidas necesarias contra los barcos y activos relacionados”, necesitan el aval del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, su principal órgano de decisión.
Por su parte, las organizaciones insisten en que es “imprescindible que se produzca un acercamiento para conseguir que la gestión de los flujos migratorios se realice desde una óptica global de cooperación entre el norte y el sur, de garantía del cumplimiento de los derechos humanos y de la vida humana, y no desde una visión cortoplacista que ponga parches para solventar las crisis, sin hacer frente a las causas profundas que hacen que estas personas se lancen al mar poniendo en riesgo sus vidas”, ha resaltado Mikel Araguás, Secretario General de Andalucía Acoge.