Los países más ricos solo acogen al 3% de…

© UNHCR/Achilleas Zavalli – Tras cruzar el mar Egeo desde Turquía en una barca hinchable llena de refugiados afganos, un joven refugiado afgano, con su hijo en brazos, mira al mar después de llegar sano y salvo a las costas de la isla de Lesbos.
© UNHCR/Achilleas Zavalli – Tras cruzar el mar Egeo desde Turquía en una barca hinchable llena de refugiados afganos, un joven refugiado afgano, con su hijo en brazos, mira al mar después de llegar sano y salvo a las costas de la isla de Lesbos.

Los países más ricos del mundo tan solo acogen al 3% de los refugiados según un informe de Oxfam (Oxfam Intermón en España) que además o revela que en algunos países la acogida de refugiados sirios se ha retrasado por los largos procesos, los controles de seguridad y un clima político cada vez más hostil.

Oxfam Intermón ha revisado las políticas de reasentamiento de ocho países (Alemania, Australia, Canadá, España, Estados Unidos, Países Bajos, Reino Unido y Rusia) y ha concluido que en algunos países los largos procesos, los controles de seguridad y un clima político cada vez más hostil han retrasado la acogida de refugiados sirios. En otros países, sin embargo, se ha registrado un aumento de la voluntad política y de los recursos humanos y financieros, lo que ha favorecido el reasentamiento.

España se comprometió en marzo de 2016 a reasentar a 1.449 personas sirias refugiadas en dos años, pero en nueve meses sólo han llegado 289, es decir, el 20%, todas desde Turquía y Líbano. El Gobierno español tiene que facilitar los medios para acelerar el proceso y mostrar voluntad política. La cuota justa de personas refugiadas que España debería reasentar es de 16.031, según cálculos de Oxfam Intermón basados en la riqueza del país.

Es más, si tenemos en cuenta las dos vías principales para acoger refugiados sirios (reasentamiento y reubicación), los datos son aún peores: el Gobierno se ha comprometido a recibir a 17.387 personas refugiadas, pero hasta ahora sólo 687 han llegado a nuestro país, o sea, el 4%.

“En el caso de España”, ha declarado José María Vera, director general de Oxfam Intermón, “es clarísima la falta de voluntad política. España ha presupuestado 200 millones de euros para financiar la llegada de estos refugiados, así que no estamos hablando de un problema económico, sino de una falta de empeño por parte del ejecutivo. No sólo incumple los tratados de Ginebra que nos obligan a ello, sino que además da la espalda a ciudadanía, abrumadoramente a favor de acoger a quienes huyen de la violencia y la persecución. Es una actitud inhumana e irresponsable que nos pasará factura en nuestra imagen internacional y que, más importante, atenta contra los derechos humanos de la población más vulnerable»

“España tiene cifras de acogida de refugiados sirios ridículas, sobre todo en comparación con los países vecinos de Siria que acogen como pueden a la casi totalidad de los cinco millones de personas que han huido de la guerra”, añade Vera.

Además, Oxfam Intermón denuncia que desde España no se promueven vías seguras para que quienes huyen de la guerra y la persecución no tengan que jugarse la vida. Por un lado, nuestro país tiene criterios restrictivos para la reunificación familiar. Por otro, España ha desatendido la petición hecha en septiembre de 2015 por ACNUR, que solicitó a nuestro gobierno que facilitara visas a 500 estudiantes sirios. El Gobierno ha concedido sólo 10 visas y becas para universidades españolas, todas para estudiantes que ya estaban en nuestro país. España, por último, carece de un programa de admisión humanitaria, y ha recortado su ayuda humanitaria un 70% desde 2011.

La ONU vuelve a instar a Europa reforzar protección…

Migrantes procedentes de Siria, Iraq y Afganistán son recibidos por voluntarios al desembarcar en la isla griega de Lesbos. Foto de archivo: UNICEF/Ashley Gilbertson
Migrantes procedentes de Siria, Iraq y Afganistán son recibidos por voluntarios al desembarcar en la isla griega de Lesbos. Foto de archivo: UNICEF/Ashley Gilbertson

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), presentó este lunes a la Unión Europea el documento ‘Mejorando la Protección de los Refugiados en la UE y en el Mundo’, para pedirle una profunda reforma del compromiso global de Europa con los refugiados, que también incluya el sistema europeo de asilo.

Acnur insta a Europa a que ofrezca un apoyo más estratégico y centrado en los países de origen, asilo y tránsito de refugiados, así como a que revise sus planes de contingencia para poder dar respuesta a llegadas numerosas de refugiados e inmigrantes, y a que ponga en marcha un sistema de asilo más eficiente y mejor gestionado.

Asimismo, pide una mayor inversión por parte de los Estados miembros en la integración de refugiados, que incluya los aspectos de vivienda, empleo y formación lingüística. “El año pasado Europa fracasó a la hora de implementar una respuesta colectiva y bien gestionada a los desafíos planteados por la llegada de más de un millón de refugiados e inmigrantes”, señaló el comisionado de Acnur, Filippo Grandi.

En este sentido, hizo hincapié en que “esto ha tenido como resultado escenas de caos en las fronteras, generando una crisis de confianza por parte de los ciudadanos respecto a la capacidad de los gobiernos para gestionar la situación” y “ha beneficiado a aquellos que quieren convertir a los refugiados en las cabezas de turco”.

“Es importante que los Estados miembros de la UE demuestren, mediante una acción colectiva, que Europa es capaz de gestionar los movimientos de refugiados de una manera eficaz y basada en el respeto de sus principios, contribuyendo a estabilizar los flujos de refugiados a largo plazo a través de un compromiso externo más estratégico, al tiempo que sigue acogiendo a los refugiados en Europa”, manifestó.

Las propuestas del documento incluyen “un sistema de registro común europeo, procedimientos más rápidos y sencillos para la determinación de la condición de refugiado, una priorización de la reunificación familiar, un enfoque común sobre los menores no acompañados y separados, así como un mecanismo de distribución para los Estados miembros que experimenten una elevada presión por recibir un número importante de llegadas”.

Karma: “Huí antes de ser vendido como esclavo”

Karma a su llegada al puerto de Motril en Granada. / Miguel Pachón
Karma a su llegada al puerto de Motril en Granada. / Miguel Pachón

La marea trae a cientos de personas cada semana desde las costas de Marruecos al sur de España. Son los exiliados del continente africano que suben a las balsas tratando de huir de un continente desangrado y expoliado.

La tarde del 2 de octubre familiares alertaban que en mitad del Mediterráneo 53 vidas se hacinaban a una balsa donde hombres y mujeres rezan para que la marea les lleve a Europa. Entre sus pieles negras está Karma. Como el resto de sus compañeros de viaje, nació en el seno de una familia negra, africana, pero es diferente a los demás: blanco.

Su condición de albino lo obligó a huir de Islas Comoras, el país africano que más golpes de Estado ha tenido desde 1975, más de una veintena. En África cada año cientos de albinos son secuestrados, asesinados o mutilados para usar sus extremidades en prácticas de brujerías, otros directamente son abandonados por sus familiares pensando que son castigos de Dios.  Karma, nombre de batalla de S.K., lleva huyendo desde niño de las estigmatizaciones de los albinos en África.

“Huí antes de ser vendido como esclavo”, relata el solicitante de asilo que salió hace dos años de Islas Comoras, a más de 7.000 kilómetros del puerto de Motril, donde está contando su historia. Llegó a  Nairobi para emprender una ruta hacia el desierto del Sahara, allí las rutas migratorias lo llevarían a Argelia pasando por numerosas fronteras, pero nunca desapercibido. Su rostro atemora a muchos de sus camaradas que le acompañan en la travesía hasta Bouyafar (Marruecos), donde se subió a una balsa para cruzar el mar, pero otros se prestan a ofrecerle ayuda tanto durante, como con un pie ya en tierra firme.

Los operarios de Cruz Roja atienden a los migrantes llegados al puerto. / Miguel Pachón
Los operarios de Cruz Roja atienden a los migrantes llegados al puerto. / Miguel Pachón

Karma nunca pidió asilo en otros países donde había pasado. Su objetivo era llegar hasta Europa. Aquí quería buscar protección, y tras recorrer miles de kilómetros su primera palabra en Europa fue “Asilo”.

Fue el barco naranja quién los localizó en la mar. El equipo de la Guardamar Polimnia le dio su primer trago de agua y una manta tras sortear la temida ruta del Mediterráneo. Ahora su caso va a ser estudiado por España junto al apoyo de Cruz Roja y la ACNUR. Sin embargo en esta nación europea tan solo 3 de cada 10 solicitudes recibidas el año pasado fueron aceptadas, y los colectivos denuncian que la protección apenas cubre seis meses.

“Cómo podría explicarte, pero hay mucha gente en Marruecos que quiere cruzar desde allí” nos cuenta Moni tras llegar al puerto de Motril, viajaba con Karma en la misma balsa y destaca su viaje con las siguientes palabras: “Gracias a Dios tenemos buena salud, y le damos las gracias a Dios por salvarnos la vida. La verdad es que los refugiados de África no tienen otra opción, las fronteras están cerradas y las solicitudes de asilo no se tramitan en las embajadas en África, por lo que la alternativa para miles de personas es un mar donde el flujo entre Marruecos y España ha crecido más del 30% en los primeros nueve meses del año 2016, respecto al anterior.

Papeles mojados tras la huida de Sudán

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A las puertas de la sede de la Cruz Roja de Tarifa un grupo de fotografías y documentos familiares se secan. Es la única prueba de una pareja de sudaneses para demostrar su afiliación matrimonial y el fruto de su amor, Eline.

En la madrugada del 19 de agosto Mai y su familia se aferraron a los fondos de una balsa de juguete junto a otros 9 camaradas. A remo cruzaron las 7 millas que separa al continente africano del europeo en el Estrecho de Gibraltar. El tiempo era tan bueno que llegaron hasta 3 millas de la Isla de la Paloma en Tarifa, donde fueron rescatados.

No dejan de acariciar sus manos, acaban de sortear la ruta más peligrosa del mundo tras pasar años en Libia donde no pudieron embarcar en el Mediterráneo central. De Sudán llegaron a Egipto y cruzaron a la Libia del terror, la que sortearon para hacer Argelia y Marruecos, aquí no lograron su protección y emprendieron el viaje a Europa.

“En mi país la situación es muy loca” asevera a este corresponsal mientras sostiene en sus hombros a la pequeña Eline, su hija de 3 años con la que huyó. “En Sudán la gente se matan los unos a los otros, es lo más parecido a Siria que hay en África”, insiste este migrante sudanés. Repite lo de Siria una y otra vez, y es que hasta el sabe las dificultades para pedir asilo a los solicitantes que llegan de África, y la realidad lo encierra en los autobuses de la Guardia Civil.

Esta familia dividida huye del terror olvidado de un conflicto estancado en el África negra. El país más joven del mundo está anclado en una guerra civil marcada por débiles acuerdos de paz y la ausencia de ayuda humanitaria a los refugiados que sobreviven en los campamentos.

Pero mientras miles de personas siguen huyendo del horror, principalmente por el mediterráneo central,  en España el protocolo sigue dividiendo a familias como la Mai, el está en un Centro de Internamiento de Extranjeros a la espera de una resolución, su esposa e hija esperan junto a Cruz Roja emprender el fin de su viaje al norte de Europa. Es la primera vez los que dividen, sus papeles ya secos no sortean las estrictas normativas migratorias de España.

Familias desplazadas en Sortoni, en Darfur del Norte. Foto: UNAMID
Familias desplazadas en Sortoni, en Darfur del Norte. Foto: UNAMID

Los riñones de Feiruz

Las carcajadas retumban en la 520, la pequeña Feiruz vuelve a reír tras cruzar la delgada línea entre la vida y la muerte, sus pasitos ya recorren los entresijos del Hospital Infantil donde vive tras salir de un campo de refugiados eternizado en mitad del desierto argelino.

Era una madrugada de junio de 2016 cuando alertaban a la Federación Andaluza de Asociaciones Solidarias con el Sahara (FANDAS) del estado terminal de una pequeña refugiada saharaui de solo 6 años cuyos riñones no funcionaban. Las horas eras imprescindibles, pero finalmente logró subir al avión que la trasladó a Andalucía.

La Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Málaga (AMAPS) se responsabilizó de la menor que quedó ingresada en el hospital. El médico decretó el estado “terminal”, pero comenzó un proceso de diálisis, un filtrado intenso de su sangre ante la ausencia de sus órganos, algo que recibía en condiciones precarias en Tinduf, provincia argelina donde reside la causa del Pueblo Saharaui.

En los brazos de Feiruz cuelgan tres marcas, en la mano derecha las cicatrices de la diálisis, en la izquierda dos pulseras, una de identificación del centro hospitalario y otra donde está grabado “Sahara Libre”.

Tiene seis años pero le espera un proceso largo y complejo. Ya espera el trasplante de un riñón y una familia de acogida, ya que sus padres están enredados en la burocracia migratoria para lograr un visado que le permita llegar a España a ver su pequeña, el problema es que aquí ni el Frente Polisario ni la República Saharaui tienen estatus diplomático.

Pero en este tiempo Feiruz ha encontrado su riñón. Miguel, Antonia, Isabel, Margarita, y otros tanto que han pasado durante semanas junto a la menor convirtiéndose en sus órganos. Los voluntarios han entregado su tiempo y ganas para cumplir las funciones de sus riñones enfermos, se han convertido en su trasplante y cada día llevan de forma estricta las dietas, medicinas y hábitos de Feiruz, que encontró en la solidaridad la esperanza para vivir.

Sus órganos en Andalucía son personas con trabajo, de vacaciones, o simplemente con ganas de que Feiruz sobreviva, por ello pasan horas junto a la pequeña. Hoy sus gritos, carreras, risas y besos son parte de la quinta planta donde vive y recibe el cariño del personal médico, enfermos y familiares de enfermos que cada día han logrado salvar la vida de Feiruz.

Pronto saldrá del hospital, una familia le espera, mientras corre la lista de trasplantes la solidaridad hace sus funciones vitales que hoy por hoy la mantienen en pie gracias al empuje de las personas que donaron su tiempo y esperanza a la causa de un pueblo olvidada en los desiertos de los desiertos.

Polémica tras politización de la marcha pro refugiados de…

Una bandera del PSOE Andalucía en la marcha del día del refugiado. / Miguel Pachón
Una bandera del PSOE Andalucía en la marcha del día del refugiado. / Miguel Pachón

Más de 65 millones de refugiados tuvieron que huir de sus hogares a causa de la guerra, el expolio, la violencia, el paramilitarismo o la persecución sumaria, el 20 de junio se celebró el día internacional con una cifra en aumento que hace que uno de cada 113 habitantes del mundo sean solicitantes de asilo, algunos como el PSOE intentaron hacer de este dolor parte de la campaña.

Por primera vez en décadas Europa ha sentido en sus carnes la palabra refugiado, el más de millón y medio de solicitudes ha hecho que los estados miembros erigiesen al menos una decena de fronteras con el objetivo de frenar la llegada de las personas que huyen de las guerras. Para ello el acuerdo entre Turquía y la UE materializó un rechazo institucional al derecho internacional y a las propias normas comunitarias que siembre un precedente peligroso según organismos internacionales como MSF.

PSOE aprobó acuerdo de devoluciones con Marruecos precedente del tratado UE-Turquía

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Es bastante conocido el rechazo del PSOE al acuerdo contra los refugiados de Europa, sus dirigentes regionales y locales han participado en numerosas marchas contra acuerdo, pero siempre respetando la condición de ciudadanos. Lo cierto que este 20 de junio ha pillado en plena campaña, y no es de extrañar que los partidos hayan querido sacar rédito político.

En la marcha de Málaga los candidatos del PSOE acapararon la protesta con sus símbolos que entregaban incluso a refugiados que no hablaban español, ellos tampoco se lo explicaron en francés. Trataron de politizar una protesta internacional, incluso se fotografiaron junto al trabajo periodísticos de EntreFronteras.com que recogía los salvavidas de las personas muertas frente a las costas andaluzas.

Y todo esto puede parecer hasta coercitivo, muchos pensaran que tienen derecho, pero lo que ellos han olvidado es que su norma, la del PSOE, es el principal precedente de la norma españolas para las devoluciones en caliente y el acuerdo UE-Turquía ha estado inspirado en este. 

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El acuerdo entre España y Marruecos relativo a la readmisión de extranjero entrados ilegalmente, promovido por ejecutivo de Felipe González en el 1992, permitió un acuerdo entre ambos para expulsar a los migrantes que llegaban a España al reino alauí.

En el artículo uno de dicho acuerdo se especifica que “las autoridades fronterizas del Estado requerido readmitirán en su territorio, a petición formal de las autoridades fronterizas del Estado requirente, a los nacionales de países terceros que hubieren entrado ilegalmente en el territorio de este último procedente del de Estado requerido”.

Es decir, con este acuerdo se podría devolver a Marruecos los inmigrantes que salten las vallas de Ceuta o Melilla, o entre a través de las pateras, siempre que el vecino lo acepte, incluso sin tener que llevar a cabo un trámite administrativo.

Los artículos de este documento completo en el BOE presentado por el Gobierno del PSOE recuerda mucho a la norma que aplica ahora el ejecutivo en las fronteras, o la propia UE con Turquía que tanto ha criticado el PSOE en este 20 de junio de campaña electoral

Por ello no es de extrañar que muchos manifestantes el pasado 20 de junio le recordarán a los candidatos socialistas que mientras ellos están en la oposición apoyan a los refugiados y migrantes, y que cuando gobiernan aprueban normas para sus devoluciones y rechazos en fronteras. Una doble moral que muchos expresaban al grito de “no nos representan” y  “vergüenza”.

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Detenido el patrón de una patera al llevar a…

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Agentes de la Policía Nacional han detenido en Málaga, a un hombre -de nacionalidad marroquí y 50 años de edad- como presunto autor de un delito de “favorecimiento de la inmigración ilegal” después de que fuera identificado en una patera rescatada en alta mar con 26 personas a bordo. El arrestado fue identificado como la persona responsable de dirigir la embarcación desde su salida de Marruecos hasta España. Según las pesquisas, cada ocupante había pagado unos mil euros por el viaje.

Las investigaciones, iniciadas meses atrás, concluyeron el pasado día uno a raíz del rescate de una patera que intentaba entrar de forma irregular en España con 26 ciudadanos marroquíes. El bote había salido de la costa noroeste de Marruecos, próxima a la localidad de Nador, con la finalidad de alcanzar las costas españolas.

Tras numerosas pesquisas, los investigadores constataron que entre las personas rescatadas se encontraba un hombre que se había ocupado de los sistemas de navegación y orientación de la patera desde que salió de Marruecos hasta el momento en que fue interceptada. Así mismo, los agentes averiguaron que el investigado pertenecía a una red criminal integrada por ciudadanos marroquíes que captaron a compatriotas suyos interesados en ir a Europa. Los interesados, tras pagar en torno a los 1.000 euros a la red, fueron embarcados en un bote neumático que no reunía las condiciones mínimas de seguridad y que puso en peligro sus vidas.

El detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial que ordenó su ingreso en prisión.