Unos 400 personas, originarios de países subsaharianos, se han manifestado en el pueblo jienense de Villacarrillo pidiendo la aclaración del sucesos de un temporero malí que desapareció el pasado 18 de diciembre cuando trabajaba en la recogida de aceitunas.
La protestas que tenía un aval legal paralizó la recogida de la aceituna en un día tenso en una zona rural donde se está expandiendo las teorías “preferenciaristas”, en el que los ciudadanos autóctonos creen que se debe facilitar la contratación de vecinos autóctonos en vez de ciudadanos extranjeros, reprochando el derecho a la no discriminación en los procesos de selección.
Estas ideas suelen chocar entre patrones y vecinos, ya que antes de la crisis era difícil encontrar trabajadores para la recogida de la aceituna, y eran los extranjeros los que llevaban a cabo estas tareas. Ahora estos puestos son demandados por los afectados del paro en la construcción.
La protesta de los inmigrantes, que acabó con varios altercados, desató un cúmulo de críticas xenófogas en las redes sociales. Los manifestantes pedían acelerar la investigación y aclarar los hechos de este sucesos que está bajo secreto sumarial y que hasta el momento no se ha precisado si ha habido detenidos. Los vecinos criticaban lo sucedido.
Los comentarios en redes como twitter tenían un tinte racista como el del usuario «@manuelluquecan» que decía que «Villacarrillo, una muestra de lo que nos espera si no se pone coto, solo les falto los famosos machetes», o el de @Enri_Martnez «Que se vayan a tomar … a liarla ¿que culpa tiene los habitantes de #Villacarrillo de las opiniones de esos inmigrantes?»
Este tipo de protestas no es habitual, y aún menos en zonas rurales. Las manifestaciones son ejercicios con mayor presencia en los núcleos urbanos, pero cuando estas protestas vienen de los inmigrantes los grupo de ultraderecha aprovechan para ganar votos.
Miles de subsaharianos vagan por la provincia de Jaén en estos meses buscando un puesto de trabajo en la aceituna, muchos ven frustradas sus ambiciones pero otros lo consiguen, no obstante la mayoría duerme en las calles hasta finalizar la temporada, situación que choca entre vecinos, administración y trabajadores.
La llegada de Susana Díaz a la Presidencia de la Junta parece que no tornará mucho los intereses exteriores de la comunidad, a pesar de que ya ha dado pinceladas para que la región no sea una más en la agenda global. Díaz ofreció sus primeros tintes exteriores ante la reunión del Grupo Socialista y Demócrata del Parlamento Europeo, donde aclaró que sus intenciones seguían jugándose en Europa pero defendiendo políticas sociales que deben ejercer de ejemplo.
La presidenta de la Junta se mostró ante los eurodiputados como una líder de izquierda y con ganas de encender la mecha del cambio ante las políticas de austeridad llevadas desde Bruselas. El líder de los socialistas europeos, Hannes Swoboda, calificó a Díaz como la voz del «optimismo», tan necesario para afrontar las elecciones europeas. Pero Díaz también tiró de la oreja a la propia UE, a la que recriminó su incapacidad para lograr un acuerdo sobre asuntos migratorios tras la alerta del naufragio en la isla italiana de Lampedusa.
Y es que la presidenta sacó pecho a la situación de la inmigración, y puso a Andalucía como referente, ya que en esta comunidad ha sido donde más ciudadanos africanos han llegado a través de los peligrosos viajes en balsas de plástico o pateras en las últimas décadas. Díaz dejó claro la necesidad de una política en Europa que mejore la situación del asilo y el refugio en la UE que permita evaluar cada uno de los casos, ya que las últimas llegadas continuas de inmigrantes a las costas andaluzas dejaban en relieve la necesidad de estudiarlos porque la hambruna y la violencia eran los principales motores del viaje de unas personas pintadas de inmigrantes con cuerpos de refugiados.
Pero en Bruselas no sólo se cuecen asuntos tan importantes como la inmigración, sino políticas tan substanciales como la agricultura y la pesca, sectores elementales para la acción exterior de la Junta. Motivo por el que Díaz parece que mantendrá la actual oficina de la Junta en Bruselas. Allí, un grupo especializado trabaja día y noche para defender, muchas veces como lobbies, los interés de la comunidad autónoma ante las instituciones del ente supranacional.
Ese reto lo apostilló Díaz ante los eurodiputados reunidos en Málaga, y donde dijo que Andalucía debería ser la puerta a Europa en el mediterráneo y no el fin del continente. Una entrada que se interpreta como una mirada al norte de África que en los últimos años ha jugado un rol primordial en la estrategia exterior de la UE, y donde Marruecos es su principal socio, principal vecino andaluz.
La relación de Andalucía y Marruecos, sobre todo el norte, es una novela de amor ligada a la historia, la cultura y la convivencia. En los últimos años los puertos andaluces se han convertido en la puerta entre Europa y África. Y es normal que la cooperación transfronteriza entre ambas orillas sea buena, Andalucía juega ese papel positivo, y eso repercute en lo económico. La Fundación Tres Culturas es otro ejemplo de la búsqueda de una acción exterior ligada a Rabat, y cuya función no se ha cuestionado con el cambio de Gobierno.
Díaz ha dejado claro ante el parlamento andaluz su posicionamiento activo ante los acuerdos pesquero entre la UE y el reino alauí, que benefician fundamentalmente a la flota andaluza, y que simbolizan el gran acuerdo comercial entre ambas partes.
Pero este plan económico tiene sus defectos, y es el conflicto del Sahara Occidental, donde los socios de Díaz tienen muy claro cuáles son sus posturas. No obstante la presión de IU no ha sido suficiente ya que la presidenta de la Junta sigue con su plan exterior mirando al vecino marroquí.
Lógico. Ya que el papel de la acción exterior andaluza siempre ha estado ligado a la presidencia de la Junta, y que en estos últimos años sigue sin variar marcando como ejes fundamentales a Bruselas y Rabat, y aunque el peso de IU haya querido influir, Susana Díaz se muestra fuerte ante una acción exterior sin variantes.
Mirar al norte de Marruecos desde el sur de España es cada vez más frecuente entre los andaluces, que poco a poco van sabiendo que “hay otra Andalucía en el norte de Marruecos”.
Así comienza la conversación con Mohamed Sefiani, alcalde de la Ciudad de Chef-Chauen, una pieza de la historia de Andalucía en el norte del reino alauí. Chauen fue fundada en 1471 en el emplazamiento de una pequeña población bereber, y su población original estuvo compuesta por los andaluces, tanto musulmanes como judíos, expulsado por los Reyes Católicos.
Lo cierto es que un emir arabe, casado con una vejeriana, estructuró el pueblo tan similar al originario de su esposa que añoraba las calles estrechas de Vejer de la Frontera tras abandonarla por la conquista católica.
“Tenemos una historia de amor entre Vejer y Chauen” comenta Sefiani, y asegura que compartimos tanta historia que ”tenemos que trabajar juntos”, por ello este político marroquí capitanea una red de medinas mediterráneas con casco histórico ya que su objetivo es la conservación y valoración del patrimonio.
Y es cierto que Andalucía y el norte de Marruecos son demasiado similares, motivo por el que no extraña que tanto calles, paisajes y rasgos culturales sean tan semejantes. Pero el buen entendimiento entre dos vecinos siempre depende de los gobiernos centrales a pesar de los esfuerzos de la política local, y Chauen y Vejer también tiene algo en común, que tanto Rabat como Madrid están lejos.
Sefiani cree que es “natural que las relaciones entre España y Marruecos sean muy buenas” porque según el alcalde de Chauen tenemos “relaciones económicas muy buenas y relaciones históricas”.
El acalde de Chauen destacó durante la conversación que España haya sido el primer proveedor de Marruecos por primera vez en la historia del reino, y “sustituyendo a Francia”.
Pero a veces los choques entre los gobiernos afectan a las relaciones entre norte de Marruecos y sur de España, sin embargo este político emprendedor tiene claro que “la razón de vecindad no tiene otra solución que trabajar juntos” y asevera que así pueden “hacer muchas cosas”.
Los esfuerzos de la cooperación transfronteriza se han visto beneficio en el ámbito cultural que poco a poco se rasca más en una historia de Andalucía perdida en el norte de Marruecos y olvidada por los libros de texto que miran al norte que está más lejos que el sur.
Hace unos días el Ministerio del Interior de España ha iniciado las tareas de recolocación de las concertinas de acero en el perímetro fronterizo entre Melilla y Marruecos.
Tras las denuncias de distintas personas y colectivos, y tras demostrarse que causaban importantes lesiones, el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, se comprometió a quitarlas en 2006, fueron retiradas en 2007 y sustituidas por una sirga tridimensional.
Las concertinas o cuchillas fueron prohibidas tras los saltos que sufrió la alambrada y que causó numerosas víctimas a causa de sus afiladas puntas, pero ahora hemos descubierto que el fabricante de estas son la empresa malagueña European Security Fencing.
La compañía perteneciente a al Grupo Mora Salazar, y que visitó hace uno años el expresidente de la Junta de Andalucía, Pepe Griñán, es el único fabricante europeo de concertina y tiene clientes en los cincos continentes.
La empresa es especialista en la fabricación de cuchillas que se usan en puesto fronterizos de todo el mundo, y aunque no se ha precisado el gasto del ministerio en este elemento denunciado por las organizaciones internacionales, si han confirmado que se está usando el número 22.
Este tipo de concertina está compuesto de acero y con un grosor de 0,5mm, una longitud de cuchilla de 22mm y una separación de entre cuchillas de 34mm, está considerada como una concertina estándar de “gran efectividad y resistencia”.
La empresa vende a través de su web este tipo de concertina por 51,92 euros el rollo de 10-12 metros, por lo que si la valla tiene una superficie de unos 12 metrosel gasto sin instalación de la concertina superaría los 50.000 euros.
El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha asegurado esta mañana que el Gobierno español le concede la “máxima importancia al nuevo Protocolo de pesca entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos, por lo que está haciendo todos los esfuerzos para que el Parlamento Europeo lo ratifique en el Pleno que se celebrará en la primera quincena del mes de diciembre”.
En este contexto, Arias Cañete ha precisado que el Gobierno español ha impulsado una negociación entre la Comisión Europea y el Reino de Marruecos que diera satisfacción a las peticiones del Parlamento Europeo, “y creemos que en estos momentos se reúnen todos los elementos para que haya una mayoría importante que apruebe este Protocolo”.
Miguel Arias Cañete hacía estas declaraciones en Estrasburgo, donde mantiene diversos encuentros con responsables de comisiones parlamentarias y de los distintos grupos políticos en el Parlamento Europeo para impulsar su apoyo a la ratificación del nuevo Acuerdo pesquero entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos.
Según ha recalcado el ministro, se trata de “un acuerdo equilibrado, que tiene una compensación financiera razonable”. Además, a su juicio contiene todas las preocupaciones del Parlamento Europeo en cuanto al respeto a los derechos humanos y beneficia a las poblaciones costeras afectadas. Por lo tanto, el nuevo protocolo “reúne todos los requisitos que exigía el Parlamento para su aprobación”, ha reiterado.
Según ha detallado Arias Cañete, este Protocolo de pesca es “muy importante” para las flotas pesqueras de Andalucía y de Canarias, “para unas comunidades costeras españolas que atraviesan enormes dificultades económicas y sociales”. Por lo tanto, “al Gobierno le gustaría que los europarlamentarios españoles pensarán en las poblaciones costeras que se van a beneficiar de ese acuerdo”.
No es frecuente que las pateras, sin motor, llegen a la costa de Málaga, es más son pocas las que han llegado estos últimos años, pero el martes 1 de octubre Salvamento Marítimo interceptó a 16 millas de Estepona (Málaga) una patera con siete inmigrantes de origen magrebí a bordo.
La embarcación fue interceptada por la Salvamar Vega y los inmigrantes eran varones adultos y se encontraban en buen estado de salud.
Según Salvamento Marítimo, la patera fue avistada a 12 millas al este de Punta Europa por el buque portacontenedores Ernest Hemingway.
Los motivos de la llegada de esta embarcación a este punto de la costa andaluza son mucho, principalemntel por que la embarcación saliese desde un punto más al este, y parece que se confirma ya que las patrulleras de Marruecos interceptaron a 3 pateras con subsaharianos frente a Tarifa que estaba controladas por ONG.
Un dato que puede confirma el suceso es que las pateras con ciudadanos magrebíes, generalmente argelinos, no suele tomar el trayecto del estrecho, es más frecuente que salgan desde Alhucemas (Marruecos) u Orán(Argelia), por lo que posiblemente saldrían en el Mar del Alborán y no por el atlántico lo que los hizo aparecer en el municipio malagueño.
Otro de los motivos puede ser el viento de poniente que areció y que introdujo el viento del Terral en Málaga, motivo que pudo impulsar la embarcación hacia la costa de Estepona, pero se decarta ya que las otras pateras fueron interceptadas y los subsaharianos suelen viajar juntos.
La noticia conincidió el mismo día en el que Málaga acogía los premios sobre las migraciones en el que un joven rapero marroquí fue galardonado por su música protesta tras llegar a Andalucía oculto en un camión.
Miguel Doña, director del programa de la Cadena Ser Espacio de Encuentro, me dijo antes del evento que presentaba y tras charlar de la patera que “no cuestionamos como vienen, integrémoslos”.
Las costas andaluzas viven esta semana un flujo continuo de inmigrantes motivado por factores como los conflictos bélicos, la hambruna o la persecución policial en el norte de Marruecos y, en algunos casos, el sueño de ser futbolistas, y en otros, la necesidad de escapar de una muerte segura.
Los más de trescientos inmigrantes subsaharianos que han llegado estos últimos días a Tarifa (Cádiz) tienen ahora que definir su futuro tras ser interceptados, y la mayoría buscan mejorar sus vidas en países europeos, mientras que otros buscan protección internacional empujados por la hambruna en el Sahel o los conflictos armados.
El camerunés Brice Bobby, que llegó en balsa a Tarifa, ha asegurado a Efe que quiere llegar a Alemania, donde vive su hermano, porque «allí no hay crisis», y su compatriota Petgou, que ha viajado en la balsa junto a su mujer embarazada de siete meses, ha afirmado que su objetivo es huir de «la crisis permanente de África».
Los subsaharianos más jóvenes tienen otros sueños, como jugar al fútbol en el Barcelona o el Real Madrid, y es que muchos de estos inmigrantes son deportistas profesionales en sus países, como es el caso del camerunés Jaime, de 18 años, que ha señalado a Efe que ha venido a España para jugar al fútbol.
Otros, como Daniels Bisong, ya interno del CIE de Tarifa, está huyendo del conflicto armado en Congo, en el que murieron los ocho miembros de su familia.
Cuando llegó a Marruecos intentó ir a Melilla saltando la alambrada, pero dice que fue expulsado, tomó la patera «tras intentarlo todo por llegar a Europa» y pasó «mucho miedo».