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Andalucía

Proyectan el documental “Archidona. La cárcel de los migrantes”

El 21 de noviembre de 2017 el Gobierno de España encerró de forma ilegal a más de 500 migrantes de origen argelino en el Centro Penitenciario de Archidona. Allí fueron retenidos durante semanas y posteriormente expulsados a sus países.

El equipo de EntreFronteras ha realizado un documental de 25 minutos que resume aquellas semanas que acabó con la muerte de un interno y la deportación de los migrantes. La obra se estrenará el próximo 19 de mayo en la Casa Invisible, en Málaga (España) a las 20h local y contará con la participación de los abogados de los migrantes y los directores de la película.

  • ARCHIDONA

En el interior de la cárcel los migrantes denuncian falta de recursos, agua, ropa o el maltrato continuo de los migrantes en la Cárcel de Archidona. El 29 de diciembre de 2017 aparece en la celda 041 el cuerpo sin vida de Mohamed Boudalbala, un joven de 37 años que según la policía se habría ahorcado pero que los internos y sus familiares dicen murió a causa de las palizas de los agentes españoles.

La justicia archivo la causa y tener en cuenta el testimonio de los testigos o los familiares, el gobierno por su parte aceleró las deportaciones. Archidona ha sido la mayor vulneración de los derechos de los migrantes que sobreviven al Mediterráneo por parte de las autoridades europeas, en este caso una política a manos del gobierno conservador de Mariano Rajoy.

Andalucía

Expolio, el agua robada

Europa vive la peor crisis de desertificación de las últimas décadas. La falta de recursos hídricos por el modelo agrícola capitalista ha dejado a cientos de pueblo sin consumo de agua vida en regiones como Almería (España). El desarrollo agrícola de Almería ha ocasionado que este sector consuma en torno al 90 % de los recursos disponibles de agua.

Recursos que son en su mayor parte subterráneos, es decir acuíferos. La demanda de agua ha supuesto la sobreexplotación de éstos, hasta el punto de que en todas las zonas de agricultura intensiva hay restricciones legales para la ampliación de cultivos o el incremento de las extracciones de agua, prohibiciones que no se han respetado. La situación actual se puede definir, en Almería, como de sobreexplotación, pues se está extrayendo más agua de los acuíferos de la que entra, por lo que, a medio largo plazo, los acuíferos se acabarán agotando o salinizando, al encontrarse en su mayoría en zonas costeras.

Las empresas agrícolas que extraen el agua están ligadas a grandes transnacionales que están provocando no solo la desertificación de la región, sino el exilio de los pueblo ya que los vecinos no tienen agua como forma de vida (agricultura propia, potable, aseo,…). Grupos de activistas han denunciado un expolio constante de este recurso convertido en Derecho Humano y que los gobiernos de España han exportado en un modelo de negocio neoliberal que deja a los pueblos sin este derecho.

Andalucía

La masacre de «La Desbandá»

En la madrugada del 7 al 8 de febrero de 1937, más de 300.000 personas huyeron a pie y en condiciones extremas desde Málaga hacia Almería. Aquel éxodo masivo, bautizado como la ‘Desbandá’, fue atacado por tierra, mar y aire por el bando fascista y sus aliados italianos y alemanes, dejando entre 5.000 y 10.000 muertos.

La Marea recoge el testimonio de Remedios Carrillo, una de las supervivientes de esta tragedia, considerada como una de las mayores masacres de la Guerra Civil

Inmigrantes en la frontera del Tarajal de Ceuta. / Twitter Ceuta

Tarajal, 4 años de la tragedia

Un bosque de pino en Marruecos corona el último refugio del viaje de decenas de migrantes que se chocaron con la valla fronteriza de Ceuta (España). En los bosques de Belyounech aguardan su oportunidad para dar el salto al continente europeo, el sueño de muchos de ellos tras años viajando por el continente africano, que cada mañana divisan el continente europeo desde lo más alto del monte.

Pero el 6 de febrero de 2014 cambió la historia de las migraciones. Apenas había comenzado el amanecer cuando un grupo de unos 400 migrantes descendían de los montes cercanos a Ceuta. Su meta era el paso fronterizo del Tarajal. Allí hicieron frente a las agresiones de los cuerpos policiales de Marruecos consiguiendo finalmente llegar a la valla española.

La guardia civil los esperaba fuertemente amados con material antidisturbio. Muchos intentaron cruzar por el mar a nado otros saltando las alambradas. El uso desproporcionado de las fuerzas españolas y la falta de auxilio a los migrantes ocasionó la muerte de al menso 14 personas, todas ahogadas.

Magreb

No son pescadores, son empresarios

Estrasburgo ratificó el 10 de diciembre de 2013, día de los Derechos Humanos, el ansiado acuerdo de pesca entre la Unión Europea (UE) y el reino alauí, un acuerdo que faena a los pescadores, que no enriquece a nadie y que afianza el lazo político. Ahora, 4 años después el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea declaró no válido el acuerdo de pesca entre el bloque y Marruecos ya que su aplicación se extendería al Sahara Occidental, un territorio no autónomo en proceso de descolonización y donde su pueblo no goza de los recursos al estar exiliado en Argelia hace más de 40 años.

Los mayores afectados son los pescadores que pueden ver roto sus acuerdos, sobre todo los andaluces de Barbate que llegan hasta la zona de Kenitra (Marruecos), sin embargo las asociaciones de empresarios pesqueros declaran que lo primero es “su derecho atrabajar” y luego los derechos humanos, según Tomas Pacheco, Presidente de ABEMPE, “estas son decisiones no se deben tomar afectando a un acuerdo pesquero” y ha apostillado que “son problemas burocráticos que tendrán que defender en otro estadio y no implicando un acuerdo pesquero, los derechos humanos y todo lo que afecta al Sahara habrá organismos mejores que afectando al acuerdo pesquero”.

Estas palabras hieren a los saharaui, sobre todo sabiendo que los pescadores apenas superan un sueldo mínimo, y que vienen de uno de los pueblos más pobre de España. Les duele, porque los saharauis saben que el acuerdo no es pesquero sino político. “Marruecos no piensa en las familias de pescadores, piensa en que Europa reconozca su soberanía sobre el Sahara” comenta Quasadu Cori, activista de los derechos del Pueblo Saharaui.

Alimentos donados por la UE que han recogido las asociaciones solidarias de Andalucía para los refugiados saharauis. / S.R.
Alimentos donados por la UE que han recogido las asociaciones solidarias de Andalucía para los refugiados saharauis. / S.R.

El pacto pesquero denota su estrategia política ante el altísimo precio que pagan, y ante el poco beneficio que realmente repercute. Es más, si el dinero invertido al año para el acuerdo se repartiera entre la flota, cabrían a un sueldo de más de 4.000 euros mensuales para cada uno de los pescadores.

Expertos creen que el dinero desembolsado de la UE en Marruecos tiene un carácter político y su intención viene a desarrollar mejor su industria pesquera que beneficia directamente al desarrollo de Marruecos y beneficia al vecino europeo como socio privilegiado a la hora de comprar productos. Algo legítimo siempre que se trate de la soberanía marroquí, pero el reino defiende introducir los territorios ocupados del Sahara, algo que aceptan tanto los políticos conservadores en Europa como los empresarios pesqueros en puertos como los de Barbate.

De momento todo sigue su curso hasta que el Tribunal Europeo declare la nulidad del acuerdo como ya ocurriera con el agrícola. Lo que sorprende es que los empresarios pesqueros como ABEMPE no defiendan una alternativa a un acuerdo en el que se incluyan tan solo las aguas de Marruecos y no expolio los recursos de un pueblo que está exiliado desde hace décadas en las cloacas de la hamada argelina, y que va a seguir defendiendo sus pescados mientras sus hijos tan solo pueda comer la poca harina que llega de la ayuda humanitaria.

Fotografía de los campos de refugiados saharauis. / RASD TV
Fotografía de los campos de refugiados saharauis. / RASD TV