Inmigración

Manar pisa tierra en Europa tras huir del conflicto…

Foto difundida a los medios de comunicación de la refugiada antes de salir de Melilla. / F.B
Foto difundida a los medios de comunicación de la refugiada antes de salir de Melilla. / F.B

Manar Almustafa ha recorrido todo el norte de África tras huir de su casa cuando fue bombardeada por el régimen sirio, y hoy ha pisado tierra europea donde pretende recuperarse junto a su padre de las quemaduras sufridas en la guerra y las heridas psicológicas tras perder a una hija.

Manar huyó de la guerra por diferentes países, como Líbano, Egipto o Argelia y, al llegar a Melilla, se topó con la burocracia que le impidió viajar a la península para poder ser atendida de sus graves heridas.

Como otros exiliados del conflicto que vive Siria -hay más de dos millones en los países limítrofes-, ella decidió emprender un viaje que le llevase a Europa si tener que tomar un barco como los que arriban a las costas italianas.

Manar y parte de su familia invirtió su dinero en comprar varios pasaportes marroquíes que le permitieron el acceso a la ciudad autónoma de Melilla, donde ha vivido desde hace dos meses en un piso de alquiler tras escapar de su país con quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo.

Uno de sus hermanos, Mohamed Almustafa, ha señalado a los periodistas en el puerto de Málaga que se encuentran satisfechos y que lo primero que van hacer al llegar a Barcelona, donde vive su padre, es ir al médico especialista.

Almustafa ha agradecido la labor del Gobierno de España, de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), así como a las personas que le han ayudado en la ciudad autónoma.

«El viaje -ocho horas en barco- lo ha pasado bien, pero el problema son los dolores» ha destacado el hermano de la inmigrante siria quién ha manifestado que ha tenido que tomar pastillas contra el sufrimiento.

El padre de Manar no ha viajado hasta Málaga para recoger a los trece familiares que han llegado desde Melilla, y que se desplazaran hasta Barcelona por diversos medios para encontrarse con él en la ciudad condal.

El hermano de Manar ha lamentado la situación de su país, donde «todo el mundo tiene problemas con la guerra y la gente buscan países tranquilos».

La mujer del hermano de Manar también estaba en el bombardeo, y según Mohamed también va a ser atendida en Barcelona de las secuelas de la guerra.

El caso de Manar ha vuelto a sacar a la palestra las dificultades de los solicitantes de asilo en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que se manifestaron en octubre pidiendo su traslado a la península denunciando su mala situación en los centros de inmigrantes donde suelen residir.

Puedes continuar leyendo mi reportaje para la Agencia EFE en el diario La Vanguardia

Gibraltar

Feliz llanitos christmas

Una imagen de la roca de archivo. / Flick
Una imagen de la roca de archivo. / Flick

Hace varios meses que no visitaba la roca inglesa. Lo hice hace unos días, está ataviada de adornos navideños, pero parece que desde la última crisis de la frontera con España se ha gestado el cambio nacionalista.

El discurso “british” de Picardo ha calado a tal nivel que la bandera rojiblanca del peñón ondea menos que la del Reino Unido. A su gente le ocurre lo mismo, hay vecinos que hace meses que no salen, lo contrario que ocurre con los vecinos del Campo de Gibraltar. Estos cruzan la verja para comprar los detalles navideños, en una ciudad repleta de un comercio sin impuestos.

“Feliz christmas”, dice un llanito a otro en un café de la céntrica calle Main Street. La calle es uno de los motores del comercio local del peñón y donde los ingleses de la península ibérica suelen encontrarse. Lo mismo ocurre con los habitantes del Campo de Gibraltar. Es la calle de las compras, y Navidad se ha convertido en una campaña económica más que una festividad religiosa.

Pero las banderas británicas coinciden en estas fechas con los adornos navideños, y las tradiciones más andaluzas. El parlamento gibraltareño, al igual que muchas instalaciones españolas, tiene abierto la visita de su tradicional ‘Belén’ que es acompañado de los cotidianos villancicos españoles, desde ‘Campanas de Belén’ hasta la ‘Los peces en el río’.

Y es que pese a quién pese, las tradiciones entre los habitantes del Peñón coinciden entre los colonos ingleses y las influencias de los vecinos andaluces. Pero como es habitual sus políticos los separan, y entre los discursos nacionalistas se perjudican trabajadores andaluces, familias mixtas y hasta los menores que estudian a ambos lados.

Hoy, Navidad. En el peñón coinciden las tradiciones, y mientras ayer muchos vecinos de la roca celebraban la Noche Buena (costumbre española), hoy otros almorzaran celebrando la Navidad (costumbre inglesa).

Y aunque para muchos Gibraltar sea punto de estrasperlos y contrabando. Es también el paso entre dos ciudades hermanas separadas por nacionalidades.

Inmigración

Olivareros del Sahel

El jornalero Issa Keita en una posa para una foto del reportaje difundido por la Agencia EFE
El jornalero Issa Keita en una posa para una foto del reportaje difundido por la Agencia EFE

Andalucía vuelve a afrontar la campaña de la recolección de la aceituna con una nueva bajada de la contratación de trabajadores extranjeros a favor de la ocupación de jornaleros locales que, tras la caída de la construcción, vuelven al campo para ganarse la vida.

Todavía algunos inmigrantes del Sahel, región del África subsahariana, siguen trabajando en la zona oriental como es en Jaén, pero su presencia es poco frecuente en zonas como la occidental de Andalucía, comunidad que representa el 60 por ciento de la superficie del olivar de toda España.

Es el caso de Issa Keita, un hombre de 49 años procedente de Bamako (Malí), de los pocos subsaharianos que sigue trabajando en la aceituna, y lo hace en la localidad malagueña de Mollina, donde cada vez son menos los trabajadores extranjeros.

Entre los olivos se ven pequeñas cuadrillas recolectando la aceituna. La mayoría de los trabajadores son vecinos del pueblo aunque algunos de ellos son todavía empleados de origen magrebí o subsaharianos.

Keita, en su tercera campaña en la zona, trabaja para una finca privada donde recoge sus olivos con la ayuda de un paraguas, que es una máquina agraria que se engancha al tronco del olivo y lo hace vibrar descargando su fruto en él.

Este inmigrante maliense llegó hace nueve años en un viaje en cayuco a las Islas Canarias tras atravesar el desierto del Sahara por Mauritania. En su país, donde trabajaba de comerciante, dejó a sus tres hijos y a su esposa.

Confiesa que el empleo es duro pero que le gusta trabajar en el campo, ya que según él «se gana bien», y todos los días se desplaza desde su casa de Antequera (Málaga) al olivar donde trabaja.

Se siente afortunado de estar en el campo porque, según ha declarado a Efe, «si hay trabajo no hay problema», y ha añadido que su familia está contenta si trabaja, pues el problema de los inmigrantes es que tienen que enviar dinero: «si no trabajo -afirma Keita- no envío dinero a Bamako».

En Andalucía hay 200.000 olivicultores, y Keita trabaja con uno de ellos, José Manuel Aguilar, que a la vez es el presidente de la cooperativa Virgen de la Oliva de Mollina (Málaga). Él se encarga de manejar las máquinas mientras Issa varea los olivos.

Puedes continuar leyendo este reportaje para la Agencia EFE en el diario español El País

Inmigración

Rescatados diez niños usados como pasaportes humanos para entrar…

Imagen de un mujer subiendo a la embarcación de la Guardia Civil en Melilla. / G.C
Imagen de un mujer subiendo a la embarcación de la Guardia Civil en Melilla. / G.C

La Guardia Civil, en el marco de la operación “HERODOTO”, ha rescatado a 10 menores de edad que eran utilizados por las mafias de trata de seres humanos para facilitar el acceso de inmigrantes ilegales a la ciudad de Melilla. Han sido imputadas doce personas que manifestaban ser sus padres biológicos con el fin de garantizarse un procedimiento preferencial para acceder a Europa o evitar un procedimiento de expulsión. Las mafias suelen lucrarse utilizando tanto a estos niños como a las personas que intentan acceder a nuestro país a cambio de dinero.

Las investigaciones comenzaron el pasado año, cuando la Guardia Civil detectó un nuevo procedimiento utilizado por las mafias internacionales que tratan con seres humanos, que consistía en embarcar en pateras a mujeres con menores de edad, previo pago de entre 1.500 a 2.000 euros por persona para acceder a la ciudad de Melilla.

Tras las primeras investigaciones los agentes pudieron determinar que esos menores podrían no ser verdaderamente los hijos biológicos de quienes decían ser sus madres o conformaban una unidad familiar. Esta cuestión era difícil de acreditar, ya que afectaban a diversos ámbitos de derecho internacional, tanto público como privado y tenían que ser varias las Administraciones que actuasen coordinadas.

Por ello, se puso en marcha un protocolo de actuación en el que han colaborado INTERPOL, la Fiscalía de Menores, autoridades judiciales, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), la Dirección General del Menor y la Familia de la Consejería de Bienestar Social y Sanidad de Melilla y la Universidad de Granada para realizar las pruebas de ADN.

En el marco de este protocolo se realizó la prueba de ADN a 12 personas de procedencias subsahariana y argelina, con las que se ha puesto de manifiesto que en 10 casos no había vinculación biológica con los supuestos progenitores.

Los menores eran captados y comprados en terceros países por las organizaciones dedicadas a la trata de seres humanos y posteriormente entregados a inmigrantes adultos, también captados por estas redes para ser explotados en Europa. De esta forma la organización se aseguraba que los menores actuaban de “seguro o salvoconducto”, en su objetivo de acceder por vía marítima a Melilla.

Las mafias embarcaban a los adultos junto a los menores en pateras, en donde el adulto solía abusar de su superioridad y de la vulnerabilidad del menor (normalmente niños menores de 10 años) poniendo en riesgo sus vidas, salud e integridad física. Ya en una ocasión se recuperó el cuerpo de un menor fallecido por ahogamiento en el mar, cuyo cadáver no fue reclamado por ninguno de los inmigrantes que iban en la patera.

En otras ocasiones, cuando los inmigrantes eran interceptados por alguna patrullera de la Guardia Civil, amenazaban con lanzar al menor al agua, o incluso prender fuego a la embarcación en la que viajaban.

También se ha dado el caso de un menor que estuvo registrado en el CETI en dos ocasiones, con sus supuestas madres biológicas, una de las cuales llegó a dejarlo abandonado en el centro.

En otro caso se ha detectado a varias inmigrantes del CETI que decían ser madres biológicas de un mismo menor, con el fin de ser registradas como una unidad familiar. En realidad se comprobó que este menor había sido vendido por 20.000 dinares por su verdadera madre biológica, que también se encontraba acogida en el mismo centro.

Asimismo, se han dado casos de unidades familiares registradas en dicho centro que al saber que estaban siendo investigadas por los agentes han abandonado el lugar con el menor.

Los menores rescatados están bajo la tutela de los servicios sociales de la Ciudad Autónoma de Melilla. Además, tras la realización de estas investigaciones y comprobaciones por parte de las distintas autoridades que han participado, se ha conseguido que las mafias dejen de usar a los menores en este tipo de prácticas.

Sahara Occidental

Anzuelo político para la pesca

Los ministros de pesca de España y Marruecos. / Magrama
Los ministros de pesca de España y Marruecos. / Magrama

Estrasburgo ha ratificado el día de los Derechos Humanos el ansiado acuerdo de pesca entre la UE y el reino alauí, un acuerdo que faena a los pescadores, que no enriquece a nadie y que afianza el lazo político. Un anzuelo mordido por las partes que se caracteriza por callar a pescadores, llenar bolsillos poderosos y no repercute sobre la población.

El protocolo aprobado por 311 votos en el parlamento europeo tiene una vigencia de cuatro años, con una contrapartida financiera aproximada de 40 millones de euros por cada uno de los cuatro años de duración del acuerdo.

Pero el pacto denota su estrategia política ante el altísimo precio que pagan, y ante el poco beneficio que realmente repercute. Es más, si el dinero invertido al año para el acuerdo se repartiera entre la flota, cabrían a un sueldo de más de 4.000 euros mensuales para cada uno de los pescadores, cuyo sueldo raras veces supera el mínimo. Según el Ministerio de esta cantidad, 16 millones corresponden a derechos de acceso y 14 millones en concepto de apoyo sectorial y cooperación al sector pesquero marroquí, y 10 millones procedentes de los pagos por licencias de los diferentes operadores que, en el caso español, suponen un incremento aproximado del 12%.

Expertos creen que el dinero desembolsado de la UE en Marruecos tiene un carácter político y su intención viene a desarrollar mejor su industria pesquera que beneficia directamente al desarrollo de Marruecos y beneficia al vecino europeo como socio privilegiado a la hora de comprar productos. Algo legítimo siempre que se trate de la soberanía marroquí.

No ocurre lo mismo cuando el dueño del pescado se alimenta de la ayuda humanitaria mientras que los estados desarrollados saborean sus recurso , y es que el último de los acuerdos, inhabilitado por el Parlamento Europeo, permitía pescar en aguas del Sahara Occidental, el recién aprobado, la pesca puede realizarse en “aguas que se encuentren bajo la soberanía o jurisdicción del Reino de Marruecos”, es decir incluye el Sahara, para ello la UE acordó que los beneficios debían repercutir sobre la población autóctona, divididos entre los campamentos de refugiados de Tinduf, controlados por el Frente Polisario, y la antigua colonia española, bajo domino marroquí.

Sin embargo, no ha habido una comprobación de que el pueblo Saharaui pueda obtener los recursos de esos beneficios, es más la premio Nobel de la Paz no ha preguntado a su población, en proceso de descolonización, de manera democrática.

Las relaciones entre Marruecos y la Unión Europea son más que necesarias ya que los beneficios mutuos son legítimos y perceptibles. Pero obtener los recursos de una región en conflicto perjudica a la ética, y un ente supranacional que quiere dar ejemplo de respecto internacional no puede quebrantar el derecho a la autodeterminación y picar de un anzuelo político.

El acuerdo de pesca da trabajo a una flota que da de comer a sus hijos, pero que olvida a los niños abandonados en el desierto cuyo pescado nunca probaron, y que ahora es esquilmado. La necesidad de solventar el conflicto del Sahara en el que los saharauis puedan decidir su independencia o integración con Marruecos solo se consigue con buenos gestos, y la UE debe apoyar ese acuerdo, el del referéndum, antes de llevarse el pescado y permitir unas relaciones bilaterales donde reine la cordura entre Marruecos y la UE, y no un acuerdo manchando por la ilegalidad.

Andalucía

Bruselas y Rabat, el eje de la acción exterior…

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en un mitin del PSOE. / Oficial
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en un mitin del PSOE. / Oficial

La llegada de Susana Díaz a la Presidencia de la Junta parece que no tornará mucho los intereses exteriores de la comunidad, a pesar de que ya ha dado pinceladas para que la región no sea una más en la agenda global. Díaz ofreció sus primeros tintes exteriores ante la reunión del Grupo Socialista y Demócrata del Parlamento Europeo, donde aclaró que sus intenciones seguían jugándose en Europa pero defendiendo políticas sociales que deben ejercer de ejemplo.

La presidenta de la Junta se mostró ante los eurodiputados como una líder de izquierda y con ganas de encender la mecha del cambio ante las políticas de austeridad llevadas desde Bruselas. El líder de los socialistas europeos, Hannes Swoboda, calificó a Díaz como la voz del «optimismo», tan necesario para afrontar las elecciones europeas. Pero Díaz también tiró de la oreja a la propia UE, a la que recriminó su incapacidad para lograr un acuerdo sobre asuntos migratorios tras la alerta del naufragio en la isla italiana de Lampedusa.

Y es que la presidenta sacó pecho a la situación de la inmigración, y puso a Andalucía como referente, ya que en esta comunidad ha sido donde más ciudadanos africanos han llegado a través de los peligrosos viajes en balsas de plástico o pateras en las últimas décadas. Díaz dejó claro la necesidad de una política en Europa que mejore la situación del asilo y el refugio en la UE que permita evaluar cada uno de los casos, ya que las últimas llegadas continuas de inmigrantes a las costas andaluzas dejaban en relieve la necesidad de estudiarlos porque la hambruna y la violencia eran los principales motores del viaje de unas personas pintadas de inmigrantes con cuerpos de refugiados.

Pero en Bruselas no sólo se cuecen asuntos tan importantes como la inmigración, sino políticas tan substanciales como la agricultura y la pesca, sectores elementales para la acción exterior de la Junta. Motivo por el que Díaz parece que mantendrá la actual oficina de la Junta en Bruselas. Allí, un grupo especializado trabaja día y noche para defender, muchas veces como lobbies, los interés de la comunidad autónoma ante las instituciones del ente supranacional.

Ese reto lo apostilló Díaz ante los eurodiputados reunidos en Málaga, y donde dijo que Andalucía debería ser la puerta a Europa en el mediterráneo y no el fin del continente. Una entrada que se interpreta como una mirada al norte de África que en los últimos años ha jugado un rol primordial en la estrategia exterior de la UE, y donde Marruecos es su principal socio, principal vecino andaluz.

La relación de Andalucía y Marruecos, sobre todo el norte, es una novela de amor ligada a la historia, la cultura y la convivencia. En los últimos años los puertos andaluces se han convertido en la puerta entre Europa y África. Y es normal que la cooperación transfronteriza entre ambas orillas sea buena, Andalucía juega ese papel positivo, y eso repercute en lo económico. La Fundación Tres Culturas es otro ejemplo de la búsqueda de una acción exterior ligada a Rabat, y cuya función no se ha cuestionado con el cambio de Gobierno.

Díaz ha dejado claro ante el parlamento andaluz su posicionamiento activo ante los acuerdos pesquero entre la UE y el reino alauí, que benefician fundamentalmente a la flota andaluza, y que simbolizan el gran acuerdo comercial entre ambas partes.

Pero este plan económico tiene sus defectos, y es el conflicto del Sahara Occidental, donde los socios de Díaz tienen muy claro cuáles son sus posturas. No obstante la presión de IU no ha sido suficiente ya que la presidenta de la Junta sigue con su plan exterior mirando al vecino marroquí.

Lógico. Ya que el papel de la acción exterior andaluza siempre ha estado ligado a la presidencia de la Junta, y que en estos últimos años sigue sin variar marcando como ejes fundamentales a Bruselas y Rabat, y aunque el peso de IU haya querido influir, Susana Díaz se muestra fuerte ante una acción exterior sin variantes.

Texto publicado en los periódicos del Grupo Joly

Inmigración

Entregan a Interior 10.520 firmas para frenar el internamiento…

Grupo de subsaharianos a su llegada a la costa andaluza. / Guardia Civil
Grupo de subsaharianos a su llegada a la costa andaluza. / Guardia Civil

Doce organizaciones entregan 10.520 firmas rechazando la detención de migrantes en Centros de Internamientos de Extranjeros (CIE) como medida para el control migratorio.

Las organizaciones, donde destacan Amnistía Internacional o Andalucía Acoge, han considerado en un comunicado que los CIE son lugares susceptibles de violaciones de derechos humanos y han recordado a las autoridades españolas que el nuevo reglamento de funcionamiento de estos centros, actualmente en tramitación, debe garantizar los derechos de las personas internadas.

Las entidades han entregado una carta al Secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez Vázquez, en la que muestran su preocupación por la detención indiscriminada de muchas personas extranjeras en situación administrativa irregular, sin valorar previamente sus circunstancias particulares y la existencia de otras medidas alternativas posibles, previstas en la Ley Orgánica de Extranjería.

“Las cifras de internamiento en España son muy altas, unas 50.000 personas han pasado por los CIE en los últimos tres años. Muchas más son expulsadas directamente desde comisaría. Se está privando a migrantes de libertad de forma excesiva y sin las cautelas y garantías previstas en la Ley, lo que vulnera el derecho a la libertad”, ha asegurado Cristina Manzanedo, portavoz de la organización Pueblos Unidos.

No existen cifras públicas anuales sobre los CIE, aunque las autoridades españolas aseguran que solo se está internando a personas con antecedentes penales. Sin embargo, tan solo un tercio de las personas visitadas en 2012 por Pueblos Unidos en el CIE de Aluche tenían condenas penales. Asimismo, según datos oficiales solicitados por Defensor del Pueblo y por el Congreso, casi la mitad de las personas internadas en los CIE no son finalmente expulsadas, lo que indica que en muchos casos, la privación de libertad de estas personas era improcedente.

Las organizaciones resaltan que la detención y el ingreso en un centro de internamiento de extranjeros (CIE) debe ser una medida excepcional, después de una valoración individual de cada caso concreto y una vez que se hayan explorado todas las medidas alternativas. Además, aseguran que no debe internarse a personas vulnerables, refugiados, mujeres víctimas de trata de seres humanos, menores, o progenitores con menores españoles a su cargo.

Tanto el retraso como el contenido del nuevo reglamento de funcionamiento de los CIE, que el Ministerio de Interior prepara desde enero de 2012, también es motivo de preocupación de las organizaciones, que recuerdan que el documento debe revisar el modelo de funcionamiento de los CIE, garantizar los derechos de las personas internadas y prevenir y asegurar mecanismos frente a agresiones u otros tratos inhumanos o degradantes que se produzcan en el interior de los centros y durante la ejecución de las expulsiones.