Este martes se confirmó la mayor tragedia de las migraciones en el Mar Mediterráneo cuando al menos 400 migrantes habrían fallecido en el naufragio de una barcaza que iba de Libia a la isla italiana de Lampedusa.
Ya camina por tierra firme, pero todavía sueña con los 14 kilómetros que le separaban de Europa. Partió sola hace años de Camerún para encontrar el dorado pero tras atravesar el estrecho junto a otros diez africanos en una pequeña balsa de plástico ahora cree que no merece la pena arriesgar tanto para un continente que no ofrece las oportunidades que pensaba y que le ha costado la vida a miles de personas en el mar.
“No fue fácil, nosotros sabíamos que arriesgábamos nuestras vidas por atravesar el mar mediterráneo, porque antes que nosotros fueron muchos los que murieron en este mar y perdieron sus vidas, antes que nosotros muchos niños murieron en el agua” relata Zaineb, ahora vive en un centro de Migrantes de Cruz Roja y como muchos jóvenes llegó a Marruecos para atravesar el estrecho.
Como ella son muchos los que se juegan la vida intentado atravesar el estrecho en los últimos años, sus labios relatan la historia de ella pero sabe que pronto serán sus hermanas las que quieran llegar a Europa. “Yo ya estoy en Europa y no puedo aconsejar a mis hermanas que arriesguen sus vidas en el mediterráneo”. Esta joven migrante como otros mucho creyó que encontraría respuestas a su vida pero ahora tras varios meses de su llegada pide a sus familiares que no arriesguen: “aquí no está el dorado”.
“Sé que no es fácil en nuestros países africanos pero no es la mejor opción (cruzar el mar), porque al final no encuentras una vida mejor”. Y es que el boca a boca en los países africanos, las redes sociales y hasta los medios de comunicación locales presentan a Europa como una realidad que aboca a muchos ciudadanos africanos a buscar respuestas a la situación de expolio continuado de sus naciones.
La realidad es que en Europa la crisis económica y social ha llevado a los gobiernos neolibreales a aplicar políticas contrarias a los derechos de los propios migrantes, como es el caso de la operación “Tritón” en el Mediterráneo que cuenta con apenas el 30% de los recursos de la operación “Mare Nostrum”.
Pero sin duda la guinda del pastel está en España, la aprobación de las devoluciones en caliente facilitan según los expertos la búsqueda de nuevas técnicas para cumplir sus objetivos, “no se pueden poner barreras al campo” señala Isaías Barrenada de la Red Euromediterránea de DDHH quién resalta que “no pueden despojarse de derechos fundamentales a las personas que se ven forzadas a migrar”.
Las políticas fronterizas favorecen a la ruta más peligrosa del mundo y es que en los primeros tres meses de este año han muerto 480 personas intentando alcanzar a la costa italiana, según la Organización Internacional de Migraciones (OIM), mientras que en el mismo periodo del año pasado murieron 50. Más de 10.000 consiguieron llegar, según datos del Ministerio de Interior.
En todo el año 2014 se estima que fallecieron ahogadas unas 3.500 personas, mientras 170.000 consiguieron llegar a Italia. Y es que las políticas de la UE engordan el cementerio líquido más grande del mundo.
Un total de 1.469 inmigrantes fueron rescatados en las últimas horas mientras intentaban llegar desde Libia a las costas italianas, informó la Guardia costera italiana en una nota. La Marina Militar y la Guardia Costera fueron los encargados de socorrer a las barcazas que llegaron durante todo el día de ayer, en una nueva llegada de migrantes tras varias semanas de tranquilidad.
Según los últimos datos proporcionados por el Ministerio del Interior relativos a febrero, el número de migrantes desembarcados en las costas italianas aumentó un 43% con respecto a 2014, con un total de 7.882 frente a los 5.506 del mismo período del año anterior.
Si se mantiene ese ritmo de aumento se podría sobrepasar el récord que Italia batió en 2014, cuando llegaron más de 160.000 migrantes, una cifra que multiplicó por cuatro las más de 40.000 personas del año 2013.
En tierra, los centros de acogida en puertos como el italiano de Lampedusa se saturan y no pueden atender a tantas personas, como las que están llegando de los países expoliados.
El Gobierno de España anunció ayer que rectificará parcialmente el Real Decreto introducido en abril de 2012 y permitirá el acceso de los inmigrantes irregulares a la atención primaria de salud, un rectificación que se anuncia a dos meses de las elecciones locales, curiosamente donde pueden votar la población migrante y justamente tras el desplome del Partido Popular en las elecciones de Andalucía.
Y es que el debate entre el bipartidismo se centró en los servicios públicos, sobre todo la salud, y es que mientras Susana Díaz repitió en cada pueblo de Andalucía que el PP iba a privatizar la sanidad parece que su mensaje caló tanto que el PP perdió 17 diputados.
La medida electoralista destruyó el sistema universal de Salud en España, y aunque seis comunidades españolas ya ofrecían servicios a los migrantes, la realidad es que la brecha no tenía proporción con los datos.
Según “Stop Rumores” las personas inmigrantes consultan un 7% menos al médico de cabecera que las españolas, y mientras el 57,7% de la población española ha acudido al menos una vez en el último año en el caso de los migrantes tan solo lo hizo un 12,7%.
La estimación de gasto público en Sanidad empleado en el colectivo inmigrante en los últimos años fue del 6,5%, cifra que desacredita las políticas del PP. Sin embargo el Gobierno, que no responde, no ha ofrecido a los españoles cuánto dinero a ahorrado en estos años de sin sanidad a los migrantes.
Por su parte el Observatorio de Derecho a la Salud Universal de la Comunidad de Valencia (ODUSALUD) considera que el comunicado del gobierno es insuficiente, ambiguo y deja de lado las verdaderas razones de justicia y equidad en las que se apoya el derecho universal a la asistencia sanitaria.
Según este organismo el mantenimiento de limitaciones para algunos ciudadanos en el acceso a nivel
es sanitarios que no sean Atención Primaria y la imposibilidad de exportar el derecho a la asistencia sanitaria en el marco de la Unión Europea y de los convenios colaterales internacionales de asistencia “son incongruentes con la apelación a la equidad, territorial o de cualquier otro tipo, a la que el gobierno se refiere en algunas de las declaraciones”.
El 31 de marzo, con la publicación en el BOE, ha entrado en vigor la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana. Esta Ley, además de contemplar recortes de derechos para el conjunto de la ciudadanía, introduce una Disposición Adicional Décima en la Ley de Extranjería cuyo objetivo es proporcionar cobertura legal a las devoluciones sumarias de inmigrantes que se producen en las fronteras de Ceuta y Melilla.
Poco han importado las protestas del conjunto de entidades que trabajan por los derechos humanos, así como las llamadas de atención de juristas, organismos nacionales e internacionales como el Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa y del resto de formaciones políticas con representación en el Parlamento. Finalmente, la norma ha sido aprobada a pesar de que no subsana la vulneración de los Tratados internacionales ratificados por España y que por ello forman parte del Ordenamiento jurídico español, de la normativa comunitaria, de la Constitución y de los principios básicos de un Estado de Derecho.
Tras la aprobación de esta ley, se legalizan las devoluciones de quienes sean detenidos en el vallado fronterizo, sin necesidad de procedimiento administrativo alguno ni garantías como derecho a la defensa jurídica e intérprete. Además, y aunque se especifica que las solicitudes de protección internacional “se formalizarán en los lugares habilitados al efecto en los pasos fronterizos”, se deja la puerta abierta a la exclusión del derecho de asilo a miles de personas provenientes de países en conflicto que intentan acceder a Europa, vinculando indebidamente este derecho a la forma de entrada en territorio español.
CINCO PUNTOS BÁSICOS PARA ENTENDER LA LEY MORDAZA SOBRE DEVOLUCIONES DE MIGRANTES:
La región española de Andalucía tendrá el próximo domingo elecciones autonómicas. Aunque las encuestas confirman el declive del bipartidismo, estos siguen alardeando de los buenos resultados económicos, pese a que la población no comparte las cifras oficiales.
El miedo, ese es sin duda el fenómeno más sentido entre los seis millones de andaluces llamados a las urnas el próximo domingo, y es que la comunidad más afectada por la crisis sigue secuestrada por el bipartidismo que emite mensajes de estabilidad ante el auge de las fuerzas progresistas a los que acusan de desmantelar el sistema europeo.
Los nueve millones de andaluces que conforman la comunidad autónoma más grande de Europa, y una de las más influyentes, viven estos días el bombardeo de amenazas generadas por los dos grandes partidos. Estos son algunos ejemplos de la campaña contra PODEMOS , Susana Díaz (PSOE-A) “Podemos está comprando el discurso a la derecha”, Rajoy (PP) «Las ventoleras ideológicas nos pueden llevar a la ruina más descarnada».
El PSOE es el único partido que ha gobernado Andalucía en los últimos 33 años, un discurso basado en el derecho de los trabajadores, las políticas sociales y la gestión del subsidio agrario, esos si con las espaldas llenas de acuerdos con grandes empresas internacionales y bancos a los que forró de subsidios con falsas promesas que han desembocado en los peores casos de corrupción de Europa sobre ayudas públicas.
Los datos desacreditan sus políticas. Andalucía vive una tasa de paro del 34%, y en el caso de los jóvenes roza el 70%. Es más, casi 40.000 jóvenes migraron desde la llegada de la crisis al resto del mundo, y el PSOE presume de que el empleo crece un 2,5%, dato real, pero que significa la precarización y la reducción de ciudadanos, ya que la pobreza sigue aumentando. El 35% de la población de Andalucía necesita ayudas para poder alimentarse según informes de organismo independientes como Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza.
El modelo que abogan en estas elecciones es el continuista, esos sí combatiendo la derecha de Rajoy, prima del socialismo europeo que aplica las recetas de austeridad que acordaron con Ángela Merkel. El PP por su parte, ganó las últimas elecciones andaluzas, pero nunca gobernó, y apuesta por el modelo de Mariano Rajoy en España para Andalucía, sin embargo el tejido productivo de Andalucía tiene un toque agrario que no procesa con la derecha.
El campo es hoy frente de discordia, aunque Andalucía es bastión del antiguo PSOE hoy lo sigue votando por tradición, pese a que sus políticas sean neoliberales, un arraigo que han intentado abrir ventas las fuerzas progresistas como Izquierda Unida o Podemos.
Estos dos partidos tienen la alternativa social a una comunidad en riesgo de exclusión, y tradición del voto progresista. Ambos representan la solidaridad de los pueblos de Andalucía, los trabajadores y sobre todo el campo de Andalucía. Sus fuerzas representan el mano a mano para combatir la crisis y son participes de los cambios sociales que se han vivido en las calles. Por ello, no es de extrañar que Podemos siga llenando plazas céntricas de Andalucía para ofrecer sus propuestas mientras el PP o el PSOE llenen los hoteles cargados de viejos militantes.
Las calles vuelven a tener el sitio que ganaron el 15 de mayo en Andalucía. Pero el bipartidismo en Andalucía no solo está en sus últimas y es que aunque su militancia es fuerte, el voto del indeciso, el migrante y hasta el hastiado será más que fundamental en unas encuestas disparatadas que siguen dando la victoria al PSOE en Andalucía, pero con un mínimo ingobernable.
La izquierda en Andalucía vuelve a ofrecer profesionales progresista al servicio de la política (profesores, abogados, sindicalistas, trabajadores…), frente a políticos con carreras alimentados de la oligarquía que olvidaron que el pueblo es soberano.
El hambre, la corrupción, el desempleo son consecuencias de las políticas aplicadas por PSOE y PP en Andalucía, una serie de recetas que los partidos emergentes plantean cambiar tras los resultados del 22 de marzo, unos comicios que serán el primer examen político de Europa tras la victoria de Syriza en Grecia.