Italia olvida a Rossella

Italia olvida a Rossella

Manifestantes italiano piden la liberación de Rossella en Milám. /Dino Ledda (Facebook)

Un grupo de amigos de Rossella Urru, la cooperante italiana secuestrada por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) en los campamentos de refugiados de Tindouf, se han manifestado en las calles de Milán para pedir la rápida liberación de la cooperante.

Los amigos de la cooperante se han quejado de la poca información pública del caso ante los medios de comunicación que apenas nombraron a Rosselle el día del secuestro, y hasta el momento no han ofrecido información. Además, según han denunciado a través de las redes sociales muchos viandantes demandaron a los manifestantes de Milán “¿Quién era Rossella?”, quedándose perplejos ante la respuesta, según comentaba Dino Ledda a través de Facebook.

La crisis italiana, el cambio de gobierno y el revuelo social han apartado el secuestro de la cooperante italiana a un segundo plano de las agendas informativas, algo que preocupa a sus familiares y amigos que han tenido que crea una web (http://www.rossellaurru.it/), donde denunciar la situación del secuestro de la italiana, y buscar mayor apoyo para obtener información de los secuestrados.

Rossella en Rabuni . / OW

La última noticia de Rossella Urru fue en la noche del 23 de octubre cuando una mafia Tuareg de origen maliense que colabora con AQMI, según fuentes saharauis, entró con un vehículo todoterreno en el protocolo, lugar de residencia de decenas de cooperantes, de Rabuni, hirió al guarda de seguridad y raptaron a tres cooperantes.

Tras la maniobra de secuestro salieron del edificio de adobe y cal con Rosselle, Ainhoa Fernández, nata en Extremadura y cooperante de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura y Enric Gonyalons, cooperante de la asociación vasca Mundubat. Este último resultó herido de bala en la rodilla según fuentes del Polisario, al intentar resistirse.
Hasta el momento ni el Gobierno español ni el italiano se han pronunciado sobre los avances de las negociaciones, y estas se mantienen en un estricto secreto.

Sergio Rodrigo

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