A sesenta años de la firma del Tratado de Roma, que posibilitó la constitución de la Unión Europea, los comunitarios temen por el futuro del bloque geopolítico. La localidad española de Fungirola es uno de los municipios europeos con mayor número de residentes comunitarios y ante la salida del Reino Unido existe incertidumbre por el estatus migratorio de sus residentes británicos, así como expectativa por el impacto de este proceso. ¿Europa es hoy Un bloque hacia la unidad o un puzle en desintegración?
Con la tensión por el brexit y el terrorismo latente, se espera que miles de manifestantes tomen las calles para criticar el funcionamiento de la UE.
Los jefes de Estado o de Gobierno de los 27 países de la Unión Europea (UE), sin Reino Unido, conmemoran este sábado 60 años de haberse firmado los Tratados de Roma, que dieron pie a la fundación de la organización comunitaria que actualmente, sobrevive en crisis.
Con el brexit en la sombra, los líderes de la UE se reunirán en la capital italiana (Roma) donde se espera la firma de una declaración sobre el futuro de la organización, que está desprestigiada entre los ciudadanos europeos.
Ceuta ha vivido hoy el salto más numeroso de las últimas décadas. Según las autoridades y el 112 de Ceuta unos 500 migrantes habrían llegado a la ciudad autónoma de España sorteando la alambrada fronteriza. Hay numerosos heridos a ambos lados, y 25 han tenido que ser trasladado al hospital de Ceuta.
Es curioso pero todo esto surge varios días después de que las autoridades de Marruecos advirtieran el pasado 6 de febrero, a través de un comunicado, que el cumplimiento de la sentencia de la Corte de Justicia de la UE del 21 de diciembre que excluye al Sahara Occidental dentro del acuerdo agrícola, tendría consecuencias en varios ámbitos, principalmente el migratorio.
En Marruecos numerosos heridos y una persona inconsciente al caer desde arriba de la valla. Salto #valla Ceuta.
El ministerio de Agricultura marroquí señaló que cualquier obstáculo respecto a los acuerdos agrícolas y de pesca conllevaría el riesgo de que se reanude “el flujo migratorio que Marruecos, mediante un esfuerzo sostenido, ha conseguido gestionar y contener”.
Analistas y fuentes saharauis aseguran que este salto “nada tiene de casualidad” y que Marruecos pretende presionar a la Unión Europea ante la complicada relación tras las sentencias europea que excluia al Sahara del acuerdo agrícola ya que violaba el derecho internacional en referencia a lo que el Reino Alauí considera “provincias del sur” que Europa señala en realidad son “territorios ocupados”.
La crisis UE-Marruecos ha salpicado de lleno al ejecutivo de Rajoy que tanto su ministro del interior, con reunión en Bruselas, como el Secretario de Estado tratan de analizar la situación. Por ello el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, informará este viernes desde Ceuta de los últimos datos sobre el operativo dispuesto por el Gobierno tras la entrada de los migrantes.
No sorprende este encontronazo, ya ha ocurrido en otras ocasiones. Lo que llama más la atención es como España mercadea con las numerosas personas que se rifan en las vías clandestinas la vida y la muerte ante el cerrojazo de Europa a conceder visados.
Los países más ricos del mundo tan solo acogen al 3% de los refugiados según un informe de Oxfam (Oxfam Intermón en España) que además o revela que en algunos países la acogida de refugiados sirios se ha retrasado por los largos procesos, los controles de seguridad y un clima político cada vez más hostil.
Oxfam Intermón ha revisado las políticas de reasentamiento de ocho países (Alemania, Australia, Canadá, España, Estados Unidos, Países Bajos, Reino Unido y Rusia) y ha concluido que en algunos países los largos procesos, los controles de seguridad y un clima político cada vez más hostil han retrasado la acogida de refugiados sirios. En otros países, sin embargo, se ha registrado un aumento de la voluntad política y de los recursos humanos y financieros, lo que ha favorecido el reasentamiento.
España se comprometió en marzo de 2016 a reasentar a 1.449 personas sirias refugiadas en dos años, pero en nueve meses sólo han llegado 289, es decir, el 20%, todas desde Turquía y Líbano. El Gobierno español tiene que facilitar los medios para acelerar el proceso y mostrar voluntad política. La cuota justa de personas refugiadas que España debería reasentar es de 16.031, según cálculos de Oxfam Intermón basados en la riqueza del país.
Es más, si tenemos en cuenta las dos vías principales para acoger refugiados sirios (reasentamiento y reubicación), los datos son aún peores: el Gobierno se ha comprometido a recibir a 17.387 personas refugiadas, pero hasta ahora sólo 687 han llegado a nuestro país, o sea, el 4%.
“En el caso de España”, ha declarado José María Vera, director general de Oxfam Intermón, “es clarísima la falta de voluntad política. España ha presupuestado 200 millones de euros para financiar la llegada de estos refugiados, así que no estamos hablando de un problema económico, sino de una falta de empeño por parte del ejecutivo. No sólo incumple los tratados de Ginebra que nos obligan a ello, sino que además da la espalda a ciudadanía, abrumadoramente a favor de acoger a quienes huyen de la violencia y la persecución. Es una actitud inhumana e irresponsable que nos pasará factura en nuestra imagen internacional y que, más importante, atenta contra los derechos humanos de la población más vulnerable»
“España tiene cifras de acogida de refugiados sirios ridículas, sobre todo en comparación con los países vecinos de Siria que acogen como pueden a la casi totalidad de los cinco millones de personas que han huido de la guerra”, añade Vera.
Además, Oxfam Intermón denuncia que desde España no se promueven vías seguras para que quienes huyen de la guerra y la persecución no tengan que jugarse la vida. Por un lado, nuestro país tiene criterios restrictivos para la reunificación familiar. Por otro, España ha desatendido la petición hecha en septiembre de 2015 por ACNUR, que solicitó a nuestro gobierno que facilitara visas a 500 estudiantes sirios. El Gobierno ha concedido sólo 10 visas y becas para universidades españolas, todas para estudiantes que ya estaban en nuestro país. España, por último, carece de un programa de admisión humanitaria, y ha recortado su ayuda humanitaria un 70% desde 2011.
Miles de migrantes en situación irregular se encuentran retenidos en un centro especial de Lampedusa. Defensores de derechos humanos denuncian situación de hacinamiento en dichos espacios. Mientras, la Unión Europea informó que analiza la posibilidad de bombardear las embarcaciones usadas por las mafias de tráfico de personas en Libia.
Ya camina por tierra firme, pero todavía sueña con los 14 kilómetros que le separaban de Europa. Partió sola hace años de Camerún para encontrar el dorado pero tras atravesar el estrecho junto a otros diez africanos en una pequeña balsa de plástico ahora cree que no merece la pena arriesgar tanto para un continente que no ofrece las oportunidades que pensaba y que le ha costado la vida a miles de personas en el mar.
“No fue fácil, nosotros sabíamos que arriesgábamos nuestras vidas por atravesar el mar mediterráneo, porque antes que nosotros fueron muchos los que murieron en este mar y perdieron sus vidas, antes que nosotros muchos niños murieron en el agua” relata Zaineb, ahora vive en un centro de Migrantes de Cruz Roja y como muchos jóvenes llegó a Marruecos para atravesar el estrecho.
Como ella son muchos los que se juegan la vida intentado atravesar el estrecho en los últimos años, sus labios relatan la historia de ella pero sabe que pronto serán sus hermanas las que quieran llegar a Europa. “Yo ya estoy en Europa y no puedo aconsejar a mis hermanas que arriesguen sus vidas en el mediterráneo”. Esta joven migrante como otros mucho creyó que encontraría respuestas a su vida pero ahora tras varios meses de su llegada pide a sus familiares que no arriesguen: “aquí no está el dorado”.
“Sé que no es fácil en nuestros países africanos pero no es la mejor opción (cruzar el mar), porque al final no encuentras una vida mejor”. Y es que el boca a boca en los países africanos, las redes sociales y hasta los medios de comunicación locales presentan a Europa como una realidad que aboca a muchos ciudadanos africanos a buscar respuestas a la situación de expolio continuado de sus naciones.
La realidad es que en Europa la crisis económica y social ha llevado a los gobiernos neolibreales a aplicar políticas contrarias a los derechos de los propios migrantes, como es el caso de la operación “Tritón” en el Mediterráneo que cuenta con apenas el 30% de los recursos de la operación “Mare Nostrum”.
Pero sin duda la guinda del pastel está en España, la aprobación de las devoluciones en caliente facilitan según los expertos la búsqueda de nuevas técnicas para cumplir sus objetivos, “no se pueden poner barreras al campo” señala Isaías Barrenada de la Red Euromediterránea de DDHH quién resalta que “no pueden despojarse de derechos fundamentales a las personas que se ven forzadas a migrar”.
Las políticas fronterizas favorecen a la ruta más peligrosa del mundo y es que en los primeros tres meses de este año han muerto 480 personas intentando alcanzar a la costa italiana, según la Organización Internacional de Migraciones (OIM), mientras que en el mismo periodo del año pasado murieron 50. Más de 10.000 consiguieron llegar, según datos del Ministerio de Interior.
En todo el año 2014 se estima que fallecieron ahogadas unas 3.500 personas, mientras 170.000 consiguieron llegar a Italia. Y es que las políticas de la UE engordan el cementerio líquido más grande del mundo.
El 3 de octubre de 2013 murieron ahogados 368 inmigrantes frente a Lampedusa, una tragedia que sacudió la conciencia de Europa pero sin resultados en el tema. Y es que desde entonces, según cifras de Naciones Unidas, más de 3.000 personas han muerto en el mar Mediterráneo
Estrasburgo ratificó el día de los Derechos Humanos el ansiado acuerdo de pesca entre la UE y el reino alauí, un acuerdo que faena a los pescadores, que no enriquece a nadie y que afianza el lazo político.
Un acuerdo que para el socialista europeo Hannes Swoboda no tenía “ninguna contradicción entre los acuerdos pesqueros y los intereses de los saharauis”, además dejó entre bambalinas la necesidad de que el acuerdo pesquero repercuta sus beneficios entre la población del Sahara Occidental, acción que según el socialista debe de jugar España y que todavía no se ha determinado.
Ese mensaje caló entre sus eurodiputados que finalmente votaron a favor del acuerdo que permite la pesca en aguas en proceso de descolonización y que perjudica a su legítimo dueño, los refugiados saharauis. Los saharauis aún no han tenido la oportunidad de decidir sobre los asuntos que le atañen, sobre todo por la nefasta acción exterior que ha llevado a cabo estos últimos años los diplomáticos del Frente Polisario atrapados en las telarañas de Naciones Unidas.
Pero esa doble moral de la UE se ha reflejado estos días en Andalucía, donde decenas de solidarios con el pueblo del Sahara Occidental recolectan alimentos para la Caravana Andaluza por la Paz, con destino a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), y compuesta por todo tipo de vehículos cargados fundamentalmente con alimentos no perecederos, material escolar y sanitario.
Entre sus alimentos muchas veces se encuentran productos curiosos, en muchos casos hasta azucarillos fabricados en Marruecos, o las latas de pescados del Sahara que comercializan los supermercados Mercadona.
En esta ocasión ha llamado la atención algunas partidas de alimentos del programa de la Unión Europea para las personas más necesitadas, y es que muchos kilos de alimentos donados en distintos lugares de Andalucía llegarán a esos refugiados gracias a la solidariad del pueblo andaluz.
Pero la doble moral que juega la UE que ha luchado firmemente para que sus ciudadanos puedan comer pescados de los caladeros saharauis mientras estos siguen apresados en el desierto del Sahara a la espera de una salida política al conflicto y alimentándose de arroz con aceite una noche sí y otra también debe conocerse, sobre todo de cara a la próxima reunión del Consejo de Seguridad que volverá a ratificar la acción de la MINURSO en el territorio en disputa.