La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha informado que al menos 3.103 migrantes han perdido la vida en el Mediterráneo en lo que va de año tratando de llegar a la costa europea, debido a las duras condiciones meteorológicas y de viaje en embarcaciones hacinadas e inseguras.
Según datos oficiales y otros recogidos por la OIM, a las costas de Grecia han llegado más de 450.000 refugiados desde comienzos de año y una cifra superior a 136.408 migrantes han arribado a Italia en ese mismo periodo.
La mayoría de personas que llegaron a este último país procedían de Eritrea, Nigeria, Somalia, Sudán y Siria. La cifra mayor de ese colectivo corresponde a hombres, pero también se ha detectado un elevado número de mujeres y de menores que viajaban sin la compañía de adultos.
La OIM consideró alarmante el incremento en el número de mujeres procedentes de Nigeria que han cruzado el Mediterráneo, más de 4,300 en lo que va de año, y alertó de que muchas de ellas son víctimas potenciales de trata. Esta organización ha establecido dos equipos en Italia con el fin de evitar eso y proveer protección a este colectivo de mujeres.
En el caso de Grecia, la mayoría de migrantes y refugiados que llegaron a ese país desde enero procedían de Siria, Afganistán, Iraq y Pakistán. Son principalmente personas desplazas por los conflictos bélicos con presencia de fuerzas internacionales como la OTAN.
El personal de la OIM en las islas griegas estableció que el número de migrantes y refugiados recién llegados ha aumentado considerablemente: en la última semana han llegado unas 7.000 personas al día, lo que contrasta con la cifra de finales de septiembre de alrededor de 4.500 personas al día. Esto puede deberse a que se prevé el empeoramiento de las condiciones climáticas.
No obstante el aumento del número de llegadas a Lesbos, la aglomeración en la isla ha disminuido considerablemente. Esto se explica en parte porque el 70% de los migrantes y refugiados llegados a Grecia la semana pasada, continuó de inmediato su viaje a la Antigua República Yugoslava de Macedonia a través de la frontera de Idomeni de Grecia.
Esta semana, el primer ministro griego Alexis Tsipras y el canciller austriaco Werner Faymann visitaron Lesbos, en respuesta a los llamamientos crecientes para que los Estados miembros de la Unión Europea actúen para resolver juntos la situación en el Mediterráneo. La visita coincidió con la salida de unos 7.500 migrantes de la isla rumbo a Atenas.