Europa

Calais, freno al proceso migratorio


Francia: refugiados subsisten en condiciones… por teleSUR_tv

Miles de personas sobreviven el campo de refugiados de Calais, al norte de Francia, conocido como «La Jungla», es uno de los mayores asentamientos de Europa donde según las autoridades y activistas residen sobre los 6.000 migrantes provocado por el cierre de fronteras y la ausencia de políticas de acogida en Europa.

En su mayoría son personas procedentes de países de Medio Oriente que huyen de la violencia y permanecen en este lugar en condiciones infrahumanas a la espera de que se abran las fronteras para poder llegar al Reino Unido. En su mayoría son hombres, pero también hay mujeres y menores que están sujetos a redes de trata y algunos «pasadores» que les ofrecen ir a Inglaterra pagando altas cantidades.

La situación constituye una fragante violación de los derechos humanos , en concreto al artículo 13,  ya que el campo acaba siendo la vivienda de muchos, llegando a superar el año de estancia sin protección internacional. Los refugiados soportan condiciones infrahumanas sin agua potable, alimentos o abrigos ante las temperaturas que rozan los bajo cero., y aunque estos han sabido organizarse la situación precaria y la presión policial frenan el flujo migratorio. Según datos oficiales, varios decenas de migrantes perdieron la vida en 2015 tratando de cruzar el canal de la Mancha. 

Andalucía

Los refugiados constituyen 0,3% de la población en Europa

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En 2015, más de un millón de personas cruzaron el mar Mediterráneo en busca de protección internacional en Europa. En total, cerca de 1,5 millones de personas han pedido asilo en países de la OCDE en 2015, el mayor número hasta la fecha y que prácticamente ha duplicado los datos de 2014. No obstante, los solicitantes de asilo apenas representan el 0,1% de la población total de los países de la OCDE y, en el caso de Europa, constituyen menos del 0,3% de la población total de la UE.

La OCDE y ACNUR han puesto de relieve no sólo el imperativo moral, sino también el claro incentivo económico de ayudar a los refugiados que viven en los países de la OCDE a desarrollar las competencias que necesitan para poder trabajar de manera productiva y sin riesgo en los empleos del mañana.

En el caso de España, si bien las cifras de solicitudes de asilo han ido aumentando progresivamente en los últimos años, aún distan mucho de las de otros países europeos. En 2015, España recibió en torno a 15.000 solicitudes, lo que representa más del doble de las presentadas en 2014 (5.952). No obstante, los solicitantes de asilo aún constituyen apenas el 0,03% de la población total del país.

En este contexto, y con una sociedad civil que ha demostrado su enorme solidaridad con los refugiados, tanto a través de iniciativas a nivel privado como público, el Gobierno español tiene una oportunidad para poner en marcha políticas de integración eficaces, incluyendo desde la primera acogida hasta los programas de integración y  autosuficiencia, lo cual permitirá facilitar que los refugiados puedan rehacer su vida en este país y contribuir a la sociedad, evitando así movimientos secundarios hacia otros países que, entre otras cosas, impactan negativamente en el Sistema Europeo Común de Asilo.

Estos datos contrastan que las información ofrecidas por los grupo conservadores y medios de comunicación ligados a estos que califican la llegada de «asaltos», «invasiones», se aleja de una realidad compleja que sigue acabando con la vida a miles de personas cada año en todo el mundo tratando de ponerse a salvo.

Europa

Un millón de refugiados en 2015

La persecución, los conflictos y la pobreza han obligado un millón de personas a huir a Europa en 2015 – una cifra sin precedentes-, según estimaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Hasta el 21 de diciembre, unas 972.500 personas habían cruzado el mar Mediterráneo, según cifras de ACNUR. Asimismo, la OIM estima que más de 34.000 han llegado a Bulgaria y Grecia desde Turquía por vía terrestre.

El número de personas desplazadas por las guerras y los conflictos es el más alto observado en Europa occidental y central desde los años 90, cuando estallaron varios conflictos en la antigua Yugoslavia.
Una de cada dos personas que han cruzado el Mediterráneo este año, es decir, medio millón, eran sirios que huían de la guerra en su país, mientras que los afganos representaron el 20% y los iraquíes el 7%.

Más de 800.000 refugiados e inmigrantes llegaron a Grecia a través del mar Egeo desde Turquía, constituyendo el 80% de las personas que llegan de manera irregular a Europa por mar este año. Al mismo tiempo, el número de personas que arribaron a Italia desde el norte de África descendió levemente de 170.000 en 2014 a cerca de 150.000 en 2015.

El número de personas que cruzan el Mediterráneo se ha ido incrementando paulatinamente durante el año, pasando de unas 5.500 personas en enero hasta alcanzar un máximo mensual en octubre con más de 221.000 personas. Mientras tanto, más de 3.600 personas han perdido la vida o han desaparecido.

Tras una reacción inicial caótica que provocó que decenas de miles de personas que se desplazaban desde Grecia a través de los Balcanes occidentales hacia el norte se quedaran bloqueadas en varias fronteras, está empezando a tomar forma una respuesta europea más coordinada, sin embargo estas siguen provocando miles de víctimas cada año.

Andalucía

España, rejas para las víctimas del naufragio

Las autoridades españolas detuvieron y trasladaron a un centro de internamiento a ocho de los quince refugiados que sobrevivieron a un naufragio en el mar Mediterráneo donde murieron 40 personas.

Mientras estos ochos sobrevivientes esperan una orden de expulsión, organizaciones de derechos humanos denuncian el maltrato que reciben los inmigrantes en este país y rechazan las políticas migratorias del gobierno español y de la Unión Europea.

Europa

218.000 refugiados llegaron a Europa durante el mes de…

Refugiados esperan en un centro de acogida. / ACNUR
Refugiados esperan en un centro de acogida. / ACNUR

Cientos de miles de personas continúan arriesgando su vida en peligrosas travesías por el Mediterráneo para llegar a Europa. Según la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) las cifras más recientes del organismo dan cuenta de que una cantidad récord de 218.000 personas han utilizado esa ruta solamente en el mes de octubre, a pesar de las malas condiciones climáticas.

ACNUR alertó que esa cifra es casi tan alta como la del total de arribos en 2014 y eleva a más de 744.000 la cantidad de refugiados que han hecho esa travesía hacia Europa en 2015.

Grecia continúa siendo el principal punto de desembarque de refugiados, seguida por Italia, allí los riesgos siguen creciendo con la llegada del mal tiempo.

La agencia detalló que la mayoría parte de Turquía y hace el viaje en precarias balsas inflables. También indicó que más de la mitad de los refugiados y migrantes son sirios, uno de cada cinco son afganos, y el resto iraquíes y eritreos.

Según ACNUR más de 3.400 de esas personas fallecieron este año en esas travesías. Uno de cada cuatro de los que emprenden esos viajes son mujeres y niños.

Europa

Más de 3.100 refugiados han perdido la vida en…


La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha informado que al menos 3.103 migrantes han perdido la vida en el Mediterráneo en lo que va de año tratando de llegar a la costa europea, debido a las duras condiciones meteorológicas y de viaje en embarcaciones hacinadas e inseguras.

Según datos oficiales y otros recogidos por la OIM, a las costas de Grecia han llegado más de 450.000 refugiados desde comienzos de año
y una cifra superior a 136.408 migrantes han arribado a Italia en ese mismo periodo.

La mayoría de personas que llegaron a este último país procedían de Eritrea, Nigeria, Somalia, Sudán y Siria. La cifra mayor de ese colectivo corresponde a hombres, pero también se ha detectado un elevado número de mujeres y de menores que viajaban sin la compañía de adultos.

La OIM consideró alarmante el incremento en el número de mujeres procedentes de Nigeria que han cruzado el Mediterráneo, más de 4,300 en lo que va de año, y alertó de que muchas de ellas son víctimas potenciales de trata. Esta organización ha establecido dos equipos en Italia con el fin de evitar eso y proveer protección a este colectivo de mujeres.

En el caso de Grecia, la mayoría de migrantes y refugiados que llegaron a ese país desde enero procedían de Siria, Afganistán, Iraq y Pakistán. Son principalmente personas desplazas por los conflictos bélicos con presencia de fuerzas internacionales como la OTAN.

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El personal de la OIM en las islas griegas estableció que el número de migrantes y refugiados recién llegados ha aumentado considerablemente: en la última semana han llegado unas 7.000 personas al día, lo que contrasta con la cifra de finales de septiembre de alrededor de 4.500 personas al día. Esto puede deberse a que se prevé el empeoramiento de las condiciones climáticas.

No obstante el aumento del número de llegadas a Lesbos, la aglomeración en la isla ha disminuido considerablemente. Esto se explica en parte porque el 70% de los migrantes y refugiados llegados a Grecia la semana pasada, continuó de inmediato su viaje a la Antigua República Yugoslava de Macedonia a través de la frontera de Idomeni de Grecia.

Esta semana, el primer ministro griego Alexis Tsipras y el canciller austriaco Werner Faymann visitaron Lesbos, en respuesta a los llamamientos crecientes para que los Estados miembros de la Unión Europea actúen para resolver juntos la situación en el Mediterráneo. La visita coincidió con la salida de unos 7.500 migrantes de la isla rumbo a Atenas.

Andalucía

Los niños de Ucrania llamados a la Guerra

El joven ucraniano portando un arma tras su formación imitar. / M.G
El joven ucraniano portando un arma tras su formación imitar. / M.G

“No tiene a nadie está solo, solo nos tiene a nosotros”, así denuncia la madre de Chatov. Un joven ucraniano de 17 años huérfano y que un día fue incluido en el plan de acogida de niños ucranianos de una organización andaluza.

Desde pequeño son su única familia, comparten el verano y las navidades que le permiten salir de la desprotección de los menores en Ucrania. La guerra lo ha agravado, y los enfrentamientos con las zonas rusófonas han aumentado la inestabilidad y el clima de belicista en este país europeo.

Es por ello por lo que las familias de acogida de niños ucranianos en Andalucía han denunciado que menores de entre 16 y 17 años están siendo formados militarmente por Kiev en sus centros escolares. “Me han llevado a la policía” relata el joven Chatov, “nos están enseñando a usar las pistolas, por si tenemos que ir a la guerra”, este es el mensaje que envió a su familia adjunto una fotografía en la que se muestra al menor tras la instrucción militar portando un arma de alto calibre.

Su madre de acogida, le preguntó asustada de donde era esa foto ante lo que ve cada día en los medios. La madre le pregunta que para qué le han llevado a formarse si es un niño, y el responde que “tiene que estar preparado por si llega la guerra”.

La familia lamenta la desprotección y denuncia que los menores no pueden estar siendo entrenados militarmente. Y es que este documento al que ha tenido acceso este corresponsal contrasta que el jóven ucraniano aún no ha cumplido la mayoría de edad, por lo que se confirma el entrenamiento de menores.

Pasaporte del menor donde se puede comprobar que es menor de edad./ M.G
Pasaporte del menor donde se puede comprobar que es menor de edad./ M.G

Este no es el único caso. Nos acercamos a la organización y otras familias nos relatan los mismo hechos, jóvenes menores de entre 16 y 17  años están siendo entrenados militarmente para atender a su país ante la guerra en el este. Instrucción en muchos casos poco adecuada, ya que según denuncian las familias en varios meses entrenan a menores que luego actúan en el frente.

La formación, adoctrinamiento o inculcamiento es algo frecuente según las familias, así lo señala Ana, otra madre de acogida que lamenta que “allí mismo en los colegios los inculcan a lo que se está viendo, a luchar”, resalta además que tienen “un poquito de miedo porque, quieras o no, son nuestros niños”.

Pero la solidaridad de las familias, y de la propia Asociación de niños de Ucrania y Andalucía, continuará ayudando a estos menores, pese a que su orfanato quedó derruidos por los bombardeos, y a que han crecido los huérfanos su presidenta destaca que esos niños que están siendo “entrenados para la guerra con 17 años”, lo acogerán en familias españolas “este verano para ver si podemos desintoxicarlos de ese malestar”.

Y es que los menores son siempre los más perjudicados en las guerras, en este caso también. No solo los más pequeños sino aquellos que están en el límite ya que por uno u otros bandos se ven afectados por las ideologías que llevan a los humanos a enfrentarse no solo por el factor económico o territorial sino por el odio que se inculcan y que se esconde entre fronteras.