Varios trabajadores de la aceituna en la casa de su patrón junto a la chimenea tras un día de recolección. / Sergio Rodrigo Andalucía

Los temporeros de Jaen

La campaña de recolecta de aceitunas en los campos andaluces de España sigue causando polémica entre los defensores de los derechos humanos debido a las condiciones laborales precarias y a la falta de viviendas dignas para los temporeros, en su mayoría inmigrantes.

Tres hombres de origen africano que trabajaban como temporeros agrícolas han muerto a las cuatro y media de la madrugada de este lunes en un incendio originado en el garaje en el que dormían, en la calle Cárcel, de El Mármol, la pedanía de la localidad jiennense de Rus, según ha informado Emergencias 112. El fuego fue causado por una estufa eléctrica, según las investigaciones preliminares.

Inmigración

Una familia malí

Varios trabajadores de la aceituna en la casa de su patrón junto a la chimenea tras un día de recolección. / Sergio Rodrigo
Varios trabajadores de la aceituna en la casa de su patrón junto a la chimenea tras un día de recolección. / Sergio Rodrigo

«Antes no trabajábamos en el campo, en Malí trabajaba en un hotel, podría vivir allí pero tengo hijos y mujer, quiero darles lo mejor», así justifica su estancia en España Keita, un inmigrante malí que llegó hace casi diez años a la provincia de Jaén, donde comenzó a trabajar con un patrón del pueblo y sus familiares que también tienen terrenos.

Los olivareros de la zona dicen que hace diez años nadie quería trabajar y eran los «morenos», así conocen a los subsaharianos en el pueblo, los que comenzaron a recolectar la aceituna. Keita fue uno de los primeros que llegó al pueblo a trabajar en esta cosecha y tras la campaña se quedó realizando otras labores anuales en los olivares.

Ganó la confianza de su patrón, que lo trata como un hijo y «Es él quién nos lleva a su casa», comenta. Viven en la vivienda del difunto padre de su patrón, unos siete se han instalado y la mayoría han llegado gracias a él. «Este es mi primo, y este mi hermano», señala Keita emocionado junto a su patrón, él les entregó los contratos para que estos pudieran llegar a Jaén sin tener que tomar las medidas arriesgadas de muchos compatriotas.

Y es que en esta casa no solo viven ellos. Hay muchos amigos y paisanos que vienen tras la larga jornada en el campo a pasar un rato junto a sus amigos, muchos viven en otras casas de patrones, pero algunos duermen en las calles.

Mañana no hay campo, ha llovido y el terreno está húmedo, por lo que la noche será larga. Hace frío en la calle y uno de ellos ha cocinado arroz. Otros preparan el fuego para estar calientes durante la noche, un compañero ha traído películas de Malí por lo que la familia estará hoy entretenida.

A esta casa han llegado en pateras, balsas de plástico, cayucos, aviones, saltos fronterizos e incluso debajo de un camión. Pero nadie habla de eso, las penas se pasaron en el camino, ahora solo piensan en trabajar.

Muchos ganan sobre 50 euros al día, descontando los impuestos, una cantidad insólita para sus familiares que siguen en Malí. Allí un sueldo mensual no llega a esa cifra, por lo que dos días de trabajo simbolizan mucha cantidad para sus familiares.

Este es el único impulso que levanta cada mañana a estos temporeros de la aceituna, que han llegado a Jaén a recolectar el aceite que luego se repartirá por el mundo y ha sido calificado como uno de los mejores.

Esta familia lamenta que la situación de crisis haya afectado tanto a los españoles, pero no justifica las críticas hacia ellos ya que no creen que roben ningún trabajo a nadie, es más están convencidos de que llegaron a hacer un trabajo que nadie hacía y tras diez años están más que cualificados.

Reportaje publicado en los periódicos del Grupo Joly

Andalucía

Los temporeros de la estación

Un temporero duerme en la estación de autobuses de Úbeda, con su tendida en un árbol. / José Antonio Bautista
Un temporero duerme en la estación de autobuses de Úbeda, con su tendida en un árbol. / José Antonio Bautista

En la cafetería de la estación discuten varios hombres sobre la situación del pueblo, a su alrededor hay varios africanos agotados del campo tomando café y charlando. Vienen a la oliva, pero no todos logran trabajar en ella, muchos acaban mendigando ante la falta de instalaciones. Es un caso cada vez más habitual durante la campaña de la aceituna.

La provincia de Jaén es uno de los territorios más vastos del mundo en producción de aceite de oliva. Y aunque no siempre fue así, con el paso de los años se ha convertido en un motor económico, que recurrió de la población extranjera para su recolección ante la poca mano de obra local.

La situación provoca que cada año sean más los inmigrantes, sobre todo procedentes del África subsahariana, que vengan a pasar varios meses a la provincia de Jaén. Se encuentran en casi todos los pueblos, la mayoría duermen en la calle, y si no están bajo el olivo vareando, transportan sus grandes bultos de pertenencias.

La situación se vuelve especialmente particular en la ciudad de Úbeda. Más de 200 migrantes se reúnen por la mañana en la estación de autobuses del municipio a la espera de un patrón que les ofrezca trabajo en alguna finca. Éste, como si fuese a casa a recoger a sus temporeros, lo hace a las puertas de la estación.

Los inmigrantes usan la estación como su armario: depositan sus pertenencias que se vigilan de unos a otros, hasta que sus compañeros llegan por las tardes de recoger la aceituna. La mayoría vive en las calles, donde las temperaturas nocturnas llegan a los bajo cero durante la campaña de la aceituna, pero nadie les alquila una vivienda, muchos patrones no tienen casas donde alojarlos, y el Ayuntamiento no abre instalaciones públicas para ellos.

Exhaustos del campo, tienen ahora que enfrentarse a la dura tarea de encontrar el lugar más cálido de la ciudad, ya que sus pertenencias deben salir durante la noche de la estación. Los cajeros, cocheras y parques son los más habituales. Muchos están acostumbrados al frío, algunos han pasado largas temporadas escondidos en los montes de Marruecos, pero el riesgo sigue siendo mortal.

La mayoría se alimenta en los comedores abiertos por Cáritas y la Cruz Roja, así lo ha asegurado a este medio Gerard, inmigrante malí. «Yo trabajo en la aceituna, pero no tengo donde vivir, aquí en la estación es desesperante, llevo semanas sin ducharme y mi ropa está sucia» denuncia este temporero que viene cada año de Francia, donde trabaja en la construcción, para la recogida de la aceituna.

Gerard cree que la población en el pueblo es racista y acusa a las instituciones de no abrir un lugar para acogerlos a todos. Los vecinos se ven enfrentados por la situación, incluso entristecidos por verlos en la calle. Algunos de ellos han pedido al Ayuntamiento de Úbeda, gobernado por el Partido Popular, que abriese las puertas del polideportivo municipal ya que el albergue para temporeros está completo.

PUEDES CONTINUAR LEYENDO EL REPORTAJE EN LOS PERIÓDICOS DEL GRUPO JOLY

Andalucía

Tensa protesta rural de inmigrantes en Villacarrillo

Unos 400 personas, originarios de países subsaharianos, se han manifestado en el pueblo jienense de Villacarrillo pidiendo la aclaración del sucesos de un temporero malí que desapareció el pasado 18 de diciembre cuando trabajaba en la recogida de aceitunas.

La protestas que tenía un aval legal paralizó la recogida de la aceituna en un día tenso en una zona rural donde se está expandiendo las teorías “preferenciaristas”, en el que los ciudadanos autóctonos creen que se debe facilitar la contratación de vecinos autóctonos en vez de ciudadanos extranjeros, reprochando el derecho a la no discriminación en los procesos de selección.

Estas ideas suelen chocar entre patrones y vecinos, ya que antes de la crisis era difícil encontrar trabajadores para la recogida de la aceituna, y eran los extranjeros los que llevaban a cabo estas tareas. Ahora estos puestos son demandados por los afectados del paro en la construcción.

La protesta de los inmigrantes, que acabó con varios altercados, desató un cúmulo de críticas xenófogas en las redes sociales. Los manifestantes pedían acelerar la investigación y aclarar los hechos de este sucesos que está bajo secreto sumarial y que hasta el momento no se ha precisado si ha habido detenidos. Los vecinos criticaban lo sucedido.

Los comentarios en redes como twitter tenían un tinte racista como el del usuario «@manuelluquecan» que decía que «Villacarrillo, una muestra de lo que nos espera si no se pone coto, solo les falto los famosos machetes», o el de @Enri_Martnez «Que se vayan a tomar … a liarla ¿que culpa tiene los habitantes de #Villacarrillo de las opiniones de esos inmigrantes?»

Este tipo de protestas no es habitual, y aún menos en zonas rurales. Las manifestaciones son ejercicios con mayor presencia en los núcleos urbanos, pero cuando estas protestas vienen de los inmigrantes los grupo de ultraderecha aprovechan para ganar votos.

Miles de subsaharianos vagan por la provincia de Jaén en estos meses buscando un puesto de trabajo en la aceituna, muchos ven frustradas sus ambiciones pero otros lo consiguen, no obstante la mayoría duerme en las calles hasta finalizar la temporada, situación que choca entre vecinos, administración y trabajadores.

Andalucía

La Junta defiende que la nueva PAC contemple la…


El consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, ha defendido que la futura Política Agrícola Común (PAC) contemple la diversidad del olivar, uno de los cultivos más emblemáticos de Andalucía por su importancia socioeconómica y medioambiental, en el transcurso de su ponencia ‘La Política Agrícola Común más allá del 2013’, con la que ha participado en las jornadas sobre la situación socioeconómica y laboral de Jaén, celebradas por el Consejo Económico y Social de esta provincia.

Tal y como ha señalado Luis Planas, la defensa del olivar ha sido siempre una línea de acción prioritaria para el Gobierno andaluz, al ser eje generador de empleo y riqueza en más de 700 municipios. En ese sentido, ha destacado el peso de este cultivo, que representa el 79% del total de la rama agraria jienense. «Un sector -ha señalado- en el que 200.000 explotaciones familiares andaluzas -de ellas, 74.400 jienenses-, basan su economía, y 1,5 millones de hectáreas -de las cuales más de 570.000 corresponden a Jaén- constituyen un ecosistema agroambiental del todo singular». Otro dato que pone de manifiesto la importancia socioeconómica de este cultivo en la provincia jienense se refiere al empleo que genera en una campaña media, más de 6,7 millones de jornales, el 35% del total generado por el olivar andaluz.

«El alcance y efectos que la nueva PAC pueda tener sobre el sector agrario andaluz en general y el olivar en particular –ha indicado- dependerá en gran medida del presupuesto que finalmente se asigne a la política agraria, integrado en la propuesta para el marco financiero comunitario 2014-2020, que actualmente viene siendo objeto de un intenso debate». Por ese motivo, el representante del Gobierno andaluz ha asegurado que «seguimos trabajando en el análisis de las propuestas y de los cambios que van sufriendo en el proceso de debate, su repercusión en nuestro sector agroalimentario y las mejoras que serían necesarias proponer».

En opinión de Luis Planas, y de acuerdo con la propuesta trasladada a las organizaciones profesionales agrarias y cooperativas, es primordial que Andalucía apueste por un reparto autonómico de la dotación presupuestaria de la PAC. «Debemos trabajar por un modelo de aplicación de la PAC basado en la realidad productiva de la comunidad autónoma, para evitar pérdida de ficha presupuestaria y potenciar la generación de empleo», ha puntualizado. Asimismo, ha señalado la importancia de destacar el peso del sector agroalimentario andaluz como argumento para reivindicar el mantenimiento del presupuesto asignado a la agricultura y ganadería andaluzas en la PAC.

Tal y como ha recordado el consejero, «desde el Gobierno andaluz defendemos un modelo de reparto de ayudas que contemple la diversidad sectorial y territorial de la comunidad autónoma de Andalucía y, por tanto, la continuidad de una agricultura netamente productiva, abanderada por sectores tan estratégicos como el olivar».

El consejero ha insistido en la importancia que la aplicación de la actual Política Agrícola Común ha tenido en el proceso evolutivo experimentado por el sector agrario andaluz en las últimas décadas, consolidando su carácter productivo, aumentando su tecnificación y valor añadido e incorporando prácticas que contribuyen a la mejora del medio ambiente. Así, Andalucía es líder en los sistemas de producción ecológica, producción integrada y lucha ecológica, con aproximadamente un millón de hectáreas en producción ecológica -53% de la superficie española- y medio millón en producción integrada (61% de la superficie española).

Otro avance significativo se refiere al importante desarrollo que han venido experimentando los sistemas de calidad diferenciada, con más de 60 figuras geográficas en la actualidad. En el caso de la provincia de Jaén, se cuenta con 136.500 hectáreas de olivar inscritas con Denominación de Origen Protegida (DOP), el 28,4% de la superficie andaluza con esta distinción de calidad en aceite de oliva que asciende a 479.900 hectáreas bajo el máximo distintivo de calidad de la UE (12 DOP de aceite en Andalucía). «Este gran esfuerzo realizado en mejorar el cultivo, las técnicas de extracción, el envasado y la conservación de los aceites de oliva vírgenes con objeto de incrementar su valor añadido y competitividad debe continuarse con iniciativas como la Estrategia para la Incentivación de la Calidad de los Aceites de Oliva que esta Consejería ha presentado al sector y que, una vez consensuado, se pondrá en marcha para garantizar la calidad que los mercados reclaman en este producto».