Andalucía

Cae en un 8% las migraciones de varones marroquíes…

Retrato fotográfico de una mujer marroquí. / Casa Mediterráneo
Retrato fotográfico de una mujer marroquí. / Casa Mediterráneo

Marruecos es el principal país emisor de inmigrantes a nuestra comunidad según los datos del último padrón del INE, donde estos representaban casi el 17% superando levemente a la comunidad inglesa.
Pero la crisis económica originada desde el año 2008 ha afectado a los flujos migratorios entre el Norte de Marruecos y Andalucía, en concreto dicha influencia se ha visto en el perfil demográfico de la inmigración.

Según un estudio sobre los flujos migratorios del proyecto MENARA, perteneciente ala Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, en estos cinco años de crisis en Andalucía ha habido un cambio cualitativo de marcada importancia donde la población masculina marroquí ha reducido su peso respecto de las mujeres migrantes marroquíes.

Si en 2006 el peso de los hombres en Andalucía representaba el 68% y el de las mujeres el 32%, en 2012 la proporción es de 60% y 40% respectivamente, es decir, ha caído en un 8% los inmigrantes varones pero se ha recuperado en las féminas.

Este cambio se ha originado por los cambios sufridos en el campo andaluz, uno de los principales motivos de los “efectos llamada” que originaron los movimientos migratorios entre Marruecos y la comunidad autónoma. Es más, las provincias donde más residentes marroquíes tenían en el último censo del padrón del INE eran Almería y Jaén, principales fuentes de agricultura en nuestra comunidad.

La entrada de hombres ha disminuido más que la entrada de mujeres (casi el 50% para los varones y un 33% para el caso de las mujeres) mientras que las salidas muestran un aumento en los porcentajes cercanos al 50% en ambos casos.

La caída del burbuja inmobiliaria ha afectado a los inmigrantes marroquíes, cuyos varones han sido la que más ha sufrido la pérdida de puestos de trabajo, por su parte las mujeres han aumentado su tasa de empleo según el estudio.

La principal razón del aumento de la migración femenina responde a que ya no solo llegan a conectadas a movimientos conyugales y familiares, sino que en estos últimos años ha habido inmigración femenina obligada a la mejora económica, espíritu ligado a la migraciones masculinas en Marruecos.

Estos movimientos migratorios han beneficiado fuertemente a la elaboración de un nuevo rol de la mujer en la sociedad marroquí, que empieza a normalizar el hecho de que estas trabajen fuera del hogar, incluso en el extranjero.