Hoy quiero compartir una pequeña entrevista realizada junto a los compañeros de la seccion de Claridad Digital RECPORTEROS, donde entrevistamos a la activista saharaui Sultana haya, que cuenta los terribles suceso que vivieron un grupo de jóvenes saharauis cuando se manifestaron por la independencia del Sahara, donde perdió su ojo. Además, ofrece un repaso sobre los últimos acontecimientos de la colonia española del Sahara.
Amnistía Internacional insta a la Asamblea Constituyente Nacional, que se reúne por primera vez para redactar la nueva Constitución de Túnez, a garantizar que se abordan los defectos de la antigua Constitución y que en el nuevo texto se incorporan garantías fundamentales de derechos humanos.
La Asamblea debe, ante todo, reflejar en la nueva Constitución las obligaciones internacionales contraídas por Túnez en materia de derechos humanos, en particular respecto a: la supremacía del derecho internacional de los derechos humanos por encima del derecho nacional; el principio de no discriminación; la protección del derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica; la independencia del poder judicial; las garantías judiciales en el sistema de justicia penal; la protección frente a la tortura y otras formas de malos tratos; el derecho a la vida; y la protección de los derechos económicos, sociales y culturales.
Las disposiciones de la antigua Constitución tunecina, suspendida el 23 de marzo de 2011, no protegían los derechos humanos básicos y las libertades fundamentales de la población de Túnez. Los miembros de la oposición política, los activistas, los defensores y defensoras de los derechos humanos y, en la práctica, cualquiera que manifestara una opinión discrepante eran reprimidos implacablemente y se enfrentaban a detención y reclusión arbitraria.
Las fuerzas de seguridad y el poder judicial eran parte de la maquinaria represiva de las autoridades, en lugar de instituciones para la protección de los derechos de la población. Las condiciones penitenciarias y el trato a los reclusos eran notoriamente malos; las leyes se aprobaban para aumentar la represión, no para proteger a los tunecinos.
La Asamblea General de la ONU aprobó este viernes el restablecimiento de Libia como miembro del Consejo de Derechos Humanos.
123 países votaron a favor de la resolución que aprobó esta medida, a la que se opusieron Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela y se abstuvieron otros seis países.
El documento toma nota del compromiso expresado por las nuevas autoridades de transición libias de que cumplirán con las obligaciones internacionales de derechos humanos.
El embajador de Venezuela, Jorge Valero, en explicación similar a la ofrecida por los otros países que se opusieron a la resolución, afirmó que el Consejo de Transición no es un representante legítimo del pueblo de Libia.
“Venezuela considera que las guerras y las bombas, y las muertes de civiles y la invasión de países, no constituyen mecanismos para establecer la democracia, sino por el contrario, para negarla de la manera más absoluta”, dijo el diplomático.
En el año 2010 varios periodistas entrevistamos a la activista saharaui Aminetu Haidar tras una ponencia que tuvo lugar en la Diputación de Málaga. Este es un vídeo íntegro que grabó un compañero de www.claridaddigital.es en la que se pueden escuchar algunas de las preguntas que realizamos durante el encuentro de 20 minutos que tuvimos para charlar sobre temas de actualidad.
En el vídeo la activista habla sobre su huelga de hambre en Lanzarote, sobre la carga de la policía en el campamento de la dignidad en El Aaiún y sobre la postura de la diplomacia internacional en el conflicto del Sahara Occidental.