Túnez

¿El Comienzo de una nueva era de derechos humanos…

Sesión inaugural de la Asamblea Constituyente, 22 de noviembre de 2011. /Samir Abdelmoumen
Sesión inaugural de la Asamblea Constituyente, 22 de noviembre de 2011. /Samir Abdelmoumen

La aprobación de la nueva Constitución de Túnez debe poner en marcha la revisión de una amplia gama de leyes e instituciones públicas, han dicho las organizaciones pro derechos humanos Al Bawsala, Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

La aplicación de la Constitución, que garantiza muchos derechos y libertades fundamentales, debe proporcionar el mayor grado de protección para los derechos humanos de los tunecinos.

El 26 de enero de 2014, la Asamblea Nacional Constituyente aprobó la Constitución por una amplia mayoría, tras debatirla y votarla artículo por artículo a lo largo del mes. El texto supone una importante mejora sobre la primera redacción, de julio de 2012, e incorpora varias recomendaciones para reforzar la protección de los derechos humanos que las organizaciones que suscriben esta declaración y otras formularon en los dos últimos años.

«La Asamblea Nacional Constituyente de Túnez ha aprobado una Constitución que favorece los derechos humanos con una audaz redacción”, ha dicho Eric Goldstein, director adjunto para Oriente Medio y el Norte de África de Human Rights Watch. “Ahora corresponde a los tribunales, los legisladores, los fiscales y otras autoridades asegurarse de que sus políticas, procedimientos y leyes se ajustan a los derechos consagrados en la Constitución”.

La Constitución defiende muchos derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales clave, como el derecho a la ciudadanía, a fundar partidos políticos, a la integridad física y a la libertad de circulación, opinión, expresión, reunión y asociación. Incluye el derecho a no sufrir detención arbitraria y a un juicio justo. Además, el texto constitucional prohíbe la tortura y cualquier prescripción del procesamiento de casos de tortura. También garantiza el derecho al asilo político.

La Constitución refuerza la protección de los derechos de las mujeres. Así, su artículo 45 dispone que “el Estado se compromete a proteger los derechos establecidos de las mujeres y trabajará para fortalecer y desarrollar esos derechos”, y garantiza “la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el acceso a todos los niveles de responsabilidad y en todos los ámbitos”. Esto convierte a Túnez en uno de los pocos países de la región con obligación constitucional de trabajar en pro de la paridad de género en las asambleas elegidas democráticamente.

El texto constitucional protege también el derecho a la salud, la educación y el trabajo. Las autoridades de Túnez deben aprobar medidas concretas para alcanzar progresivamente la realización plena de estos derechos hasta el máximo de los recursos disponibles del país, de acuerdo con el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ratificado por Túnez.

Magreb

Amnistía envía un nuevo informe sobre la constitución de…

Manifestantes tunecinos piden paz, libertad de expresión y un estado laico. / AI

La Asamblea Nacional Constituyente de Túnez debe aprovechar la redacción de la nueva Constitución para impedir la repetición de los abusos generalizados que tuvieron lugar durante el mandato de Ben Alí, según afirmó Amnistía Internacional en un nuevo informe que fue presentado a la Asamblea Nacional Constituyente.

Amnistía Internacional pide a los miembros de la Asamblea que incluyan en la nueva Constitución una serie de disposiciones para salvaguardar los derechos humanos y garantizar que Túnez cumple con las obligaciones contraídas en virtud de los tratados internacionales.

“Existe una oportunidad real de que la Asamblea incluya en la Constitución la visión del nuevo Túnez, basada en los derechos humanos y el Estado de derecho, así como las aspiraciones de la población tunecina a la libertad, la dignidad, la igualdad y la justicia social”, afirmó Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

“La continuidad de las restricciones a la libertad de expresión y de la violencia policial contra manifestantes pacíficos en los últimos días pone de relieve la necesidad de que quienes redacten la nueva Constitución tengan realmente la aspiración de incluir textos que resistan el paso del tiempo y conviertan a Túnez en un líder regional en la protección de los derechos humanos.”

Amnistía Internacional afirmó que es fundamental que la nueva Constitución garantice la separación de poderes, la no discriminación, la igualdad de todas las personas ante la ley, las salvaguardias fundamentales en materia de derechos humanos, como la protección frente a la tortura y la detención arbitraria, las garantías judiciales y la independencia del poder judicial.

La Asamblea Nacional Constituyente tiene también ante sí la oportunidad única de responder a las demandas de los millones de tunecinos que se manifestaron en 2011 para exigir dignidad mediante la garantía de los derechos económicos, sociales y culturales en la Constitución, ha afirmado la organización.

Magreb

Amnistía insta a Túnez a que los derechos humanos…

Amnistía Internacional insta a la Asamblea Constituyente Nacional, que se reúne por primera vez para redactar la nueva Constitución de Túnez, a garantizar que se abordan los defectos de la antigua Constitución y que en el nuevo texto se incorporan garantías fundamentales de derechos humanos.

Manifestantes tunecinos en el país africano. /AI

La Asamblea debe, ante todo, reflejar en la nueva Constitución las obligaciones internacionales contraídas por Túnez en materia de derechos humanos, en particular respecto a: la supremacía del derecho internacional de los derechos humanos por encima del derecho nacional; el principio de no discriminación; la protección del derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica; la independencia del poder judicial; las garantías judiciales en el sistema de justicia penal; la protección frente a la tortura y otras formas de malos tratos; el derecho a la vida; y la protección de los derechos económicos, sociales y culturales.

Las disposiciones de la antigua Constitución tunecina, suspendida el 23 de marzo de 2011, no protegían los derechos humanos básicos y las libertades fundamentales de la población de Túnez. Los miembros de la oposición política, los activistas, los defensores y defensoras de los derechos humanos y, en la práctica, cualquiera que manifestara una opinión discrepante eran reprimidos implacablemente y se enfrentaban a detención y reclusión arbitraria.

Las fuerzas de seguridad y el poder judicial eran parte de la maquinaria represiva de las autoridades, en lugar de instituciones para la protección de los derechos de la población. Las condiciones penitenciarias y el trato a los reclusos eran notoriamente malos; las leyes se aprobaban para aumentar la represión, no para proteger a los tunecinos.