Andalucía

25 vidas se cobra el Estrecho de Gibraltar en…

Veronique, Samuel, Brenda… hasta 25 nombres se suman ya a los muertos y desaparecidos en la ruta del Estrecho de Gibraltar en 36 días. Vida de los migrantes que optan por las pequeñas «toys» para sortear las fronteras europeas.

El último naufragio se ha conocido sobre las 18 horas de este miércoles 15 de febrero, cuando Salvamento Marítimo de España ha confirma citando fuentes marítimas marroquíes que una balsa con unos 11 migrantes habría volcado.

La autoridades del Reino Alauí confirmaron que dos migrantes fueron rescatados con vidas y estos habrían relatado que otros nueve compañeros estaría desaparecidos. La balsa pertenecía a la  de 11 migrantes de origen subsahariano que salieron en la madrugada para alcanzar la costa andaluza y que alertó el colectivo Caminando Fronteras.

Desde las 7 de la mañana la lancha y el helicóptero de Salvamento Marítimo iniciaron un dispositivo de búsqueda en la zona, pero según fuentes oficiales Tarifa Tráfico, perteneciente a Marruecos, informó sobre las 14 horas que habían rescatados a los once ocupantes de la balsa por lo que Salvamento retiró sus efectivos.

Horas más tarde, Marruecos volvía a informar que la balsa había volcado y que tan solo habría recuperado a dos supervivientes, el resto estaba desaparecido. La Marina marroquí mantienen un dispositivo de búsqueda de los desaparecidos y pese al ofrecimiento de Salvamento en colaborar con las autoridades alauíes hasta el momento estos la han rechazado.

Este naufragio es el tercero en el estrecho desde el pasado 14 de enero cuando una balsa volcó frente a las costas gaditanas y en el que se hallaron numerosos cadáveres, ese mismo día se encontraba el cuerpo sin vida de una mujer en otra patera donde 2 migrantes desaparecían. Además el pasado 12 de febrero tres migrantes llegaron a la Playa de la Caleta en Tarifa por sus propios medios, pero los supervivientes del temporal advirtieron que dos compañeros habría desparecidos en el agua.

Ahora se suma la desaparición de estos 9 migrantes que se lanzaron a aguas del Estrecho con un fuerte temporal que ha provocado este miércoles fuertes rachas de vientos de hasta 80 kilómetros por hora con un mar de levante que ha generado grandes olas en este punto geográfico donde se junta el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, lo que suma al Estrecho 25 vidas entre muertos y desaparecidos.

Sahara Occidental

Anzuelo político para la pesca

Los ministros de pesca de España y Marruecos. / Magrama
Los ministros de pesca de España y Marruecos. / Magrama

Estrasburgo ha ratificado el día de los Derechos Humanos el ansiado acuerdo de pesca entre la UE y el reino alauí, un acuerdo que faena a los pescadores, que no enriquece a nadie y que afianza el lazo político. Un anzuelo mordido por las partes que se caracteriza por callar a pescadores, llenar bolsillos poderosos y no repercute sobre la población.

El protocolo aprobado por 311 votos en el parlamento europeo tiene una vigencia de cuatro años, con una contrapartida financiera aproximada de 40 millones de euros por cada uno de los cuatro años de duración del acuerdo.

Pero el pacto denota su estrategia política ante el altísimo precio que pagan, y ante el poco beneficio que realmente repercute. Es más, si el dinero invertido al año para el acuerdo se repartiera entre la flota, cabrían a un sueldo de más de 4.000 euros mensuales para cada uno de los pescadores, cuyo sueldo raras veces supera el mínimo. Según el Ministerio de esta cantidad, 16 millones corresponden a derechos de acceso y 14 millones en concepto de apoyo sectorial y cooperación al sector pesquero marroquí, y 10 millones procedentes de los pagos por licencias de los diferentes operadores que, en el caso español, suponen un incremento aproximado del 12%.

Expertos creen que el dinero desembolsado de la UE en Marruecos tiene un carácter político y su intención viene a desarrollar mejor su industria pesquera que beneficia directamente al desarrollo de Marruecos y beneficia al vecino europeo como socio privilegiado a la hora de comprar productos. Algo legítimo siempre que se trate de la soberanía marroquí.

No ocurre lo mismo cuando el dueño del pescado se alimenta de la ayuda humanitaria mientras que los estados desarrollados saborean sus recurso , y es que el último de los acuerdos, inhabilitado por el Parlamento Europeo, permitía pescar en aguas del Sahara Occidental, el recién aprobado, la pesca puede realizarse en “aguas que se encuentren bajo la soberanía o jurisdicción del Reino de Marruecos”, es decir incluye el Sahara, para ello la UE acordó que los beneficios debían repercutir sobre la población autóctona, divididos entre los campamentos de refugiados de Tinduf, controlados por el Frente Polisario, y la antigua colonia española, bajo domino marroquí.

Sin embargo, no ha habido una comprobación de que el pueblo Saharaui pueda obtener los recursos de esos beneficios, es más la premio Nobel de la Paz no ha preguntado a su población, en proceso de descolonización, de manera democrática.

Las relaciones entre Marruecos y la Unión Europea son más que necesarias ya que los beneficios mutuos son legítimos y perceptibles. Pero obtener los recursos de una región en conflicto perjudica a la ética, y un ente supranacional que quiere dar ejemplo de respecto internacional no puede quebrantar el derecho a la autodeterminación y picar de un anzuelo político.

El acuerdo de pesca da trabajo a una flota que da de comer a sus hijos, pero que olvida a los niños abandonados en el desierto cuyo pescado nunca probaron, y que ahora es esquilmado. La necesidad de solventar el conflicto del Sahara en el que los saharauis puedan decidir su independencia o integración con Marruecos solo se consigue con buenos gestos, y la UE debe apoyar ese acuerdo, el del referéndum, antes de llevarse el pescado y permitir unas relaciones bilaterales donde reine la cordura entre Marruecos y la UE, y no un acuerdo manchando por la ilegalidad.