Andalucía

Andalucía puerta de Europa

Un ciudadanos marroquí visiona la costa española desde la orilla norte de África. /Flickr
Un ciudadanos marroquí visiona la costa española desde la orilla norte de África. /Flickr

Hace un año la actual presidenta de la Junta de Andalucía, ante el encuentro del Partido Socialista Europeo en Málaga, señaló que Andalucía debería ser “la puerta a Europa en el mediterráneo y no el fin del continente”. Ahora las relaciones fronterizas separan al pacto de la región.

Las primeras pinceladas de la acción exterior de Díaz se interpretó como una mirada al norte de África que en los últimos años ha jugado un rol primordial en la estrategia exterior de la UE, y donde Marruecos es su principal socio, principal vecino andaluz. Estrategia y rol que Susana ha asumido, y de la que ha hecho que caiga un gobierno para promover unas elecciones que costará 14 millones de euros a los andaluces.

La relación de Andalucía y Marruecos, sobre todo el norte, es una novela de amor ligada a la historia, la cultura y la convivencia. En los últimos años los puertos andaluces se han convertido en la puerta entre Europa y África. Y es normal que la cooperación transfronteriza entre ambas orillas sea buena, Andalucía juega ese papel positivo, y eso repercute en lo económico. La Fundación Tres Culturas es otro ejemplo de la búsqueda de una acción exterior ligada a Rabat.

Díaz dejó claro su posicionamiento al llegar al poder, lo expresó en el parlamento andaluz donde su posicionamiento activo ante los acuerdos pesquero entre la UE y el reino alauí, que simboliza el acuerdo económico entre ambas orilla. Su postura relataban cuáles iban a ser la intención de la socialista, pero aún así visitó a la delegación del Polisario a los niños de Vacaciones en Paz, más tarde la política real salió a la luz, incluso visitó Marruecos y a su rey.

La política de la doble moral aplicada por el ejecutivo de Rodríguez Zapatero con el Sahara, es decir, “statuo quo”, economía con Marruecos y solidaridad con el Sahara, ha sido también el enganche de su mandato. Pese al compromiso político con su socio de gobierno en la causa saharaui, brecha que parece haberse dilatado y creado la fracturación ante lo que Díaz ha llamado “radicalización”.

Ndie se iba a pensar que esta posición fuese usada por la presidenta para dar el giro radical a la Andalucía de hoy. Las posiciones opuestas y la teoría de un vecino garante de seguridad han hecho, así como el supuesto referéndum de IU, acabar con un gobierno de coalición. Aunque las interpretaciones hablan de estrategia política por parte de la socialista.

Sin embargo, el debate está abierto. Fronteras, inmigración Ilegal, tráfico de drogas, terrorismo, agricultura, pesca, etc. Son algunas de las etiquetas fundamentales de las agendas de ambos lados del estrecho que se multiplica si los intereses o relaciones se debaten entra la comunidad autónoma de Andalucía y las regiones del norte de Marruecos.

Ahora comienzan los mítines electorales, y la acción exterior es parte de la agenda política de la Andalucía del mañana, su futuro se debatirá en las urnas.

Lo cierto es que el entendimiento es básico entre dos vecinos, y el compromiso de la Andalucía después del 22 de marzo debe buscar una buena convivencia, pero el problema reside cuando se hace acosta del sufrimiento de otro pueblo, como es el saharaui, y su asumir las responsabilidades históricas y la normativa internacional al respecto.

Andalucía

Díaz indigna a movimientos prosaharauis en Andalucía

En España, la negativa de la presidenta de la Junta de Andalucía del Partido Socialista (PSOE), Susana Díaz, de vetar a su vicepresidente de Izquierda Unida (IU), Diego Valderas, quien pretendía visitar a refugiados saharauis, ha indignado a los movimientos solidarios de esa comunidad que lamentan la doble moral aplicada al conflicto de la antigua colonia española.

Andalucía

Bruselas y Rabat, el eje de la acción exterior…

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en un mitin del PSOE. / Oficial
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en un mitin del PSOE. / Oficial

La llegada de Susana Díaz a la Presidencia de la Junta parece que no tornará mucho los intereses exteriores de la comunidad, a pesar de que ya ha dado pinceladas para que la región no sea una más en la agenda global. Díaz ofreció sus primeros tintes exteriores ante la reunión del Grupo Socialista y Demócrata del Parlamento Europeo, donde aclaró que sus intenciones seguían jugándose en Europa pero defendiendo políticas sociales que deben ejercer de ejemplo.

La presidenta de la Junta se mostró ante los eurodiputados como una líder de izquierda y con ganas de encender la mecha del cambio ante las políticas de austeridad llevadas desde Bruselas. El líder de los socialistas europeos, Hannes Swoboda, calificó a Díaz como la voz del «optimismo», tan necesario para afrontar las elecciones europeas. Pero Díaz también tiró de la oreja a la propia UE, a la que recriminó su incapacidad para lograr un acuerdo sobre asuntos migratorios tras la alerta del naufragio en la isla italiana de Lampedusa.

Y es que la presidenta sacó pecho a la situación de la inmigración, y puso a Andalucía como referente, ya que en esta comunidad ha sido donde más ciudadanos africanos han llegado a través de los peligrosos viajes en balsas de plástico o pateras en las últimas décadas. Díaz dejó claro la necesidad de una política en Europa que mejore la situación del asilo y el refugio en la UE que permita evaluar cada uno de los casos, ya que las últimas llegadas continuas de inmigrantes a las costas andaluzas dejaban en relieve la necesidad de estudiarlos porque la hambruna y la violencia eran los principales motores del viaje de unas personas pintadas de inmigrantes con cuerpos de refugiados.

Pero en Bruselas no sólo se cuecen asuntos tan importantes como la inmigración, sino políticas tan substanciales como la agricultura y la pesca, sectores elementales para la acción exterior de la Junta. Motivo por el que Díaz parece que mantendrá la actual oficina de la Junta en Bruselas. Allí, un grupo especializado trabaja día y noche para defender, muchas veces como lobbies, los interés de la comunidad autónoma ante las instituciones del ente supranacional.

Ese reto lo apostilló Díaz ante los eurodiputados reunidos en Málaga, y donde dijo que Andalucía debería ser la puerta a Europa en el mediterráneo y no el fin del continente. Una entrada que se interpreta como una mirada al norte de África que en los últimos años ha jugado un rol primordial en la estrategia exterior de la UE, y donde Marruecos es su principal socio, principal vecino andaluz.

La relación de Andalucía y Marruecos, sobre todo el norte, es una novela de amor ligada a la historia, la cultura y la convivencia. En los últimos años los puertos andaluces se han convertido en la puerta entre Europa y África. Y es normal que la cooperación transfronteriza entre ambas orillas sea buena, Andalucía juega ese papel positivo, y eso repercute en lo económico. La Fundación Tres Culturas es otro ejemplo de la búsqueda de una acción exterior ligada a Rabat, y cuya función no se ha cuestionado con el cambio de Gobierno.

Díaz ha dejado claro ante el parlamento andaluz su posicionamiento activo ante los acuerdos pesquero entre la UE y el reino alauí, que benefician fundamentalmente a la flota andaluza, y que simbolizan el gran acuerdo comercial entre ambas partes.

Pero este plan económico tiene sus defectos, y es el conflicto del Sahara Occidental, donde los socios de Díaz tienen muy claro cuáles son sus posturas. No obstante la presión de IU no ha sido suficiente ya que la presidenta de la Junta sigue con su plan exterior mirando al vecino marroquí.

Lógico. Ya que el papel de la acción exterior andaluza siempre ha estado ligado a la presidencia de la Junta, y que en estos últimos años sigue sin variar marcando como ejes fundamentales a Bruselas y Rabat, y aunque el peso de IU haya querido influir, Susana Díaz se muestra fuerte ante una acción exterior sin variantes.

Texto publicado en los periódicos del Grupo Joly

Magreb

La integración de los magrebíes en norte Europa

Cartel de la estación de trenes de Gare du Nord

Hace unos días que llegué de Bruselas, capital de Bélgica y ciudad administrativa de la Unión Europea. La verdad que según donde te muevas puedes tomar con situaciones muy dispares, por ejemplo si caminas cerca de la comisión encontraras muchos trajes y maletines cargados de eurobonos.

Sin embargo, moverte por la zona de Gare du Nord todo cambia, allí, un barrio de migrantes, puedes encontrar contrastes muy extraños como escaparates con lencería erótica o prostitutas (en Bélgica esta legalizada), y locales con escaparates con maniquíes con niquab y hiyab, estos establecimiento son de la comunidad musulmana en Bruselas, generalmente magrebíes y otomanos.

Esto me llevó a entender una cosa los primeros días, la diversidad cultural de la ciudad, pero conforme fueron pasando los días la ciudad demostró que los colectivos se movían en áreas y círculos sociales distintos. Es decir, los argelinos se juntan con argelinos y lo belgas con belgas, solo se rompe esta estratificación rutinaria cuando el estatus económico varia, algo difícil, sobre todo para los migrantes, en centro Europa.

Curiosamente, ayer me tocó escribí una noticia para el Grupo Joly, que hoy sale en muchos medios, acerca de los datos ofrecidos por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en el que afirmaba que los migrantes españoles dicen que es más fácil integrarse en España que en el norte de Europa.

La investigación analizó el perfil de diferentes migrantes en España que habían pasado por 15 países europeos, en los que destacaban Alemania, Francia y Bélgica. Estos reconocieron la labor de la sociedad española, muy vinculada a las migraciones, en la integración destacando los cursos de idiomas.