Exteriores apoyará la lucha contra la hambruna en el…

Secretario de Estado de Cooperación Internacional, Jesús Gracia, en un campamento de refugiados en Niger. /MAEC

El Secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica (SECIPI), Jesús Gracia, acaba de renovar el compromiso que el Gobierno español tiene en la lucha contra la pobreza, el subdesarrollo y la inseguridad alimentaria en África a través de una visita que le llevó a conocer sobre el terreno la situación de crisis humanitaria en Níger y en el conjunto del Sahel.

Gracia, que se desplazó el pasado jueves hasta Niamey, desarrolló la jornada de trabajo en la que mantuvo entrevistas con las principales autoridades nigerinas: el presidente Issoufou, el primer ministro Brigi Rafini, el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Bazoum, y el de Planificación, Boubacar Cissé.

En los diferentes encuentros, el SECIPI trasladó a las autoridades nigerinas que España sigue con gran preocupación la situación de crisis humanitaria que se vive en la zona y les avanzó el carácter prioritario que Níger y África Occidental tienen para la Cooperación Española, como quedará reflejado en el IV Plan Director.

En el plano bilateral, Gracia expresó el apoyo de nuestro país a los esfuerzos del Presidente Issoufou para avanzar en la consolidación del sistema democrático y el fortalecimiento de las instituciones, así como en la aplicación de una agenda de desarrollo. El SECIPI le expresó que Níger es un país clave para la estabilidad y el desarrollo del Sahel y del conjunto de África Occidental.

El SECIPI también aprovechó la visita para firmar la subvención por valor de 1,55 millones de euros correspondiente a 2012, de apoyo al Dispositivo Nacional de Prevención y Gestión de Crisis Alimentarias. Gracia visitó, además, un centro de apoyo nutricional (blanket feeding) dirigido por el Programa Mundial de Alimentos y UNICEF.

Durante su estancia en Niamey, el SECIPI tuvo oportunidad de conocer las inquietudes de los cooperantes españoles en la zona durante una reunión en la que asumió la obligación del Gobierno de adoptar las medidas adecuadas para tratar de garantizar la seguridad de este colectivo de españoles en la región.

A lo largo de la jornada, el SECIPI mantuvo una reunión de trabajo con representantes de organismos y agencias de Naciones Unidas, así como los principales socios bilaterales en Níger.

Jesús Gracia pudo constatar sobre el terreno que la ayuda española al desarrollo tiene un impacto significativo y es reconocida y valorada por las autoridades nigerinas. Alrededor de 18 millones de personas sufren inseguridad alimentaria en la región. Según UNICEF, un millón de niños del Sahel precisan de asistencia y 400.000 niños nigerinos sufren malnutrición severa. En este contexto, debe reconocerse la importante labor realizada, en condiciones muy difíciles, por las ONGs en la canalización de buena parte de los fondos de la Cooperación Española.

ACNUR denuncia el aumento masivo de refugiados por el…

Panorámica del asentamiento de Fassala, en la frontera mauritana con Malí. ©ACNUR / E.Villechalane

La inseguridad y la inestabilidad política en Mali han provocado el desplazamiento de unas 400.000 personas, señaló hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

El ACNUR indicó que a 20 de julio, más de 230.000 malienses habían buscado refugio en los países vecinos y otros 166.000 se habían desplazado dentro de las fronteras.

La mayoría de los malienses que abandonan el país viaja a Mauritania y el aumento significativo de la llegada a este territorio se debe principalmente al nuevo conflicto entre el Movimiento Nacional por la Liberación del Azawad (MNLA) y grupos islamistas, como Ansar Dine o facciones disidentes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), como los que secuestraron en octubre de 2011 a los cooperantes españoles en Tinduf, el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO).

Además, una epidemia de cólera ha afectado a muchas partes de la región del Sahel.

Por otro lado, la UNESCO creó un fondo especial para salvaguardar los sitios del patrimonio mundial en Mali, en particular Tumbuctú y la Tumba de los Askia en Gao, afectados por el conflicto armado en el norte del país.

Los fondos recaudados se utilizarán para ayudar al gobierno a evaluar los daños sufridos por ambos sitios y llevar a cabo trabajos de reconstrucción y rehabilitación tan pronto como lo permita la seguridad de la zona.

Mauritania es el mayor receptor de refugiados malienses

En el campamento de refugiados de Mbera (Mauritania) actualmente hay 89.390 refugiados malienses (a fecha 8 de julio de 2012).

La mayoría proceden de la ciudad milenaria de Tombuctu (87%), aunque también hay refugiados malienses de Mopti (8%) y Ségou (5%). En Tumbuctu los refugiados justificaron su huída por los recientes enfrentamientos armados entre grupos islamistas y los rebeldes tuareg por el control del terreno. Y es que Tumbuctu sufre desde hace varios meses enfrentamientos y pillajes que han acabado con monumentos históricos como la Puerta del Fin del Mundo de la mezquita de Sidi Yayia o saqueado la Gran Mezquita de Djingareyber.

El origen étnico de la población es principalmente tuareg (90%) y árabe bereber (10%), la mayoría son pastores (dedicados a la cría de ganado, como cabras, camellos, vacas, corderos y asnos) y agricultores.

El cólera azota al Sahel

Los pacientes de cólera aprenden sobre técnicas de higiene. / UN Photo

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ( UNICEF ) advierte del aumento de casos de cólera en el Sahel, enfermedad que ya ha matado a más de 60 personas y enfermado a cerca de 2.800 que este año. Al margén de la crisis humanitaria en la región, el cólera está poniendo a más gente, especialmente los niños desnutridos, en riesgo.

«Las lluvias, la desnutrición y el desplazamiento son caldo de cultivo ideal para el cólera en el Sahel, afectará a los niños pequeños», dijo el Director Regional de UNICEF para África Occidental y Central, Manuel Fontaine, en un comunicado de prensa .

«A menos que intensifiquemos nuestros esfuerzos de inmediato, el cólera seguirá cobrándose la vida de las familias más vulnerables en el Sahel y se extenderá a otras zonas pobladas y con un impacto devastador», añadió.

Desde mediados de junio, el número de personas afectadas por la contagiosa enfermedad de transmisión hídrica se ha disparado en la región africana del Sahel, que se extiende desde el Océano Atlántico hasta el Mar Rojo, e incluye el Chad, Malí, Mauritania, Níger y el norte de la las regiones de Camerún y Nigeria. Además, las organizaciones humanitarias estiman que actualmente hay unos 18 millones de personas que padecen inseguridad alimentaria en la región.

En particular en el Magreb, durante el mes pasado, se ha registrado una importante afluencia a Mauritania, a donde llegaron 15.000 personas tan sólo en las últimas dos semanas de junio. Desde entonces prosiguen las llegadas a un ritmo de entre 200 y 500 refugiados al día. La mayoría de los recién llegados proceden de la región de Tombuctú. Los refugiados citan los recientes enfrentamientos armados entre grupos islamistas y los rebeldes tuareg como el motivo de su huida.

A Burkina Faso y Níger sigue llegando un número menor de refugiados, quienes advierten de que la reciente inestabilidad en el norte, especialmente en la zona de Gao, podría generar nuevas llegadas en las próximas semanas.

En Mauritania, el Gobierno y ACNUR han acordado abrir un nuevo campamento para acoger al gran número de recién llegados. El nuevo campo se encuentra cerca de la aldea de Aghor, a 17 km del campo de refugiados de Mbera en el suroeste del país, donde cerca de 90.000 han encontrado cobijo. Aghor fue hogar para miles de refugiados malienses en los años 90.

Muchas de las familias malienses que han llegado a los países vecinos en las últimas semanas, han señalado que salieron del país por diversas razones, como la falta de acceso a comida y agua, los hombres armados que han ocupado sus tierras y el temor ante la posible escalada de la violencia entre los diferentes grupos armados que operan en el norte de Malí.

Los países del Sahel buscan una solución para Malí…

Los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros de la Comunidad de Estados del Sahel y del Sáhara (CEN-SAD) celebran en Rabat una reunión extraordinaria con el acento puesto en los retos de seguridad de la zona, especialmente en Mali.

El ministro de Exteriores marroquí, Saadedin Otmani, señaló momentos antes de la inauguración de la reunión que los países de la zona, recogida por la agencia de noticias, «se centrarán en las formas para hacer frente a las amenazas (de seguridad) con métodos más eficientes y a través de la cooperación en el ámbito de seguridad entre los miembros».

En la reunión están representados prácticamente todos los Estados de la mitad norte de Africa con la notable excepción de uno de los países más importante en la región como es Argelia, y cuyo vínculo con el terrorismo en el norte de Malí es un reto del ejecutivo de Abdelaziz Bouteflika, que nunca ha sido miembro de este organismo nacido bajo la égida del exmandatario libio Muamar al Gadafi.

El titular de Exteriores marroquí alertó específicamente sobre la situación en Mali, con la «aparición de nuevos actores y la expansión de nuevas armas» en la nación afectada por una crisis política cuyos efectos «se extendieron hacia algunos países vecinos».

Mali, con un Gobierno surgido del golpe de estado del 22 de marzo, está representado en la reunión por un embajador afín al nuevo Ejecutivo -el ministro de Exteriores Sadio Lamine Sow, estaba invitado, pero no pudo asistir-, lo que fue interpretado por los observadores como un reconocimiento «de facto» de las nuevas autoridades golpistas.

El ministro marroquí explicó la invitación a las nuevas autoridades como «un esfuerzo de reconciliación entre nuestros hermanos malienses».

Por su parte, el presidente ejecutivo del CEN-SAD y ministro de Exteriores de Chad, Musa Faki Mahamat, también justificó la presencia del representante maliense: «Mali es un miembro fundador de la CEN-SAD y conoce perturbaciones muy importantes», y abogó por una reestructuración de este organismo para hacer frente a la inestabilidad en Mali y en la región en general.

Mahamat subrayó que «Argelia tiene vocación a ser miembro (del organismo)» y añadió que «es una vocación que sigue vigente», aunque Argel no haya manifestado interés por esta cumbre.

Curiosamente, Argelia organizó el pasado septiembre una conferencia internacional sobre el terrorismo en la región del Sáhara y el Sahel a la que fueron invitados 40 países, pero no Marruecos, su gran rival geopolítico en la región.

Envían 13 toneladas de ayuda humanitaria a los refugiados…

Refugiados malienses en el campo Mbera en Mauritania. / ACNUR-Y.Djigo

La compañía internacional de entrega de de paquetes y mensajería, UPS, envió este fin de semana por avión unas 13 toneladas de artículos de ayuda humanitaria de ACNUR a Mauritania para ser distribuidas a 10,000 malienses en el campo de refugiados de Mbera.

Un avión de carga Boeing 767 de UPS aterrizó en Nouakchott, la capital de Mauritania, el pasado domingo, trayendo consigo artículos de ayuda humanitaria para ACNUR, así como suministros de socorro básicos para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). El avión había partido horas antes de la ciudad de Copenhague en Dinamarca.

El cargamento humanitario de ACNUR incluía rollos de lonas de plástico, bidones, mosquiteras y esteras para dormir. Este material será entregado a los refugiados en el campo de Mbera, el cual se encuentra a unos 60 kilómetros de la frontera entre Mauritania y Malí, y que actualmente acoge a más de 64.000 refugiados.

“La ayuda traída por UPS es muy apreciada,” declaró el lunes Yacoub El Hillo, director de la oficina de ACNUR para Oriente Medio y Norte de África.

UPS está cubriendo todos los costes del transporte como parte de su compromiso para ayudar a las víctimas de la crisis de desplazamiento de Malí. La compañía, con sede en Estados Unidos, es socio corporativo de ACNUR desde el año 2010, llevando colchonetas para refugiados en Túnez y ayudando a la Agencia de la ONU para los Refugiados a transportar una exposición itinerante de fotos a diferentes ciudades alrededor del mundo.

Más de 300.000 personas han huido de sus hogares en Malí desde que estallaron los combates en enero entre el movimiento rebelde tuareg y las fuerzas del gobierno maliense. Las familias han encontrado refugio en áreas más seguras de Malí o en los países vecinos de Burkina Faso, Mauritania y Níger. Muchos se enfrentan a terribles condiciones debido a la escasez de alimentos y de agua que actualmente afecta a la región árida del Sahel.